En Vigàta las escenas nocturnas adquieren una belleza leopardiana, pero no absorben el murmullo de las alas invisibles en la tiniebla. En una calle solitaria, una mujer de unos treinta años es raptada, narcotizada con cloroformo y abandonada sin sufrir violencia ni robo, lo mismo que le ocurrió la víspera a la sobrina de Enzo, el propietario de la trattoria favorita de Salvo Montalbano. Ambas tienen en común la edad y que trabajan en sucursales bancarias. Unos días más tarde, otra joven es secuestrada con idéntico modus operandi, pero liberada en este caso con una treintena de cortes superficiales por todo el cuerpo menos la cara. Y coincidiendo con estos sucesos tan extraños, un incendio a todas luces provocado arrasa en parte una tienda cuyo dueño y su novia han desaparecido sin dejar rastro. La situación huele a mafia, pero el paso del tiempo no ha hecho perder a Montalbano un ápice de su fino olfato para descifrar los pequeños detalles y captar las motivaciones ocultas. Cuando todo apunta a una explicación más que obvia, el ejercicio de una lógica impecable lleva al comisario hacia una realidad mucho más compleja, un entramado de perversiones, traiciones y venganzas. En ese laberinto pantanoso de servidumbres y desamores, de lóbrego malestar, se esconde, entre un dédalo de confusiones, una «cámara de la muerte»: la última, la más secreta, el lugar donde lo espera agazapada la verdad. Misteriosa, irónica, oscurísima, genial, imposible dejarla: esta nueva entrega del comisario Montalbano envuelve al lector en un clima de suspense psicológico sin tregua y confirma a Andrea Camilleri como uno de los maestros indiscutibles del género negro.
En 1987, Adela es una joven feliz que recibe de su marido un reloj carísimo de oro y diamantes. Ella, presumida hasta el tuétano, alardea de su regalo a todas horas hasta que unos meses más tarde, y después de una cena con sus amigos íntimos, descubre que lo ha perdido. No vuelve a aparecer. En 2019, Adela, ya viuda y a punto de jubilarse, recibe en el trabajo un sobre, sin sello y sin remitente, con el reloj que había perdido treinta y dos años antes. La aparición la llena de sospechas y saca a la superficie una pregunta inquietante: ¿Quién está detrás del robo? ¿Quién de su entorno ha querido hacerle daño durante este tiempo? Y, sobre todo, ¿por qué? Será su hija pequeña, Virginia, una joven de casi cuarenta años y en paro, la que se empeñará en resolver el misterio, aunque eso la lleve a airear los silencios familiares y la desmitificación a su propia madre.
Esta obra insólita, un auténtico estímulo para la lectura, ha sido uno de los grandes fenómenos de la edición francesa reciente.
Pennac, profesor de literatura en un instituto, se propone una tarea tan simple como necesaria en nuestros días: que el adolescente pierda el miedo a la lectura, que lea por placer, que se embarque en un libro como en una aventura personal y libremente elegida. Todo ello escrito como un monólogo desenfadado, de una alegría y entusiasmo contagiosos: «En realidad, no es un libro de reflexión sobre la lectura —dice el autor—, sino una tentativa de reconciliación con el libro».
Este antimanual de literatura concluye con un decálogo no de los deberes, sino de los derechos imprescindibles del lector (derecho a no terminar un libro, a releer, etc., incluso a no leer).
«Pennac demuestra que se pueden escribir ensayos evitando toda jerga y toda pedantería: Como una novela se lee realmente como una novela». (Jacques Nerson, Le Figaro )
Un domingo por la tarde en el sur de California, Bert Cousins aparece sin invitación previa en la fiesta del bautizo de Franny Keating. Antes de terminar el día, ha besado ya a la madre de Franny, Beverly, y ha puesto en marcha la disolución de dos matrimonios y la unión de dos familias. Comunidad explora los ecos que este encuentro fortuito despierta a lo largo de cinco décadas en la vida de los cuatro progenitores y los seis hijos involucrados. Los niños Keating y Cousins pasan los veranos juntos en Virginia, donde forjan un vínculo duradero basado en la desilusión respecto a sus padres y el afecto extraño y sincero que crece entre ellos. Cuando Franny, a los veinte años de edad, comienza una relación con el legendario autor Leon Posen y le habla de su familia, la historia de sus hermanos deja de pertenecerle. La infancia de Franny se convierte en la base de un libro de gran éxito de Posen, lo que termina por llevarlos a aceptar sus pérdidas, sus sentimientos de culpa y el vínculo profundamente leal que sienten entre sí. Contada con tanto humor como desgarro, Comunidad es una reflexión sobre la inspiración, la interpretación y la propiedad de las historias. Es un relato tierno y brillante basado en los grandes lazos del amor y la responsabilidad que nos unen.
He reunido en este breve volumen artículos en que me he puesto en contacto con Cervantes. No todo lo que he escrito a propósito de tal asunto está incluido aquí; he apartado lo crítico, y me he atenido a lo novelesco. A juzgar por lo que yo siento, sólo llega profundamente a los lectores lo que se les da en forma de vida: vida más o menos palpitante. Sólo en acto de vivir es como lo que pensamos puede ser absorbido, sin sentir, por quien lee; al menos nosotros preferimos, al estudio erudito, la fantasía creadora. Vemos a Cervantes en diversos sitios por donde Miguel caminara: en la Mancha, en Andalucía, en Castilla la Nueva, en Levante, en Italia, en Francia, en África. Y siempre lo contemplamos pensativo, con la mejilla en la mano, sentado en el poyo de una venta, a la vista de la ruta por donde ha de encaminar sus pasos.
Desde siempre, La Iglesia ha tenido santos a los que venerar. Y en toda iglesia, en donde se venera, hay negocio. Vete a San Judas, a El Señor de las Maravillas, a Lourdes y donde sea, y verás el enorme beneficio que supone vender objetos varios al doble de su valor en el mercado. Y en todas, hay un depósito para monedas, llamado cepillo. Cepillar, según la Academia de la Lengua, significa: “coloquialmente. Quitar a alguien el dinero”. Los santos no hacen favores sin óbolo. Luego veremos las “cifras de la fe”. Para reforzar la fe, y llenar las arcas del Vaticano, se inventaron los milagros, y los milagreros. Y, desde el principio, o casi, usaron dos métodos, dos facetas del negocio: las reliquias, y las apariciones. Las dos llevan, indefectiblemente, a construir un templo. Y donde hay campanario, hay colecta, misas, y venta de lo que se les ocurra. ¿Saben que junto a algunas iglesias, en locales parroquiales, se vende ropa y artesanías?
1709\. Vivaldi, Haendel, Scarlatti… Un indiano y su criado negro… La Venecia de los carnavales y el Ospedale della Pietá con su iglesia que más parecía un teatro. Y en medio de este Concierto barroco , el clímax. Un Moctezuma extraído de Solís, poetizado por Giusti y puesto en ópera por Vivaldi… un Vivaldi que, olvidado durante doscientos años, salta, por encima de los siglos, en una vertiginosa especulación sobre el Tiempo que, al ritmo de músicas endiabladas, nos hace vivir en pasado y en presente. Los hechos son ciertos. La novela es de Alejo Carpentier.
El adolescente Samuel Bennet no busca las aventuras pero las aventuras llegan hasta él. Y, tras cada nueva experiencia, siente que se ha convertido en otro: ha cambiado de piel. Samuel Bennet es, por supuesto, el joven galés Dylan Thomas en el Londres de sus veinte años. Poeta de gran influencia en la lírica de habla inglesa moderna, algunos rasgos de la poesía de Thomas están presentes también en sus textos narrativos y pueden admirarse en esta novela aguda y divertida: el sentido lúdico de la escritura que lo conduce a una suerte de embriaguez vital y la presencia de elementos subconscientes que dan a su obra un toque surrealista.
Sobre una roca que emerge del mar, la aparición de una mujer desnuda con sexo de hombre prefigurará el destino de Lorenzo Massaní cuando, desde el sur de Francia, viaje a un mítico París donde todavía canta Edith Piaf y escribe Albert Camus. Pero París ya no es París. Bastará una pasión amorosa y un enigma de imprevisibles consecuencias para que la literatura cabalgue al galope la realidad y nos lleve, como en los cuentos, a un lugar donde no hemos estado nunca: el París de Irás y No Volverás. Con el cielo a cuestas transita por todos los géneros imaginables, y los personajes viven lo extraordinario como normal porque quizá sepan, como su autor, que lo normal siempre es extraordinario.
Un hombre joven, tras un viaje de trabajo, descubre ciertas confusiones en su vida. Un suceso que ha protagonizado, un asesinato, no parece que tenga ninguna repercusión en su día a día. Entre el escepticismo y la incertidumbre, Andrés vadea como puede la situación. Una visita al médico le confirma que sufre una enfermedad: confabulación. Una especia de antimemoria: cuando su cerebro no guarda recuerdos, los fabrica. A partir de ahí, Carlos del Amor teje una novela en la que la vida real y la vida fabricada van cada una por su cuenta, pero quizá puedan confluir en algún momento. ¿Cómo se vive cuando desconoces qué te ha ocurrido de verdad?
Se ofrece aquí una selección de artículos y ensayos de H. P. Lovecraft sobre filosofía, ciencia, política y literatura. Aparecidos en periódicos, revistas amateur y cartas, e inéditos en nuestro idioma, nos presentan una faceta totalmente desconocida y acaso silenciada de este influyente genio del imaginario literario del terror y la fantasía. Un Lovecraft polémico, provocador, y a veces desmesurado, defensor de los principios de una clase media norteamericana en franca zozobra durante los años treinta; pero, sobre todo, hondamente preocupado por la crisis civilizatoria del mundo moderno y el papel de la ciencia y la cultura en el futuro. Titula este volumen el ensayo autobiográfico «Confesiones de un incrédulo», que describe su apartamiento de la religión. Le siguen combativos escritos en favor de la ciencia y de un materialismo filosófico radical que no le impide entregarse, con la misma pasión, a un precioso estudio sobre el fantástico mundo de las hadas. En política, desde una posición declaradamente profana y de frustración pequeño-burguesa, y atosigado por los efectos palpables de la Gran Depresión que hoy nos parecen tan actuales, defenderá tanto soluciones «emocionales y poco confiables» como el férreo socialismo de Estado rooseveltiano. Por último, una curiosa guía de lectura y una galería de argumentos fantásticos nos ofrecen valiosas pistas sobre su labor creativa. Esta antología ofrece un sintomático autorretrato de uno de los escritores más influyentes de la reciente cultura popular moderna, H. P. Lovecraft
Para un autor minoritario como James, esta novela supuso uno de los pocos éxitos de ventas de que gozó en vida, seguramente por ser la más amena y ágil de sus, en general, muy densas narraciones largas. Comercialidad que probablemente haya sido la que ha impedido, debido a los prejuicios críticos que ese factor propicia, que el libro nunca haya sido de las obras más editadas de su autor pese a sus notabilísimas cualidades. La trama aborda la amistad entre dos jóvenes, una intensa relación que se ve alterada por la interferencia de dos bellas mujeres —una, inteligente; y la otra, casquivana— que provocan que ambos amigos se enemisten atrozmente. Como no podía ser menos en James, no se trata, pese a sus azarosos vericuetos argumentales y su aire de época, de un melodrama decimonónico al uso: la extrema contención del autor junto a su agudeza reflexiva y la exquisitez de los diálogos salvan a la obra de cualquier vulgaridad, dibujando, antes bien, con enorme sutileza un infierno moral subterráneo que agita y conmueve a los personajes hasta el estallido final, que, aun descrita con pudor, resulta psicológicamente violento.
Magris reconstruye en este libro uno de los episodios más rocambolescos y menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial, protagonizado por un viejo general cosaco, Piotr Krasnov, que, después de haber combatido a los bolcheviques como oficial zarista, cambió en el exilio el sable por la pluma y escribió varias novelas históricas. A finales de 1944, el obcecado anciano se unió con su inverosímil ejército a las tropas de Hitler, que había prometido establecer una nueva patria cosaca en la región fronteriza de Carnia, en el límite oriental de Italia con Austria y Eslovenia. La tragicomedia de este combatiente, revivida en la minuciosa investigación de un sacerdote que conoció a algunos de sus protagonistas, dibuja una brillante parábola sobre las trampas de la historia y sobre la ingenuidad de quienes creen manejar los hilos cuando son en realidad arrastrados por un destino ciego.
Un diálogo con los habitantes del gran sueño melancólico del siglo XX
Dieciséis ensayos narrativos escritos con la prosa que caracteriza a Alberto Ruy Sánchez, retoman a una protagonista, la melancolía, que se pronuncia por el yo y reivindica el cuerpo. Los ensayos se dividen en tres secciones. En la primera, 'Memorias de catedrales góticas', se comenta la obra y vida de escritores poseídos por fuerzas que los arrebatan y cuyo torbellino vital es visible en su obra: Rilke, Alberto Savinio, Pier Paolo Pasolini, Italo Calvino, Marguerite Yourcenar, Samuel Beckett, Max Frisch y Victor Hugo. La segunda, 'Memoria de prisiones góticas', reúne a escritores bajo el efecto destructivo de regímenes dictatoriales. Aquellos que sobreviven llevan la huella de esa sombra sobre su piel: Mijail Shostakovich, Nadiezhda Mandelstam, Eugeny Zamiatin, George Orwell, Panait Istrati, Herling, Dostoievski y Solzhenitsyn. La tercera, 'Memoria de tumbas góticas', reúne a escritores desaparecidos mientras este libro se fue escribiendo. Cada ensayo es una lápida, una frase hacia ellos: Michel Foucault y Roland Barthes.
Todos nos encontramos, alguna vez, en callejones sin salida. Nuestras vidas normales, nuestra rutina diaria, se convierten de pronto en una especie de embudo por el que es inevitable empezar a resbalar: un adulterio, una mentira, un anciano del que hacerse cargo, la llegada de la decrepitud, la pobreza. Si la vida es una soga, cada uno de esos elementos funciona como un nudo corredizo que, de pronto, nos ahoga. Entonces, comienza la supervivencia.
Una saga familiar que hace un retrato de una familia judía italiana. El pasado año 2005 se publicó en Italia la novela Con las peores intenciones, el debut literario de un joven autor que despertó el interés de la crítica literaria y se colocó durante semanas en las listas de libros más vendidos de su país. Con las peores intenciones narra la vida de Daniel Sonnino, hijo de una familia burguesa judía volcada en prosperar económicamente y medrar socialmente con la firme intención de ser aceptada en el círculo de la alta burguesía católica romana. En un ambiente esnob, festivo y liviano, los personajes de esta novela deambulan a modo de héroes proustianos entre bailes, eventos mundanos y largas vacaciones. Y así se consume la infancia de nuestro protagonista, Daniel, que alcanza la adolescencia en un estado de puro hedonismo. Será Daniel, como el protagonista de Proust, quien se enamore perdidamente de una joven católica, la bella Gaia. Y quien sufra durante años por este amor imposible.
Vivimos con cambios constantes, con miedo de decir te quiero más de lo que deberíamos por las consecuencias que puede traer. Pero tenemos que arriesgarnos, tenemos que perdernos para poder encontrarnos, aprender del daño y seguir soñando. Quiere, quiere mucho. Pero nunca te olvides de quererte a ti.
Los fantasmas del pasado y del presente conviven en las cinco novelas que conforman esta obra de Carlos Fuentes. El dolor del recuerdo y el amor sin futuro constituyen el mundo de los misteriosos personajes de «Constancia», «La desdichada», «El prisionero de Las Lomas», «Viva mi fama» y «Gente de razón». En «Constancia» los fantasmas de una familia de origen ruso, asesinados por soldados franquistas cuando intentaban embarcarse rumbo a Estados Unidos, se reencuentran después de cuarenta años. En «La desdichada» un enigmático maniquí con forma de mujer es adquirido por dos estudiantes preparatorianos para que les haga compañía. Poco a poco La Desdichada los hará enfrentarse para disputarse su amor y compañía. En «El prisionero de Las Lomas», el exitoso abogado Nicolás Sarmiento obliga al general Prisciliano Nieves a heredarle su casa y su fortuna a cambio de no revelar el secreto que lo encumbró como el Héroe de Santa Eulalia. «Viva mi fama» cuenta los amores malogrados de Rubén Oliva y Elisia Rodríguez la «privada» del torero Pedro Romero, quien murió en su cama sin siquiera un rasguño hecho por un toro. Finalmente, en «Gente de razón» los hermanos José María y Carlos María Vélez, reconocidos arquitectos, siguen los preceptos que les inculcó su profesor Santiago Ferguson: cada edificio es un ser vivo y con historia.
Una reflexión que se me ocurrió con el retardo usual en los temperamentos activísimos que se alaban en todas las biografías, es la de que el inverificable lector de «Papeles de Recienvenido» quizá no se decidió a creer hasta hoy que ese libro era el principio de la Nada. Para que no vacile más, me pareció un deber caracterizar mi nuevo trabajo como de continuación de ella. Ya no esperará más aquel lector para exclamar: «¡Bien me lo parecía, aquello era el Comienzo de la Nada!». Ahora los lectores de Recienvenido comprenderán que la Nada y su Ayudante han empezado. Y hasta sabrán que es continuable.
Esta miscelánea recoge las periódicas reflexiones que el autor ha venido haciendo sobre el pasado reciente desde finales de los 90. Reflexiones que recuerdan qué ha sido el pasado oculto desde la transición hasta la reciente creación de la Comisión interministerial para el estudio de la situación de las víctimas de la guerra civil y el franquismo, con atención especial a la segunda legislatura triunfal del PP y a la marea revisionista por ella alentada. Yendo por donde va el boom de la llamada recuperación de la memoria histórica conviene dejar constancia de quién es quién en esta historia y de cómo ha sido el camino para llegar hasta aquí. Así pues, historia viva o simplemente, como titulara uno de sus libros Lucien Fevre, combates por la historia.