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Bolsilibros - Bisonte 239. Tierra para descansar, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Nunca se sintiera Arch Cockwell tan satisfecho como aquel día de finales de primavera, cuando descendió del tren en Rincón y se dirigió a casa de su padre, a la sazón sheriff del poblado. En seis años cumplidos que hacía desde su primera salida del poblado para cursar estudios en Santa Fe, sólo había estado tres veces en Rincón, pasando unas vacaciones escolares. El resto de aquellos seis años permaneció alejado del hogar paterno.


Bolsilibros - Bisonte 242. El valle de los tontos, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 243. El hombre de la mala suerte, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 246. El extraño bandolero, de M. de Silva

Novela, Aventuras

—Escúchame bien, Florence: ya sabes que te amo con locura y que apenas vea el buen resultado de la mina me casaré contigo, pero no vuelvas a decirme otra vez esa tontería porque me enfadaré de veras. 
—Conque una tontería, ¿eh? —repuso ella que era una bellísima mujer de veintiocho años, alta esbelta, de negros cabellos y ojos verdes—. Pues has de saber que no podrás jamás continuar la explotación de la mina, suponiendo que logres extraer el primer oro. ¿Dónde encontrarás dinero para el material y la instalación? No, Lionel. Es una locura pensar en ello.


Bolsilibros - Bisonte 248. Aquí murió un valiente (2ª Ed.), de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Jackson Clayton, con la faz contraída por una rabia dolorosa que era incapaz de reprimir, se encaró con Rex, su hijo, y señalándole la puerta, exclamó fieramente: —Esto se ha concluido, Rex... Es inútil cuanto he intentado para hacer de ti un hombre decente y trabajador. Has cumplido veintidós años, los más inútiles de cualquier vida y aun no has podido enorgullecerte de saber que el pan y los porotos que has comido un solo día, lo debiste a tu esfuerzo.


Bolsilibros - Bisonte 253. Títeres con pistolas, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 254. Soldados sin bandera, de M. de Silva

Novela, Aventuras

—No me pida imposibles, señor Tilney. Soy el fiscal del distrito, pero no un patriarca. Si su hijo comete alguna grave fechoría, cumpliré estrictamente con mi deber. 
—Pero Went es casi un niño… Cumplió hace poco los dieciocho… 
—A esa edad ya puede responsabilizarse de sus actos, por lo menos moralmente. No se le puede considerar como a un muchacho. Se lo repito, Tilney. Esta vez ha quedado libre porque en realidad una pelea carece de importancia, pero le recomiendo mucho cuidado con él, ¡mucho! De lo contrario le dará un disgusto serio cualquier día. 
—¿Pero no podría, al menos, recomendarle al sheriff que no le trate con dureza? 
—Back Hurt sabe llevar su cargo. No olvide que estamos aún en 1866. Hace un año que acabó la guerra. Los ánimos siguen todavía muy excitados y conviene tener mano dura. Quiero decir con esto que, si el sheriff se muestra blando una vez, lloverán sobre él las dificultades.


Bolsilibros - Bisonte 255. El juramento de Mallory, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Las moscas que se pegaban a su rostro, pesadas y pegajosas y el sol que arañaba con la lumbrada de sus rayos, hicieron que Mac Mallory despertase a la vida de una manera estúpida. Cuando abrió sus cargados y turbios ojos y miró hacia arriba, se vio obligado a cerrarlos de modo instantáneo, al no poder soportar el encendido reflejo del sol hiriendo sus retinas, pero le bastó la contemplación momentánea del disco solar para que su cerebro empezase a funcionar torpemente.


Bolsilibros - Bisonte 257. El cobarde, de Henry S. James

Aventuras, Novela

El hombre que acababa de recontarse en «La Cresta, de los Buitres» se llamaba Nelson P. Van Kruif. Era nacido en Texas y tenía veintiséis años al cumplirse el de 1852. Se trataba de un muchacho fuerte, con seis pies de altura y un rostro pleno de inusitada bondad, en aquellos turbulentos tiempos que formaron una época definida en Texas y, de forma general, en todos los Estados de aquel inmenso territorio que se llamaría más tarde «Unites States of América».


Bolsilibros - Bisonte 267. Pueblo maldito, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 281. Muerte City, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Por doquiera que se tendiese la vista, la soledad era agobiante. Un paisaje desolado, árido, amarillo y reseco, se extendía hacia los cuatro puntos cardinales, como si una maldición bíblica hubiese matado todo signo de vida en aquel paraje, y hasta los lagartos que reptaba como saetas verdes por el resquebrajado piso parecían huir medrosos de él buscando algún lugar más acogedor.


Bolsilibros - Bisonte 285. Un arma de doble filo, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Margaret volvió la cabeza sorprendida al observar que a través del abierto vano de la puerta, se abocetaba una sombra alargada que llegaba hasta la pared fronteriza. El sol la proyectaba deformada, pero con la nitidez de rasgos suficiente para denunciar la presencia de un hombre esbelto y vigoroso. Ella pareció reconocer por la sombra la persona que la proyectaba y se volvió con viveza exclamando: —¡Red!... Tú por aquí a estas horas...


Bolsilibros - Bisonte 287. Sorpresa en la divisoria, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Red Bluff era un poblado a menos de una milla de la frontera de Texas, en el extremo sur de Nueva México, al pie del ferrocarril que descendía del norte para entrar en la nación vecina y próximo a la conjunción del río Delaware, donde éste vierte sobre el Pecos. Su importancia era bastante notable, teniendo en cuenta que a derecha e izquierda al oeste y al este de la región no existían más poblados en los dos vanos de desierto que le rodeaban, y que siendo la estación terminal de la frontera era allí donde solían afluir los viajeros de uno y otro lado de ambas divisorias.


Bolsilibros - Bisonte 291. Si yo fuese sheriff, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Las detonaciones vibraron secas, restallantes, con esa celeridad propia que los hombres duchos en el manejo de las armas saben imprimir cuando aplican el dedo en el percutor. Fue un tableteo continuado que se extinguió casi tan veloz como comenzó y entre cuyo estruendo se captaron algunos gritos alucinantes de agonía. Luego hubo voces, gritos roncos, maldiciones, patear de caballos relinchantes y, seguidamente, el ritmo acelerado de varios jinetes que galopaban alejándose, hasta que el sonido de los cascos de los caballos se perdió en la lejanía.


Bolsilibros - Bisonte 298. Un garito en Coolgardie, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Coolgardie era un poblado circunstancial, como lo habían sido otros muchos nacidos y muertos en flor tanto en California como en Arizona. En estas regiones del Oeste a medio colonizar, los pueblos nacían y morían según los motivos que daban vida y raíces a sus cimientos. El oro y la plata dieron origen a muchos poblados, que si bien algunos quedaron ya para siempre en la nomenclatura de la nación, otros se esfumaron como el humo cuando el motivo incidental que fue causa de su nacimiento se agotó como se agotan la mayoría de los filones auríferos. Aquél no había nacido al amparo del oro, pero sí de la plata. La descubrió un viejo aventurero que se perdió por el desierto de Mohave y fue a parar algo más allá del lago. Fue su cansado caballo el que, al patear con fuerza, arrancó cuarzo y halló una vena.


Bolsilibros - Bisonte 301. «Muerte sociedad anónima», de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Sobre el tablero de la mesa, en el más alejado reservado del garito de Buddy Marcue, había extendido un plano bastante bien dibujado de aquella parte del sudeste de Oklahoma. El eje central de dicho croquis era Tuskahoma, el poblado donde se hallaba situado el garito, y como una tangente un poco inclinada que cortase el plano de norte a sur, se marcaba la raya precisa del río Kiumiche, que penetraba en la región desde Arkansas e iba a desaguar en la divisoria, en el Río Rojo.


Bolsilibros - Bisonte 305. Río satánico, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 310. El comisario de hierro, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 310. La emboscada (2ª Ed.), de Fidel Prado

Aventuras, Novela

En el desierto comedor, penetró en aquel momento un tipo llamativo. Era un hombre de mediana edad, posiblemente frisase en los cuarenta años, aunque por sus barbas descuidadas y su pelambrera, también falta de cuidado, aparentase algunos años más. Era fuerte, de recias piernas y cabeza grande, bien asentada sobre sus hombros. Vestía una descolorida camisa a rayas rojas y azules, un pantalón que en sus primeros tiempos debió de ser marrón pero cuyo color había bajado mucho de tono, y unas recias botas de tacones desgastados por los costados. Sus duras caderas se apretaban por el cinto del que pendía un negro «Colt» y su cabeza se tocaba con un sombrero vaquero, cuyas alas, al perder su primitiva forma, hacían aguas al ondular en derredor de la copa.


Bolsilibros - Bisonte 312. Contra la traición, de Cliff Bradley

Aventuras, Novela

Cuando la manada que subía por la senda de Chisholm llegó al brazo Norte del Canadian, las aguas del río corrían furiosas, color de chocolate, revueltas, desparramándose por algunas zonas bajas donde formaban remolinos espumosos. El sol de la tarde teñía la escena con una coloración de ámbar pálido, el aire era fresco y arriba iban destilando grandes nubarrones que amenazaban tormenta. Con los hombros inclinados en una posición de descanso, Jim Conway contemplaba ceñudo el abierto y salvaje panorama. Aquella era la tercera vez que él recorría aquel camino… y la peor de todas. Y precisamente ahora, en que era el capataz del equipo. Las dos anteriores no fué sino uno más de los peones, sin otra responsabilidad que cumplir sus tareas. Butch Deering era el capataz entonces. Pero Butch estaba en el rancho con una pierna rota por culpa de un maldito mustango traicionero. Y por esta causa, John Roswell, el dueño del rancho «Bar Diamond», le había confiado a Jim la manada, movido a ello por las recomendaciones de Deering.