Caminaba por la orilla de la playa y caí medio inconsciente con mis únicos pensamientos de soledad y ansiedad, acababa de abandonar el hogar donde había pasado mis últimas semanas. Mi mente estaba confusa ante el lío tan terrible en el que me encontraba. Mis padres adoptivos en teoría estarían buscándome por todo el pueblo sin detenerse ante nada ni ante nadie, pero yo no podía continuar con la convivencia tan espantosa a la que cada día me sometían mis tutores hasta que fuera mayor de edad. Faltaban seis meses y ya no tendría que sucumbir a sus malos tratos psicológicos y físicos por ambas partes. Creí en un cuento de hadas al quedarme huérfana cuando mis verdaderos progenitores murieron en un accidente de montaña cuando se hallaban en la cumbre al escalarla con sus mejores amigos. Eran muy aficionados a los deportes de riesgo y a menudo les acompañaba en sus excursiones tanto practicando alpinismo como submarinismo o paracaidismo. Esta vez me había quedado en casa porque tenía los exámenes finales antes de ir a la universidad y deseaba sacar las mejores calificaciones para que me dieran una buena beca y estudiar medicina.
El libro relata cinco historias diferentes sobre protagonistas femeninas, cada una de ellas experimentará sus vivencias,sus fantasías y su amor más erótico encontrando a su hombre ideal.
Son cinco relatos diferentes sobre el amor y la fantasía: 1.-Nunca estarás sola: Caminaba por la orilla de la playa y caí medio inconsciente con mis únicos pensamientos de soledad y ansiedad, acababa de abandonar el hogar donde había pasado mis últimas semanas. Mi mente estaba confusa ante el lío tan terrible en el que me encontraba... 2.-Cuando más nos necesitábamos: Me encontraba sola en mi habitación, escuchaba el ruido de fondo de mis hermanos mayores peleándose entre ellos para ver quién de los dos conseguía las llaves del coche de mi padre... 3.-Un tesoro por descubrir: ¡Qué fastidio mi hermano Pablo me ha dejado la habitación hecha un desastre! Ya sé lo que andaba buscando. Seguramente dinero para irse otra vez de juerga con sus amigos. No puedo hacer nada ya por él. Por más que he intentado que siente la cabeza no hay manera... 4.-No pierdas la esperanza: Me siento tan sola…Enciendo la pantalla de mi ordenador y no encuentro nada más que información. Estoy recluida en mi cuarto por voluntad propia. No soporto a mi padre tan autoritario, controlador, egoísta y mentiroso... 5.-Carys: Una fuerte tormenta se desató en lo alto de la montaña donde me había refugiado después de perder una apuesta con mis compañeras de campamento. Teníamos las tiendas de campaña cerca del río, comenzamos a jugar a ver quién adivinaba más películas famosas de todos los tiempos a través de la mímica, no tuve suerte y perdí, debía pagar un precio...
Este libro contiene cinco relatos románticos y fantásticos: Nº1.-Casualidad o Destino: ' -Mariam, ¿has encontrado casa para alquilar? -Todavía no, Ruth. El caso es que en el periódico de hoy anuncian un Castillo en Italia. Es muy barato el alquiler. -A ver. Tiene una pinta estupenda. Nos vendría fenomenal para montar un periódico en la zona. Seguro que tiene mucho espacio para poner la rotativa y nadie nos molestaría. Estoy cansada de escondernos como dos fugitivas, por el hecho de ser mujeres. -Sí, yo también estoy harta. Tenemos que mandar artículos con nombres falsos de hombre. Hemos nacido en una época muy anticuada. -El siglo diecinueve es un rollo para nosotras. Si pudiera viajar en el tiempo me iría dos siglos más adelante. Seguro que allí las mujeres, hasta podrán votar a sus candidatos...' Nº2.-Violeta: ' Está lloviendo. Es invierno. Los días se hacen demasiado cortos. Me encanta vivir en la casa de mi abuelo. Le echo mucho de menos. Hace tres meses que el pobre murió. Ha sido como un padre para mí. Estos últimos años, me ha dado una sabiduría y una paz que no había conocido nunca. Era un hombre muy bueno, cariñoso y alegre. Siempre me hacía reír. Me enseñó a amar las pequeñas cosas de la vida y a disfrutar de ellas. Sigo sus consejos..' Nº3.-Andros-5: ' Era una noche muy fría, la nieve se agolpaba en los cristales de mi laboratorio. Por desgracia no funciona la calefacción. Mi jefe me ha pedido que me quede a terminar un informe sobre robótica. Estoy completamente sola. Mis compañeros de investigación hace horas que se han marchado a sus casas. Casi todos ellos están casados, y quieren pasar más tiempo con sus familias. Yo soy la última integrante del grupo. Me llaman “Pequeña”. Desde luego no se relaciona en nada con mi físico, soy bastante alta con mi metro setenta y cinco. Mi constitución es muy delgada, a veces me confunden con una chiquilla, aunque tengo veintidós años...' Nº4.-Twice in the Island: ' Todo empezó en un cuartito de costura. Estaba bordando unos pañuelos para regalar a mi tía, Efi. Vivía con ella desde los tres años. Mi madre era su hermana menor. Hacía muchos años que una enfermedad se la había llevado. Casi no recuerdo su cara, por aquel entonces tenía tres años. Han pasado quince. Ya soy una mujer. Me apena no tenerla en estos momentos...' Nº 5.-Ann y Robert: ' En el orfanato hacía demasiado frío. Estábamos todos muy juntitos en el desayuno, por decir algo. Un mendrugo de pan y un tazón de leche aguada. Era mi último día. Había cumplido dieciséis años y tenía que irme a buscar la vida. Siempre he vivido allí. Me encargaba de los bebés, me iba a dar mucha pena abandonarlos. Si tuviera suerte y encontrara algún trabajo, donaría dinero para todos los niños...'
A través de la ventana de mi dormitorio, miro a lo lejos, las vías del tren se pierden en el infinito… Mi padre es el maquinista, lleva de un pueblo a otro a los pasajeros de nuestra comunidad. Hoy es su último trayecto. Hace dos semanas, recibió una carta donde le comunicaban su cese en el trabajo. Le ha llegado la edad de jubilación.
Está lloviendo. Es invierno. Los días se hacen demasiado cortos. Me encanta vivir en la casa de mi abuelo. Le echo mucho de menos. Hace tres meses que el pobre murió. Ha sido como un padre para mí.Estos últimos años, me ha dado una sabiduría y una paz que no había conocido nunca. Era un hombre muy bueno, cariñoso y alegre. Siempre me hacía reír. Me enseñó a amar las pequeñas cosas de la vida y a disfrutar de ellas. Sigo sus consejos. Cada mañana me levanto y pienso en el nuevo día que me espera. Me ducho con agua calentita, tomo un buen desayuno, con zumo de naranja, mis tostadas con mermelada de melocotón y un tazón de café recién hecho. Ya me siento mejor. Sonrío al recordar los buenos momentos que he vivido con el abuelo. Cuánto le agradezco el hogar que me dio cuando murió mi madre.
¡Qué agobio! Son las doce de la mañana. Estaba metida en un atasco en mi cupé rojo. El calor era para morirse. No me funcionaba el aire acondicionado. Con las ventanillas bajadas no corría ni gota de aire. Qué fastidio. Voy a llegar tarde a mi primer día de trabajo. Con este tráfico infernal me darán las dos de la tarde.Estoy sudando la gota gorda. Menos mal que no me he puesto maquillaje, con las prisas no he tenido ni tiempo. Desgraciadamente la blusa rosa fucsia la llevo pegada al cuerpo y eso que es de manga corta.Mi falda blanca parece un acordeón, no sé cómo me molesté en plancharla.El pelo gracias a Dios lo llevo recogido en dos trenzas y no me molesta en la cara.Necesitaría una ducha para volver a estar presentable.No tengo tiempo ni de parar a tomarme un refresco.¡Qué nerviosa estoy! Espero que mis compañeros del Cuerpo de Policía sean buenas personas.Tengo que tranquilizarme, inspira y expira, qué es lo peor que me puede pasar que pague una sanción o una novatada.Estoy acostumbrada a llamar la atención. Cuando me vean surgirá alguna bromita machista o racista. Se quedarán de piedra cuando sepan que soy la nueva detective de homicidios.Mis rasgos físicos son exóticos tengo una mezcla particular: mi padre es el típico americano rubio con ojos azules y mi madre es una hermosa mujer Comanche.
Todo empezó en un cuartito de costura. Estaba bordando unos pañuelos para regalar a mi tía, Efi. Vivía con ella desde los tres años. Mi madre era su hermana menor. Hacía muchos años que una enfermedad se la había llevado. Casi no recuerdo su cara, por aquel entonces tenía tres años. Han pasado quince. Ya soy una mujer. Me apena no tenerla en estos momentos.
Era una noche muy fría, la nieve se agolpaba en los cristales de mi laboratorio. Por desgracia no funciona la calefacción. Mi jefe me ha pedido que me quede a terminar un informe sobre robótica. Estoy completamente sola. Mis compañeros de investigación hace horas que se han marchado a sus casas. Casi todos ellos están casados, y quieren pasar más tiempo con sus familias.Yo soy la última integrante del grupo. Me llaman “Pequeña”. Desde luego no se relaciona en nada con mi físico, soy bastante alta con mi metro setenta y cinco. Mi constitución es muy delgada, a veces me confunden con una chiquilla, aunque tengo veintidós años. Llevo el pelo negro en una trenza, me llega hasta la cintura, es muy rizado, por eso prefiero recogérmelo. Mi tez es muy blanca, los ojos son verdes claros casi transparentes, con largas pestañas negras, las cejas son delgadas y oscuras, la nariz es recta y los labios son carnosos y muy pálidos, suelo pintármelos con un poco de color, si no parezco un fantasma.En estos momentos estoy muerta de frío, me he puesto el abrigo encima de la bata blanca del laboratorio. Me castañean los dientes y las manos las tengo congeladas, sale vaho de mi boca. Casi no puedo teclear en el ordenador. Falta poco para terminar el informe. Unas cuantas fórmulas más y asunto resuelto.Mi robot casi está terminado, en teoría claro. Luego hay que llevarlo a la práctica. Es bastante completito, puede hacer cualquier cosa que le pidas, menos razonar. No posee inteligencia. Es como una computadora en forma de androide.Soy una científica en el área de la robótica. En la facultad de ciencias de la investigación, acabé con las notas más altas de mi promoción. Por lo visto mi cerebro está más desarrollado que el del resto de los humanos, en una palabra soy superdotada.Mis padres me adoptaron a través de una agencia muy famosa de niños con características especiales.Recuerdo que tenía dos años cuando me acogieron como su hija. Por entonces hablaba, leía y escribía correctamente. Los juegos de inteligencia me encantaban al igual que los números. Me pusieron de nombre, Susy, parecido al de mi madre adoptiva.Roger y Susan Carlson, son maravillosos, me cuidan con mucho amor. Están jubilados, nunca pudieron tener bebés, por eso me eligieron. Son dos personas muy instruidas, fueron Catedráticos de Física Nuclear.No tuvieron ningún problema en compartir conmigo sus conocimientos. Siempre he sido como una esponja, todo lo absorbo.Ahora disfrutan de un merecido descanso y viajan por todo el mundo. Están en contacto continuo, me llaman todos los días y cuando llegue la navidad, regresaran a casa.Vivo en una casona del siglo diecinueve muy bien restaurada y posee todas las comodidades modernas. Está a las afueras de Oslo, a tan solo treinta kilómetros. Tiene chimeneas en todas las salas y habitaciones. Y por supuesto calefacción. No me hace falta ayuda para su conservación y limpieza, el robot abrillantador, se encarga de todo. Es un prototipo muy inferior al que estoy diseñando. Pero le tengo mucho cariño. Lo inventé cuando tenía catorce años, al igual que la máquina de hacer comidas. Con meter la materia prima, crea una comida elaborada a tu gusto.Estoy rodeada de inventos mecánicos en casa y en el trabajo. Son mi vida, nunca he deseado otra cosa que crear un robot con la capacidad de un compañero. Que me pueda hablar con conversaciones inteligentes y escuchar. Mis compañeros de trabajo y mi jefe, son muy inteligentes, pero no llegan a mi nivel intelectual. Por eso necesito a mi androide. Casi lo tengo programado. Los últimos retoques los acabaré en pocos días. Y mi sueño se habrá cumplido. Voy a tomarme un café para entrar en calor. Por lo menos las manos se descongelarán. A ver si de paso me despierto y no me duermo encima del teclado.
Todo empezó en un cuartito de costura. Estaba bordando unos pañuelos para regalar a mi tía, Efi. Vivía con ella desde los tres años. Mi madre era su hermana menor. Hacía muchos años que una enfermedad se la había llevado. Casi no recuerdo su cara, por aquel entonces tenía tres años. Han pasado quince. Ya soy una mujer. Me apena no tenerla en estos momentos.
Lord Blackhealth preparaba con ahínco a sus doscientos hombres armados. Le llamaban el mata dragones más poderoso de la cristiandad. Su oscuro corazón no tenía límites. Recorría todo el Norte de Europa en busca de dragones y disfrutaba matándoles. Su gran pasión era verlos consumirse por las llamas y destruirles con saña hincando su espada fundida en hierro y plata en el corazón de las bestias. Coleccionaba en unos cofres unos cientos de ellos. Los veía ennegrecerse y disolverse en polvo. Cuando le costaba mucho esfuerzo arrancar un corazón, se lo comía crudo para fortalecerse en espíritu y recordar su misión. Siempre le habían inculcado el odio hacia los dragones. Su padre el más cruel de todos llamado Killerdragons, amaba su profesión como él lo llamaba. Vivía por y para dar caza a los dragones. Era muy ambicioso y corrupto. Pagaba siempre en monedas de oro a cualquier aldeano que le proporcionara alguna pista para cometer sus atrocidades. No le bastaba con destruir dragones, asolaba hasta la última piedra de las aldeas y a sus aldeanos. Abusaba de las mujeres y mutilaba a los niños. Sentía mucho placer viendo tanta carnicería