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Bolsilibros - Bisonte 1074. Sangre en Roca Negra, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 1075. Los más listos sobreviven, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Bisonte 1076. Con un demonio dentro, de Frank McFair

Aventuras, Novela

La carta, escrita con mano inhábil y letra escolar, decía: “Querida Dolly: Hace mucho que no te escribo, pero las cosas ahora me van bien y deseo que vengas conmigo. ¿Cómo van tus cosas? Te envío dinero para el viaje. No tardes en venir…” Seguían algunos lugares comunes y, por último, las señas. Firmaba “Bill”. Dorothea Mac Williams la leyó dos veces; luego, una tercera. Sus ojos estaban húmedos. —Bill… murmuró.


Bolsilibros - Bisonte 1077. Saloon Langtry, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Allie Marty cruzó la sucia corriente del Río Grande, ese ancho y cenagoso curso de agua que según los texanos es demasiado espesa para ser bebida y muy fluida para ser arada, y dio vista a la pequeña ciudad de Langtry, que no por reducida carecía de personalidad acusada. Langtry era un poblado fronterizo, situado frente a la curva del río divisionario y al oeste de la corriente del Pecos. Precisamente por su proximidad a la frontera mexicana, era un sitio ideal para que los que tenían algo que temer en el Estado vecino cruzasen el Grande para protegerse en Texas, y los texanos que no encontraban muy respirable la atmósfera del gran Estado americano, hiciesen lo propio pero en sentido inverso, para burlar la justicia igualmente.


Bolsilibros - Bisonte 1082. Un guerrillero llamado David Keith, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Cuando Mauren Chesney quedó totalmente huérfana se encontró, a sus veintidós años, con una cuantiosa fortuna muy saneada, pero que exigía, para su mantenimiento y defensa, un carácter enérgico, una dosis de voluntad de acero y un porcentaje elevado de talento y habilidad para salir adelante en la empresa de defender su patrimonio. Su padre había sido uno de los primeros pioneros que clavaron los tacones en la parte sur de Missouri. Cuando llegó a lo que más tarde sería un poblado discreto llamado Allon, sólo unas míseras casuchas denunciaban su emplazamiento. Lo demás eran tierras fértiles pero sin explotar, quizá porque los colonos y ganaderos no se habían atrevido a llegar tan lejos en sus avances a través de las tierras semi centrales.


Bolsilibros - Bisonte 1085. Fiesta en los ranchos, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Apenas había despuntado el alba aquella mañana de mediados de abril, cuando casi todo el equipo del rancho Peñas Altas había salido en tropel de sus galpones, armando un griterío de mil demonios. Jub, el dueño del rancho, dormía en el piso superior se había asomado a la ventana de su dormitorio muy enojado por aquel estrépito que armaban sus rudos y alborotadores peones, y les había gritado en todos los tonos de su poderosa garganta, que fuesen más comedidos y menos vocingleros. Pero la petición había caído en el vacío; aquélla era una de las pocas ocasiones en que su equipo no se sentía dispuesto a obedecer las órdenes del patrón. Este terminó por cerrar furiosamente la ventana de su dormitorio, dispuesto a vestirse. Comprendía que el día no era el más oportuno para dar órdenes en aquel sentido, pues para el equipo, el día era de los más anhelados de todo el año.


Bolsilibros - Bisonte 1091. El irresistible Slim, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

El pesado, pero seguro barco de transporte de quilla plana, llamado Estrella del Norte, cuya misión era la de unir San Luis con Nueva Orleans, descendía majestuoso por el ancho y profundo cauce del Mississippi, derivando un poco a su derecha preparado para fondear en momento oportuno. El barco estaba llegando a Vicksburg, una de las ciudades más importantes del estado y en cubierta se notaba una animación inusitada. Eran bastantes los pasajeros que estaban ansiando llegar al populoso y poco tranquilo poblado, unos para divertirse hasta donde sus posibilidades se lo permitiesen y otros, para realizar sus negocios, que solían ser muy variados y algunos bastante confusos.


Bolsilibros - Bisonte 1096. Una tumba por medio, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Smoking Grey, el capataz del pequeño rancho propiedad de Jane Doney en el poblado de Doniphan, en las márgenes del River Naylor, llegó al poblado a media mañana de finales de primavera y, deteniendo su caballo frente al taller del guarnicionero, penetró en él, preguntando al dueño: — ¿Qué hay, Robert, están ya listas mis cosas? —Estoy rematando el último arnés. Si espera media hora, podrá llevárselo todo.


Bolsilibros - Bisonte 1100. Sol de justicia, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.


Bolsilibros - Bisonte 1103. Cisma en el Snake River, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.


Bolsilibros - Bisonte 1110. Una llamada de auxilio, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

El tren procedente de Roswell con dirección a Texas rodaba a la velocidad bastante aceptable de cuarenta millas por hora. Las ruedas, al deslizarse por los raíles, producían un zumbido sordo y adormecedor y la estructura metálica de los vagones, un ruido molesto al bambolearse en la acelerada carrera. El convoy había realizado una parada en un poblado de la línea llamado Lake Arthur y algunos viajeros se habían apeado para aprovechar los escasos minutos tomando algo caliente en la cantina de la estación. Uno de los viajeros que habían aprovechado la breve parada para ingerir una buena taza de café caliente, pues la noche estaba bastante fresca, había sido Marty Friel, un buen mozo, de unos veintiocho años, alto como un abeto, erguido, desafiante de gesto, pero simpático de sonrisa y de mirada.


Bolsilibros - Bisonte 1114. La avaricia rompe el saco, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Cuando la fuerza es ley se pueden llevar adelante infinidad de planes malos o buenos, pero no siempre la fuerza puede ser permanente y avasallar a la gente sin que en algún momento las circunstancias obliguen a formar una fuerza más poderosa que la avasalladora que impuso, o en algunos casos, la astucia se convirtiera en un arma más eficaz y demoledora que, ese instinto ciego y malsano de dominar a los demás sin más razón que la razón del poderoso. Algo de esto debía suceder en un apartado rincón de Montana, al nordeste del gran Estado En este llano y casi dejado de la mano de Dios paisaje, existían dos poblados próximos al curso del caudaloso Missouri. Uno más al norte, llamado Baeth y otro más próximo a la corriente del gran río, llamado Leedy.


Bolsilibros - Bisonte 1117. La meta del odio, de A. Rolcest

Novela, Aventuras

Sinopsis no encontrada


Bolsilibros - Bisonte 1118. El vagabundo cantor, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Aquella tarde del sábado, la calle principal del pequeño poblado de Azona se encontraba muy animada. Desde el mediodía, en que terminara el trabajo en los campos y en los ranchos de aquella parte de la comarca, los peones se habían apresurado a acudir al poblado con ánimo de solazarse, disfrutando del asueto, y por esta causa, las calles habían cobrado un aspecto de día de feria. Azona estaba situado a una distancia equidistante entre el célebre Río Pecos, al oeste, y el Devile, al este. Las comunicaciones para el poblado estaban constreñidas a un servicio de diligencias que efectuaban el recorrido tres veces por semana, de norte a sur y otras tres de sur a norte. Por ello, todos los días llegaba un vehículo sobre la hora del mediodía, pero en ruta alternada.


Bolsilibros - Bisonte 1121. La pantera dormida, de A. Rolcest

Aventuras, Novela

Había poca luna, pero suficiente para que la cima de la cordillera mostrase sus abolladuras y agudos espolones sobre un fondo menos oscuro. Hacía un rato que Doug descendió por la vertiente de la colina que encaraba con la cordillera. Fue a comprobar si su caballo estaba en el sitio en que lo dejó. Nadie más que Doug se había acercado a donde estaba su montura. Le acarició el cuello y murmuró: «No tardaré en volver». Habían sido demasiadas horas de espera. En lo alto de la colina estaba la cabaña, donde tenía que encontrar al hombre que le había citado allí. Doug llegó oscureciendo. Dentro de la cabaña no encontró más que desorden y suciedad.


Bolsilibros - Bisonte 1123. El salvaje sol del Oeste, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Cuando el «Santa Fe Limited» se detuvo en el apeadero de la Castañeda próximo a Las Vegas, Jake Sinclair, que llevaba ya varias horas deleitándose con la contemplación de lugares y paisajes casi borrados de su mente en fuerza de una ausencia prolongada, lanzó un suspiro de satisfacción y se apeó con premura, ya que el pequeño hato de ropa que portaba no le impedía la libertad de movimientos. Después de estirar los brazos para desentumecer sus músculos y realizar unas cuantas flexiones, se dirigió resueltamente al pequeño despacho, donde el jefe de estación contemplaba el convoy y preguntó: —¿Hace el favor de decirme cuándo llegará el tren ganadero A. 2376 que salió de Chicago hace un montón de días? —Forastero, ese tren debe llegar a última hora de hoy, si no ha sufrido retraso alguno desde San Luis. —Muchas gracias.


Bolsilibros - Bisonte 1131. Un torbellino con faldas, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

—Te veo muy preocupado, Karf, ¿qué te sucede? ¿Es que te duele más la herida del brazo? —¡Al diablo la herida! Hay cosas que me preocupan más. —¿Qué es ello? ¿Puedo ayudarte en algo? —Me parece que no, Kenneth, es un problema de muy difícil solución. —¿Quieres decir ya de qué se trata? —De mi hermana Pamela. —¿Qué le sucede a la linda gatita?


Bolsilibros - Bisonte 1136. Libertad sangrienta, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.


Bolsilibros - Bisonte 1140. Murder salon, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

El garito de Fliny Charteen tenía por título el seráfico de La Gloria de Dallas, pero los habitantes de la ciudad le habían bautizado por su cuenta con el nombre más dramático de Murder Saloon, aunque se guardaban muy mucho de citarle por este nombre cuando tenían cerca al propietario o a alguno de los hombres que trabajaban a sus órdenes. El origen de este calificativo tenía su fundamento. En parte, comprobado, porque en La Gloria de Dallas, como en otros muchos garitos de ciudades tumultuosas como aquélla del nordeste de Texas, raro era que no se provocasen riñas o incidentes que terminaban resolviéndose a tiros, con sus correspondientes víctimas y, en parte, también, aunque prodigada por lo bajo, porque el vecindario acusaba a Fliny y a sus secuaces de asesinos en la sombra, cuyos delitos nadie había podido probar, quizá porque existía un miedo enorme a morir si alguien se atrevía a levantar la voz acusándoles de varias muertes misteriosas que se habían ido sucediendo, enlazadas muy de cerca con el célebre garito. Este se hallaba enclavado en Lamar Street, a no muchas distancias del curso del Trinity River, río que corta Dallas por su parte más céntrica.


Bolsilibros - Bisonte 1148. Cuentas ajustadas, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

El intenso tiroteo que durante más de media hora retumbara siniestramente a lo largo de ambas orillas del Solomón River, al norte de Nebraska, había concluido. Los atacantes de la parte sur del río habían terminado por comprender que era inútil el intento de cruzar la fangosa corriente del río, dado que en la orilla opuesta los colonos de aquel lugar de la región habían defendido briosamente aquella cabeza de puente, causando a sus enemigos dos bajas mortales y algún herido que hubo de ser retirado durante el forcejeo. Cuando los rifles cesaron de tronar, los colonos pertenecientes al lado norte, cuyo poblado era Rockton, a escasa distancia del río, permanecieron en pie de guerra observando cómo sus enemigos en derrota retiraban los dos cadáveres para más tarde alejarse y desaparecer de su vista.