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Biblioteca Clásica Gredos 345. Discursos Vol. 6, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Cicerón tituló el conjunto de catorce discursos que pronunció contra Marco Antonio «Filípicas», denominación de cuatro discursos patrióticos que Demóstenes, el orador ático al que tanto admiraba, dirigió contra Filipo II, rey de Macedonia, porque advertía semejanzas y paralelismos en ambos contextos. Tras el asesinato de César en el 44 a. C. (que Cicerón celebró porque detestaba la tiranía cesarista, opuesta a sus valores republicanos), y después de unos meses de incertidumbres acerca de los posicionamientos de los principales actores en la política romana, Cicerón encabezó el partido senatorial (diezmado a causa de las luchas civiles), y se enfrentó a su enemigo Marco Antonio, el hombre que había intentado hacer rey a César y que se perfilaba ya como nuevo dictador, en la serie de las catorce «Filípicas». En ellas Cicerón critica las actuaciones de Marco Antonio y logra que el Senado, tras intentar una salida negociada al conflicto entre éste y Décimo Bruto (negociación a la que Cicerón se opuso), termine poniéndose en contra de Antonio, quien es derrotado en Módena y declarado «enemigo de Roma». Pero con la formación del Segundo Triunvirato entre Octaviano, Lépido y Antonio y la rehabilitación política de este último, las «Filípicas» terminarán por costarle a Cicerón la vida: Marco Antonio ordena su ejecución, y que su cabeza y sus manos, que han escrito las Filípicas, sean expuestas en el Foro. La fama de las «Filípicas» se debe tanto a las circunstancias que las rodearon como al propio texto. Sin embargo, desde el punto de vista estilístico marcan el apogeo de la elocuencia ciceroniana y en ellas encontramos juntos rasgos de todos los discursos anteriores. Su lengua constituye, además, un auténtico paradigma de la norma clásica. Su influencia ha calado en el idioma, donde filípica se ha convertido en nombre común con el significado, según María Moliner, de «reprensión extensa y violenta dirigida a alguien».


Biblioteca Clásica Gredos 346. Testimonios y Fragmentos I (1-318), de Crisipo de Solos

Ensayo, Filosofía

Si el estoicismo es una de las escuelas filosóficas griegas que mayor impronta dejaron en la filosofía y la cultura occidentales, ello se debe, en gran medida, a Crisipo de Solos. Si el estoicismo es una de las principales escuelas filosóficas griegas en la Antigüedad y la que mayor impronta dejó en la filosofía y la cultura occidentales, ello se debe, en gran medida, a Crisipo de Solos (c. 280-c. 205 a. C.). Nacido en Solos, Cilicia (Asia Menor), cuando tenía unos veinte años se trasladó a Atenas, donde estudió primero en la Academia platónica y terminó siendo, desde 232 a. C., director de la Estoa, la escuela filosófica fundada unos años antes por Zenón de Citio (a quien había sucedido como director Cleantes, maestro a su vez de Crisipo). Según Diógenes Laercio, Crisipo escribió unos 705 libros, esto es, unas 250 obras; en dos volúmenes presentamos los fragmentos que han llegado hasta nosotros de dichas obras, así como los testimonios antiguos sobre Crisipo. La importancia de este autor en la historia de la filosofía es más que notable: desarrolló la lógica formal y la dialéctica (Laercio declaró que si los dioses tuvieran Dialéctica, ésta sería la de Crisipo) y fundamentó la mayor parte de las cuestiones debatidas en el estoicismo antiguo. ¿Por qué leer hoy a Crisipo? Porque, en palabras de María Zambrano, «el estoicismo es el jugo que queda de la filosofía griega cuando se la exprime». En este primer volumen se incluyen los testimonios y los fragmentos 1-318 (esto es, los fragmentos atribuidos a obras concretas).


Biblioteca Clásica Gredos 347. Testimonios y Fragmentos II (319-606), de Crisipo de Solos

Ensayo, Filosofía

Si el estoicismo es una de las escuelas filosóficas griegas que mayor impronta dejaron en la filosofía y la cultura occidentales, ello se debe, en gran medida, a Crisipo de Solos. De Crisipo han destacado los estudiosos sus grandes dones como filósofo, más que la elegancia literaria. No compuso poesía, pero era muy dado a las citas, especialmente de Homero y los trágicos, como medio para reforzar sus propias opiniones. Dotado de una prodigiosa fuerza intelectual, desarrolló sistemáticamente, más que cualquier otro estoico, una forma de filosofía que mantuvo su validez y vigencia durante cuatrocientos años, y es probable que moldeara la mayor parte de los resúmenes de los manuales filosóficos del estoicismo. En este segundo volumen se incluyen los fragmentos 319-606 (es decir, los fragmentos sin indicación de obra y los dudosos).


Biblioteca Clásica Gredos 349. Banquete de los eruditos Libros VI-VII, de Ateneo de Náucratis

Ensayo, Ciencias sociales

Ateneo, autor de cuya vida poco más sabemos, nació en el siglo II d. C. en Náucratis, ciudad de Egipto con una larga tradición cultural griega. Imbuido de una amplia erudición e inmerso en la corriente cultural griega conocida como Segunda Sofística, de él ha llegado hasta nosotros el «Banquete de los eruditos» («Deipnosophistaí»), en quince libros. Basándose en el «Banquete» de Platón y en las «Charlas de sobremesa» de Plutarco, entre otros, Ateneo reúne en un simposio a veintitrés sabios que, mientras disfrutan de los placeres de la buena mesa, conversan en profundidad acerca de los más diversos temas: gramática, medicina, filosofía, música, leyes, zoología, gastronomía, etc., en una clara muestra de la literatura miscelánea tan del gusto de la época. Además de ser una lectura sumamente placentera, el Banquete constituye una fuente incomparable de noticias sobre costumbres, alimentos y personajes de la Antigüedad, y las numerosas citas textuales que contiene (en muchos casos de escritores ya casi desconocidos en época del autor) lo convierten en una vía de transmisión inestimable de fragmentos de obras por lo demás irremisiblemente perdidas. La traducción, primera completa al español, mereció el Premio Nacional de Traducción en 1999 por los dos primeros volúmenes de esta colección (libros I al V).


Biblioteca Clásica Gredos 350. Banquete de los eruditos Libros VIII-X, de Ateneo de Náucratis

Ensayo, Ciencias sociales

Ateneo, autor de cuya vida poco más sabemos, nació en el siglo II d. C. en Náucratis, ciudad de Egipto con una larga tradición cultural griega. Imbuido de una amplia erudición e inmerso en la corriente cultural griega conocida como Segunda Sofística, de él ha llegado hasta nosotros el «Banquete de los eruditos» («Deipnosophistaí»), en quince libros. Basándose en el «Banquete» de Platón y en las «Charlas de sobremesa» de Plutarco, entre otros, Ateneo reúne en un simposio a veintitrés sabios que, mientras disfrutan de los placeres de la buena mesa, conversan en profundidad acerca de los más diversos temas: gramática, medicina, filosofía, música, leyes, zoología, gastronomía, etc., en una clara muestra de la literatura miscelánea tan del gusto de la época. Además de ser una lectura sumamente placentera, el Banquete constituye una fuente incomparable de noticias sobre costumbres, alimentos y personajes de la Antigüedad, y las numerosas citas textuales que contiene (en muchos casos de escritores ya casi desconocidos en época del autor) lo convierten en una vía de transmisión inestimable de fragmentos de obras por lo demás irremisiblemente perdidas. La traducción, primera completa al español, mereció el Premio Nacional de Traducción en 1999 por los dos primeros volúmenes de esta colección (libros I al V).


Biblioteca Clásica Gredos 351. Comentario al «Sueño de Escipión» de Cicerón, de Ambrosio Aurelio Teodosio Macrobio

Ensayo, Otros

A partir del fragmento «Sueño de Escipión» del tratado ciceroniano «Sobre la República», Macrobio analiza con una perspectiva neoplatónica el enigma del alma, sirviéndose de la astronomía y la matemática. La «República» de Cicerón se perdió casi por completo (mucho después se recuperaría parcialmente gracias a un palimpsesto), pero su parte final, conocida como «Somnium Scipionis» («Sueño de Escipión»), sí se conservó junto con el «Comentario» que de ella hizo Macrobio (siglo IV-V d. C.). Cicerón relata en el texto un sueño de Escipión Emiliano: se le aparece su abuelo Escipión el Africano, quien le revela su destino y el de su país, las recompensas de la virtud en el más allá, la estructura del universo y el lugar del hombre en él. En su «Comentario» Macrobio parte del texto ciceroniano para exponer teorías de índole neoplatónica sobre los sueños, sobre las propiedades místicas de los números, la naturaleza del alma, astronomía y música. Obra encuadrada dentro del enciclopedismo característico de su tiempo, el «Comentario» constituye un puente entre el pensamiento de la Antigüedad y el del Medievo. Sus fuentes directas son Platón, Plotino y Porfirio, pero en el comentario se manifiesta toda la ciencia de la Antigüedad; se inspira en el comentario de Porfirio al «Timeo» platónico. Y su influencia es abrumadora: aparece en autores como Isidoro de Sevilla, Boecio, el papa Silvestre II, Máximo Planudes, Dante, Boccaccio, Bernat Metge y Cervantes, entre otros. Macrobio es uno de los responsables, por ejemplo, de que entre los geógrafos medievales persistiera la creencia en la esfericidad de la Tierra, idea que tan importante fue, siglos después, para el descubrimiento del Nuevo Mundo. La traducción del «Sueño de Escipión» ya aparece en el volumen de la Biblioteca Clásica Gredos dedicado a «Sobre la República» de Cicerón, por lo que en éste sólo se incluye el «Comentario» de Macrobio.


Biblioteca Clásica Gredos 353. Biblioteca histórica Libros IX-XII, de Diodoro de Sicilia

Ensayo, Historia

Diodoro aporta a sus fuentes —cuya cantidad y variedad explican el desconcertante título de Biblioteca en una obra historiográfica— una perspectiva moralizante, para mostrar la intervención de la divina providencia en el curso de la historia, según sus postulados estoicos. Este volumen, que incluye los fragmentos de los libros IX y X y los libros XI y XII, abarca desde la época de Solón de Atenas hasta el año 415 a. C.


Biblioteca Clásica Gredos 367. Arquitectura Libros I-V, de Marco Vitruvio Polión

Ensayo, Arte

El tratado del arquitecto, ingeniero y tratadista Marco Vitruvio Polión es el texto de referencia para conocer de primera mano la teoría y las obras arquitectónicas grecolatinas. Con el «De Architectura», Vitruvio (siglo I a. C.) deseaba ofrecer un corpus que condensara todos los conocimientos alcanzados por la teoría arquitectónica griega, cosa que no se había hecho hasta entonces, a decir del propio autor. Además de cuestiones específicamente arquitectónicas (órdenes, materiales, técnicas de construcción, tipos de edificios…), el libro informa también sobre pintura y escultura griegas y romanas, como artes auxiliares. El abundante contenido, unido a las innegables cualidades formales, otorga a esta obra una gran trascendencia y la convierte en fuente inestimable para el conocimiento de esta materia. En el Renacimiento fue un texto de primer orden para el acceso a la teoría y a las obras arquitectónicas grecolatinas. El presente volumen presenta una actualizada versión castellana de los cinco primeros libros —de los diez del original—, a la que precede una completa y documentada introducción.


Biblioteca Clásica Gredos 371. Biblioteca histórica Libros XIII-XIV, de Diodoro de Sicilia

Ensayo, Historia

El estoico Diodoro cree que el devenir histórico de la humanidad responde a un proyecto global y preconcebido de la divinidad. Esta visión de la Historia caló en el cristianismo y ha sido la predominante durante siglos en Occidente. El libro XIII cubre el periodo comprendido entre 415 y 404 a. C., es decir el pleno desarrollo de la Guerra del Peloponeso. En el libro XIV se narran los acontecimientos ocurridos entre los años 404 y 387, llegando hasta las victorias romanas sobre etruscos, volscos, ecuos y galos, y la ya imparable expansión por la península Itàlica.


Biblioteca Clásica Gredos 372. Historias, de Agatías

Ensayo, Historia

Un destacado exponente del mundo cultural bizantino del siglo VI narra con talento literario campañas militares contemporáneas. Agatías (Mirina, Asia Menor, 531 - Constantinopla, 580 d. C.), abogado por profesión y poeta por dedicación (como lo atestigua su «Ciclo de epigramas»), escribió las «Historias» por una obligación moral que le movió a continuar las «Guerras» de Procopio (también publicadas en Biblioteca Clásica Gredos) para relatar las campañas militares de Justiniano en Italia y Lázica desde donde aquél las dejó, año 552, hasta el 559. En la vertiente histórica, la obra resulta imprescindible como fuente para los acontecimientos de esos años, y muy en especial por sus dos largos excursos sobre los francos y los persas. Desde el punto de vista literario, desplegó todas sus habilidades retóricas y estilísticas en abundantes digresiones y episodios marginales a la narración principal.


Biblioteca Clásica Gredos 375. Arte gramática Libro I, de Carisio

Ensayo, Crítica y teoría literaria

Por su interés en acumular doctrinas de diferentes autores y su fidelidad hacia todos ellos, la obra de Carisio (hacia el 362 d. C.), un manual de gramática concebido para completar la educación del hijo del autor, es el pivote sobre el que se construye el estudio de las fuentes de la gramática latina: Elio Estilón, Lelio Arquelao, Antonio Gnifón, Ateyo el Filólogo, Varrón, César, Verrio Flaco, Valerio Probo, Remio Palemón, Plinio el Viejo, Flavio Capro, Cominiano y Julio Romano son algunas de las autoridades en materia gramatical que, desde la cita única a decenas de fragmentos, aparecen en la obra. El volumen contiene la primera traducción a una lengua moderna del primero (y el más extenso, pues ocupa la mitad del total) de los cinco libros del ars. En él destacan dos capítulos eruditos (15 y 17), que reflejan la discusión, señalada siglos antes por Varrón, entre analogía y anomalía como elementos dirimentes de la corrección lingüística, y fundamentada ahora en los criterios de naturaleza, razón, uso y autoridad, este último responsable a su vez de la conservación de multitud de fragmentos de poetas y prosistas latinos para los que el manual de Carisio es, muchas veces, testimonio único.


Biblioteca Clásica Gredos 377. Sobre el fundamento de la música, de Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio

Ensayo, Arte

En la transmisión de las antiguas teorías musicales no hubo en el Occidente latino solución de continuidad entre la Antigüedad tardía y la Edad Media; figuras como Boecio (Roma, c. 476 - Pavía, 524) así lo demuestran. «De institutione musica» («Sobre el fundamento de la música»), de Boecio, es por su planteamiento específico, por su enfoque técnico, por su espíritu abierto a una amplia perspectiva de las anteriores tradiciones musicológicas, una obra singular, punto de llegada de las antiguas tradiciones griegas y punto de partida de la doctrina musical posterior: en este campo científico, junto con los escritos de Aristóxeno y de Ptolomeo, el tratado de Boecio es la obra técnica más importante que nos ha legado la Antigüedad y, además, el último intento por parte de un escritor latino de ofrecer una visión de conjunto de la antigua música grecorromana, así como el primer gran monumento de la teoría musical del medievo. Su influencia posterior, sobre todo a partir del siglo IX, fue enorme. Encarcelado a raíz de intrigas políticas adversas, Boecio compuso en su reclusión una obra fundamental, la «Consolación de la filosofía», que marcaría como ninguna otra el pensamiento medieval: se trasladó a la mayor parte de lenguas europeas, y sólo la Biblia la superó en número de traducciones. Boecio fue el último erudito en lengua latina con un completo dominio del griego, y un profundo conocedor de las filosofías de Platón y Aristóteles.


Biblioteca Clásica Gredos 380. Fábulas, de Higino

Ensayo, Historia, Otros

Las «Fábulas» atribuidas al hispano Gayo Julio Higino (64 a. C.-17 d. C.) constituyen la colección más completa de mitos clásicos en lengua latina. Se trata de uno de los pocos libros de la Antigüedad del que no se ha conservado ningún manuscrito, sino que es conocido a partir de la editio princeps (1535). El libro, compuesto de 273 fábulas, nos ha llegado incompleto, con cinco lagunas en su interior. A imitación de la «Biblioteca» de Apolodoro, en la obra se recopilan mitos extraídos de los ciclos épicos y de tragedias griegas y latinas no conservadas. Consta de tres partes: a) genealogías de dioses y héroes, inspiradas en Hesíodo; b) fábulas propiamente dichas, de desigual extensión, con predominio de breves epítomes o resúmenes de mitos cuya comprensión es difícil si no se conocen previamente; y c) catálogos, en los que se nos informa de los temas más variados, como fundadores de ciudades, las islas más grandes, etc. La originalidad de algunos mitos y variantes hacen de sus páginas una de las obras imprescindibles para el conocimiento de la mitología clásica. Higino fue uno de los mayores eruditos de su tiempo. Escribió acerca de un sinfín de temas: agricultura, historia, arqueología, religión…


Biblioteca Clásica Gredos 381. Las leyes, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Este tratado, cuya fecha de conclusión se desconoce (aunque se cree que fue escrito entre el 52 y el 45 a. C.), y del que se duda incluso que fuera publicado, es una continuación de «Sobre la República» (también en esta colección). Las leyes es una de las principales fuentes de la Antigüedad sobre derecho romano, tanto por los datos que aporta como porque contiene el origen del pensamiento jurídico, a pesar de estar concebido como ley básica para un estado ideal. Se conservan de él la mayor parte de los tres primeros libros, en los que tres interlocutores el propio Cicerón, su hermano Quinto y Ático dialogan en la finca que el primero tenía en Arpino. En el libro primero se debate sobre el origen y la naturaleza de la justicia: Cicerón expone la concepción estoica de la ley basada en la razón y refrendada por la divinidad. En el segundo, el mismo Cicerón describe las leyes religiosas de un estado ideal, concernientes a cultos, templos, etc. En el tercero se trata la Constitución del Estado, las funciones públicas a él inherentes y el nombramiento de magistrados. Al hilo de estos diálogos van surgiendo, además de teorías filosóficas propias, multitud de doctrinas de filósofos y escuelas, que son sometidas a análisis y críticas ponderadas, así como valiosísimos datos históricos acerca de las leyes religiosas y civiles. En todo momento se transmite una honda admiración por Platón, al que se tiene como modelo de pensamiento coherente y fundador, y se exaltan las virtudes del pueblo romano.


Biblioteca Clásica Gredos 385. Historias I Libros XIV-XIX, de Amiano Marcelino

Ensayo, Historia

Amiano Marcelino (c. 330-395 d. C.), griego nacido en Antioquía, fue el último gran historiador de Roma que escribió en latín. Las Historias de Amiano Marcelino son una obra ineludible en su actual estado (dieciocho libros de los treinta y uno originales) para conocer el último medio siglo del Imperio Romano antes de la escisión entre Oriente y Occidente: últimos años de gobierno de Constancio II, mandatos de Juliano, Joviano, Valentiniano I y Valente y los primeros años de Graciano. El relato está teñido de una cierta ambigüedad en lo que respecta a la convivencia del cristianismo con la religión oficial, amalgama del culto al emperador con las religiones mistéricas propagadas desde Oriente, y las tradicionales prácticas de la cultura grecorromana. El emperador Juliano, al que el autor admiraba desde que sirvió a sus órdenes en la frontera oriental y en la Galia, domina el relato a pesar de la brevedad de su reinado. La amenidad del estilo y la abundancia de informaciones dotan de gran interés a una narración que abunda en digresiones vívidas sobre geografía, etnografía, fenómenos naturales (terremotos, eclipses, cometas…), temas filosóficos, etc. Este volumen abarca los seis primeros libros conservados de las «Historias» (XIV-XIX): se inicia con el trágico fin del césar Galo, hermano de Juliano, y alcanza hasta la muerte del emperador Constancio II. Amiano Marcelino prosigue las historias de Tácito y fue muy admirado por los escritores posteriores.


Biblioteca Clásica Gredos 389. Del uso de las partes, de Galeno

Ensayo, Salud y bienestar

Galeno —junto con Hipócrates el principal médico de la Antigüedad— nació en Pérgamo en 129-130 d. C., de familia acaudalada. Estudió en Esmirna y Alejandría (anatomía y fisiología). Tras ejercer tres o cuatro años la medicina en la escuela de gladiadores de Esmirna, a partir de 162 se instaló en Roma, donde fue el médico de Marco Aurelio y su hijo Cómodo, entre otras personalidades de la corte imperial. Fue uno de los escritores griegos más prolíficos de su época: a sus muy numerosas obras conservadas hay que añadir una cantidad sustancial de escritos perdidos descubiertos en traducción al árabe. Murió en Roma en el año 200. Su influencia en el mundo bizantino, en Oriente y en la Edad Media occidental es enorme, y es sin duda uno de los grandes médicos de la historia. «Del uso de las partes», traducida ahora por primera vez al español, es el primer tratado completo de anatomía funcional en la historia de la medicina y fue la única obra de referencia en anatomía hasta el Renacimiento. Influyó decisivamente en médicos como Arnau de Vilanova, Avicena, Vesalio y Miguel Servet. Galeno, «padre de la fisiología experimental», fue partidario de las disecciones para estudiar las partes del cuerpo no accesibles a los ojos. Practicó también vivisecciones para explorar el funcionamiento del corazón o del pulmón. Experimentó con el cerebro, con la médula espinal, con ciertos nervios, sobre todo con el recurrente y con los músculos internos de la laringe. Destaca su descripción de huesos y músculos. Defendió la interdependencia entre la mano y la función cerebral en la dinámica del desarrollo del ser humano. Formuló por primera vez desde un punto de vista no teísta lo que desde sir William Paley se iba a llamar «diseño inteligente»; para Galeno el hombre es la suprema creación de la naturaleza. Afirma que al médico le cumple desvelar la armonía y la perfección del cuerpo interno, que son la salud y la belleza verdadera. Nada más sagrado, dice, que darlo a conocer: por eso considera esta obra de anatomía fisiológica un «discurso sagrado», un himno de alabanza a la naturaleza.


Biblioteca Clásica Gredos 390. Poética - Magna Moralia, de Aristóteles

Filosofía, Ensayo

Aristóteles valora mucho más la poesía que su maestro Platón (quien la proscribía en su Estado ideal), aunque coincide con él al considerarla un arte imitativo o representativo (mimesis), opuesto no a la imaginación sino a lo puramente fantástico o imposible, y concede gran importancia a su efecto sobre las emociones. Aristóteles subraya el valor psicológico y moral del arte, desembarazado de prescripciones al artista, y crea algunos conceptos cuya importancia perdura hoy: la piedad o compasión y el temor como efectos emocionales de la tragedia, la catarsis que desencadena la contemplación de las grandes acciones dramáticas. Distingue varios elementos constituyentes de la tragedia (trama o argumento, imitación del personaje o caracterización, expresión verbal, espectáculo, canto), los examina en todas sus posibilidades y expone con maestría como se combinan y enhebran para producir una intensa experiencia estética y moral.Por su parte, Magna Moralia es un tratado de ética de autoría incierta, que trata cuestiones como la esencia de la virtud y los fundamentos de la felicidad humana. En este sentido, y aunque en un registro menor, es complementaria de la Ética nicomáquea.


Biblioteca Clásica Gredos 392. Discursos Vol. 7, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Muchas de las grandes preguntas que la filosofía occidental ha seguido planteándose las formularon por primera vez los griegos. No todas, claro está. Por ejemplo, los griegos no se preguntaron cuáles eran, a priori, las condiciones del conocimiento, o qué leyes rigen la historia, o cómo indagar en el subconsciente del hombre y otras cosas por el estilo. Pero las preguntas que plantearon, a excepción de unas pocas (por ejemplo: ¿quiénes son los dioses?), son las mismas con las que se ha seguido enfrentando la filosofía occidental a lo largo de los siglos. Enrico Berti recorre el pensamiento de los grandes filósofos clásicos y traza un sorprendente itinerario a través de las preguntas sin tiempo que la filosofía occidental ha seguido planteándose y que los griegos formularon por primera vez: ¿Qué es el hombre? ¿Qué es la felicidad? ¿Quiénes son los dioses? ¿Cuál es nuestro destino? Enrico Berti es catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad de Padua y una de las grandes autoridades mundiales en Aristóteles. Entre sus obras, además de ésta, destacan Le ragioni di Aristotele (1989), Aristotele nel Novecento (1992), Aristotele (1997) y Guida ad Aristotele (2000).


Biblioteca Clásica Gredos 393. Historia romana Libros XLVI-XLIX, de Dion Casio

Ensayo, Historia

Dion Casio narra en estos cuatro libros los acontecimientos del 43 al 33 a. C., años cruciales en la historia de Roma, porque en ellos se pone fin a la República y se gesta el Imperio. Tras el asesinato de César se produce en Roma un vacío de poder que intentan ocupar los líderes de cuatro facciones. Por un lado están los asesinos de Julio César, comandados por Bruto y Casio: eran defensores de la República, pero cometieron el error de no tener trazado un plan para después de la muerte de César. Otro bando lo dirige Sexto Pompeyo, que aglutinó a los seguidores de su padre, Pompeyo Magno, derrotado por César unos años antes. Y de otro lado están los seguidores de César, que acabaron divididos en otras dos facciones: los partidarios de Marco Antonio y los partidarios del joven Augusto. Dion relata con minuciosidad y fina ironía los sucesos de estos turbulentos años: la secreta conjuración entre César, Antonio y Lépido (segundo triunvirato); las frágiles alianzas, pues se hacían para no ser cumplidas; los continuos cambios de bando; el ambiente de terror en Roma, donde todo el que aparecía en la listas de proscritos podía ser asesinado impunemente por cualquiera (así muere Cicerón); la magistral descripción de la batalla de Filipos; los divorcios y los sorprendentes matrimonios por interés político; los amores de Marco Antonio con Cleopatra y los de Augusto con Livia… Al final sólo quedan frente a frente Antonio y Augusto.


Biblioteca Clásica Gredos 395. Historia romana Libros L-LX, de Dion Casio

Ensayo, Historia

Los libros que se reúnen en este volumen (L-LX) de Dion Casio abarcan desde los preparativos de la batalla de Accio hasta mediados del reinado de Augusto. Aunque su estado de conservación es muy desigual, afectando el deterioro especialmente a libros más recientes, lo cierto es que los libros dedicados a Augusto, íntegros casi en su totalidad, se convierten en la fuente de información más valiosa para el proceso que terminó con la República romana e instauró el Imperio. A pesar de la importancia del periodo, apenas han sobrevivido relatos continuados del reinado de Augusto, salvo Suetonio. A la historia del reino, por donde pululan incontables personajes de la corte, con sus intrigas y desvelos, y continuas operaciones militares, se añade el importantísimo libro LII, en el que se desarrolla el conocido debate entre Agripa y Mecenas. El debate es una ficción literaria pero refleja la concepción que Dion Casio tenía de imperio romano y las incertidumbres ante la que se encontraba la evolución de la institución imperial a finales a principios del siglo III. A partir del libro LVII, Dion Casio se convierte en el complemento imprescindible para Tácito. Por las páginas de Dion pasan Tiberio y sus dudas sobre su propio poder y posición, la locura de Calígula, ejemplificada tanto en su proyecto de conquista de Britania como en su fantasía de dominar el mar con la aventura del puente marítimo. Y por último, parte del reinado de Claudio con, ahora sí, la invasión definitiva de la isla atlántica.