Contra el secreto profesional es un libro muy peculiar pues es una miscelánea que reúne relatos de diversos géneros literarios, entre narrativa, poética y ensayística. Parte de ellos son de clara cepa vanguardista. Fue escrito entre 1923 y 1929, pero recién salió a la luz en 1973, 35 años después de la muerte de su autor. Para el crítico peruano Ricardo González Vigil, esta obra reviste importancia fundamental para comprender la evolución estética e ideológica de Vallejo entre 1923 y 1929. Considera además que las llamadas «fabulaciones» y «consorcios narrativos plurales» constituyen el punto más alto de la narrativa vallejiana, y una de las tentativas más valiosas hechas en lengua castellana para crear un nuevo lenguaje narrativo, durante la década de 1920. Lamenta que Vallejo no lograra publicar en esos años su obra y que no haya continuado en dicha dirección narrativa, prefiriendo más bien incursionar en el «Realismo Socialista» (representado por sus obras narrativas El tungsteno y Paco Yunque); de lo contrario, según su opinión, se hubiera convertido en uno de los más grandes forjadores de la narrativa hispanoamericana del siglo XX.
Ciudad de San Fernando. Corrían los primeros días del verano de 1928 cuando Antonio, un niño de ocho años de la calle del Carmen, en el humilde barrio de Las Callejuelas, encontraba su primer trabajo de hormiguilla en una salina. Era una época muy complicada en la que desde muy joven había que ayudar a la economía familiar. En esa ciudad gaditana conoció a María, una niña de la alta sociedad isleña, con la que poco a poco fue forjando una hermosa amistad que terminó por conquistarlo. La historia está ambientada en una época convulsa entre la II República y la dictadura militar que acaeció tras el golpe de Estado. Una aventura que no le dejará indiferente, donde la intriga y la tragedia se mezclan con el amor de estos dos jóvenes.
A lo largo de dos décadas de intensa creatividad, David Foster Wallace (1962-2008) creó una obra extraordinaria que abarca ensayos inclasificables (Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, Hablemos de langostas, Esto es agua), un libro sobre las matemáticas transfinitas (Everything and More: A Compact History of ∞), narraciones vertiginosas (La niña del pelo raro, Entrevistas breves con hombres repulsivos, Extinción) y tres novelas inolvidables (La escoba del sistema, La broma infinita, El rey pálido). Tanto la calidad como las características del trabajo de Wallace recalibraron la medida del logro literario contemporáneo.
Este libro reúne las veinte mejores entrevistas concedidas por el escritor durante su carrera. A través de ellas, además de conocer de primera mano la deriva vital del autor, los lectores descubrirán cuáles fueron los motivos que lo indujeron a escribir cada una de sus obras, sus autores favoritos, sus teorías acerca del arte, sus motivos recurrentes, y comprobarán hasta qué punto Wallace mantenía los mismos niveles de inteligencia, diversión e intensidad tanto en su discurso como en su escritura. Entre los textos, que permanecían hasta ahora inéditos en castellano, se incluyen dos documentos de enorme importancia: la larga entrevista con Larry McCaffery para la Review of Contemporary Fiction, y la semblanza escrita por David Lipsky tras la muerte de Wallace.
«Conviene tener un sitio adonde ir», sentencia el I-Ching, y Emmanuel Carrère tiene claro adónde quiere llegar. Este volumen reúne una treintena de textos periodísticos y ensayos literarios escritos entre 1990 y 2015, en los que el autor demuestra su virtuoso dominio de géneros como la crónica, el reportaje, el artículo de opinión o el ensayo; piezas que forman parte esencial de su corpus literario. El libro incluye entre otras jugosas propuestas la memorable crónica de una fallida entrevista a Catherine Deneuve; viajes a la Rumanía post-Ceaucescu en busca de las huellas de Drácula, a Sri Lanka después de un tsunami y a Davos y sus foros elitistas; sugestivos textos sobre escritores singulares como Lovecraft, Philip K. Dick, Sébastien Japrisot o Leo Perutz; un fugaz encuentro neoyorquino con el novelista de culto Luke Rhinehart; piezas sobre clásicos como Balzac o Defoe; la historia de una joven madre seropositiva cuya degradación física documentan las fotografías de Darcy Padilla, o los nueve textos que Carrère escribió para una revista italiana con la premisa de proyectar una mirada masculina sobre el mundo femenino, y que culminan con una pieza sobre orgasmos y squirting cuyo desinhibido tono pornográfico supuso el abrupto final de la colaboración. El resultado es un libro imprescindible tanto para incondicionales de Carrère –hay piezas que son el germen de novelas posteriores– como para cualquiera interesado en la fructífera relación entre periodismo y literatura, dos géneros por los que Carrère se mueve con singular pericia. Aquí tiene el lector, compendiado, al Carrère periodista, parte esencial del Carrère escritor.
“La idea de Coplas a la muerte de mi tía Daniela nació al tiempo que estaba escribiendo Una educación sentimental, entre 1962 y 1963. La primera piedra verbal no la puse hasta 1965 y di el poema por terminado en 1973. (...) Toda mi poesía es inexplicable si no se tiene en cuenta el mestizaje cultural que asumo, en el doble plano de la cultura pop (es decir, popular de masas) y la cultura académica convencional que aprendí en los libros apellidados y en la Universidad. En el otro plano, me reconozco mestizo de proletario años cuarenta y pequeño burgués consumista años setenta, de inmigrante y aduanero.” (Del prólogo: Dónde están los rapsodas de antaño, del autor para esta edición.)
Conjunto de 34 relatos repartidos entre dos títulos -«Corazón doble» y «La leyenda de los mendigos»-, "Corazón doble" (1891) es un prodigioso artefacto literario que ya desde el propio título incide en la inagotable dualidad que impregna al ser humano. El libro reconstruye el camino lento y difícil que el corazón del hombre, como declara en su Prefacio el propio autor, recorre del terror a la piedad, mostrando en estas estampas llenas de fuerza «que los acontecimientos del mundo exterior pueden ser paralelos a las emociones del mundo interior, hacer presentir que en un segundo de vida intensa revivimos virtual y actualmente el universo».
En su prólogo al presente «Corazón Doble» —auténtica genealogía del miedo y las formas de producirlo—, Marcel Schwob nos advierte que el hombre sólo se torna digno de piedad después de haber materializado todos los terrores en los seres que los experimentan. Pero para el autor es precisamente esa piedad la que motiva el intento de crear la sociedad de nuevo, prohibiendo todos los terrores mediante el terror. Una cierta homeopatía del asesinato marca el fin de la noche, cuya aurora estará teñida de sangre. Y todo esto, nos dice Schwob, estaría bien «si la mirada de un niño no hiciera temblar a los asesinos de generaciones y generaciones de hombres, si el corazón no fuese doble aun en el pecho de los hacedores del terror futuro». Primera y sorprendente obra del autor de «Vidas imaginarias», este libro de cuentos, deliberado y preciso, es antes que nada el viaje que un escritor tan imaginativo como erudito nos propone realizar por la historia de la fantasía siniestra, desde la edad de piedra hasta los albores de lo que hemos dado en llamar modernidad.
«Cordura» hace honor al epígrafe de Joseph Conrad que lo encabeza, y en el que se reconoce y constata que lo único que puede esperarse de la vida es «cierto conocimiento de uno mismo, que llega demasiado tarde». A ese limitado conocimiento de uno mismo —y de la entera y potencial condición humana, por tanto— y a muchas de las enseñanzas de la edad se dedican gran parte de los poemas del libro. Pisando la sesentena, el poeta parece dispuesto, madurez obliga, a «aceptar los trazados del destino con sereno talante», pero no olvida el tiempo pasado, consumido en ilusiones, en excesos a la vez de vitalidad y esperanza, en vértigos que conducían a dudosos fulgores. Desde la senda del descenso, el sujeto poético se debate entre la apartada aceptación del mundo, incluso de su estoico y sereno abandono, y de la condena de lo que ve entre la sobria reclusión, como imponen los años, y la puesta en solfa, batalla o tensión de estos inclementes y desesperanzados tiempos. Pero, como en los grandes poemas barrocos e isabelinos, en «Cordura» la dicción se erige en la gran protagonista, una dicción tensa y dúctil, y una voluntad de contundencia y precisión en el lenguaje, no por culto menos impugnador y hasta descarado, que expresa de manera ejemplar los conflictos del hombre de hoy mismo.
Desde 2013, el escritor colombiano Andrés Felipe Solano vive con su esposa Soojeong Yi en el populoso barrio de Itaewon, en Seúl, donde se cruzan viejas familias coreanas, soldados norteamericanos, prostitutas del sudeste de Asia, musulmanes y matrimonios mixtos, como el suyo. En este libro, dividido en cuatro estaciones —Invierno, Primavera, Verano, Otoño—, Solano da cuenta de sus trabajos y sus días en Corea a lo largo de todo un año, y registra su vida en un mundo que está en las antípodas de su lugar de origen. Con una mirada que nunca pierde la elegancia, a veces con la actitud de un plácido flaneur, otras con la de un hombre desasosegado, habla aquí de su insólito trabajo como locutor en una radio coreana, de las infinitas y extrañísimas clasificaciones que tiene el sexo pago en aquel país, de los avatares de la relación de pareja, de los amigos y la familia que quedaron en Colombia y que se desdibujan de a poco, hasta construir un mural fascinante y magnético que se lee como un diario de vida y, también, como una crónica desde el centro mismo de un país tan lejano como desconocido.
A la altura de los Pirineos un anciano ermitaño se ha dado a la tarea de escribir la historia universal en clave íntima. ¿Qué esconde? Guiada por la obsesiva pero juguetona mirada de su narrador, Coronel Lágrimas traza el esclarecimiento de este secreto vital. Comparte, de cierto modo, la caprichosa ambición de su protagonista: reducir el mundo a unas cuantas citas, a unas cuantas imágenes, a unos cuantos instantes. Cifrar la historia. Y así, la narración de una jornada arbitraria dentro de la vida de su enigmático protagonista da paso a una cartografía vital que acaba por elucidar, en clave tragicómica, la historia política del siglo pasado: de la Rusia de la Revolución de Octubre hasta el México de los veinte, de la España de la Guerra Civil hasta las lejanas islas caribeñas, esta novela-catálogo esboza, casi en instantáneas, la vida de un hombre que no estuvo a la altura de su tiempo. Su épica es aquella del hombre privado, su historia la de una sociedad condenada al capricho informático…
La fraternal amistad que unió a Albert Camus y René Char era conocida, pero gracias a esta correspondencia al fin podemos aquilatar su auténtico valor y lo que sin duda reunió a estos dos creadores: el encuentro y el reconocimiento, en un tiempo de sinrazón y desmesura, de dos obras que coincidieron plenamente.
Creo poder afirmar que la amistad develada en estas cartas implicaba un conocimiento relativamente profundo de sus respectivos trabajos, cuyos temas, por lo demás, se cruzaron en más de una ocasión. Benjamin y Auerbach fueron grandes misivistas, bella palabra que para la RAE todavía no existe. Sus cartas son el testimonio no solo de una amistad en tiempos de horror, sino de sus respectivas supervivencias. Ellas testimonian tanto una amistad prácticamente desconocida para gran parte de la intelectualidad contemporánea, como la muerte de una época en que la redacción de cartas tenía un lugar central.
Corridos populares mexicanos dedicados a Emiliano Zapata y su tropa. Zapata es, hoy por hoy, el mártir del agrarismo, el símbolo de la redención social en México. Los corridos zapatistas inspirados en su figura expresan las reivindicaciones de tierra y libertad por las que él luchó y murió.
Un intenso diálogo con la naturaleza y una sugerente invitación a la meditación y al recogimiento interior.
He aquí el nuevo libro de un «riguroso maestro capaz de llevar la poesía hasta el terreno de la filosofía» (José Luis García Martín). Tras seis años de espera, Corteza de abedul culmina la trayectoria coherente e inquisitiva de Antonio Cabrera en pos de una poesía que mira y piensa a la vez. Estos poemas se acercan a los espacios abiertos y a la naturaleza en sus manifestaciones más concretas: una palmera solitaria, un insecto, unas hojas de arce, un guijarro, unos lirios amarillos, una duna… Su forma de contemplar es siempre sugestiva. Versos sobrios y precisos, con el tono de la meditación, conscientes de la proximidad y la distancia a la que el mundo exterior se sitúa. Sus palabras —que afectan tanto a la inteligencia como a la emoción— van levantando acta del afuera y se vuelven finalmente hacia el interior de quien observa y razona. No por casualidad el conjunto se cierra con un autorretrato del poeta.
Qué quietud había ahí arriba, pero ¿por qué nunca estaba en paz? El día aún no despuntaba, y Furlong miró hacia el río oscuro y brillante cuya superficie reflejaba partes equivalentes del pueblo iluminado. Eran tantas las cosas que se veían mejor, cuando no estaban tan cerca. No pudo decir cuál prefería; si la vista del pueblo o su reflejo en el agua.
Invierno de 1985 en un pequeño pueblo irlandés. Bill Furlong es un hombre amable y un trabajador infatigable, vende carbón y madera. Su única preocupación es que a su esposa y a sus cinco hijas no les falte nada. Lleva una vida tranquila y rutinaria, hasta que un día, mientras entrega un pedido en el convento del pueblo, se involucra en una situación que le devuelve otra imagen de su pasado, dejándolo en medio de una encrucijada definitiva: por un lado, seguir su instinto de autopreservación y mirar hacia abajo, por el otro, actuar con coraje y hacer lo correcto, sin importar las consecuencias.
Claire Keegan, una de las voces más potentes de la literatura irlandesa contemporánea, se detiene con perspicacia en esas pequeñas cosas que hacen la diferencia y construye una novela de una delicadeza conmovedora.
En esta Cosmética del enemigo se demuestra cómo los verdaderos talentos nunca dejan de buscar nuevos horizontes para sus obsesiones más perdurables. En una prosa de una contundencia sin parangón en el panorama de las letras europeas de hoy («cada frase tiene la fuerza de un aforismo», dijo de este libro un crítico francés), Nothomb muestra su extraordinaria capacidad para poner al descubierto la parte más oscura e inquietante de nuestro mundo cotidiano, incluso en la zona en la que más a salvo nos sentimos.
El empresario Jérôme Angust recibe por megafonía el anuncio de que su vuelo sufre un retraso sin determinar. Para matar el tiempo se sumerge en la lectura del libro que lleva en su bolsa de mano, pero un inesperado interlocutor, Textor Texel, le dará conversación a pesar de su manifiesta resistencia. Como se trata de una novela de Nothomb, no sorprende que el inoportuno Texel tenga algo que contar que es mucho más terrorífico, intrigante y sugestivo que cualquier libro: a lo largo de su relato, la violación y el asesinato se irán perfilando con nitidez cada vez mayor, y Textor se irá transformando en una abominable encarnación de todos los fantasmas de Angust, quien verá convertida su anodina espera de un vuelo retrasado en una aventura ominosa y alucinante, una pesadilla en la tibia vigilia de una terminal de aeropuerto.
En las aguas del estrecho de Gibraltar, la desigualdad se convierte en miles de toneladas de resina de cannabis cultivadas en las montañas de Marruecos llegan hasta las costas andaluzas en forma de fardos de hachís, y desde aquí son distribuidas por las calles de toda Europa. La red de tráfico se ha ido extendiendo por la costa andaluza y por Ceuta y Melilla, ha sumado nuevas mercancías como la cocaína, ha expandido sus contactos a los cárteles colombianos y mexicanos, y a bandas europeas, se ha intentado introducir en las instituciones y se ha vuelto más violenta e impenetrable. En las comarcas con más paro de la Unión Europea el narco es una industria que emplea a miles de trabajadores. Andros Lozano acompaña a los toxicómanos que peregrinan a Sanlúcar de Barrameda a por papelinas de rebujito (un cóctel de heroína y cocaína), escucha a los padres de los jóvenes asesinados en ajustes de cuentas, señala a los policías corruptos a sueldo del narco, acompaña a los agentes de los Grupos de Acción Rápida en sus operaciones de asalto, se embarca en lanchas que cruzan el Estrecho de noche cargadas de costo, habla con jueces, políticos y vecinos. Con estas piezas, construye un testimonio demoledor sobre las mafias que crecen en la frontera sur de Europa.
Serie de textos breves del inventor de la Patafísica y del precursor del teatro del absurdo gracias a su obra «Ubú rey», personaje con el cual, según algunos, empezó a identificarse, dando prioridad al placer antes que a la realidad.
«Crecer» («Takekurabe»), obra cumbre de Higuchi Ichiyō y bajo cuyo título recogemos una selección de los mejores y más conocidos relatos de esta delicada autora («En el último día del año», «Nubes que se esfuman», «Aguas aciagas», «La decimotercera noche»), narra la historia de dos jóvenes adolescentes, Shōtarō y Nobu, y de sus respectivos sentimientos hacia la misma muchacha, Midori. El relato podría pasar por una simple historia juvenil centrada en un triángulo amoroso de adolescentes, mas las relaciones entre los protagonistas y su camino hacia la madurez vienen fuertemente marcados por el lugar donde se desarrollan sus vidas: el barrio de Yoshiwara, el único distrito de placer autorizado en la ciudad de Tokio. Así, la sutil y refinada prosa de Ichiyō nos aproxima a los momentos finales de una inocente infancia que dirige sus pasos de manera inexorable hacia el mundo adulto y su cruda realidad.