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Bolsilibros - Colección Vaqueros (Ed. Cies) 14. Amargo retorno (2ª Ed.), de W. Martyn

Relato, Aventuras

Para Elston, la vida, durante sus últimos cinco años y ya contaba veintiocho, había sido una pura aventura nada agradable. Se enroló en el ejército del Norte apenas dio comienzo la guerra de Secesión, peleó en los lugares de más peligro recibiendo tres heridas en tres acciones, y si bien de las tres había salido con vida, fue a costa de unos cuantos meses de hospitales. Esto le había valido alcanzar el grado de sargento, pero cuando la guerra tocaba a su fin y ya el ejército del Sur estaba vencido, fue cogido prisionero durante el asedio y toma de Nueva Orleans y confinado a un campo de concentración de prisioneros de donde logró fugarse con otros dos compañeros de cautiverio.


Bolsilibros - Colección Vaqueros (Ed. Cies) 20. Sid, el capataz, de Fidel Prado

Relato, Aventuras

El pariente era Larry Vinant, cuñado de la que fue esposa del ranchero. Se había casado con una hermana de ésta, de cuyo matrimonio sólo tuvo un hijo, Arthur, joven a la sazón, con veinticinco años cumplidos, buen mozo, quizá excesivamente delgado, no mal parecido y hombre que se creía un ser superior, no ocultándolo a los ojos de la gente. En la vida de Meredyth había ciertas páginas demasiado bruscas a tono con su temperamento. Había sido un hombre fogoso, impulsivo, osado y atrevido para todo en la vida. Peleó mucho para subir, ganó dinero, levantó un rancho en fuerza de audacia y operaciones atrevidas y al llegar a los cincuenta y ocho años era un hombre que estaba de vuelta de muchas cosas de la vida.


Bolsilibros - Colección Vaqueros (Ed. Cies) 27. Un equipo en vacaciones (2ª Ed.), de Fidel Prado

Relato, Aventuras

Las faenas del pesado rodeo habían concluido felizmente días atrás, el recuento de reses resultó satisfactorio y las nuevas crías, todas gordas y sanas, aumentarían el año próximo los grandes hatajos del propietario; todo estaba en orden y nada hacía adivinar el motivo de aquella llamada. Gus Previn, uno de los peones más díscolos y nerviosos del equipo, mascaba con furia su negra pipa y le decía a Bruce Marten, un californiano calmoso como un lago en verano: —No me explico esta llamada, Bruce; ¿tú qué sospechas? Bruce se rascó la rizada y rubia cabellera y masculló: —A lo mejor es que está harto de ti y piensa despedirte. Puede que pretenda hacerlo delante de todos nosotros para ver la cara de satisfacción que ponemos cuando te diga que recojas el petate y te largues al infierno, si es que te admiten allí.


Bolsilibros - Colorado 592. Jinetes enlutados, de M. L. Estefanía

Aventuras, Relato

Un poblado minero, muy pequeño, se alevaba a pocas millas de Placerville, con un saloon para divertirse, pero los mineros preferían recorrer unas cuantas millas más y hacerlo con más libertad en «Eldorado».Los mineros, en general, vivían desconfiados y recelosos siempre de la sorpresa del enemigo que continuamente acechaba.Se sentían más seguros en Placerville que en el propio poblado minero.Todos respetaban a Sidney Grant, el hombre que representaba la ley en el pueblo.Se decía que le unía una gran amistad con Norman Drake, el hombre más temido de la cuenca: elcomisario del oro.Norman Drake era esperado de un momento a otro en Placerville para tratar personalmente un problema surgido en la cuenca con un viejo minero, muy conocido por todos, y que ahora se encontraba encarcelado por motivos únicamente conocidos por el sheriff, el comisario del oro, y por los hombres de los que se rodeaba.


Bolsilibros - Easa terror 49. El gato de angora, de Frank Martin

Relato, Terror

EASA TERROR 49
   EL GATO DE ANGORA
   LOS MUERTOS NO VUELVEN
   UN TRAGO DULCE
   CANTO DE SIRENAS


Bolsilibros - Easa terror 53. El alfiler y otros relatos, de Frank Martin

Relato, Terror

EASA TERROR 53
   EL ALFILER
   LAS FUERZAS OCULTAS
   COLMILLOS ENSANGRENTADOS
   LA MOSCA Y LA ARAÑA


Bolsilibros - Easa terror 55. Paredes palpitantes y otros relatos, de Frank Martin

Relato, Terror

EASA TERROR 55
   PAREDES PALPITANTES
   Y MORDER TU CUELLO
   REGRESO A LA TUMBA
   FUSILADO AL AMANECER


Bolsilibros - El Virginiano 106. El herrero de El Paso, de M. L. Estefanía

Relato, Aventuras

Marcial Antonio Lafuente Estefanía (n. 1903 en Toledo, Castilla la Nueva - f. 7 de agosto de 1984 en Madrid) fue un popular escritor español de unas 2.600 novelas del oeste, considerado el máximo representante del género en España.1 Además de publicar como M. L. Estefanía, utilizó seudónimos como Tony Spring, Arizona, Dan Lewis o Dan Luce y para firmar novelas rosas María Luisa Beorlegui y Cecilia de Iraluce. Las novelas publicadas bajo su nombre han sido escritas, o bien por él, o bien por sus hijos, Francisco o Federico, o por su nieto Federico, por lo que hoy es posible encontrar novelas 'inéditas' de Marcial Lafuente Estefanía.


Bolsilibros - El Virginiano 135. Muchas tumbas en una ciudad, de M. L. Estefanía

Relato, Aventuras

Tres jinetes desmontaron ante la oficina del marshal U.S. o alguacil federal. Los tres entraron en ella. El marshal, que estaba leyendo, levantó la mirada al oír la puerta y miró a los tres. —¡Hola, muchachos! —dijo—. Deben estar tranquilos. Será castigado. No sé le que opinará el jurado, pero espero que piensen detenidamente. Mañana les pueden robar a ellos. —De eso venimos a hablar. Es posible que se equivocaran los muchachos… —¡No me digas! Ya es tarde, Eric. Te has vuelto muy blando. Con seguridad que ha sido tu mujer la que te ha hecho pensar de distinto modo… —No es eso, Cecil. Se ha comprobado que el caballo que montaba ese muchacho no es nuestro. ¡Es verdad, Cecil! Puedes estar seguro. Aun sin herrar se ve que no es nuestro. —¡Dijiste…!


Bolsilibros - El Virginiano 1042. Madera de pistolero, de M. L. Estefanía

Aventuras, Relato

La guerra de Secesión había identificado en la comunidad de propósitos y de peligros a los seres más heterogéneos. Permitió que la intolerancia en ciertas clases privilegiadas se hiciera más flexible por la necesidad de constante convivencia con aquellos seres considerados hasta entonces de inferior categoría, incluso en lo biológico.


Bolsilibros - Espacio - El Mundo Futuro 104. La nueva era, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Relato

El enorme disco del planeta, a un millón y cuarto de kilómetros, brillante como una colosal bola de suaves colores, refulgiendo a la luz del Sol del que todavía se hallaba a diez U. A… ocultaba buena parte del horizonte celeste y su característico anillo se había convertido ahora en una delgada cuchilla de estrecho filo, apenas visible desde las lucernas del aparato. A bordo de la «Marco Polo», los ávidos ojos de los tripulantes contemplaban aquel incomparable espectáculo, por primera vez visto por unos ojos humanos sin necesidad de aparato óptico alguno. La «Marco Polo» era la astronave inaugural del primer viaje a los planetas exteriores y, terminada, su misión de reconocimiento, que no era otra, regresaba a la madre Tierra, con datos de grandísimo valor para todos los científicos.


Bolsilibros - Espacio - El Mundo Futuro 177. Los extraños, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Relato

Olía muy bien, por cierto. El delicioso aroma de la carne asada llegó a través de aquel espacio hasta su sensible pituitaria, impresionando las células olfativas y causando espasmos de dolor en su estómago. Sin poderlo remediar, sacó la lengua y se humedeció los labios ansiosamente, aumentada repentinamente la secreción de sus glándulas salivares. Era ya de noche y lo único que se veía era aquella diminuta luz rojiza, encima de la cual, seguramente estaba tostándose un animal: un conejo, una gallina… o aunque fuera una rata, le daba lo mismo. El caso era que allí frente a él había carne y su estómago sufría frecuentes retortijones a causa del hambre que padecía. Era un hombre derrotado.


Bolsilibros - Espacio - El Mundo Futuro 252. Células de muerte, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Relato

Dice el sabio filósofo Aarón Munewbris, en su Monólogo acerca de las intemperancias psicoespaciotemporales, que «el hombre que no se ajusta a la órbita de su comportamiento subliminal, integrado en la concatenación de los hechos circunorbitarios que afluyen a la exégesis de sus psicopensamientos postclaustrales, es hombre señalado por los hados para un destino que ha de brillar en la noche de la conciencia humana como un faro rojo que indique a sus congéneres el camino equivocado». Al elaborar tan afortunado y clarividente aforismo de una comprensión fácil e inmediata, había señalado a la humanidad un camino a seguir; el de la honradez y la rectitud.


Bolsilibros - Espacio - El Mundo Futuro 445. Color amarillo, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Relato

La vio por primera vez cuando se iba a casa a dormir y le pareció delgada, pero cuando se fijó en ella un poco más, Pedro Gandar advirtió que la sensación de delgadez era debido a su elevada estatura. La chica estaba en una esquina, cerca de un farol, pero no parecía una buscona. Tenía el pelo muy claro, corto como el de un muchacho, y los ojos grandes y oscuros. En la mano izquierda llevaba un bolso negro. Su indumentaria era breve y sencilla; hacía buen tiempo y ello permitía ligereza de atuendo. El vestido era azul claro, sin mangas y muy corto. Nada más, salvo las sandalias, sencillas y sin tacón. Pedro ya no se preocupó más por ella. Tenía otras cosas mejores en que pensar.


Bolsilibros - F. B. I (Ed. Easa) 313. Entre rejas, de Alf Manz

Relato, Policial

Un murmullo «en crescendo», impresionante, se elevaba de las galerías. En la prisión de Bowmanton, Pennsylvania, a las tres de la madrugada, dos condenados a muerte iban a ser ejecutados. Tres mil reclusos, encerrados en sus celdas, hombres de toda clase y con distintos delitos a su cargo, sentían la presencia de la muerte, sugestionados por la suerte que esperaba a dos compañeros suyos. A la misma hora que se realizaba la ejecución en una de las celdas de la galería «D», como en todas las demás, los cuatro ocupantes permanecían despiertos, echados en las literas. Un par de literas pendientes de la pared de la izquierda, superpuestas, y otras dos en igual forma, pendientes de la pared de la derecha.


Bolsilibros - F. B. I. (Ed. Rollan) 187. Ojos en la noche, de Eddie Thorny

Relato, Policial

HUGH Wharton no era un conquistador profesional ni un temperamento impresionable y enamoradizo capaz de correr desalado tras la primera chica bonita que se cruzaba en su camino. En lo físico, pero especialmente en lo espiritual, era la antítesis de lo que conocen los franceses con el remoquete de un «homme a femmes». No era insensible, ni mucho menos, a los encantos del sexo femenino, pero quería a su esposa, y a los diez años de contraer matrimonio seguía fiel a los juramentos prestados. Sin embargo, aun no pasándole por el pensamiento una sola idea pecaminosa, tuvo que volver la cabeza al encontrarse por vez primera con aquella chica y recordarla cuando tornó a verla en ocasiones sucesivas.


Bolsilibros - F. B. I. (Ed. Rollan) 1115. Genio Blake contra la mafia, de M. Saavdrovitch

Relato, Policial

El lujoso Hotel Ambassador, en Miami, tenía un jardín más que espacioso y estaba dotado de tres piscinas. Ahora, en plena temporada, ricos ociosos de todas las partes de la Unión pasaban sus vacaciones allí. Uno de estos millonarios, Richard Milazzo, se encontraba tendido en su cómodo sillón de lona extensible, vestido con traje de baño y con gafas oscuras, saboreando un martini blanco.


Bolsilibros - FBI Selecciones Rollán 290. El caso de la daga invisible, de M. Saavdrovitch

Relato, Aventuras

Mi nombre es Bill Mac Patrik y mi profesión matar el tiempo. Quiero decir con esto que me ocupo en varias tareas a cuál más agradable. Cuando la guerra mundial estaba prestando servicio en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, con el grado de capitán piloto. Allí conocí a Franklin L. Chang, un americano de remoto origen chino, doctor en medicina. Nos hicimos grandes amigos y estuvimos en contacto casi todo el tiempo que duró la tremenda conflagración.


Bolsilibros - Gran Rodeo 3. Jerry el ahorcado, de Fidel Prado

Aventuras, Relato

Contiene los siguientes relatos: 
   JERRY EL AHORCADO - Fidel Prado 
   BALA PERDIDA - F. Mediante 
   SALLY LA LOBA - M. L. Estefanía 
   LA BANDA DEL MESTIZO - Nicolás Miranda


Bolsilibros - Gran Rodeo 4. Cuentas saldadas, de F. P. Duque

Aventuras, Relato

Contiene los siguientes relatos: 
   CUENTAS SALDADAS - Fidel Prado. 
   EL FALSO FORAJIDO - H. A, Waytors. 
   HOMBRE DE PISTOLAS - Nich Raindam. 
   BEM, EL TRANQUILO - P. Duke