Los Marines Espaciales de los Adeptus Astartes, genéticamente modificados y psicológicamente entrenados, son superiores a cualquier humano. Son una élite de combate y como tal, sus batallas son legendarias. Esta serie las narra con gran maestría y realismo. Un mapa táctico de las batallas a todo color acompaña a la edición de La batalla del Colmillo, la segunda novela de la saga Batallas de los Marines Espaciales que sigue la pista de La Herejía de Horus.
El Caos se ha desatado sobre el mundo de Pandorax presagiando un futuro sombrío, hasta que la salvación llega de la mano del capítulo de los Ángeles Oscuros al completo, dirigidos por el Maestro Azrael y acompañado por una gran cantidad de
Dirigidos por un recientemente ascendido sargento que está decidido a ponerse a prueba a sí mismo, los marines espaciales Cuervos Sangrientos llegan a un mundo desierto para reclutar a más soldados para su Capítulo. Pero una vez aterrizan, los encontrarán invadidos por orcos alienígenas. Los Cuervos sangrientos encabezan una serie de asaltos sobre el territorio enemigo para acabar descubriendo que en el origen de los ataques se esconde un horror aún más letal.
El hermano capitán Gabriel Angelos, del capítulo de marines espaciales los Cuervos Sangrientos, organiza una última defensa desesperada en Tartarus, planeta al que una invasión orka ha dejado en ruinas. Gabriel debe enfrentarse a sus demonios mientras dirige a los Cuervos Sangrientos en una intriga que podría dejar al descubierto la subrepticia mano de la Inquisición, además de secretos largo tiempo olvidados.
Los marines espaciales del capítulo de los Cuervos Sangrientos se aprestan a defender uno de sus planetas. Todo parece indicar que los culpables del ataque son los misteriosos eldars, pero al realizar una serie de descubrimientos bajo la superficie del planeta, sale a la luz un enemigo mucho más mortífero. El capitán Gabriel Angelos debe llegar hasta el fondo de ese misterio antes de que todo el sector quede envuelto en una guerra a escala galáctica.
Mientras lucha por salvar la valiosa semilla genética de los Cuervos Sangrientos, el bibliotecario Rhamah se ve absorbido por el Ojo del Terror, y aterriza en un antiguo mundo eldar. Cuando un destacamento de marines espaciales que le resultan extrañamente familiares aterriza en el planeta para saquear sus conocimientos prohibidos, Rhamah acaba involucrado en su enfrentamiento contra los misteriosos guardianes del planeta. El bibliotecario se esfuerza por descubrir su identidad real mientras el resto de los Cuervos Sangrientos inician su búsqueda, sin saber que su ayuda a cualquiera de los bandos puede desequilibrar la balanza que decide el destino de ese mundo y de sus secretos.
Todos los mundos del Imperio temen a la Inquisición. Son la fuerza justiciera del Emperador y aniquilan la herejía y la corrupción en todas sus formas. Gregor Eisenhorn es uno de ellos, elegido por su fe inquebrantable, su voluntad de hierro y su increíble tenacidad. A pesar de ser un puritano entregado a la causa de la destrucción del Caos y de todos sus oscuros seguidores, incluso él se ve tentado a usar el gran poder del Caos. Cuando cruza la frontera, da el primer paso en el peligroso camino que podría llevarlo a convertirse en aquello que ha jurado destruir. Por primera vez en un solo volumen se publican las novelas Xenos, Malleus y Hereticus, junto con dos relatos inéditos ambientados en el cruel mundo de la Inquisición.
Un ruido atronador resonó en las catacumbas en deshielo del Procesional Dos-Doce. Innumerables manos aporreando las tapas de los ataúdes. Los durmientes estaban despertando con sus cuerpos frígidos dentro de los ataúdes. Por encima de los gritos oí ruidos de pisadas. Eyclone corría. Corrí tras él, pasando una tras otra las galerías pobladas de formas frenéticas y desesperadas. Los gritos, los golpes… Que el Dios-Emperador me ayude, es algo que no olvidaré jamás. Miles de almas despertando a una muerte espantosa. Maldito Eyclone. Al infierno con él. La Inquisición actúa como una sombra vengadora, aplastando a los enemigos de la humanidad con absoluta crueldad. El inquisidor Eisenhorn se enfrenta a una enorme secta interestelar y a la fuerza oscura de los demonios que pugnan por recuperar un texto arcano de abominable poder, un antiquísimo libro conocido como el Necroteuco.
Una llama azul translúcida, como un muro de ácido corrosivo, atravesó de repente la multitud que se apiñaba tras la Puerta. Hombres, mujeres, soldados, civiles...todos se vieron atrapados por ella y se estremecieron antes de empezar a derretirse hasta quedar convertidos en simples esqueletos, que instantes después se convirtieron en polvo arrastrado por el viento.Sentí el dolor en las fosas nasales, el palpitar en mi espina dorsal.Supe enseguida lo que era. Maldad psíquica.Los prisioneros se habían liberado.Desenfundé mi espada de energía y mi pistola bólter mientras me lanzaba en mitad del gentío que corría en todas direcciones, pisoteando los huesos ya secos de los que habían muerto por la onda psíquica.En el cuadragésimo primer milenio, existen legiones de enemigos de la humanidad, omnipresentes y absolutamente letales. Mientras los guerreros del imperio combaten con potencia de fuego y con fe, la Santa Inquisición caza entre las sombras a los oponentes más terribles: a los psíquicos descontrolados, a los xenox y a los demonios. El Inquisidor Eisenhorn debe seguir el rastro y derrotar a las fuerzas que desean destruirlo o enfrentarse a las iras del Ordo Malleus.
Los otros dos se giraron rápidos como centellas. Uno se apresuró a desenfundar su pistola, mientras que el otro se abalanzó contra mí con las manos convertidas en garras. Se encontró con un tahn wyla que le partió la cabeza en dos como si fuera un melón maduro. El cadáver rodó hasta caer por el borde del tejado del vagón hacia la oscuridad. Me quedé de pie y preparado, con Barbarizadora estremeciéndose en mis manos. El vessorita que quedaba retrocedió sin dejar de apuntarme con una pistola automática de gran calibre. Apenas podíamos permanecer en pie, y teníamos que esforzarnos por mantener el equilibrio, tal era la fuerza de la tremenda ventisca. Disparó una vez. Un ulsar desvió el proyectil. Disparó de nuevo, y casi se cayó al resbalarle los pies. Hice un uin ulsar que lanzó el proyectil hacia la oscuridad.-Me llamo Gregor Eisenhorn. Soy el hombre al que tenéis que matar. La Inquisición libra una guerra secreta a lo largo de incontables mundos contra los enemigos más repugnantes de la humanidad: el alienígena, el impuro y el pagano. Cuando el enfrentamiento contra un antiguo enemigo se vuelve mortífero, el inquisidor Eisenhorn se ve obligado a tomar medidas terribles para salvar su propia vida y la de sus compañeros. Pero ¿durante cuánto tiempo puede tratar un individuo con el Caos antes de convertirse en aquello mismo que ha jurado destruir?
—Los Primeros de Tanith son buenos luchadores, general, así lo tengo entendido. —Flense se acercó a Dravere y entrelazó las manos a la espalda. El tejido cicatrizado de la mejilla le tembló un poco, como solía ocurrirle cuando estaba tenso—. Han tenido una buena actuación en varias campañas y Gaunt está considerado un líder con recursos.—¿Lo conoce? -—l general levantó la vista de la mira con aire inquisitivo.—Sé algo de él, señor —contestó Flense tras una breve pausa—. Sobre todo por lo que se comenta de su persona.En el futuro de pesadilla de Warhammer 40,000, la humanidad se encuentra al borde de la extinción. El Imperio, que abarca galaxias, está repleto de peligros y en el sistema solar Sabbat, infestado por el Caos, el Comisario Imperial Gaunt debe guiar a sus hombres tanto en el combate contra las fuerzas del Caos como contra regimientos rivales. Los Primeros de Tanith es una saga épica de conquistas planetarias, grandes ambiciones, traiciones y sentido del honor.
Hacía más de dos horas que se habían internado en los bosques sombríos de las ciénagas de Voltemand. Los camiones rezumaban fango maloliente y el rugido de los motores resonaba en las malsanas frondas que los cubrían. Fue entonces que el coronel Ortiz vio a la muerte. Iba vestida de rojo y estaba entre los árboles, a la derecha de la pista, inmóvil y al descubierto, observando a la columna de Basilisk. La ausencia total de movimiento fue lo que dejó helado a Ortiz. Doblaba casi en estatura a un hombre y resultaba aterradora con su armadura rojo sangre oxidada rematada por una curva cornamenta de bronce. La cara era la belleza esculpida de la muerte. Demonio. Guerrero del caos. Devorador de mundos.En el futuro de pesadilla de Warhammer 40000, la humanidad se encuentra al borde de la extinción. La Guardía Imperial es la primera línea de defensa de la humanidad frente a los asaltos de un enemigo implacable. Para los Primeros de Tanith y su intrépido comandante, el comisario Ibram Gaunt, se trata de una guerra en la que deben estar dispuestos a dar no sólo sus vidas, sino también sus almas.
En el mundo arrasado de Verghast, Gaunt y sus fantasmas se ven implicados en una antigua y cruenta guerra civil, cuando una poderosa ciudad-colmena se ve asediada por un enemigo implacable. La traición interna hace caer las defensas de la ciudad y la rivalidad y la corrupción amenazan con llevar a los Fantasmas de Tanith a la derrota. El comisario imperial Ibram Gaunt debe encontrar nuevos aliados y reclutar nuevos Fantasmas para salvar a la Colmena Vervun de la más aniquiladora de las amenazas: las temibles legiones del Caos.
Los transmisores enloquecieron. Gaunt escucho ráfagas sostenidas de láser y armas automáticas. Los pastores, que de pronto eran varias docenas, surgían de entre los agitados animales. Portaban armas. Al despojarse de sus ropas, vio tatuajes y seda verde. Gaunt empuño su pistola bolter. Los infardi los tenían rodeados…El comisario Gaunt y sus fantasmas vuelven al frente de batalla en un mundo-santuario de vital importancia táctica y espiritual. Pero las envilecidas fuerzas del mal no van a dejarles saborear la victoria durante mucho tiempo. En mitad de un feroz contraataque, Gaunt es enviado a recuperar la reliquia mas preciada de todas, los restos de la antigua Santa que abrió el camino de la Humanidad hacia las estrellas.
Las heréticas fuerzas del Caos se defienden con ferocidad en la Cruzada de los Mundos de Sabbat. Las fuerzas del Imperio, dispersas y con las líneas de suministro cortadas, se ven frenadas en seco. El coronel comisario Gaunt y los Primeros y Únicos de Tanith deben reconquistar Fantine, un mundo rico en Promethium, pero tan arrasado por la contaminación que el único modo de atacarlo es mediante un peligroso asalto aerotransportado que no se ha intentado nunca. Atrapados entre un enemigo mortífero y un entorno letal, ¿cómo podrán sobrevivir Gaunt y los suyos?
En los campos de batalla de Aexe Cardinal, las fuerzas de combate de la Guardia Imperial quedan inmovilizadas en una situación de estancamiento mortífero con los siniestros ejércitos del Caos. El comisario Ibram Gaunt y su regimiento, los Primeros y Únicos de Tanith, se ven inmersos en un infierno: la guerra de trincheras, en la que la amenaza de la muerte provocada por la artillería local se cierne continuamente sobre ellos. La única oportunidad de sobrevivir que tienen Gaunt y sus tropas de exploración es ofrecerse como voluntarios a una misión tan peligrosa ¡que nadie se atreve a aceptarla!
Una nueva oleada de esperanza se extiende por todo el sistema Sabbat, infestado por las tropas del Caos, cuando llega la noticia de que una joven proclama ser la reencarnación de Santa Sabbat. A pesar de las dudas mostradas por el alto mando, la muchacha demuestra ser la inspiración perfecta para las acosadas tropas imperiales. Sin embargo, las siniestras fuerzas del Caos no subestiman esta nueva amenaza, y cuando ordenan a sus asesinos más letales acabar con ella, el comisario Gaunt y sus hombres se convierten en su última línea de defensa.
En la retaguardia de la Cruzada de los Mundos de Sabbat, los Primeros y Únicos de Tanith aguardan su siguiente destino. Sin embargo, la llegada de un prisionero enemigo para ser interrogado atrapa al comisario Gaunt en una complicada y mortífera red de intrigas. ¿En quién puede confiar?¿Por qué es tan valioso el prisionero? El destino de la cruzada depende de estas preguntas, y Gaunt debe encontrar las respuestas antes de ser eliminado.
Los Primeros de Tanith han estado alejados del frente de batalla demasiado tiempo. Apáticos y sedientos de acción, reciben la oferta de una misión perfecta. El objetivo: la misteriosa Salvation's Reach, una fortaleza distante e impenetrable que esconde secretos que podrían cambiar el curso de la campaña de los Mundos de Sabbat.
Mientras el destino de la campaña para recuperar los Mundos de Sabbat pende de un hilo, el éxito de la cruzada imperial está en manos de un oficial de estado mayor que ha sido capturado por las siniestras fuerzas del Caos.El comisario coronel Ibram Gaunt dirige un grupo de ataque hasta las líneas enemigas para localizar el paradero del oficial imperial prisionero, que posee conocimientos estratégicos de los planes de batalla del señor de la guerra Macaroth. La misión es muy simple: impedir que revele sus secretos al enemigo… al precio que sea. Gaunt y su grupo sin la clave de una misión que los llevará a la muerte o a la gloria.