Cuentan de Kant que tenía la costumbre de anotar reflexiones de carácter científico que le interesaban, le preocupaban o le incomodaban, pero también solía tomar nota de aquello que se le pasaba por la cabeza y que, si no lo hubiera puesto por escrito justo en ese momento, fácilmente se le podría haber olvidado. Fruto de aquella costumbre son varios de los volúmenes que conforman las obras completas del filósofo de Köningsberg. De entre todas estas anotaciones, que para unos tienen escaso valor y para otros, como Dilthey, son imprescindibles para investigar la evolución del pensamiento kantiano, se han recogido en el presente libro aquellas más significativas escritas entre 1764 y 1804. Tres son los temas principales que se abordan en estas «Reflexiones sobre filosofía moral»: 1) la libertad, entendida como independencia ante toda imposición externa, y su regulación; 2) el Bien supremo en cuanto relación entre ética y felicidad; 3) Dios y la religión. Para Kant, la síntesis o unificación entre el primero y el segundo de estos temas, es decir, entre el ejercicio de la libertad y la moralidad que busca la felicidad, sólo es posible en virtud de la existencia de un Dios que las integra, pues sólo «Él unifica la felicidad con el buen comportamiento».
Publicado por primera vez en 1790, este libro fue un éxito tan clamoroso que recibió felicitaciones incluso de algunos monarcas europeos. No se trata de un relato histórico de los acontecimientos ocurridos en Francia, ni un estudio de su origen y desarrollo. Es un tratado contrarrevolucionario, cuyo aparente motivo inicial es un sermón del doctor Richard Price, sacerdote no conformista, que elogia la Revolución francesa. Burke contrasta los derechos hereditarios y concretos en los que se fundamenta el Derecho británico con los Derechos del Hombre de los revolucionarios franceses, en su opinión inconsistentes e impropios de una sociedad organizada, y que solo conducen al desastre. Analiza el estado de la Iglesia, la monarquía y la nobleza en Francia y discute el derecho a legislar por parte de la Asamblea Nacional francesa, criticando también su labor en el ámbito legislativo, ejecutivo, judicial, militar y financiero. Concluye afirmando que no tenían que haberse destruido las instituciones defectuosas del antiguo régimen. Bastaría con haberlas reformado. Constituye un clásico de perenne actualidad.
El drama del patriotismo español es triple. De un lado su vinculación al franquismo, el régimen que más recientemente defendió a machamartillo la “unidad nacional”; por tanto, volver a recordar que España es una nación y, mucho más que eso, una Patria, parece remitir casi necesariamente al franquismo o hacerse cómplice suyo. De otro lado, las ideas básicas del patriotismo español han permanecido inamovibles desde hace más de 100 años. Prácticamente desde la generación del 98 la reflexión sobre España se detuvo con la única excepción de Ramiro Ledesma y su Discurso a las Juventudes. Pero incluso en este caso se trató de una reflexión coyuntural realizada a expensas de la crisis de la II República, una situación que tiene poco que ver con la actual. En cuanto a las opiniones de José Antonio Primo de Rivera, tomadas de Ortega y Gasset, según las cuales una nación es una “unidad de destino en lo universal”, aun estando de acuerdo con ellas, nos dicen muy poco sobre cuál es el “destino” actual de España y que hay que entender por “universal” en este aciago comienzo del milenio. En efecto, el problema radica en que si consideramos que la justificación de una nación es su “destino” y su “misión” histórica, nadie, absolutamente nadie, se ha preocupado por definir nada de todo esto para nuestra España, como mínimo, en los últimos 78 años (dando por sentado, con las reservas antidichas que la obra de Ledesma es el último intento en esa dirección). ¿Cuál es la “misión” y el “destino” de España hoy en 2013? Esta es la pregunta que queremos plantear.
¿Quién fue Zygmunt Bauman? ¿Cuáles de sus ideas calaron más hondo en el imaginario colectivo de nuestra sociedad? Los enunciados expuestos en Reflexiones sobre un mundo líquido dan cuenta de sus aportaciones a la conceptualización de la posmodernidad, a la que él denominó «modernidad líquida», y en cuyo análisis centró su obra con tanto acierto. Con vocación eminentemente introductoria, presentamos una obra que se convertirá en la mejor toma de contacto con un autor sencillamente imprescindible.
La grandeza intelectual de Aristóteles, compuesta de talento polifacético, curiosidad insaciable, afición innata por la reflexión y (mucha) capacidad de trabajo; no podía dejar de interesarse por el más clásico de los problemas éticos: la felicidad. Mediante sus reflexiones, el alcanza a definir la felicidad como «una actividad del alma conforme a la virtud perfecta»; y además -añade- puede ser enseñada. El análisis de las virtudes, concebidas como término medio entre los dos extremos del exceso y el defecto, un ensayo sobre la amistad y su personal concepto sobre el mejor género de vida son algunos de los temas de los que se ocupa esta antología. Reflexiones éticas ofrece una selección de textos especialmente significativos dentro del pensamiento moral de uno de los puntales de la Grecia Clásica.
«Ante nuestros ojos vuelven a formarse capas sociales por no decir clases, una especie de aristocracia; no me refiero a la aristocracia del mérito y del valor personal, sino precisamente a la del pensamiento correcto, del conformismo, la cual en la generación siguiente, se convertirá en la aristocracia del dinero. […] ¿Cómo no disgustarse ante el desprecio, o cuando menos la indiferencia, que los que están y se sienten del lado bueno manifiestan hacia los inferiores, los criados, los peones, los jornaleros, e iba a decir: los pobres? […] Esta mentalidad pequeño burguesa que, me temo, tiende a desarrollarse allá es, a mi modo de ver, profunda y fundamentalmente contrarrevolucionaria. Pero lo que hoy día se denomina contrarrevolucionario en la U.R.S.S., no es eso en absoluto. Es incluso poco más o menos lo contrario. El espíritu que es tachado hoy de contrarrevolucionario, es aquel mismo espíritu revolucionario, aquel fermento que empezó por hacer saltar los diques semipodridos del viejo mundo zarista […] Lo que se pide hoy en día es la aceptación, el conformismo. Lo que se pretende y exige, es la aprobación de todo lo que se está haciendo en la U.R.S.S. […] Por otra parte, la mínima protesta, la mínima crítica, expuesta de por sí a las penas más graves, se ve además inmediatamente ahogada. Y dudo que en ningún otro país hoy por hoy, ni siquiera en la Alemania de Hitler, exista espíritu menos libre, más doblegado, más temeroso (aterrorizado), más avasallado».
La muerte sigue siendo un hecho al que la ciencia no puede acceder, ya que supone el final de la comunicación con el mundo tal y cómo la conocemos. Una de las formas serias que se han usado para la investigación es el análisis de las experiencias de las personas que han estado cercanas a la muerte.
El único fenómeno del cual el mundo tiene certeza es la muerte. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros meditamos sobre esta gran realidad y nos preparamos para afrontarla? ¿Qué sucede cuando morimos? ¿Nada? ¿Conseguimos la felicidad completa, la Vida Eterna, o simplemente hay un algo insustancial y difuso?
¿Te atreves a adentrarte en este libro para resolver este enigma ?
Cada sociedad está obligada a generar un orden del tiempo, como lo hace con los discursos. Orden del discurso y orden del tiempo. François Hartog destaca distintas articulaciones del tiempo, desde las epopeyas homéricas hasta la historia en su forma actual. En esta obra se invita a pensar la forma contemporánea en que se ordena el tiempo. ¿La sociedad actual experimenta el tiempo de una manera nueva? ¿Hemos pasado de la primacía de la historia a la de la memoria? Estas cuestiones se plantean a lo largo de Regímenes de historicidad con gran originalidad y profundidad. Hartog nos invita a reflexionar sobre la experiencia social del tiempo que se ha tenido a partir de las últimas dos décadas, pero esta interrogación sobre lo actual se responde por medio de una mirada distanciada o, mejor dicho, historizada. ¿Cuál de los momentos del tiempo es el que cumple la función de esclarecer a los otros?: ¿el pasado, como en la historia antigua y medieval?; ¿el futuro, como en la historia moderna —de la Revolución francesa a la caída del muro de Berlíni—?, ¿o el presente? ¿Habremos pasado, sin darnos cuenta, de la noción de historia a la de memoria?
A mediados de 1900, Reiki fue redescubierto por Mikao Usui. Mikao Usui era un hombre de origen japonés nacido el 15 de agosto de 1865 en la aldea de Yago . Se ha especulado mucho acerca de su profesión, unos dicen que era un monje cristiano, pero se ha podido comprobar que este dato no era cierto. La historia que circula en Japón cuenta que el señor Usui desde muy joven practicaba una variante del Chi Kung. Un día se dispuso a hacer un retiro de meditación con ayuno de veintiún días, y en esos días este hombre recibió una iniciación cósmica en la que tomó comprensión de los símbolos Reiki y de su forma de empleo. Después de esto se dedicó a practicar y enseñar esta técnica de sanación, y se dió cuenta de que realizando esta terapia su energía no disminuía como cuando hacía Chi Kung. Usui tuvo muchos alumnos y a varios de ellos les enseñó el nivel de maestro. Murió en 1926. Uno de ellos se llamaba Chujiro Hayashi, éste era un oficial de la Marina retirado y fundó varias clínicas de Reiki. Hayashi a su vez, inició a una señora llamada Hawayo Takata. Esta señora era nacida de emigrantes japoneses y residía en Hawai . Cuando obtuvo la maestría de Reiki se dedicó a enseñarlo y gracias a ella esta técnica de sanación se ha difundido por todo occidente. Hoy en día hay muchas escuelas diferentes de Reiki, con sistemas diferentes de enseñanzas. Al fin y al cabo todos los sistemas funcionan, en todos se canaliza La Energía Universal, por lo que todos son válidos . Ampliado con prácticas de Reiki. BIOGRAFIA: Helen nació en los EE.UU. en 1928. Durante muchos años fue trabajadora voluntaria para la comunidad. Leyó mucho acerca de diferentes culturas, muchos sistemas de creencias, variadas materias como el desarrollo psico-espiritual, salud, nutrición, intuición, metafísica, astrología, filosofía, cocina, jardinería, arte y música. Siempre estuvo ampliando su base de conocimientos y alcanzando nuevos paradigmas de pensamiento y experiencia. Cuando encontró el sistema Usui de Reiki, supo que había encontrado tanto una estructura interior capaz de proporcionar un factor unificador para sus muchos aprendizajes como una disciplina que apoyaría sus continuas investigaciones. También demostró su capacidad para investigar los misterios del misticismo, equilibrándolos con el pragmatismo y la responsabilidad de la vida diaria. Dentro del colectivo mundial de Maestría en El Sistema Usui de Reiki, Helen era una presencia fuerte y enérgico. Ella demostró un compromiso inquebrantable con la curación, afecto y admiración por su maestra, Takata, una energía inagotable para con sus estudiantes, un apoyo constante a sus colegas, y un modelo sólido de comportamiento ético.
Tengo miedo a caminar sola de noche por la calle. Miedo a no ser aceptada. Miedo a obsesionarme con el amor romántico. Miedo a desactivar los roles tradicionales en mis relaciones sentimentales y familiares. Miedo a desear. Miedo a mi propio cuerpo y al ajeno. Miedo a engordar y envejecer. Miedo a fracasar como madre, y a la presión social por la maternidad. Miedo a la pérdida. Miedo, en general, a no estar a la altura. Tengo mucho miedo. Todo el rato. Pero el cine de terror me ha ayudado desde que era niña: a la vez que alimentaba mis temores y generaba muchos nuevos, me ha brindado un lugar en el que cobijarme, en el que aprender. Ahora que tengo más herramientas para combatirlo soy capaz de enfrentarme a él. De ganar al miedo.
Un recorrido por los episodios más delicados de las reinas y princesas del siglo XX y XXI de la mano de Jaime Peñafiel, uno de los expertos más reconocidos y polémicos en casas reales. Esta es la historia de unas reinas y unas princesas, guapas, jóvenes, enamoradas y felices el día de su boda, el día que se supone tiene que ser el más dichoso. Salvo la triste y comentadísima excepción de Charlene de Mónaco, todas lucían la mejor de sus sonrisas ante los miles de flashes que inmortalizaban su amor. Pero, para muchas, el camino no había sido nada fácil: atrás quedaban, como en el caso de Beatriz de Holanda o de Victoria de Suecia, la férrea oposición de sus padres y de la sociedad que no veían con buenos ojos a un 'príncipe' con un pasado poco ejemplar. Otras tuvieron que soportar multitud de críticas y comentarios porque no se las consideraba apropiadas -Sonia de Noruega, Gracia de Mónaco, Letizia-y algunas han sufrido la humillación de saber que sus consortes compartían lecho con otras mujeres: Diana de Gales, Paola de Bélgica... Y, entre todas, doña Sofía, la principal protagonista de este libro y realísima sufridora esposa, una reina, una profesional, que siempre ha sabido estar en su sitio aunque haya sido a costa de mucho dolor, sufrimiento, silencio y públicos desplantes.
La clase universitaria que mantiene el formato del siglo pasado ya no tiene sentido. ¿Cuánto tiempo se podrá sostener sin volverse completamente irrelevante? Este es el provocador interrogante que da origen a Reinventar la clase en la universidad, un libro que surge del reconocimiento de los cambios culturales que se producen en la sociedad contemporánea, atravesada por las tecnologías de la información y la comunicación. De la mano de las tecnologías digitales se transformaron –y lo van a seguir haciendo– los modos en que se construyen los conocimientos. Cambiaron, además, los estudiantes con sus miradas focalizadas en las pantallas. Y, cada vez más, se expanden los canales de video y el acceso a contenidos en línea que antes solo estaban disponibles en las aulas, incluyendo conferencias y tutoriales. La clase centrada en la transmisión pierde sentido a toda velocidad. Desde un reconocimiento profundo de estos cambios, Mariana Maggio nos invita a pensar y generar prácticas de enseñanza que los identifique e interpreten de manera consistente. Nos ofrece un recorrido personal, apasionado por la docencia. Se trata de una búsqueda epistemológica apoyada en la convicción de que para reinventar la práctica es necesario interpelar encuadres y, fundamentalmente, arriesgarse a experimentar.
Seguro que en más de una ocasión has pensado en dejar tu trabajo y dedicarte a lo que de verdad te apasiona. Elegiste una profesión que te aseguraba un futuro cómodo, pero te has dado cuenta de que no es la que te hace feliz. Si estás valorando dar el paso, o sólo buscas inspiración sobre el cambio, tienes en tus manos el libro indicado. El autor decidió dar un vuelco a su vida tras haber dedicado 17 años a una profesión que no le satisfacía. Tomó las riendas de su existencia, y se sintió libre por primera vez. En estas páginas, Jaime Alguersuari narra todo lo que aprendió durante este proceso y las conclusiones que ha extraído después. A través de 33 capítulos, el músico narra su verdadera historia por primera vez y cuenta cómo fue superando todas las fases del camino que le iba a llevar a su nueva vida, la que él quería de verdad tener. Y cómo pasó de piloto de la Fórmula 1 a ser productor de música y DJ. Este libro es, pues, una invitación a que te escuches a ti mismo, y no a las voces que te rodean. Pregúntate: ¿qué quieres hacer con tu vida?, ¿qué es lo que te apasiona? Cuando lo identifiques, cuando lo sientas… hazlo. Quedarse parado, no hacer nada, es el mayor fracaso. En estas páginas descubrirás cómo dar el salto y convertirte en lo que realmente quieres ser.
Un repaso a los retos del mundo actual a partir de la experiencia de 15 años en primera fila de la política internacional de Javier Solana. «Yo creo en la política... La política no es mera gestión, no es administración, es mucho más que eso. Es que la gente te entienda y que sepa adónde vas. La política tiene que ser pedagogía y tiene que ser liderazgo. En parte es hacer presente el futuro, y para eso hay que tener una visión del futuro.»
Javier Solana Desde que en 1995 fuera nombrado secretario general de la OTAN, Javier Solana ha pasado quince años en primera fila de la política internacional. Han sido quince años repletos de acontecimientos: la disolución de la antigua Yugoslavia, la decadencia de Rusia, el auge de China, la aparición del terrorismo islámico, los años de Clinton, de Bush y la llegada de Obama, la expansión de la OTAN y de la Unión Europea, la globalización, la mayor crisis económica desde 1929... Gracias a su experiencia y en muchas ocasiones a su presencia en las cumbres y reuniones que definieron momentos históricos, Solana presenta, guiado por las inteligentes preguntas de un periodista de prestigio como es Lluís Bassets, un fascinante panorama del mundo actual, los retos a los que nos enfrentamos y cómo se hizo la transición del mundo estable de la guerra fría a las incertidumbres del actual. Dos ideas y un principio vertebran el libro: Occidente se ha impuesto a costa de perder poder frente a las potencias emergentes, como Brasil, China o la India; Europa se empezó justificando como reconciliación tras la guerra, luego estabilización tras la caída del Muro, pero ahora se fundamenta en la necesidad para no pasar a la irrelevancia. Y el principio es la inquebrantable fe en la política como la manera de conciliar intereses, alcanzar objetivos y evitar conflictos. Un libro esencial, plagado de anécdotas y de retratos de primera mano, por el español más importante en la escena internacional de los últimos tiempos.
Si bien tienen su origen en el cristianismo ortodoxo, los «Relatos de un peregrino ruso» son uno de los grandes textos espirituales de la humanidad. Como tal, su mensaje y su propuesta resuenan más allá de la tradición concreta que alumbró la obra, que, escrita en un lenguaje sencillo y cálido, narra una peregrinación no sólo física, sino también espiritual. La presente edición, primera completa en un solo volumen en lengua española, añade a los cuatro primeros relatos publicados tradicionalmente los tres adicionales que fueron descubiertos en 1911. La introducción, a cargo de Sebastià Janeras, proporciona al lector interesado el contexto oportuno para situar esta obra anónima.
«Releer a Kant» presenta una muy determinada propuesta de lectura del conjunto de la obra de Kant. El modo de expresión de la propuesta consiste en hacer una exposición de todos los temas centrales de las tres «Críticas» de acuerdo con la línea interpretativa que se propone, para así hacer patente la viabilidad de la misma. Esto tiene como resultado que el libro es, por una parte, una cierta presentación global de la problemática kantiana, pero lo es sin que haya en él ni una sola línea de «resumen», paráfrasis o similar, ni tampoco reiteración de cosas ya dichas por otros intérpretes. La interpretación que se propone de Kant salta decididamente por encima de habituales delimitaciones entre disciplinas (como «teoría del conocimiento», «ética», filosofía «de» esto o «de» lo otro, etc.) y lee toda la obra de Kant como filosofía en aquel sentido (griego) en el que la filosofía es una sola cosa. Así pues, el libro constituye una exposición única y continuada, de la que ninguna parte puede legítimamente separarse, y dentro de la cual, sin embargo, está efectivamente expresa una interpretación de cada una de las partes esenciales de las tres «Críticas» y una respuesta a cada una de las grandes cuestiones interpretativas.
La ciencia de la religión nace en el siglo XVII a partir de la pregunta por la procedencia de los dioses, el politeísmo y la «idolatría». Hasta entonces se había aceptado la sugerencia bíblica de la coincidencia, en un principio, entre politeísmo y superstición. Solo cuando se reveló la existencia de un único Dios se habría podido evolucionar hacia el monoteísmo y prescindir de los ritos idolátricos. En los inicios de la Modernidad este modelo evolucionista fue muy criticado, pues preferían pensar que al principio había prevalecido la idea, natural y ajustada a la razón, de la existencia de un dios único. Según esta visión, el politeísmo habría sido fruto del surgimiento de las comunidades políticas, cuyos gobernantes utilizaban a los dioses para orientar política y moralmente a sus pueblos. En estas circunstancias la religión original pasó a segundo plano y surgieron los misterios. En el siglo XVII, el antiguo Egipto se erigió en el modelo básico de este desarrollo. Se decía que aunque los sacerdotes predicaran públicamente el politeísmo en los templos, practicaban en secreto el culto a Isis velada, considerado el primer precedente del «Dios de los filósofos». Durante la Ilustración europea, a finales del siglo XVIII, Lessing, Mendelssohn y otros elevaron esta hipótesis de las religiones dobles a otro plano, y los misterios fueron reemplazados por la idea de una «religión humana» universal. Jan Assmann amplía en este libro, con gran coherencia, el concepto de la doble religión desarrollado en publicaciones anteriores como «La flauta mágica». Perfila esta idea con la intención de ofrecer perspectivas nuevas en la era de la globalización, aunque afirma que tal vez no constituya una alternativa. La ventaja es que quizá nos permita evitar conflictos violentos ayudándonos a poner en relación las tradiciones religiosas concretas con la necesidad de diseñar una religión humana capaz de trascender a las culturas sin atentar contra la identidad cultural.
La religión y la ciencia han estado en lucha durante siglos, y el objetivo de su lucha ha sido la posesión de la verdad. Los métodos de ambas disciplinas son diferentes y no puede pretenderse, por lo tanto, que lleguen a los mismos resultados ni logren los mismos frutos. Bertrand Russell, familiarizado con estos problemas por las necesidades de su profesión de filósofo y catedrático de Filosifía, ha podido hacer un resumen bastante claro de una cuestión que ha dividido hasta nuestros propios días a teólogos y hombres de ciencia. En este libro de no más de 180 páginas, el británico hace una somera revisión de los orígenes de la disputa epistemológica y tangible entre estas dos ramas que, hasta donde sabemos, han constituido gran parte del mundo conocido. Echando mano a su capacidad de reflexionar estructurada, la cual a ratos parece excepcional, va demarcando en pequeños acápites la relación confluyente entre la astronomía, la medicina, la evolución, la dualidad cuerpo-alma, relacionándolas con las murallas que ha puesto la convicción religiosa generalmente occidental para que tales conceptos se aclaren de manera plena y acorde a la realidad.
Gabriel Zaid ha escrito poemas en prosa y verso, ensayos acerca de los problemas sociales de la poesía y breves comentarios sobre poetas mexicanos. De su entusiasmo inicial por formas que fueron gratas al gongorismo de los años veinte, Zaid derivó hacia una lírica de la brevedad y la concentración en que la ironía, la nostalgia, el sentimiento del tiempo, se expresan con un tono cada vez más personal y con una economía de medios admirable. Zaid hizo una recopilación de sus mejores poemas en Reloj de sol (1995). En los primeros poemas de Zaid 'están ya casi todas las cualidades que después distinguirían a su poesía: la economía, la justeza del tono, la sencillez, la chispa repentina del humor y las revelaciones instantáneas del erotismo, el tiempo y el otro tiempo que está dentro del tiempo. Maestría precoz, excepcional en la poesía contemporánea [...] La sátira cobra importancia a partir de Campo nudista [...] En la sátira se cruzan las tres direcciones cardinales de la poesía de Zaid: el amor, el pensamiento y la religión. Nuestra insensibilidad ante lo espiritual y lo numinoso ha alcanzado tales proporciones que nadie, o casi nadie, ha reparado en la tensión religiosa que recorre a los mejores poemas de Zaid. [...] Poeta religioso y metafísico, Zaid es también -y por eso mismo- poeta del amor. En sus poemas amorosos la poesía opera de nuevo como una potencia transfiguradora de la realidad. Esa transfiguración no es cambio ni transformación sino desvelamiento, desnudamiento: la realidad se presenta tal cual. El colmo de la extrañeza es que las cosas sean como son'. Octavio Paz
El presente texto, que se pretende una contribución a la historia de los estilos y no a la historia de los artistas, adopta como tema la disolución del Renacimiento, es decir, el tránsito del Renacimiento al Barroco. Su propósito es observar los síntomas de la decadencia y reconocer, si es posible, la ley que permita vislumbrar la vida interna del arte. ¿Cómo pudo apagarse aquella luz que presidía todas las manifestaciones artísticas del Renacimiento? ¿Qué espacio de relajamiento, qué arbitrariedad se apoderó de las principales manifestaciones de la cultura para que pudiera ésta abandonar un camino tan gloriosamente comenzado? Son cuestiones que Wölfflin intenta responder a través de su estudio de este proceso, de esta transformación estilística que reside en el paso de un arte riguroso a un arte «libre y pintoresco», de una forma estricta a una ausencia de forma. Así pues, partiendo de esta hipótesis de trabajo, y preferentemente desde el punto de vista arquitectónico, el autor crea los fundamentos para el desarrollo de un análisis científico de la obra de arte, tomando como base ese grupo de obras que han suscitado la admiración de la posteridad, que las ha calificado desde hace mucho tiempo como las creaciones de la Edad de Oro. Heinrich Wölfflin, uno de los más prestigiosos e influyentes historiadores del arte europeos, centró su labor crítica en la definición de la génesis, evolución y decadencia de los estilos considerados como entes dotados de autonomía. Su obra más sistemática —Conceptos fundamentales de la historia del arte— está considerada como un clásico de esta disciplina.