En este libro se cuenta la historia de la más ingeniosa y extraordinaria evasión de la II Guerra Mundial. Se trata de una evasión «clásica», quizá porqué fue concebida según unos moldes clásicos. Los griegos construyeron un caballo de tonelera para introducirse en la ciudad de Troya; en el año 1943, dos oficiales ingleses utilizaron un caballo de madera para escaparse de un campo de concentración alemán. El autor de la obra, Eric Williams, es uno de los protagonistas de esta aventura. Los hechos, hasta en sus más mínimos detalles, son verdaderos. Lo fantástico de la hazaña, la paciencia y energía que revela, los nervios de acero que representa, se reflejan incluso en el estilo del relato. Los caracteres están tan vivamente pintados que tienen que ser reales a la fuerza. Por el libro discurre una finísima vena de humor. Y acompañando esta nota graciosa, un gran sentimiento de la camaradería que adquiere mayor fuerza precisamente en aquellos momentos en que las trágicas circunstancias ponen a prueba la última resistencia humana.
Eric Williams es el autor de El caballo de madera , donde se cuenta la historia de la más ingeniosa y extraordinaria evasión de la guerra pasada, y en la que el propio autor desempeñó el papel de protagonista.
Al éxito de aquel volumen ha sucedido la aparición de Águilas en tinieblas , que si se refiere a hechos anteriores a la evasión, tiene en sí mismo una unidad y un interés indiscutibles. Varios aviadores ingleses son hechos prisioneros al ser derribados sus aparatos por los alemanes, y encerrados en un campo de concentración, donde asistimos a la elaboración de los planes de fuga, a la deformación psicológica de los cautivos, sus anhelos, depresiones y alegrías, y a las más incidentadas peripecias y relaciones entre reclusos y guardianes. Los hechos, hasta en sus mínimos detalles, son verdaderos. Lo heroico de la conducta de los oficiales británicos, la paciencia y energía que revela, los nervios de acero que supone, se reflejan incluso en el estilo del relato. Por el libro discurre una finísima vena de humor y un gran caudal de camaradería, que se hace patente cuando las circunstancias ponen a prueba la última resistencia humana. Un testimonio vívido sobre la lucha del hombre por la supervivencia.
En un país latinoamericano imaginario triunfa una revolución. Su cabecilla, héroe popular, llega al poder tras asesinar al tirano. Instalado en él, en un paralelismo trágico y grotesco, reproduce el mismo ciclo histórico que su antecesor: tiranía, crímenes, intrigas de sus colaboradores, conatos de sublevación... y, por último, la muerte a manos del pueblo en una salvaje acción incontrolable. Con «El carnaval de los gigantes», Claudio Bassols, cuya producción literaria se había limitado hasta el momento a colaboraciones con la radio, mostró la verdadera medida de sus posibilidades narrativas. El ritmo de esta novela, una mezcla de realismo y fantasía que quedó finalista en el Premio Nadal de 1958, cautivará y atraerá la atención del lector desde las primeras páginas.
Hans Habe nació en Budapest el 12 de febrero de 1911. Frecuentó las Universidades de Viena y Heidelberg. Desde 1929 hasta que estalló la guerra de 1939 se dedicó al ejercicio del periodismo, en el que desarrolló una gran actividad, especialmente en la Sociedad de Naciones de Ginebra. En su condición de miembro del ejército francés fue internado en un campo alemán de prisioneros, del que escapó en 1940. Encuadrado en el ejército americano Habe tomó parte en la campaña de 1941, alcanzando al final de la contienda la graduación de mayor. En 1945 colaboró en la reorganización de la prensa alemana, y luego se trasladó a Hollywood, donde durante cuatro años se dedicó a escribir guiones y libros. Esta labor quedó interrumpida al convertirse en redactor jefe de varios periódicos y revistas alemanas. Entre sus obras destaca Prohibido el paso.
En Prohibido el paso , Hans Habe presenta un relato fechado durante la ocupación americana de Alemania, en el que se mueven una serie de personajes que quedarán grabados en la memoria del lector.
Siervo sin tierra muestra la cruda realidad de la vida de un campesino que es traicionado y muere bajo las consecuencias de un conflicto político, en este libro, el autor expone y desarrolla un conflicto que tuvo origen en los inicios de Colombia y que afecta no el sector social sino que también el sector económico pues los recursos de los que subsistía el típico campesino eran repartidos entre las personas más adineradas y aquellos que tenían pocos recursos simplemente decidían tomar lo poco que les quedaba y escapar de una sociedad que no les brindaba apoyo ni beneficios.Siervo Joya es un campesino liberal de lucha día a día para sobrevivir la cruda realidad de su época. Regresando de prestar el servicio militar Siervo llega a su pueblo natal, Soata, donde vivirá experiencias que marcaran su futuro y el de su familia compuesta por Transito su esposa y Sacramento, Francelina y Siervo sus hijos. Después de llegar a su hogar habiendo escapado de la cárcel, Siervo se encuentra con que la sociedad está en manos de los conservadores y el siendo liberal sufre diferentes hechos violentos que al fin y al cabo lo llevaran a morir creyendo haber conseguido su pedacito de tierra.
Maulen, un pueblecito de Masuria, en la parte sur de Prusia Oriental, entre pantanos, bosques y lagos; uno de esos apartados rincones de la tierra en los que el tiempo parece haberse detenido y se ríen hasta de los muertos. Lo ocurrido comienza en 1932 y transcurrirá en los doce años siguientes, durante los cuales el mundo será devastado como un jardín invadido por jabalíes. El granjero Alfons Materna acaba de perder a su hijo, captado por los SA, grupos de asalto del partido nazi, en unas maniobras paramilitares clandestinas. Desde ese momento sabe que todo va a cambiar en su vida pero, impertérrito, Materna decide hacerle la vida imposible a los jerarcas locales del partido y, por ende, al nazismo. Con algunos aliados y con casi todo el mundo en contra, se empeña en una tozuda resistencia a base de tretas, trampas y, sobre todo, el manejo de todas las miserias personales de cada jefe local. Y así continuará, mientras llega el ascenso y el auge del nazismo o estalla toda una guerra mundial, impávido ante los muchos sacrificios que tendrá que hacer, con un objetivo final: poder ver con sus propios ojos el derrumbe de la falacia nazi. Tras éxitos como la saga del soldado Asch, «La noche de los generales» o «Fábrica de oficiales», Hans Hellmut Kirst publicó en 1967 «Die Wölfe» («Los lobos», originalmente titulada «El zorro de Maulen»), una novela especialmente original pues es una de sus pocas obras en torno al nazismo y la Segunda Guerra Mundial que no tiene como base la vida militar. Los lobos es una mordaz radiografía del nazismo en un pequeño pueblo alemán, desde su espectacular aparición hasta su fatídico desenlace con medio mundo destruido. Está considerada como una de las obras maestras de Kirst y es la muestra más perfecta de esa mezcla extraordinaria de humor impasible y sátira devastadora que vertebra su ingente obra literaria.
Dmitriï Nikolaevich Medvedev, héroe de la Unión Soviética, nació en 1898 en el pueblecito de Bezhitza, cerca de Briansk, hijo de un obrero fundidor. Participó en la revolución de 1917 y combatió en el frente durante la guerra civil. A partir de 1920 sirvió muchos años en los órganos de información soviéticos. En 1939, a causa de una antigua dolencia, hubo de retirarse del servicio activo. Tuvo una destacadísima actuación en la Gran Guerra Patria (1941-1945), y La guerrilla soviética viene a ser el fruto literario de sus propias experiencias.
La guerrilla soviética es un capítulo desconocido de la segunda Guerra Mundial en el frente germano-soviético, en cuya profunda retaguardia el Ejército hitleriano se veía precisado a combatir con sus grandes unidades de castigo y que fue decisivo para los éxitos de las tropas regulares del Ejército soviético en su ofensiva. Se trata de la lucha guerrillera y clandestina, misiones de exploración, sabotajes, informes transmitidos por radio a Moscú sobre el movimiento de tropas y material de guerra, secuestros y atentados contra altos jerarcas y jefes del Ejército hitleriano llevados a cabo por el destacamento del coronel Medvédev y los miembros que operaban en la clandestinidad.
Novela ya clásica en Colombia y América, en la que el autor enfoca, en forma magistral, el problema político que asoló a Colombia entre 1948 y 1958 y lo complejiza mostrando el punto de vista de ambos bandos, con lo cual evita caer en el maniqueísmo y en el panfleto. Como toda buena obra literaria, le deja ese juicio al lector. La narración presenta como figura principal al famoso líder terrorista León María Lozano, conocido con el nombre de El Cóndor. Sugestivo análisis de la época terrible conocida como «La Violencia», vista como un conflicto de tradiciones arraigadas en la historia de Colombia.Esta obra polémica y de gran valor literario, fue llevada al cine en 1984, con idéntico título, por Francisco Norden, en una producción nacional que ha acumulado numerosos premios.
A lo largo de toda la literatura española —y en contraste con aquel tipo de novela en la que se debate un tema actual y candente—, se hace patente la persistencia de la llamada novela histórica, de trasfondo político, social o ideológico, entendida no como evasión esteticista hacia el pasado sino al modo galdosiano, es decir, como indagación y búsqueda de las más hondas raíces del carácter español que puedan explicar el rumbo de nuestra historia presente.
Tal es el propósito, plenamente logrado por lo demás, de Suroeste —novela que quedó clasificada en tercer lugar en el premio Eugenio Nadal 1972—, en la que su autor, Bernardo V. Carande, hace una espléndida recreación de las ideas de la época ilustrada y de los proyectos reformadores de los afrancesados españoles, a través de la historia de una noble familia extremeña que vive en tiempos de la primera guerra carlista. Se trata, en definitiva, de una auténtica crónica familiar en la que se evocan la vida y costumbres de un trascendental período histórico y que, además de ofrecernos una copiosa información documental, está escrita en un estilo muy personal con un toque poético lleno de fantasía y de misterio.
Las escaleras de Strudlhof es a un tiempo el retrato magistral de la sociedad vienesa entre 1911 y 1925 , una novela panorámica sobre el fin de una época y una de las más altas cumbres literarias del siglo XX. La figura central de la trama es el ex teniente y empleado público Melzer, un hombre corriente, casi trivial, que en el ocaso de Austria-Hungría empieza su carrera militar en Bosnia para luego luchar con el ejército imperial en la Gran Guerra de 1914. Al finalizar la contienda regresa a Viena y se da cuenta de que el poder se sustenta de un nuevo tejido de relaciones.
En una llanura desértica, atravesada por un río poderoso, un hombre despierta, ignorante de su propia identidad. Únicamente la palabra «soldado» parece decirle algo de sí mismo. Desde la otra orilla, un extraño le hace señas invitándole a cruzar el río. Jornada tras jornada, el hombre se enfrentará durante la noche al extraño mensajero y, durante el día, rescatará lentamente del olvido las principales experiencias de un itinerario vital marcado por la incapacidad de asumir su verdadera identidad. Su infancia en un Marruecos próximo a la independencia, el descubrimiento de la figura contradictoria del padre, su amor adolescente, su carrera militar, su matrimonio, el nacimiento de una hija... A lo largo de estos «días de sueño y noches de combate» se le ofrecerá la fuga definitiva, escapar al dolor y a la memoria, y tendrá la oportunidad, al revivir su vida, de tomar auténtica conciencia de sí mismo. Con una estructura extraordinaria en la que destaca la perfecta elección del universo metafórico.Ciegas esperanzas se revela como un fascinante ejercicio literario, que persigue, y logra, recrear un mundo que normalmente escapa a los límites de nuestro lenguaje. En la alternancia entre el sueño y la batalla, sitúa Gándara la reflexión y la resistencia, únicos mecanismos posibles para sobrevivir al desconcierto y el desamparo que presiden la existencia del hombre. Antes de la revelación, o antes de saber que no llegará nunca, nos queda la esperanza de ser sujetos de nuestro propio destino. Finalmente Ciegas esperanzas es también una bellísima reflexión sobre la muerte como definitivo acontecimiento de la vida y una reivindicación de nuestro derecho a enfrentarnos a aquello que es superior a nosotros mismos.
Las aventuras del valeroso soldado Schwejk es, tal vez, la obra de la literatura checa más conocida fuera del país, ya que al poco de ser publicada se tradujo a varios idiomas y fue objeto de adaptaciones teatrales y cinematográficas. Constituye una sátira mordaz y divertida contra lo absurdo de las guerras. Su protagonista, Schwejk, con astuto desamparo y ladina sandez, libra su guerra privada contra la maquinaria militar como un Sancho Panza de la Primera Guerra Mundial, y empleando la estupidez como refinamiento se transforma en un estratega capaz de desarmar a quien sea. En una serie de divertidos episodios y en el trato con sus múltiples y siempre limitados superiores, Schwejk cumple su deber de obediencia de tal manera que todas las órdenes llevan al absurdo y deja en ridículo a las autoridades reconocidas.
Vigàta, 1890. Salvador Barbabianca es uno de los principales productores de azufre gracias a las malas artes que ha empleado en su negocio, esto es: robando y estafando. Su mortal enemigo, Ciccio Lo Cascio, no le va a la zaga, y los dos se enfrascan en una pelea desquiciada por ver cómo atender el pedido de un barco ruso para cargarlo con el dichoso mineral. La espera del barco y su fatal llegada al puerto involucran al pueblo entero, capaz de confundir al final la peor de las tragedias con un acto de intercesión divina.
Con Un hilo de humo Camilleri vuelve a su particular visión del mundo, socarrona y teatral, desde un remoto rincón de la Italia recién unificada, donde lo mismo se preocupan por Garibaldi que por la producción de azufre en medio de unos enredos ingenuos, eróticos y mafiosos, que parecen construir la razón de ser de estos sicilianos vehementes.
A principios del Renacimiento los maestros florentinos dominan el secreto matemático de la perspectiva, y los flamencos, el misterio alquímico de los pigmentos. No obstante, una guerra abierta entre ambas escuelas mantiene al mundo sin el pintor perfecto, aquel que domine lo mejor de ambas escuelas. Dos hechos desencadenarán los trágicos acontecimientos de esta historia: por un lado, el joven Pietro de la Chiesa, discípulo del gran maestro Monterga, aparece desnudo y degollado en un bosque de Florencia; por otro, una dama portuguesa, misteriosa y extremadamente bella, solicita los servicios de los hermanos Van Mander para ser retratada en un plazo de tiempo imposible.Pero aún existe un tercer enigma, por el que cualquier pintor ambicioso cometería hasta las más atroces acciones: la clave que revela la composición del color en estado puro, oculta entre las líneas de un texto de San Agustín
A medio camino entre la novela de aprendizaje y la novela histórica enmarcada en la Italia del siglo XV, El maestro de los santos pálidos es una narración emparentada con la tradición picaresca que tiene como protagonista a Gennaro, llamado Cinín, que, encaramado en una rama de encina, está dispuesto a suicidarse con una soga. Antes de lanzarse, empieza a recordar su vida, marcada por hechos fortuitos que harán variar su trayectoria de un modo brusco y sorprendente. De mozo cuidador de vacas perseguido por unos fieros mastines a asistente de una condesa, pasando por una suerte de diletante de castillo, Cinín acaba siendo un afamado maestro de la pintura. Marco Santagata traza un retrato magistral de un personaje a ratos cómico y a ratos trágico, pero de una candidez que le hace sufrir mil avatares en su iniciación al mundo refinado y sutil de la nobleza, el amor cortés y el arte. Amor imposible, ambición, fascinación por la pintura y azar son algunos de los componentes con los que se conforma la vida de nuestro protagonista y una de las novelas históricas más conseguidas desde El nombre de la rosa.
Martín de Viloalle asumirá durante su vida las consecuencias de la única decisión que toma con plena libertad: acompañar a los jesuitas expulsados de España el 2 de abril de 1767. Esa y otras circunstancias tragicómicas le llevarán hasta Roma, los estados alemanes, el reino de Dinamarca, el París revolucionario y aún más allá. En esos años, será miembro nada honorable de una sociedad marginal, itinerante, filosófica, artística o estafadora, dedicada a vagar de corte en corte para entretener el gusto, el sexo, el intelecto y, sobre todo, el tedio de la clase superior. Ilustrados y aventureros: personajes que construyen su identidad con una máscara permanente hasta alcanzar claves muy personales sobre el engaño de la condición humana. Visionarios corruptos quizá, pero visionarios al fin, que adulando a la nobleza del Antiguo Régimen modelaron las apariencias de una nueva época. La nuestra.
Finalista del Premio Nadal 2008.
Una restauradora de viejos documentales que trabaja en la Filmoteca Nacional encuentra una fotografía que despierta su interés y que va a trastocar su existencia. En ella aparece un grupo de componentes de las Misiones pedagógicas, un proyecto idealista de tiempos de la República que se proponía difundir la cultura por los pueblos de España.
Han pasado siete décadas, pero los rostros sonrientes del grupo de artistas y maestros, que se autodenomina El Club de la Memoria, ya no van a abandonar a la joven, de forma que sus miedos y sus sueños se van entrelazando con las peripecias y las emociones de aquellos otros jóvenes tan lejanos cuyas vidas fueron atravesadas por la guerra y el exilio.
Los miembros de El Club de la Memoria se comprometieron a dejar constancia escrita de su aventura vital, lo que nos permite revivir —a través de diarios, cartas y recuerdos que la narradora va recuperando a lo largo de la geografía europea— los amores e ilusiones, pero también las imposturas y traiciones, de unos hombres y mujeres que de otra forma habría borrado el tiempo.
El presente libro reúne los relatos escritos entre 1934 y 1937 por Erika Mann, hija del insigne novelista y premio Nobel Thomas Mann, y periodista y narradora ella misma. Son cuentos elaborados después de su desesperada huida de Alemania, ante el ascenso del poder nazi, y en su mayoría reproducen, precisamente, ese momento: el exilio, el mundo que se deja atrás, la esperanza perdida, la noche oscura que empezaba a cubrir Alemania.Con una prosa certera y de gran capacidad evocativa, Erika Mann nos lleva a seguir el destino de tantos alemanes que, sin ser perseguidos por el régimen de Adolf Hitler, decidieron abandonar un país donde la libertad y los derechos de los ciudadanos habían desaparecido. Sus relatos, que pueden leerse como una información de primera mano sobre una de las páginas más negras de la historia contemporánea de Europa, son, además, una lección de literatura y un inolvidable testimonio.
«La aventura se presenta y, como siempre, lo hace en forma de miedo y amenaza. La hija del cabecilla hampón del barrio ha sido violada y asesinada. Los dedos acusadores apuntan al Watusi, un individuo famoso en el barrio al que Pepito el Yeyé parece tener como héroe. Fernando Atienza y Pepito parten en busca de ese misterioso personaje para avisarle de que fuerzas despiadadas le buscan para vengarse. Ese día, el 15 de agosto de 1971, la pareja recorrerá la ciudad desierta bajo una interminable tormenta de verano, un lugar que se irá convirtiendo poco a poco en el espacio de los sueños de cada uno de nosotros; el bosque brumoso donde escapamos, donde nos aterrorizamos, donde conocemos el misterio, la magia, el sexo, el placer, la mentira, el desengaño y las convicciones que nos convierten en los seres humanos que, por suerte o por desgracia, acabamos siendo. En esa búsqueda que se convertirá en fuga, el adolescente Fernando Atienza averiguará también quién es el Watusi. Y el Watusi es el rey del ritmo, un bailarín pero también un criminal, un filósofo, un mercenario, el guardián de la alegría y el mensajero de la muerte, un secreto que recorre las calles como el viento, aquello que nuestra imaginación quiere que sea y, a lo mejor, muy poca cosa».Con estas palabras, esbozaba su autor el arranque de El día del Watusi, que incorpora en la presente edición las correcciones que había ido introduciendo al manuscrito. Francisco Casavella murió repentinamente a los 45 años, el 17 de diciembre de 2008, mientras escribía una nueva novela que recuperaba a Fernando Atienza, protagonista y narrador de la presente. Tampoco él había podido abandonar al Watusi.Posiblemente sea ésta una obra que cifra su modernidad en una cualidad mitificadora, resultado de una sutilidad y plasticidad infinitas. La leemos así como una novela llena de inventiva, en eterno movimiento, que posee el don de representar el desorden contemporáneo, y de vencerlo. La obra de un autor que gana nuevos lectores día a día.
Un siglo de la historia de Europa que tan solo dura el fugaz momento en que una bala sale de un fusil y llega a la frente de un soldado en los campos de batalla de Verdún.Las trincheras de la Gran Guerra; el derrumbe de la despreocupada e indolente Viena fin de siècle; la Praga mágica de autómatas y leyendas, atravesada por los totalitarismos; el campo de concentración de Terezín y la clínica de exterminio de Hartheim; el mundo de la demencia en Steinhof, la ciudad de los locos; la cárcel de represión comunista de Léopold. Son los escenarios para la memoria del siglo XX que se suceden a través de una saga invisible que recorre todo un siglo de la historia de Europa, mientras un joven checo, Jaroslav, tras desertar del ejército austrohúngaro aguarda en las trincheras de Verdún el fin de la batalla y de la guerra.