Las aventuras del valeroso soldado Schwejk es, tal vez, la obra de la literatura checa más conocida fuera del país, ya que al poco de ser publicada se tradujo a varios idiomas y fue objeto de adaptaciones teatrales y cinematográficas. Constituye una sátira mordaz y divertida contra lo absurdo de las guerras. Su protagonista, Schwejk, con astuto desamparo y ladina sandez, libra su guerra privada contra la maquinaria militar como un Sancho Panza de la Primera Guerra Mundial, y empleando la estupidez como refinamiento se transforma en un estratega capaz de desarmar a quien sea. En una serie de divertidos episodios y en el trato con sus múltiples y siempre limitados superiores, Schwejk cumple su deber de obediencia de tal manera que todas las órdenes llevan al absurdo y deja en ridículo a las autoridades reconocidas.
En la América de los años cincuenta, un muchacho se enfrenta a los vaivenes afectivos de la infancia y a los ritos de paso de la adolescencia. Pronto su historia se verá marcada por el descubrimiento incómodo de la diferencia: su homosexualidad. Al principio es sólo una intuición confusa que pronto escogerá sus formas hasta convertirse en inequívoca obsesión.
Escindido entre su identidad sexual y su miedo a ser distinto, el protagonista recorre el titubeante camino por la pubertad: la relación difícil con sus padres divorciados, el laborioso aprendizaje de las relaciones sociales, el intento de noviazgo, la búsqueda anhelante de amigos, confidentes y modelos, y los perturbadores inicios en la sexualidad. Ésta es su historia, contada por sí mismo con lirismo pero también con crudeza e ironía, con ternura pero sin autocomplacencia. Su proceso hacia la deseada madurez —que culmina con un episodio cínico y cruel— estará falto del definitivo eslabón: aprender a quererse a sí mismo.
La historia particular de un muchacho se ha convertido, desde su publicación, en un clásico. Pocas veces se ha recreado con tanta penetración, humor y riqueza literaria el tránsito por la adolescencia y el descubrimiento de la propia sexualidad.
Con una rigurosa construcción novelesca y una habilidad deslumbrante para la creación de personajes, Edmund White recupera de forma inolvidable el perfume —a veces venenoso— de una parte de la vida de todos nosotros.
«Berlín Alexanderplatz» aparece en 1929. Su éxito es extraordinario y, en pocos años, alcanza cuarenta y cinco ediciones y se traduce a varios idiomas. La novela se consideró una exaltación de Berlín, ciudad que el autor, por su profesión de médico, conocía muy bien. Los ojos de Döblin (y sus cuadernos) registran todos los detalles de la geografía berlinesa, pero como narrador omnisciente, Döblin interviene en la acción y comenta lo que ocurre. Fondo y forma se funde en un libro desconcertante y abierto a la interpretación. «Berlín Alexanderplatz» se considera una «novela moderna» por muchos aspectos: no solamente por la ruptura con el carácter tradicional de héroe y con la estructura cronológica de relato, sino también por el uso de nuevas maneras de narrar (monólogos interiores, combinación de distintos niveles de lenguaje y puntos de vista…) y por el constante uso del «collage» intertextual (mezclando textos de canciones, titulares de los periódicos, transcripciones de sonidos, etc.). La historia se sitúa en el barrio de clase obrera, Alexanderplatz, en el Berlín de los años 20, y empieza con la salida de la cárcel de Franz Biberkopf. Döblin describe su lucha y su desdicha al intentar buscar por los submundos de Berlín un futuro y su intención de convertirse en «un hombre nuevo».
Una mañana una mujer mayor aparece ahogada en el mar, vestida solo con un sujetador de encaje. Será Delia, su hija, quien tendrá que reconstruir la vieja historia que se esconde tras lo sucedido. En una frenética búsqueda que se debate entre la realidad y las tortuosas vías de la memoria, Delia recorre de nuevo Nápoles, su ciudad natal, reviviendo un pasado que se propuso olvidar, pero vuelve y duele.En una primera novela que fue aclamada por el público y la crítica, Elena Ferrante nos atrapa entre calles hostiles y sofocantes, que huelen a café, a sudor, a momentos en que una mentira bien contada cambió el sentido de la vida de esa mujer que ahora solo ha dejado una prenda de encaje como testimonio de su rencor. Dalia piensa, recuerda, busca, sabiendo muy bien que hay lazos entre madres e hijas que ni siquiera la muerte puede romper.
¿Quién es el auténtico autor y protagonista de esta novela? ¿Acaso el desdichado y jocoso Antonio López, que se sienta todos los días delante de su «querido ordenador» con el fin de escribir un libro que le permita ganar un premio literario y en consecuencia abandonar «su doloroso anonimato»? ¿Tal vez el viejo editor G.H.Gilabert, que todas las tardes se reúne con su directora literaria para imaginar una novela interactiva en CD ROM sobre un fracasado profesor de literatura llamado también Antonio López? ¿O quizás el misterioso traductor que introduce unas notas a pie de página, hilarante parodia de la perversidad erudita de la crítica literaria? En el centro de ese laberinto lleno de referencias a personajes reales e inventados, de ficciones virgilianas y quijotescas, se sitúa el lector, que no tardará en entrar en el juego y ganar la partida al otro lado del espejo. A la sombra de la mirada perdida de Borges, del sarcasmo de Cioran, de la melancolía de Fernando Pessoa, Carlos Cañeque nos conduce por estas páginas donde predomina el humor y el goce por la literatura. Los grandes temas de este fin de siglo, lo fragmentario, la conciencia del fracaso, la dificultad de crear, la soledad, la neurosis, las fantasías de la aldea global, desfilan por estas páginas. Pero finalmente el universo literario, la novela que nadie escribe pero el lector lee, se erige en auténtico protagonista de «Quién».
¿Murió García Lorca realmente en 1936? Lo único cierto es que jamás se encontraron sus restos, que sólo conocemos lo sucedido de forma fragmentaria y que aún faltan muchas piezas que juntar en este siniestro rompecabezas. La respuesta se va desgranando poco a poco en boca de un viejo vagabundo y borracho, el mismo que hace cincuenta años encontró por casualidad a un joven moribundo tirado al borde de un camino y, sin conocer su identidad, le salvó la vida. ¿Qué fue a partir de entonces de aquel joven? ¿De qué manera sobrevivió a la guerra? ¿Por qué estos hechos quedaron olvidados hasta hoy?
Un joven escritor que acaba de publicar su primera novela, y otro, Jordán, que desconfía de los hombres y de las palabras y, al final del camino, se recluye en la intimidad de su casa, obsesionado por terminar la obra que podrá justificarlo. Entre esa casa y el mundo, entre Jordán y el aprendiz, está Cecilia, la mujer del maestro. Una historia que avanza con la límpida tensión de las tragedias: dos hombres y una mujer a un paso del cielo y del abismo, movidos por el amor y la envidia, el deseo y la vanidad.Guillermo Martínez, autor de Acerca de Roderer y La muerte lenta de Luciana B., se aleja del vértigo posmoderno para buscar los restos de los antiguos mitos y devolverles su brillo oscuro y duradero.Desde la tradición literaria, La mujer del maestro crece imperceptiblemente como una delicada pieza de cámara. En las ambiciones y la profunda soledad de los personajes subyace, implacable, la certeza de Byron: «El hombre es mitad barro, mitad dios, tan incapaz de hundirse como de elevarse».
La historia se desarrolla en el imaginario pueblo siciliano de Vigàta en el año 1891. El motor de los acontecimientos es la solicitud de Filippo “Pippo” Genuardi de una línea telefónica, en esa época una auténtica novedad. El sinfín de trámites burocráticos, problemas y enredos a los que tiene que enfrentarse Pippo para lograr un teléfono es cómico, pero tiene también un significado más profundo. El autor proporciona un retrato de la sociedad siciliana de los primeros años de la unidad de Italia (la misma época que reflejó Lampedusa en «El gatopardo»), a través de chispeantes diálogos entre los diversos personajes, de las cartas entre los amigos de Pippo y los pomposos y altisonantes informes y documentos burocráticos. La solicitud de una línea telefónica en un pequeño pueblo siciliano desencadena una divertida serie de peripecias burocráticas, malentendidos y maniobras. Una visión a la vez cómica, realista y amarga de la sociedad siciliana.
Las historias de Marta y Fernando narra, a través de varios episodios de la vida amorosa de unos jóvenes, la historia de una relación de pareja. Como todos los enamorados, Marta y Fernando viven en un universo propio, en el que coexisten el gozo, el asombro, los conflictos e incluso las pequeñas traiciones. Se trata en esta obra de novelar la dicha, una felicidad que nunca es simple, sino que está llena de sombras y misterios. La historia se sitúa en la Valladolid de la época de la transición, un momento en que, al igual que ocurre al inicio de un amor, se abrían horizontes nuevos y se acababa una forma de entender el mundo.
Querida hija se enmarca de lleno en el terreno, resbaladizo y trufado de emociones contradictorias, de las relaciones entre padres e hijos, y muy especialmente en los conflictos que suponen un divorcio. A través de las cartas que dirige a su hija, un padre intenta salvar del naufragio familiar el vínculo que los une, a la vez que le ofrece unas pautas de conducta para guiarse en el turbulento mundo moderno.
La Ópera de Vigáta parte de un hecho real ocurrido en 1875 en Sicilia, la determinación del prefecto de inaugurar el teatro de su ciudad con una ópera desconocida, Il Birraio di Preston, lo que da lugar a una serie de intrigas, delitos y tumultos y su posterior investigación. Una tragicomedia de una sociedad en la que la permanencia de los modos de vida y dominación sicilianos se afirma contra los modelos importados del Norte.
Los protagonistas de Puerto Ángel son Patricia, una actriz rubia en crisis, experta en artes marciales, y su hermano Micky, un superdotado matemático que puede comprender formulaciones abstractas pero que sabe muy pocas cosas de sí mismo y de la vida. Crecidos en una familia de artistas y rodeados de amor, han vivido tratando de negar algo terrible, algo que sucedió en Puerto Ángel, en México, y que cambió sus vidas para siempre. Un día comienzan a recibir mensajes misteriosos, interferencias de otra dimensión y descubren que por encima o por debajo de su mundo hay otra realidad por descifrar; un universo con escalas en Londres, París y San Diego, cuyo Dios, benévolo pero burlón, parece ser el mítico showman norteamericano Jackie Gleason, actor, nuísico sin saber música y muy aficionado a las ciencias ocultas.
Puerto Ángel es ante todo una historia sobre música y ensueño, pero también sobre el vértigo y las sorpresas, no siempre agradables, de la vida; un paseo por el tiempo en donde todo cabe, desde los universos paralelos hasta el cyberespacio y el mundo gay. Una novela arrebatadora.
Vito es un solterón que pasa los días dándole de comer a las gallinas y acostándose con la esposa del vecino. En la Sicilia de los años sesenta, aparte de eso y de intentar no interponerse en el camino de algún mafioso, poco más se puede hacer. Así que, tras salvarse de un disparo anónimo y comprobar que el marido de su amante es un hombre complaciente, Vito empieza a pensar que algún capo se ha equivocado de víctima. Si él nunca ha molestado a la famiglia , ¿por qué le han matado trescientas gallinas y le esperan dos sicarios en la puerta de su casa? La aparición en escena del mariscal Corbo, un policía afable pero obstinado que investiga el reciente asesinato de un pastor de la zona, complica, aún más si cabe, la desesperada situación de Vito.
El curso de las cosas es un retrato irónico y punzante de ese microcosmos de la Italia meridional en el que la omertà —una ley del silencio sólo quebrantada por quien está harto de vivir— y un particular y sanguinario sentido del honor administran la vida y la muerte de los hombres.
La temporada de caza es un retrato inteligente, cáustico e hilarante de una época de aristócratas y labriegos, de herencias disputadas y vendettas incumplidas. Una cómica visión del primitivo y disparatado universo rural siciliano.Vigàta, Sicilia. Carmelina —una cabra— fue la novia del hijo cretino del marqués Filippo, y también la afligida viuda, porque el bobo apareció muerto un buen día tras un desafortunado encuentro con una seta venenosa. Los planes de herencia del marqués se vinieron abajo de sopetón. Aunque el hijo salió idiota, era un varón y con eso bastaba.Desde el día de tan terrible pérdida, la mujer del marqués quedó trastornada, pero nunca se supo si fue por la muerte del hijo o por la perspectiva de tener que volver a soportar los desmedidos ardores de Filippo. Así las cosas, el marqués buscó a otra mujer para sembrar su semilla. Lo que sucedió a partir de entonces entre el noble y Trísina —esposa de uno de los guardias de la casa llamado Pirrotta— sólo lo supieron Dios, el complaciente Pirrotta y toda Vigàta. Poco después, empezó a morirse la gente: algunos de muerte natural.
Esta es la historia de dos hombres y de una mujer intrusa. Es la historia del tonto Queque, el niño-hombre, el bufón a su pesar, necesitado siempre de un lazarillo que lo guíe por los entresijos de una vida que le viene dos tallas grande. La del cautivador Yónatan, que pasará del arrebato amoroso a la soledad más absoluta. Y la de la bella Zahíra, la falsa musa de un poeta torpe, la mujer que inoculará en ellos el virus incurable de la adoración. Tres personas que transgredirán cualquier orden establecido y que harán del amor un juego de inclemencias.
El mal, la tortura, el endemoniado testamento de un hombre que mueve los hilos de las vidas de los demás y la violencia que engendra la dictadura de los Coroneles en la imaginaria República de Leonito son los ejes de El niño de los coroneles, que se plantea como una constante resolución de enigmas.El encargo que recibe el periodista Luis Ferrer —entrevistar a un mítico líder de la guerrilla— inicia una trama que nos arrastra hacia la misteriosa montaña Profunda de Leonito para trasladarse, inesperadamente, al París ocupado por los nazis. El vértice de estos escenarios será el punto de partida del viaje de Ferrer hacia su propio pasado, que culminará en el descubrimiento de la que pudo haber sido su verdadera y aterradora identidad.Junto a Ferrer, dos hombres, dos destinos cruzados —el fascinante y perverso Victor Lars y el atormentado impostor Jean Laventier— son los dos grandes protagonistas de una historia que consigue apretar las teclas exactas de la intriga. Construida en una alternancia insólitamente fluida de primera, segunda y tercera persona, El niño de los coroneles propone una turbadora aproximación hacia esa zona de sombra donde el Bien y el Mal pueden cambiar de identidad.
Vigàta, 1890. Salvador Barbabianca es uno de los principales productores de azufre gracias a las malas artes que ha empleado en su negocio, esto es: robando y estafando. Su mortal enemigo, Ciccio Lo Cascio, no le va a la zaga, y los dos se enfrascan en una pelea desquiciada por ver cómo atender el pedido de un barco ruso para cargarlo con el dichoso mineral. La espera del barco y su fatal llegada al puerto involucran al pueblo entero, capaz de confundir al final la peor de las tragedias con un acto de intercesión divina.
Con Un hilo de humo Camilleri vuelve a su particular visión del mundo, socarrona y teatral, desde un remoto rincón de la Italia recién unificada, donde lo mismo se preocupan por Garibaldi que por la producción de azufre en medio de unos enredos ingenuos, eróticos y mafiosos, que parecen construir la razón de ser de estos sicilianos vehementes.
Los Drummond, de Canadá, son dos hermanos, una hermana, unos padres divorciados y una madrastra que, juntos, constituyen la familia mas disfuncional que haya podido registrar la psiquiatría mundial.La historia empieza cuando viajan todos juntos hasta Cabo Cañaveral para presenciar el lanzamiento del transbordador espacial. Sarah Drummond, la única hija aparentemente normal, es uno de los astronautas que viajara al espacio. Por una u otra causa, todos menos ella tienen motivos suficientes para convertirse en serios candidatos a una muerte prematura. El hermano mayor, Wade, descubre que es seropositivo, pero solo después de que una bala disparada por su padre le atraviese el hígado y se aloje en el esternón de su madre. La madrastra, Nickie, se ha acostado con Wade y eso, a juicio de su padre, bien vale un tiroteo. Nickie, claro, también se une al club de seropositivos. No contentos con sus propias desgracias, los Drummond se mezclan en una espeluznante aventura en la que un contrabandista con problemas cardíacos no sobrevivirá a Disneyworld y un farmacéutico multimillonario y excéntrico intentara hacerse con una carta robada del ataúd de la princesa Diana.Todas las familias son psicóticas constituye un delirante paseo por el drama de la convivencia típica de nuestro siglo, pero Douglas Coupland ha sabido destilar en el limite de todas las situaciones tanto la miseria como la grandeza de sus personajes, la dignidad, en fin, que los hace humanos. He aquí la quintaesencia de nuestro siglo en una historia divertidísima y dura, violenta y tierna como pocas.
Qué nos pasa cuenta lo que podría haber sido la historia de un gran amor.
Él, Arturo, tiene una sonrisa de seductor a lo Clark Gable, según le decía su madre. Ella, Adela, es una mujer de cuerpo alegre, caderas amables y ojos tristes, que dejó plantado a su marido sin saber muy bien por qué.
Ambos coinciden en un breve episodio de turismo de masas. Ella va a pasar cinco días en Atenas para distraer las penas de amor de una amiga. Él se cree un peregrino moderno y no deja de pensar que al pie del Partenón encontrará un destino que lo liberará de una vida monótona y mediocre.
En esta historia de sueño y soledad no hay certidumbres ni consuelo, sólo preguntas que desnudan la apariencia de las cosas para delatarlas en una suerte de cómico desamparo. ¿Qué nos pasa en realidad? ¿Qué le pasa a nuestro mundo? ¿Por qué lo hemos convertido en un infierno? ¿Por qué nos cuesta tanto amar?
La respuesta es una novela brillante y dolorosamente irónica que se lee de un tirón.
A principios del Renacimiento los maestros florentinos dominan el secreto matemático de la perspectiva, y los flamencos, el misterio alquímico de los pigmentos. No obstante, una guerra abierta entre ambas escuelas mantiene al mundo sin el pintor perfecto, aquel que domine lo mejor de ambas escuelas. Dos hechos desencadenarán los trágicos acontecimientos de esta historia: por un lado, el joven Pietro de la Chiesa, discípulo del gran maestro Monterga, aparece desnudo y degollado en un bosque de Florencia; por otro, una dama portuguesa, misteriosa y extremadamente bella, solicita los servicios de los hermanos Van Mander para ser retratada en un plazo de tiempo imposible.Pero aún existe un tercer enigma, por el que cualquier pintor ambicioso cometería hasta las más atroces acciones: la clave que revela la composición del color en estado puro, oculta entre las líneas de un texto de San Agustín