Menú



Buscar





Bolsilibros - Bravo Oeste 289. Humo en el valle, de Clark Carrados

Aventuras, Novela

El invierno había pasado ya y la primavera estaba llegando. Aún se veían numerosas manchas de nieve en las crestas de las montañas, pero en los lugares situados a nivel inferior, el verde y el azul eran los colores que más resplandecían, junto con el rojo y amarillo de algunas flores silvestres. Para Hyron Rafferty había terminado también la larga temporada de aislamiento invernal. Sentado en el pescante de su carro, Rafferty se dirigía a Kennab, con objeto de reponer las provisiones consumidas durante el invierno. Tenía su rancho en la parte alta de la región y, durante el primer año de su establecimiento, había vivido completamente solo. Tal vez encontrase ahora algún peón que quisiera ayudarle, aunque lo dudaba.


Bolsilibros - Bravo Oeste 296. El naipe revancha, de A. Rolcest

Novela, Aventuras

Sinopsis no encontrada


Bolsilibros - Bravo Oeste 355. Amanecer sangriento, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.


Bolsilibros - Bravo Oeste 371. Asalto en Saylon, de Black Moran

Novela, Aventuras

Black Moran es el seudónimo del escritor José Luis de Blas Moreno.


Bolsilibros - Bravo Oeste 394. Un error peligroso, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

—¡Te digo, Rawlins, que jamás creeré en la culpabilidad de Bill! —Eso tan sólo demuestra dos cosas, Nora —replico el llamado Rawlins—. Que estás enamorada de él que eres muy cerrada de mollera. Quienes escuchaban rieron de buena gana, sobre todo al ver la actitud agresiva de la joven. —¡No estoy enamorada de él ni soy cenada de mollera! —bramó encolerizada Nora—. ¡Lo que sude es que no creo en quienes declararon contra él! Es víctima de una trampa bien urdida sabe Dios por quién!


Bolsilibros - Bravo Oeste 414. Dolor de venganza, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

—Comprendo que eres aún joven, papá, y que es natural que te hayas vuelto a casar; pero tienes que comprender, a tu vez, que no puedo ver con buenos ojos a la que ha usurpado el puesto de mi madre. —Sylvia es una buena chica y no tiene muchos años más que tú... —Eso es lo que me preocupa. Tú estás joven, pero no tanto..., si se te compara con ella. —Eso no puede ser un inconveniente. Vamos a acercarnos al fuego. Hace mucho frío. No pienses más en ello. Sylvia terminará por quererte como a un hijo. Debes atenderla y ser cariñosa con ella.


Bolsilibros - Bravo Oeste 417. Marty, el explosivo, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

Cuando Marty Kapell subió bordeando el río Mancos en el sudoeste de Colorado y se vio casi a la altura del poblado que llevaba el nombre de dicho río, estuvo muy lejos de suponer lo que le iba a esperar allí para poner a prueba una vez más sus nervios, su carácter poco tranquilo y su espíritu burlón y travieso. En realidad, su intención no había sido la de arribar a dicho poblado con ánimo de quedarse en él. Su idea era derivar a la derecha y alcanzar Durango, donde esperaba encontrar la clase de trabajo que más le pudiese agradar y convenir. Pero cuando se acercaba al poblado —precisamente un soleado domingo del mes de mayo— descubrió cómo muchos jinetes galanamente ataviados se dirigían al poblado, tanto por el camino general como por algunos atajos, y Marty adivinó que algo espectacular debía desarrollarse en Mancos, cuando acudían a él tamos jinetes embutidos, en sus trajes domingueros.


Bolsilibros - Bravo Oeste 435. Viaje peligroso, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

El jinete desmontó y mientras miraba en todas direcciones, absorto en sus propios pensamientos, sujetó su caballo a la barra que para tal efecto existía a la puerta del local. 
Como sucede en todas las pequeñas poblaciones, los forasteros eran contemplados con curiosidad. 
Se sacudió sus ropas con el sombrero de anchas alas, y por el mucho polvo que de ellas salía, pensaron quienes le observaban que tenía que haber galopado durante muchas horas.


Bolsilibros - Bravo Oeste 438. Atracadores en Virginia City, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

El viejo herrero de Virginia City, llevado por la curiosidad, abandonó su taller y se aproximó a un grupo de vecinos que en medio de la calzada charlaban animadamente. —¿De qué habláis con tanta animación? —preguntó al reunirse con el grupo. —Sobre los cinco forasteros que acaban de entrar en el local de Alma —respondió uno—. Según Vidor, son famosos por California. —¡Terriblemente famosos! —agregó Vidor—. ¡Y me asusta lo que puedan buscar aquí!


Bolsilibros - Bravo Oeste 439. Bravo River «saloon», de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Entre los muchos locales de diversión con que contaba Cheyenne, la capital del territorio de Wyoming, el Missouri era de los más concurridos y famosos. A pesar de que su instalación interior no difería de los otros en nada, su fama radicaba en las muchachas que atendían a los clientes y que, según opinión de todos, eran mucho más bonitas y amables. Un grupo de hombres de aspecto mal encarado habían entrado imponiendo su capricho a los clientes y empleados, y todos les miraban con terror, lo que indicaba que debían ser conocidos.


Bolsilibros - Bravo Oeste 448. Innoble chantaje, de Fidel Prado

Novela, Aventuras

Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.


Bolsilibros - Bravo Oeste 508. Patrulla de forajidos, de Alex Colins

Novela, Aventuras

Fernando Alejandro Orviso Herce nació en Logroño en 1926, donde también falleció en 2007, a los 81 años.De la producción total de Fernando Orviso Herce, la mitad de los libros son historias de vaqueros e indios. De las novelas que se sintió menos satisfecho fueron las románticas, de las que solo escribió tres títulos. A partir de 1960 comenzó a escribir novelas policíacas y, ya de forma tardía, a partir de 1972, historias de terror. Orviso trabajó, sobre todo, para la editorial madrileña Rollán y, posteriormente, con la heredera de los fondos de ésta, Andina, que reeditó buena parte de los libros de Fred Hercey. También publicó con la poderosa Bruguera (un total de 82 títulos, como Alex Colins), y, de forma más esporádica, con las editoriales Toray y Castellana.


Bolsilibros - Bravo Oeste 537. Tirando a lobo, de A. Rolcest

Novela, Aventuras

Sinopsis no encontrada


Bolsilibros - Bravo Oeste 553. El odio cavó su fracaso, de Alf Regaldie

Novela, Aventuras

Alfonso Arizmendi Regaldie (San Cristóbal de la Laguna, Islas Canarias, (España), 1911 - Valencia (España) 2004), más conocido por el seudónimo Alf Regaldie formado con la abreviatura de su nombre y con su segundo apellido, de origen francés, aunque también utilizó el de Carlos de Monterroble. Aunque nació en la localidad canaria de San Cristóbal de la Laguna, durante la mayor parte de su vida residió en Valencia, por lo que se le puede considerar con toda justicia miembro de pleno derecho de la escuela de ciencia-ficción valenciana. Al igual que ocurrió con otros muchos contemporáneos suyos, tuvo la desgracia de verse atrapado en la vorágine de la Guerra Civil española, participando como combatiente en el bando republicano. lo que le acarreó, como es fácil suponer, serias dificultades una vez acabada la contienda, llegando a estar encarcelado por ello durante siete años.


Bolsilibros - Bravo Oeste 561. Quema la tierra, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

A veces, no es agradable volver. 
Para Brody, volver era una necesidad. Y un estímulo. Y una esperanza. La última. 
Volver significaba, acaso, vivir de nuevo. O seguir viviendo, para ser más exactos. A pesar de todo. A pesar de Viveca; a pesar del viejo Garko; a pesar de la granja. 
Y todo por un solo factor. Por un solo elemento: un elemento humano, vital, entrañable: Ringo. 
El pequeño Ringo...


Bolsilibros - Bravo Oeste 572. Plena confianza, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Las dos jóvenes que viajaban en la diligencia también, conocieron por la vieja lo sucedido. Y llegó la noche sin más novedad. Algunos viajeros no se presentaron hasta muy tarde, y otros, la mayoría, se hallaban durmiendo desde las primeras horas. A la mañana siguiente, cuando la diligencia se iba a poner en marcha, se presentó el sheriff para despedir a la mujer del compañero y a Alan, así como a las dos jóvenes. Tom estaba ya sentado en su sitio en el vehículo.


Bolsilibros - Bravo Oeste 587. La ley de los ambiciosos, de Alf Regaldie

Novela, Aventuras

Al detenerse la diligencia, Richard Haynes entreabrió los ojos y miró por la ventanilla. Se habían detenido en Fire's Creek. El motivo era recoger una linda y joven pasajera. Richard, que había vuelto a entornar los ojos, los abrió de nuevo cuando percibió el suave perfume que emanaba de ella. Se sintió deslumbrado.


Bolsilibros - Bravo Oeste 786. El fullero, el pistolero... y el sepulturero, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

Los cinco hombres atravesaron como fantasmas el pequeño patio y detuvieron ante la puerta del edificio. Todos ellos iban vestidos de negro para que sus cuerpos se confundieran mejor con las sombras de la noche. Llevaban revólveres también negros. Era necesario estar a dos pasos de distancia para poder distinguirlos. Y cómo a dos pasos de distancia no había nadie… 
Una voz bisbiseó: 
—La llave. 
Uno de los cinco hombres se adelantó. Llevaba en la derecha, en lugar del revólver, una llave falsa que manejó con la mayor habilidad. En un instante, y con sólo un leve chasquido, la puerta ante la que estaban dejó de ser un obstáculo. 
Inmediatamente se oyeron las voces y risas. Se mezclaban las de hombre y las de mujer en una alegre combinación qué, sin embargo, no tenía nada de procaz. Simplemente se estaba celebrando allí una fiesta familiar. Alguien gritaba en aquel momento: 
—¡Brindemos por Jim! 
—¡Por su salud!


Bolsilibros - Bravo Oeste 1055. Whisky para los difuntos, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

Parecía una pesadilla. 
Los jinetes aullaban salvajemente en torno al rancho incendiado, mientras alzaban los rifles y espoleaban sin piedad a los caballos. 
Las llamas, que parecían querer alcanzar el cielo, iluminaban trágicamente la noche. 
Y las siluetas de los once hombres se recortaban sobre aquel fondo de infierno, mientras los gritos los gritos se hacían más agudos, más estridentes y de vez en cuando sonaban disparos al aire para acentuar aquella sensación de pesadilla. 
Dentro del rancho también se oían aullidos, pero éstos eran distintos. 
Mientras los incendiarios, borrachos hasta los tuétanos, gritaban de placer, los que estaban dentro se retorcían de dolor al ser alcanzados por las llamas, y sus gritos estremecían la noche.


Bolsilibros - Bravo Oeste 1073. Las aventuras de una botella de whisky, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

El viejo Burton se asomó temerosamente por la puerta de su habitación del hotel, mirando a un lado y otro del pasillo, mientras calculaba a ojo la distancia que le separaba de la ventana. 
Con un poco de suerte podría deslizarse hasta el tejadillo de la cuadra y desde allí escapar.