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Vidas de los más excelentes pintores escultores y arquitectos, de Giorgio Vasari

Ensayo, Arte, Pintura, Biografía

Giorgio Vasari (Arezzo, 1511-Florencia, 1574) se cuenta, por su pluma, no por su pincel, entre los máximos exponentes del Cinquecento. «Las vidas», publicadas en Florencia en 1550 por el editor ducal Lorenzo Torrentino, conforman una indiscutible obra maestra y fuente escrita imprescindible para quien desee un acercamiento directo al Renacimiento italiano y a sus protagonistas. Giorgio Vasari fue y quiso ser antes que nada historiador y por este motivo no se contentó con narrar los hechos acaecidos sin incluir juicios y críticas, sino que gustó también «distinguir al bueno del mediocre, al excelente del bueno, y hacer cuidadosa mención de las particularidades, estilos, rasgos y fantasías de los pintores y escultores». En esta edición se presenta una selección de los autores más representativos, en concreto 32 vidas. Los artistas seleccionados se siguen considerando hoy en día figuras relevantes, ya formen parte de la dinámica artística del siglo XIV como del Quattrocento y de la época en que vivió Vasari, el Cinquecento. Cada vida se cierra con un texto que complementa el redactado por Vasari, en el que se hace un recorrido por la producción del artista. En esta visión panorámica se aclaran datos biográficos y se trabaja con obras mencionadas o no por el escritor, insertándolas en un contexto cronológico e iconográfico, al tiempo que se ubica al artista en la dinámica cultural de su momento. En cuanto a las imágenes, se ha tenido en cuenta la especial atención que Vasari concede a determinadas obras que, por otra parte, no han decaído en su apreciación a lo largo de los siglos. Otras no están ni siquiera mencionadas por él pero corresponden a sus propios planteamientos. En cualquier caso se ha pretendido ilustrar la visión del arte del propio Vasari.


Vida y música de Alejandro Marcovich, de Alejandro Marcovich

Arte, Memorias

En este libro, Alejandro Marcovich, el legendario guitarrista de Caifanes, uno de los grupos más influyentes del rock en español, reproduce su andar a través de la música, recuerda su infancia y sus primeras canciones. En esta autobiografía, el músico nos relata su vida y cómo se convirtió en uno de los pocos guitarristas con un sonido propio, identificable desde las primeras notas, capaz de hacer hablar a la guitarra desde lo más dulce hasta lo más desgarrado y extremo, para transformarse en una inspiración para varias generaciones.


Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba

Arte, Divulgación, Memorias, Comunicación

Guión cinematográfico y diario de trabajo Mueren las luces y otra vida se enciende sobre la pantalla. ¿Qué hay en ese lienzo tan repentinamente activo? Según se mire: unas figuras ficticias, una vulgar radiación o, para los líricos, la materia con la que se tejen los sueños. Ésa es, sin embargo, la materia de esta obra: un sueño de carne y hueso. En este libro hallaremos la aproximación más física (y divertida) a las entrañas del oficio cinematográfico. También a los sujetos que lo ejercen: los célebres, los anónimos, los artistas, los artesanos, los iluminados o los eclipsados por los focos... David Trueba nos regala un viaje al fondo del cine.


Voces para un Cervantes, de El País

Crítica y teoría literaria, Divulgación, Arte

El premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes –coloquialmente, el Cervantes– fue convocado por el Ministerio de Información y Turismo el 15 de septiembre del año 1975 y por “la conveniencia de otorgar un reconocimiento oficial”, a una figura que uniera la notoriedad pública y la creación literaria en lengua castellana.  Desde esa fecha y con tal fin en el último trimestre de cada año, normalmente en diciembre, de entre los seis escritores propuestos por las Reales Academias de la Lengua de España e Hispanoamérica, se da a conocer al premiado, que recogerá su galardón el 23 de abril del año siguiente en la Universidad de Alcalá de Henares, el día de la fiesta del libro en el que se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes.  En este libro se recogen las entrevistas que los premiados con el Cervantes concedieron a EL PAÍS en sus 37 años de existencia. EL PAÍS y el Cervantes llevan prácticamente una vida paralela, ya que el periódico nació el 5 mayo del año 1976, 12 días después de que Jorge Guillén recogiera su premio.  Unas son entrevistas urgentes, hechas casi el mismo día de la concesión del Cervantes, donde los premiados manifiestan su alegría y su sorpresa. Otras, más a fondo, fueron realizadas antes o después de la entrega del galardón.  En todas las entrevistas escuchamos la voz del Premio Cervantes: la naturaleza y la fuente de su trabajo literario. Todos manifiestan su gratitud por la concesión de un premio tan importante.  Con EL PAÍS habló la generación del 27: Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Rafael Alberti. Jorge Luis Borges, premiado ex aequo con Gerardo Diego, manifestó que su Premio Cervantes era una “generosa equivocación”. Juan Carlos Onetti, con la habitual incredulidad de los personajes de sus novelas, decía: “¡Macanudo! Pero que no vengan todavía los periodistas: me tengo que afeitar”.  El Premio Cervantes es como un juego viajero de ida y vuelta entre España y América Latina. Octavio Paz, Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos, Carlos Fuentes, Bioy Casares, Cabrera Infante, Nicanor Parra entre otros, traen a EL PAÍS su voz americana para mezclarse con la de los poetas españoles Luis Rosales, José Hierro o Ángel Gamoneda.  Francisco Umbral, Miguel Delibes, Rafael Sánchez Ferlosio, Ana María Matute (“Si ganara el Cervantes daría saltos”), Vargas Llosa, Cela, Jorge Edwards, Caballero Bonald... todos ellos –los 37 Premios Cervantes– declaran, en sus entrevistas con EL PAÍS, su devoción inmensa a Cervantes y su Quijote.


Vértigo y pasión, de Eugenio Trías

Ensayo, Arte

El cine fue una de las grandes pasiones de Eugenio Trías y a ella dedicó una parte considerable de su obra, desde sus inicios hasta el que fue su último libro De cine (2013). Y dentro de su trabajo con el séptimo arte, el papel principal se lo lleva Vértigo de Alfred Hitchcock, película que Eugenio Trías afirmaba haber visto más de cien veces desde que a los dieciséis años la vio por primera vez. Sobre ella escribió un ensayo titulado «El abismo que sube y se desborda», incluido en Lo bello y lo siniestro (1983), y en 1998 le dedicó el libro que hoy reeditamos. El acercamiento de Eugenio Trías a las artes pivota sobre tres conceptos: lo bello, lo siniestro y lo sublime. Y el filme Vértigo, como afirma Eligio Díaz Garaygordóbil en el prólogo que abre la presente edición, «pone en juego esos modos de manifestarse la “conexión intrínseca” entre las tres categorías estéticas». De esta manera, Vértigo y pasión se revela como un libro central en el pensamiento estético de Eugenio Trías. Y una reflexión más, como hizo a lo largo de toda su obra, sobre la humana conditio.


Vínculos, de Edgar Borges

Espiritualidad, Divulgación, Ensayo, Arte, Ciencias sociales

Edgar Borges invita al cantautor Rubén Blades a realizar un viaje por la memoria para celebrar la vida. Literatura y música son los motivos para que ambos creadores intercambien correos, encuentros y recorridos. En cada palabra, como en cada canción, surgen calles y vivencias que hablan de todos. Vínculos en lugar de comunicarnos con la palabra nos comunica con la piel.  Edgar Borges viaja a la ventana de su niñez para revelar su descubrimiento de la música de Rubén Blades. En paralelo, como si sus relatos fuesen los nuestros, el cantautor panameño rememora sus antecedentes pero también expone su perspectiva sobre los más variados temas.  Vínculos es un libro que salta de un correo a una esquina, de un encuentro a una avenida y de una entrevista a un puente. Dos voces (muchas voces) danzan con sus testimonios. La familia, la mujer, Gabriel García Márquez, Cheo Feliciano, América Latina, el mundo, la madre tierra; siempre un olor nos regresa a la habitación de nuestra infancia.  Tiene esta obra la pasión de un joven que desea ser cantante y los sueños de un niño que imagina historias con las canciones de su ídolo. Vínculos, tanto en su lado festivo como trágico, nos muestra las respuestas de los amigos.


Walkscapes: El andar como práctica estética, de Francesco Careri

Divulgación, Salud y bienestar, Arte

El andar es un acto cognitivo y creativo capaz de transformar simbólica y físicamente tanto el espacio natural como el antrópico. Este libro narra una historia de la percepción del paisaje a través del acto de caminar: del nomadismo primitivo a las vanguardias artísticas de principios siglo XX, de la Internacional Letrista a la Internacional Situacionista, del minimalismo al land art, Francesco Careri repasa algunas de las propuestas históricas que han concebido el acto de deambular no sólo como una herramienta de configuración del paisaje, sino como una forma de arte autónoma, un instrumento estético de conocimiento y modificación física del espacio atravesado que pasa a convertirse en intervención urbana. Esta nueva edición actualizada del clásico de Careri incorpora un epílogo del propio autor donde hace un balance de la trayectoria del libro desde que fuera publicado por primera vez en 2002


William Blake y otros temperamentos, de G. K. Chesterton

Ensayo, Arte, Crítica y teoría literaria

El formidable ensayo de G. K. Chesterton sobre William Blake –que ocupa la primera mitad de este libro– es una pieza crítica clave de la literatura del siglo XX: el autor de El hombre que fue jueves repasa allí, con inimitable agudeza y originalidad, la vida y la dilatada obra pictórica y poética del genial artista inglés, a la vez que nos propone una discusión en torno al arte de la biografía, a la historia religiosa y mágica de Occidente, y a las relaciones entre temperamento artístico, locura y mística, todo ello sin dejar de revelarse, a cada paso, como un luminoso humorista, un heterodoxo moralista y un maestro del aforismo. Junto a ese ensayo, el libro reúne una serie de comentarios biográficos sobre otros personajes cuya vivisección a manos de Chesterton sólo podía producir pequeñas obras maestras: Lord Byron, Charlotte Brontë, William Morris, Robert Louis Stevenson, Carlos II, Francisco de Asís, Girolamo Savonarola y Lev Tolstói. En su mayoría, los textos nacieron como reseñas de libros que el propio escritor contribuyó a olvidar, erigiéndose, como era su costumbre, en un juez extraordinariamente lúcido –y también insólitamente divertido– de lo bueno y de lo superior. Estas páginas son una muestra del mejor Chesterton, un autor al que el paso de los años sólo ha conseguido engrandecer, confirmando lo que Jorge Luis Borges anotó sobre él: “Pienso que Chesterton es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo”.


Wong Kar-wai, de Francisco Javier Gómez Tarín

Ensayo, Arte, Cinematografía

El cine de Wong Kar-wai, el autor de Deseando amar, fluye a través de vasos comunicantes que trazan rutas sinuosas y alejadas de la linealidad característica del modelo cinematográfico hegemónico. Este libro, uno de los primeros editados en nuestro país sobre el conjunto de su obra, se propone identificar los parámetros que han convertido al autor hongkonés en referente indiscutible del cine mundial de los últimos tiempos. Las películas de Wong nunca ponen a nuestra disposición una totalidad compacta y sin fisuras que nos ahorre la tarea de la interpretación. Al instaurar grietas en el espacio-tiempo, al detenerse siempre en la antesala del acontecimiento, el realizador de 2046 obliga, por el contrario, a cultivar un arte de estar alerta no sólo a la materialidad de la pantalla, sino al mundo de sensaciones y de sentimientos que esa forma sutil de hacer cine (destilado perfecto del arte de Bresson y de la encrucijada de las Tres Chinas en el nuevo milenio) despierta en nuestro interior.


Yeah! Yeah! Yeah! La historia del pop moderno, de Bob Stanley

Ensayo, Arte

Tan divertido de criticar como de citar, Yeah! explora las raíces de la música pop a través del nacimiento del rock, soul, R&B, punk, hip hop, indie, house y techno, englobando canciones, grupos, escenarios y estilos desde Rock around the Clock de Bill Haley y The Comets, hasta el primer megahit de Beyoncé. 
Trabajando con una definición amplia de pop (que incluye country, metal, disco, Dylan, skyffle y glam), separa las conexiones y las tensiones que dan vida a los rankings y defiende que son una parte vital de nuestra historia. 
Yeah! es la mayor y más ecléctica de las gramolas hecha libro, una guía para la banda sonora de nuestras vidas, y un regalo para cualquiera que haya alucinado con las primeras notas de una canción pop.


Yo, el barón Thyssen: Memorias, de Heinrich Thyssen-Bornemisza

Memorias, Divulgación, Arte, Historia

La apasionante vida del barón Thyssen es la historia de un hombre con el que su abuelo August, un auténtico visionario que creó a fi nales del siglo xix el imperio industrial más importante de Europa, ya soñaba antes de que naciera. Con tan sólo veintitrés años, y a pesar de ser el menor de cuatro hermanos, tuvo que reconstruir el entramado de las más de cien empresas familiares, una parte de las cuales se había perdido durante la segunda guerra mundial.Hombre con temple de acero y alma de artista, el barón Thyssen, al tiempo que volvía a poner en pie el emporio familiar, daba continuidad al coleccionismo iniciado por su abuelo y seguido por su padre, y se convertía en el coleccionista privado de arte más importante del mundo.Casado en 1985 con Carmen Cervera, con quien traspasó el Telón de Acero en un intercambio cultural con la URSS sin precedentes en la historia, protagonizó el mayor traslado de obras de arte hasta ahora conocido con la llegada, en 1992, al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid de su colección privada.En estas memorias, el barón Thyssen revela secretos jamás imaginados del mundoempresarial y del ámbito del coleccionismo de obras de arte. Y, por primera vez, hace pública confesión de su vida sentimental hasta que conoció a Carmen Cervera, con quien vivió el más duradero de sus matrimonios.


¡Salva al gato!, de Blake Snyder

Ensayo, Comunicación, Arte

Blake Snyder, uno de los guionistas de más éxito de Hollywood, ofrece una pintura ágil, divertida y franca de la trastienda de la industria cinematográfica. ¡Salva al gato! hace referencia a una de sus infalibles teorías para lograr que las ideas resulten más atractivas y cualquier guión más satisfactorio y, sobre todo, susceptible de venderse.


¡Salva al gato! Va al cine, de Blake Snyder

Arte, Comunicación, Ensayo

Después del éxito de ¡Salva al gato!, una guía que se convirtió en un clásico entre guionistas profesionales y amateurs, Blake Snyder publicó en 2007 ¡Salva al gato! Va al cine. 
Escrito con la misma agilidad y gracia que su precedente, en él el autor insiste en su teoría de que los verdaderos «géneros cinematográficos» no son los clásicos (acción, amor, oeste, policíaco...) sino una serie de diez situaciones que se repiten en las películas que más recordamos: el monstruo en casa, la lámpara maravillosa, el triunfo del tonto... La estructura de un guión es para Snyder lo decisivo y existe de hecho un modelo de estructura en el que encajan la mayor parte de las películas que han triunfado. Este nuevo libro analiza, uno a uno, más de cincuenta guiones de películas de éxito (de Todos los hombres del presidente a Olvídate de mí, pasando por Toro Salvaje, Matrix, Mystic River o Fargo) que orientarán en un sentido práctico al guionista profesional, y también a estudiantes de guión, a aficionados al cine e incluso a críticos por la capacidad de análisis que el autor muestra al revelar los secretos narrativos de esas cincuenta películas concretas.


¡Siempre rock!, de El Pirata

Arte, Memorias, Divulgación

Los grandes momentos que la música le dio a mi vida ¡Siempre rock! es un título que lo dice todo: la pasión que el Pirata -director y presentador del programa El Pirata y su banda en la cadena RockFM, con una audiencia diaria de un millón oyentes- tiene por esta música y su vertiginoso mundo.Siguiendo la máxima tantas veces repetida en la radio de que el rock y la diversión son la misma cosa, el autor tira de la moviola de su vida y nos regala en estas páginas sus mejores momentos personales con figuras muy conocidas del rock and roll internacional–AC/DC, los Rolling Stones, Guns’n Roses-, jugosas anécdotas con cantantes y grupos españoles–Mago de Oz, Obús, Barricada- algunas metidas de pata propias y ajenas y ¡mucho directo!


¿Es posible una cultura sin miedo?, de Francisco Mora

Psicología, Salud y bienestar, Divulgación, Arte

Este libro es una reflexión sobre el miedo y sus significados con una perspectiva que corre a lo largo de ese puente que une humanidades y neurociencia. Un libro en el que se pretende contestar a preguntas como estas: ¿Sabemos propiamente qué es el miedo? ¿Qué son las emociones y los sentimientos de miedo? ¿Tienen sentimientos de miedo los animales?  ¿Por qué el más genuino de los miedos humanos, después del miedo a la muerte, es el miedo a los «otros»? ¿Qué es el miedo propiamente humano, el miedo social? ¿Cambia el miedo quiénes somos? ¿Qué conocemos de cómo se elabora el miedo y sus memorias en los intrincados circuitos del cerebro?


¿Qué me estás cantando?, de Fidel Moreno

Historia, Arte, Divulgación

Una historia social de España a través de sus canciones más famosas. ¿Qué dicen de nosotros las canciones que escuchamos? ¿Se puede contar la historia de un país a partir de su música? Este personal ensayo recorre la historia cantada del siglo XX español hasta 1976. Las canciones del momento se convierten en el mejor atajo para entender y sentir cómo fue el mundo y la vida de nuestros padres y de nuestros abuelos. «La vaca lechera» nos habla del hambre de la posguerra, «Tatuaje» o «La Bien Pagá» del corsé represivo del nacionalcatolicismo, «Ay, Carmela» o el «Cara al sol» guardan los sentimientos encontrados de la Guerra Civil. Paco Ibáñez, Chicho Sánchez Ferlosio, Serrat y también Mari Trini o José Luis Perales muestran en su repertorio la evolución de las ideas y la modernización de las costumbres, mientras que la rumba ofrece la mejor síntesis de la mestiza identidad española. De «Ojos verdes» a «La chica yeyé», de «El porompompero» a «Palabras para Julia», de «Cambalache» a «Mi casita de papel», de «Yo no soy esa» a «¿Y cómo es él?», de «Alfonsina y el mar» a «L'estaca», de «Libertad sin ira» a «El lago», más de doscientos grandes éxitos nos revelan en estas páginas qué fue del amor, de la lucha política, del papel de la mujer, de la memoria familiar, de los usos y funciones de la música, de las drogas, del problema de la vivienda o de la evolución tecnológica. ¿Qué me estás cantando? es el libro que reúne a tres generaciones en torno a la música.


¿Sabes de cine? 0. 75 años del cine de cienciaficción, de Adolfo Pérez Agustí

Arte, Divulgación

Desde las legendarias películas de los años 50, 'El enigma de otro mundo', 'La guerra de los mundos' o 'Ultimatum a la Tierra', hasta la actualidad con 'Terminator', 'Star Wars', 'Star Trek', 'Alien', las cosas han cambiado bastante, pero el cine de cienciaficción sigue ocupando un lugar de privilegio en los gustos de la gente y algunas de las películas más taquilleras de todos los tiempos tienen como tema los extraterrestres o los platillos volantes.  Es por ello que el lector podrá efectuar con este libro un viaje imaginario por el mejor cine de cienciaficción que se ha realizado hasta ahora, aunque para facilitarle su lectura lo hemos clasificado según el tema a tratar: Viajes a otros mundos, Lugares extraños, Robots y máquinas, Visitantes de otros planetas, Experiencias fantásticas, Guerras espaciales, etc.  Por supuesto, se han incorporado algo más de 300 fotografías algunas auténticos documentos históricos, así como el cartel original o el más representativo.


¿Sabes de cine? 0. 75 años del cine de terror, de Adolfo Pérez Agustí

Divulgación, Arte

La pasión por el cine de terror puede quedar explicada también por ese deseo de aplaudir la otra cara de la moneda, al diablo en lugar de a Dios, al dictador que acaba de eliminar al presidente democrático, o al cazador que ha conseguido segar certeramente la vida de un pobre animal. Y es que para muchos espectadores los monstruos del cine que nos aterrorizan constituyen la oposición a los superhéroes, al “bueno” de las historias y a las benéficas hadas madrinas de los cuentos infantiles. Son los lobos de las novelas para adultos y el equivalente a tantos gigantes, dragones y fantasmas que nos aterrorizaron cuando éramos niños. También son, como diría Obi Wan Kenobi, el reverso tenebroso, el camino que lleva a esa extraña felicidad que ocasiona provocar daño en nuestros semejantes.  Puede parecer extraño que el malvado de las historias y filmes no sea repudiado por lo espectadores, pero ahí tenemos el ejemplo de Drácula y Freddy Krueger, cada uno con docenas de clubes de fans diseminados por el mundo, del mismo modo que los tienen Godzilla, King Kong y el despiadado asesino de Scream. Darth Vader dicen que tuvo más admiradores que el guapo Luke Skywalker, aunque luego las admiradoras se inclinaron por el atractivo Harrison Ford, más asequible que el actor David Prowse que se escondía bajo la máscara negra que le permitía respirar.  Parece ser que hacer vibrar a los corazones y las mentes humanas mediante el miedo es un pasaporte seguro para el éxito comercial y por ello en los últimos años el cine ha sido igualmente pródigo en películas con monstruos o asesino sin escrúpulos, y una nueva oleada de demonios nos ha llegado sin saber cómo ni porqué. La pasión del público por ver voluntariamente escenas de horror es un contrasentido, pues los villanos reales, los terroristas y los asesinos, no gozan del aplauso general, aunque no por ello dejan de tener adeptos fieles. También es significativo el hecho de que cuando existe un accidente de tráfico en la carretera, con muertos y sangre diseminados por el asfalto, se ocasione un atasco de varios kilómetros. La causa, ya lo sabemos, es la morbosidad por ver la muerte de cerca, el dolor de las víctimas del accidente.  En resumidas cuentas, y volviendo al cine y los espectáculos, el secreto para el éxito es provocar miedo y repulsión (como ocurrió con “La naranja mecánica”), y la popularidad aumentará en la misma medida en que causen pánico a los usuarios.  Pero los monstruos cambian con el paso de los años y si anteriormente tuvimos a Alien, o asesinos en serie como en el “Silencio de los corderos”, ahora nos muestran a “Scream” o al mismísimo Diablo, cada vez más poderoso, aunque debe rivalizar por el trono de los malvados con las nuevas legiones de vampiros combatidos menos mal por “Blade”.  Este libro aporta un recorrido por las películas más populares del género de terror, aunque es posible que alguna destacable no figure en esta relación. También muy probablemente alguna de las incluidas no le hayan causado a usted, en particular, el menor miedo, pero no es misión de este manual juzgar un filme por los gritos de los espectadores, sino solamente por el género al que pertenece.


¿Sabes de cine? 0. Cine de aliens y robots, de Adolfo Pérez Agustí

Divulgación, Arte

Procedentes del espacio exterior, de esa última frontera apenas arañada por la exploración espacial, los alienígenas nos llevan visitando hace ya varios siglos, mucho antes de que se les mencionara animosamente como ETs, o más inquietantemente como Aliens.  La Ufología, ciencia que estudia el fenómeno de los OVNIs, los nombra como Greys (grises), pues así es su aspecto según algunos dibujos efectuados por quienes aseguran haberles visto. Finalmente, en las leyendas antiguas utilizan el nombre de Jims, aunque bajo esta denominación se incluyen a brujas, animales mitológicos y fantasmas.  El cine ha preferido seguir otra línea para hablarnos de los extraterrestres, y casi siempre los define como seres poseedores de una alta tecnología, así como de un aspecto que a nuestros ojos es horroroso, tanto como lo son sus propósitos destructores de la raza humana, una especie tan inferior para ellos que solamente sienten interés por aniquilarla.  Pero si estos seres orgánicos son temibles y en ocasiones casi indestructibles, ¿qué podemos decir de los robots, unas máquinas casi siempre diseñadas para la guerra? Con un tamaño frecuentemente similar a la altura del ser humano, un cerebro mucho más eficaz que el mejor de nuestros ordenadores, y una envoltura en ocasiones casi orgánica pero más frecuentemente metalizada, su sola presencia hace inviable la respuesta bélica por nuestra parte. Si, además, juntamos a ambos elementos dentro de un gigantesco platillo volante, y les dotamos de un armamento sofisticado y eficaz, las consecuencias para nosotros, los sufridos humanos, serán tan desastrosas que mejor ni las imaginamos, así podremos dormir tranquilos.  Con frecuencia han sido mostrados como seres hostiles por el cine, tan poderosos que ni los mejores ejércitos los pueden destruir, llegando hasta nuestras vidas para demostrarnos que nadie es dueño ni siquiera del terreno que pisa, pues todo depende de la fortaleza del invasor. Pilotando naves que viajan a velocidades superiores a la de la luz, y con una apariencia que casi siempre infunde tanto terror como su armamento, suelen estar acompañados por máquinas tan perfeccionadas que han aprendido a pensar por sí mismas, lo que deja muy poco margen para el error y la compasión.  La unión entre ambos seres, los robots y los alienígenas, ha proporcionado al cine y a los escritores argumentos apasionantes y tenebrosos, aunque siempre ha sido el propio espectador, cuando retorna a su hogar, quien aporta con su imaginación nuevos datos para continuar sintiendo miedo. Afortunadamente, también hay extraterrestres amigables, como ese ET que nos señalaba con su dedo luminoso el lugar de su hogar, o el atractivo “Starman” que sin apenas saber hablar consiguió encandilar a las mujeres con sus cortas frases.  Y sobre los robots también hay para todos los gustos y temblores, ya que nos han mostrado al invencible Gort de “Ultimátum a la Tierra” intentando hacer entrar en razones a los terrestres con sus rayos destructores, parejo al casi indestructible Terminator, quien luego, afortunadamente, se puso de nuestra parte.  Algo más entrañables son esa reencarnación metálica de El Gordo y el Flaco denominados C3PO y R2D2, o ese mayordomo siempre sonriente llamado Andrew que encontró su propia vida en el “Hombre bicentenario”, lo mismo que aquel vivaz, travieso y parlanchín robot que desquició a su propio dueño en “Cortocircuito”.


¿Sabes de cine? 0. Cine de monstruos, de Adolfo Pérez Agustí

Divulgación, Arte

Parece mentira, tan grandullones y todavía no han aprendido a caminar sin aplastar con sus patas a los infelices humanos. Detrás de ellos siempre quedan aldeas devastadas, niños huérfanos, edificios en llamas y muchas lágrimas, además de la seguridad de que ese engendro volverá pronto para continuar su aniquiladora misión.  En ocasiones su altura supera al mayor de los edificios, y así ni siquiera las armas de nuestros ejércitos son capaces de detenerles, aunque con frecuencia el monstruo es tan pequeño que apenas podemos alcanzarle, como cuando nos atacan arañas o pájaros asesinos.  Sin embargo, en la historia del terror hay unos dignos representantes cuya apariencia ha sido suficiente para producir miedo, y nos estamos refiriendo a esos animales prehistóricos que científicos inconscientes han traído de nuevo hasta nosotros procedentes de tiempos remotos.  Y es que los dinosaurios son tan enormes que pueden poner sus patas en cualquier azotea, aunque también hay gorilas que podrían acoger simultáneamente a un tanque y a una bella mujer.  Afortunadamente, la mayoría de esos monstruos no son capaces de salir de la pantalla, con lo cual no vemos necesario mirar con recelo las esquinas oscuras, ni otear el horizonte para descubrir cuanto antes a ese dragón que empieza a vomitar fuego hacia nosotros.  Ese alivio lo perdemos cuando nos metemos por vez primera en una playa desierta, aparentemente tranquila, pero en cuyas aguas seguro que acecha un tiburón hambriento deseoso de morder a la guapa bañista desnuda.  El problema es que aunque nos aseguren que los grandes monstruos son cosa del pasado o de la imaginación de los escritores, no estamos tranquilos y por si acaso ya tenemos en nuestra mente cuál sería el refugio adecuado para escondernos hasta que alguien venga a salvarnos.