Días sin hambre es la primera novela de Delphine de Vigan, publicada en 2001 bajo seudónimo. En esta corta pero perturbadora historia, De Vigan recorre junto a Laure, una chica de diecinueve años, el camino de retorno de la anorexia. La habilidad literaria de la autora le permite contar las sensaciones de la protagonista desde un lugar muy profundo sin usar la primera persona y sin caer en golpes bajos. Laure cae en la cuenta de que su ser y su cuerpo han perdido conexión cuando el frío la domina. Ese frío que precede a la muerte, que le dice que su cuerpo ya no está. Entonces accede a internarse acompañada por un médico que entiende todas y cada una de sus sensaciones. Internada en un hospital, Laure deberá recorrer el laberinto de vuelta de una enfermedad con un alto nivel de estigmatización social, tendrá que trabajar duro para poner en funcionamiento un cuerpo que literalmente se «olvidó» de funcionar en base al alimento pero, principalmente, tendrá que reconstruir su voluntad para vivir, que es lo más dañado de su ser. En el mundo hospitalario, que pronto se convertirá en su mundo, conocerá personajes entrañables, establecerá lazos con otros pacientes y asistirá a los logros y a los ruidosos fracasos de sus compañeros. Mientras se reconstruye, Laure piensa en su vida, en sus relaciones familiares y en las circunstancias que la llevaron a ese estado entre la vida y la muerte. Entenderá que lejos de ser libre del alimento como creía, entró sin darse cuenta en una horrorosa jaula de oscuridad. Y se formulará preguntas que sólo podrá responderse animándose a dar los pasos para salir de esa jaula. El relato es llevadero, duro e impactante pero a la vez luminoso, porque enseña cuántas veces es capaz de recuperarse un ser humano aun cuando el daño parece irreversible, tanto física como psíquicamente. Y por sobre todo, que el camino de retorno nunca es lineal.
Es evidente que la enfermedad no privó a Broyard de su curiosidad ni de sus fuerzas; si acaso, las incrementó, las concentró como nunca. Se sentía rebosante de energía, «ebrio» de su enfermedad, resuelto a afrontarla, a escribir sobre ella, con toda la fuerza de que fuese capaz. Y en estos últimos escritos, que datan de cuando estaba mortalmente enfermo (y lo sabía), aporta fuerza, claridad, ingenio, urgencia, intensidad de sentimiento por los poderes metafóricos y poéticos de la enfermedad, todo lo cual los hace equiparables a lo mejor que se haya escrito sobre esta cuestión, desde Tolstoi hasta Susan Sontag. Nunca he visto ningún escrito sobre la enfermedad que sea más directo, más franco: «a nada se le resta importancia, no se rehúye nada, nada se pasa por alto, no se da a nada un trato sentimentaloide, ni se apiada gratuitamente de nada; nunca he visto ningún escrito de estas características que sea al mismo tiempo más profundo, más inteligente, más reflexivo, más resonante […]. Se aprecia cómo empuña la pluma con una potencia sin precedentes, resuelto a desafiar su enfermedad, entrar en las fauces de la muerte y lo hace pleno de vida, pluma en mano, reportero, analista hasta el final. Va con la pluma casi hasta las tinieblas.»
La autora de «El turista accidental» nos presenta a Maggie, mujer fantasiosa, entrometida y atolondrada, y a su marido, Ira, paciente, ponderado y, a su modo, infalible. De la mano de estos personajes, en parte extraordinarios y, en parte, vulgares y corrientes, Anne Tyler nos lleva a conocer, en un solo día, la vida toda de los Moran y cuanto hay que saber sobre su matrimonio: las esperanzas y los proyectos nunca realizados, los fracasos de sus hijos y las tormentas que desencadenan en el hogar, y cómo, a pesar de llevar veintiocho años casados y de las discrepancias que median entre ellos, siguen, en cierto modo, gustándose y queriéndose. Narrado todo con una inteligente mezcla de ternura y humor, de situaciones absurdas —vividas o recordadas— y de numerosos personajes secundarios, encarnación todos ellos, incluidos los Moran, de la mediocridad y de la aceptación del fracaso como medio para sobrevivir.
Novela barroca del Siglo de Oro del español Alonso de Castillo Solórzano (1584-1648?) uno de los prosistas más ingeniosos del Siglo XVII. Cultiva el retrato breve con maestría insuperable y es además autor de cuatro interesantes obras picarescas en las que se insertan muchos elementos que proceden de la novela italiana cortesana. Estamos asistiendo a la desintegración del género, a la lenta difuminación de los límites que lo separan de otras obras literarias. Aún así, todavía conservan sus novelas el tono picaresco, aunque la finalidad moralizante ha quedado atrás. No podemos decir que prescinda de la moraleja, pero sí salta a la vista que no es el aspecto didáctico lo que más le interesa. Vierte todas sus dotes de narrador en la descripción de tipos y ambientes. La amenidad y gracia de estas cuatro obras, no demasiado largas, está por encima de toda discusión (...).Aventuras del bachiller Trapaza, quinta esencia de embusteros y maestro de embelecadores está fechada en 1637 y se cuenta entre las novelas picarescas reseñables en este siglo XVII. Narra las andanzas de Hernando o Fernando, estudiante en Alcalá, pícaro en Andalucía, estafador itinerante y galeote al final, traicionado por su amada Estefanía. Pícaro simpático que domina a las mil maravillas el arte de urdir embustes. Sigue el esquema típico de la picaresca con el relato de su ascendencia familiar y de las aventuras que corre mientras es estudiante en Salamanca y, más tarde, en Andalucía y Madrid... Dentro de la trama principal se insertan dos novelas breves de tono boccacciesco e incluso un entremés: La Castañera. En contra de lo que pudiera parecer, no interrumpen el ritmo de la acción, gracias a la habilidad con que Solórzano sabe trabarlos. Aunque esta obra puede recordarnos a veces a otros pícaros -incluso al Buscón-, está muy distante de la crudeza y el desgarramiento de algunas novelas picarescas.Publicó una segunda parte, La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas (1642), protagonizada por la hija del bachiller Trapaza. presenta, además, la novedad de romper con el autobiografismo para narrar desde la tercera persona, con una diversidad de planos que presta al género mayores posibilidades que la narración en primera persona.En la presente edición se han mantenido las normas ortográficas de la edición de 1905, a partir de la cual se ha realizado esta.
Novela barroca del Siglo de Oro del español Alonso de Castillo Solórzano (1584-1648?) uno de los prosistas más ingeniosos del Siglo XVII. Cultiva el retrato breve con maestría insuperable y es además autor de cuatro interesantes obras picarescas en las que se insertan muchos elementos que proceden de la novela italiana cortesana. Estamos asistiendo a la desintegración del género, a la lenta difuminación de los límites que lo separan de otras obras literarias. Aún así, todavía conservan sus novelas el tono picaresco, aunque la finalidad moralizante ha quedado atrás.En 1637 había publicado su novela Aventuras del bachiller Trapaza, quinta esencia de embusteros y maestro de embelecadores, en que narra las andanzas de Hernando o Fernando, estudiante en Alcalá, pícaro en Andalucía, estafador itinerante y galeote al final, traicionado por su amada Estefanía. Pícaro simpático que domina a las mil maravillas el arte de urdir embustes.En 1642 publicó su segunda parte, titulada La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas. De mayor aliento que las Aventuras del bachiller Trapaza, tiene como protagonista a Rufina, hija de Trapaza, aventurera sin escrúpulos que, tras engañar a muchos hombres, se casa con un bribón llamado Jaime y acaba sus días honradamente en Zaragoza. Ayuna casi de sermones morales, esta novela, narrada en tercera persona, con una diversidad de planos que presta al género mayores posibilidades que la narración en primera persona, exhibe un lenguaje rápido y suasorio. Como nos dice el autor en su primer capítulo: «El asunto de este libro es llamar a una mujer Garduña por haber nacido con la inclinación deste animal de quien hemos tratado; fue moza libre y liviana, hija de padres que, cuando le faltaran a su crianza, eran de tales costumbres que no enmendaran las depravadas que su hija tenía. Salió muy conforme a sus progenitores, con inclinación traviesa, con libertad demasiada y con despejo atrevido. Corrió en su juventud con desenfrenada osadía, dada a tan proterva inclinación, que no había bolsa reclusa ni caudal guardado contra las ganzúas de sus cautelas y llaves maestras de sus astucias». Se intercalan tres novelas cortas: Quien todo lo quiere todo lo pierde, El conde de las legumbres y A lo que obliga el honor. En resumen, Castillo Solórzano se emancipa de la hasta entonces trillada autobiografía del pícaro, modelando una casi perfecta narrativa, con un moderno cauce, en que la ficción, desprovista de formas rudimentarias, logra sobreponerse a un excesivo realismo.A Castillo Solórzano se le debe la consagración definitiva del protagonista femenino en el género; tres de sus novelas picarescas tienen por personaje central a una mujer: Las arpías de Madrid (1631) es la menos lograda de ellas; pero La niña de los embustes (1632) y La garduña de Sevilla (1642) —cuyas protagonistas son, respectivamente, Teresa de Manzanares y Rufina— se cuentan entre las novelas picarescas reseñables en este siglo XVII.Es considerada por algunos como el libro menos picaresco de este autor, pero quizá su obra maestra.En la presente edición se han mantenido las normas ortográficas y división de la narración de la edición de 1887, a partir de la cual se ha realizado esta. Se han incluido las imágemes de los grabados de D. Calisto Ortega y dibujados por D. Antonio Bravo, de la edición de la Viuda de Jordán é hijos, Madrid, 1844.En la edición de Sebastian de Cormellas Mercader, Barcelona, 1644, la narración se dividía en 4 libros. En la edición de 1844 se modificó la división de la narración en 20 capítulos, a fin 'de darle mas interés y evitar el cansancio que regularmente causa una lectura seguida'. Esta división se mantuvo en la edición de 1887 y, por consiguiente, es esta. Posteriormente, en la de ediciones de 'La lectura', Madrid, 1922, se recuperó la original división inicial en 'libros'. Mediante una imagen de la página de la edición de 1644, intercalada entre las páginas o en una nota, se señala la división en libros en esta edición digital.
Basada en la leyenda del Caleuche, la presente novela cuenta el relato de un náufrago que, a su vez, narra lo que escuchó de un chilote viejo y solitario. El misterio y la fascinación que provoca este legendario barco que, tripulado por seres extraños y misteriosos, navega silencioso por las aguas australes, desvaneciéndose entre las brumas de los mares sureños, se une a una historia de amor no menos sorprendente.
Era todavía incipiente la que luego sería intensa actuación de Emilio Rabasa en la vida pública de México, cuando en 1887-1888 apareció la serie de cuatro novelas agrupadas en esta edición: «La bola», «La gran ciencia» (ambas ya compartidas en ePubLibre.org), «El cuarto poder» y «Moneda falsa». A lo largo de las mil páginas de la edición original, Rabasa modela y afina, con una equilibrada seguridad y a base de trazos sicológicos las dos figuras que vienen a ser los arquetipos de la época y el medio que intenta retratarse: don Mateo Cabezudo y Juanito Quiñones. En su tiempo, esta serie de novelas aparece como un esfuerzo de buena factura en el género y de ahínco por no apartarse de las inspiraciones que aporta el auténtico medio de la vida mexicana. El agrado con que hoy se las lee, el recuerdo nada pasajero que nos dejan sus incidencias y gallardías, son testimonios de que la figura de Emilio Rabasa es cifra imprescindible entre los precursores del auge novelístico de hoy.
De la obra de Frederick Hardman, «Peninsular Scenes and Sketches» (Backwoods, Sons. Edinburgh and London, 1846) fue traducida al español por Gregorio Marañón, durante su ausencia obligada de España durante los días trágicos de la Guerra Civil, la parte de la Guerra de la Independencia, en la que se dedica principalmente en realzar la figura de El Empecinado y, secundariamente, la de Jerónimo Merino, y publicada en 1926 con el título «El Empecinado visto por un inglés». Se cuenta en el libro de Hardman, entre otras aventuras, que la causa de que El Empecinado organizase una guerrilla contra la invasión francesa de 1808 fue, desconocemos si es verdad o invención literaria, la ira y el odio a los franceses suscitados por la ofensa que Juanita, su novia y los padres de ésta sufrieron de un sargento languedociano de los dragones franceses que habían pernoctado en Castrillo para recabar alimentos para las tropas invasoras. Como dice Marañón en el prólogo de la edición de 1943: «… se echaría de ver la autenticidad del presente libro, si fuera necesario probarla, en el componente de amor con que Hardman describe a España y a los españoles. Solo un extranjero, y casi nos atreveríamos a decir un inglés, podría decirlo así».
Esta obra, aparecida en 1953, es una colección de 17 cuentos de ambiente rural, en la que Rulfo recrea el ambiente de la provincia jalisciense. La capacidad de Rulfo para dar a cada movimiento el ritmo justo hace que el lector más exigente se deje llevar tranquilo por su mano. Éste es un texto clásico, no en el sentido de inamovible, sino por el contrario, capaz de dialogar con cada nueva generación.
Hace ya tiempo que Emmanuel Carrère ha acostumbrado a sus lectores a esperar de él lo inesperado, y en esta obra monumental, casi diríamos épica y sin duda radical, aborda nada menos que la fe y los orígenes del cristianismo. En sus páginas se entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la fe en un momento de crisis personal marcado por una compleja relación amorosa y el abuso del alcohol, y la historia de Pablo el Converso y de Lucas el Evangelista. Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación mística y pasa de lapidador de cristianos a propagador de la nueva fe que transmuta todos los valores. Y Lucas que escribe la vida de Jesús y a partir del cual nos adentramos en los evangelios primigenios, tan diferentes al Apocalipsis de fuegos artificiales de Juan. En estas dos historias entrecruzadas sobre la fe se suceden abundantes personajes, episodios y reflexiones: la serie televisiva sobre muertos que resucitan en la que participa Carrère como guionista, la canguro ex hippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviques con los que compara a los primeros cristianos, webs porno, visiones eruditas sobre las fuentes originales del cristianismo, la desaparición —¿resurrección?— del cadáver de Jesús… Lo que a Carrère le interesa del cristianismo es su mensaje de transgresión de lo establecido y la desmesura de la fe. Y este libro provocador y deslumbrante es una indagación rabiosamente contemporánea sobre el cristianismo que nos habla de la perplejidad, el dogma, la duda, la redención y la construcción de una fe con mensajes rupturistas y extraños rituales.
Esta ambiciosa novela confirma a Arriaga como uno de los escritores más potentes, intensos y originales de la literatura contemporánea. A sus diecisiete años Juan Guillermo se ha quedado huérfano y completamente solo. Tres años atrás, Carlos, su hermano mayor, ha sido asesinado por unos fanáticos religiosos; abatidos por el pesar, sus padres y su abuela mueren. En el extremo de la rabia y la desesperación, Juan Guillermo jura vengarse. El problema es que los jóvenes religiosos están muy bien organizados, gozan del respaldo de gente poderosa, portan armas, han entrenado artes marciales y, para colmo, están coludidos con Zurita, un comandante de la policía judicial. Con esta permanente sensación de vendetta convive una entrañable historia de amor que impide que el protagonista se deslice hacia el vórtice de la autodestrucción. En paralelo corre la historia de Amaruq, un hombre que en los helados bosques del Yukón se obsesiona en perseguir a un lobo y cuya travesía lo conduce hacia las profundidades de la locura y la muerte.
El abrazo del oso, de Juan Forch, representa un salto cualitativo admirable en la carrera del autor: supera con creces a El campeón, su primera obra e introduce los temas del vicio y la criminalidad mediante el clásico expediente del tercero en discordia, un muchacho homosexual algo delincuente, pero víctima de atroces abusos.
La acción es gradual, crea tensión, drama, suspenso y hasta angustia en el lector a medida que nos internamos en la implacable progresión de hechos que conducen al inevitable final.
Si al comienzo El abrazo... resulta una historia envarada, rígida, sobrecargada, esa impresión se disipa apenas hemos pasado las primeras páginas. En esta novela, el nunca agotado tema de la fuerza, el brío, el ímpetu devastador de la vida se muestra, primero de manera controlada y luego desbordante, por medio de algo que aquí sobra y casi siempre falta en casi todo lo que se escribe y publica hoy en Chile: pasión. Y, junto a ella, coraje, rabia, algo de exceso pero, sobre todo, un plan narrativo inteligente, bien estructurado, con todos los ingredientes, medidos en forma idónea, para construir un verdadero thriller de calidad.
El abrazo... desarrolla, paso a paso, la desintegración individual, ética y familiar del prestigioso y afluente abogado Borja Carvajal, quien, un buen día, ve cómo se lanza una conspiración de proporciones en su contra y, al defenderse frente a ella, termina descubriéndose en tanto ser humano y apenas logra sobrevivir en el intento. Tras arduos esfuerzos que casi le cuestan el pellejo y fruto de los cuales se vienen abajo sus convicciones más profundas -su fe, su ideología, su apego real y auténtico a la clase social de la que es miembro-, Carvajal deja de ser el que era y su entorno se derrumba de modo irreversible, perdiendo, en el camino, a mujer, hijos, parientes, amigos y relaciones.
Galardonada en 2011 con el Premio Booker Ruso a la mejor novela de la década, El abuelo es una monumental obra que hunde sus raíces en la tradición narrativa de los grandes clásicos rusos. En esta oda al pasado reciente, Chudakov nos ofrece un testimonio casi enciclopédico de la vida durante todo un siglo, haciendo especial hincapié en los difíciles años del régimen soviético: el exilio, la represión, el duro trabajo, el hambre… pero también la familia, la tradición ancestral, la cultura, la libertad y la esperanza. Chebachinsk, una ciudad al norte de Kazajistán habitada por exiliados políticos, es el escenario central de esta historia que abarca las vidas de cuatro generaciones y que se desarrolla en torno a las figuras de Antón, el niño que terminará siendo un historiador afincado en Moscú, y su abuelo, un prodigio de fuerza y sabiduría que a los noventa y siete años decide convocar a la familia ante la proximidad de su muerte.
Dominada por la figura trágica del conde de Albrit (desgarrado en su simbólica ceguera entre apariencia y verdad, entre el cariño y la amenaza del deshonor)," El abuelo" pertenece a la serie de novelas dialogadas que, negando el esquema tradicional de distinción de géneros, caracteriza la última etapa de la obra de Benito Pérez Galdós (1843-1920). Representada con frecuencia a partir de 1904 (año en que fue adaptada a la escena por el autor) y llevada al cine y a la televisión, es una de las obras galdosianas más debatidas y de mayor intensidad dramática
Un taxi se sale inexplicablemente de la calzada y se estrella en la carretera que lleva al aeropuerto de Viena. Como consecuencia del choque, los dos pasajeros, un hombre maduro y una mujer joven, ambos de nacionalidad albanesa, resultan muertos. Las investigaciones policiales no consiguen aclarar qué fue lo que despistó al taxista al mirar por el retrovisor como para perder el control del vehículo. El asunto queda archivado como un mero accidente, aunque con el calificativo de extraño. Meses más tarde, los servicios de inteligencia serbios y albaneses primero, y un investigador anónimo después, reclaman el expediente e inician sus propias pesquisas. El fallecido, Besfort Y., era un experto para asuntos balcánicos del Consejo de Europa que había seguido de cerca el proceso de descomposición de Yugoslavia, especialmente la guerra de Kosovo. La mujer que lo acompañaba, Rovena, se había entrevistado con él en distintos hoteles de toda Europa, por lo que podría estar implicada en las nunca desveladas actividades de Besfort. A través de los indicios policiales, testimonios de amigos y conocidos, un diario de Rovena…, se va trazando un bosquejo de la personalidad de los fallecidos y, sobre todo, de su particular relación amorosa. Novela de intriga política, novela sobre la investigación de un crimen, novela de amor…, El accidente es una de las obras más peculiares de Kadaré.
La acción de «El acoso» transcurre durante los 46 minutos que dura la ejecución de la «Sinfonía Heroica» de Beethoven en un teatro de La Habana donde se ha refugiado un joven que ha pasado del combate político a la acción terrorista y, mediante la tortura, a la traición. Sus antiguos camaradas, convertidos ahora en sus perseguidores, lo aguardan en las filas de atrás. Sirviéndose de su portentoso dominio del lenguaje y de la técnica narrativa, Alejo Carpentier recrea en esta novela a través de una pluralidad de voces —el narrador, el acosado, el taquillero del teatro— tanto el clima político que se vivió en Cuba durante los turbulentos años de la dictadura de Gerardo Machado, como los aspectos que nos dan la clave para entender la vida del protagonista (su militancia política, sus relaciones amorosas y familiares, sus inquietudes religiosas y el desgarramiento de su conciencia).
El adolescente , novela que tiene como principal protagonista a un joven ruso que admira u odia a su padre según sean las influencias contradictorias que recibe. La vida del adolescente y de un retablo de personajes, maravillosamente caracterizados por Dostoyevski, que bullen en torno a él, va creando un crescendo en la novela, que es lo que mueve al lector a no abandonar la lectura hasta la última página.
Un adolescente de la periferia de Madrid narra a lo largo de once relatos sus desventuras junto a su pandilla de amigos con los años ochenta como escenario. El protagonista es un joven perdedor con un puntito de suerte que vivirá el tránsito vital a la adolescencia en el verano previo al instituto y descubrirá la cara más dolorosa del amor y el valor de la amistad. A través de estos relatos, Carlos Arroyo Cobos hace una radiografía de la sociedad de la época. El adolescente que lloraba con las películas de kárate es una novela ágil y divertida que se convertirá en el libro de la generación de la E.G.B.
Enreciente artículo periodístico Fernando Benítez (1912) señala: «México ha sidosiempre un país de caciques [término] que podría aplicarse en la Colonia a los encomenderos,a los curas, a los mineros y a los rapaces alcaldes mayores. Al hacernosindependientes, los caciques se llamaron generales y ejercieron el poderpracticando sistemáticamente el cuartelazo […] sin que desaparecieran lospequeños caciques: acaparadores, prestamistas, tenderos o dueños de tierras.»El aguaenvenenada (1961),basada en un hecho real, es una novela sobre el caciquismo, tratado comoinstitución, mediante la reseña de un caso particular: la lucha de lospobladores de la pequeña ciudad de Tajimaroa —hoy Ciudad Hidalgo, Mich.— contrael cacique dueño de un aserradero cuya prepotencia soportaron durante 30 años;lucha en ascenso continuo, que culmina en los hechos sangrientos que genera laviolencia popular espontánea que surge cuando la actitud del cacique cierratoda posibilidad de entendimiento. Con el fin de presentarplanos narrativos en que aparezcan todas las partes en conflicto, Benítezescoge como narrador al sacerdote del lugar quien, en su afán conciliador, seve envuelto en el conflicto. Sería erróneo considerar esta novela como una Fuenteovejuna local: la verdadera justicia quedapendiente. Dada la fecha de su aparición es, más bien, vaticinio deacontecimientos más graves. Crueldad y muerte son descritas sin concesiones parael lector, que difícilmente podrá dejar la lectura de este libro verdaderamenteimportante.
El agua ha sido siempre, para Alberto Vázquez-Figueroa, una obsesión. Las difíciles circunstancias de su infancia y adolescencia le llevaron a padecer desde pequeño la escasez de agua potable, y a identificarse con los millones de seres humanos cuya subsistencia se ve en peligro a causa de la sequía. El agua ha sido siempre, para Alberto Vázquez-Figueroa, una obsesión. Las difíciles circunstancias de su infancia y adolescencia le llevaron a padecer desde pequeño la escasez de agua potable, y a identificarse con los millones de seres humanos cuya subsistencia se ve en peligro a causa de la sequía. El agua prometida es el apasionante relato de esta obsesión, la historia de una vida rodeada de circunstancias dramáticas en la que el agua salada abunda por doquier, pero donde el agua potable es un bien escasísimo. Alberto Vázquez-Figueroa cuenta su vida, y la increíble ocurrencia que le condujo a encontrar un método que permite obtener cantidades ingentes de agua desalinizada a precios razonables, y solucionar de este modo el principal problema de la España seca. Este libro es, pues, la historia de una aventura, pero de una aventura que ocurre en la vida real, y trata del esfuerzo de un hombre por ofrecer una respuesta a uno de los más graves problemas de nuestro tiempo. El agua prometida es el apasionante relato de esta obsesión, la historia de una vida rodeada de circunstancias dramáticas en la que el agua salada abunda por doquier, pero donde el agua potable es un bien escasísimo. Alberto Vázquez-Figueroa cuenta su vida, y la increíble ocurrencia que le condujo a encontrar un método que permite obtener cantidades ingentes de agua desalinizada a precios razonables, y solucionar de este modo el principal problema de la España seca. Este libro es, pues, la historia de una aventura, pero de una aventura que ocurre en la vida real, y trata del esfuerzo de un hombre por ofrecer una respuesta a uno de los más graves problemas de nuestro tiempo.