Desde que lo vieron desmontar, sujetar el caballo frente al saloon de la bella Framy, subir lentamente al soportal y arrimarse a una columna para mirar la calle, se dieron cuenta de que el joven forastero era de los que pisaban fuerte. Precisamente por el abandono con que mantenía la figura, por aire cansino que se desprendía de todos sus movimientos. Muchos de los que lo observaban, al darse cuenta de la perfección de su cara, pensaron en Danl Romack. Era el que formaba pareja con Framy. Siempre había sido el gallo de pelea, donde húbose un hombre con buena planta y una mujer que disputar.
Volvió la cabeza, irguiéndose en los estribos, y los vio a lo lejos, continuando tenaces e incansables la persecución. Eran veinte o veinticinco apaches y ya habían sostenido un encuentro con ellos. Realmente, Rob Harvey no había sido el primero en chocar con los indios. Ni siquiera se le había pasado tal posibilidad por la mente. Lo que había ocurrido era que su inesperada ayuda a la pequeña caravana atacada por los apaches había desconcertado a éstos momentáneamente, permitiendo luego a varios blancos emprender la huida.
Jocy Lavine, estrujando entre sus nervudas manos el tosco pliego de papel que uno de sus peones había encontrado clavado en la puerta del rancho, leía y releía el contenido de la misiva y una terrible rabia, mezclada con una buena dosis de temor, se había apoderado de él. La misiva, sin firma alguna, aunque no hacía falta dicho requisito para saber de quién procedía, decía...
Era una tierra dura, para hombres duros. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Lefy había realizado un viaje molesto de más de ochenta millas a caballo, para llegar al poblado y pese a ser un hombre joven, alto, robusto, de buen ver y de rasgos enérgicos, acusaba cierto cansancio, por lo que estaba deseando poner fin a su cabalgada y asentar sus huesos, durante un tiempo que no podía calcular, durmiendo sobre un blando colchón y sin necesidad de quebrantar su esqueleto con jornadas agotadoras. Lo primero que hizo cuando descubrió el hotel, fue detener el sudoroso y sucio caballo ante la entrada, ascender los tres escalones y penetrar en el hall. Al descubrir en él un pequeño bar, se acercó a la barra preguntando: —¿Qué puede usted ofrecerme para arrancarme el polvo que obstruye mi gaznate?
Su caballo estaba dando claros síntomas de agotamiento. Dan Warth lo entendió así cuando el animal tropezó impensadamente. Le costó rehacerse más de lo ordinario. Lo malo era que necesitaba aprovechar hasta el último gramo de fuerza del cuadrúpedo. Volvió la cabeza cuando su caballo hubo estabilizado el cada vez más lento galope. Sus perseguidores le ganaban terreno poco a poco. Dan Warth no sabía quiénes eran ni por qué le perseguían. Una cosa era cierta: estaban dispuestos a asesinarle apenas le dieran alcance.
Era un lobo con piel de cordero. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
De ordinario en aquella época en que las minas de la cuenca del Sacramento eran una ubérrima realidad, todos los locales de vicio de la ciudad rebosaban de bulliciosos y también peligrosos clientes, afincados en las minas, donde ganaban buenos sueldos que en cuanto tenían ocasión los derrochaban tontamente en beber, en jugar y en captarse el favor de alguna de las muchas muchachas que actuaban en los locales. El oro era un irresistible imán que atraía a hombres y mujeres como un espejuelo fatal. Ganar dinero era la tónica dominante y tanto daba una forma como otra, si al final se conseguía el objetivo.
Para un kentuckiano sólo hay dos cosas en el mundo que merezcan su atención y su dedicación: los caballos pura sangre llevados al Estado por los primeros colonos llegados de Inglaterra y el bourbon que envejezca en cubas de encina hasta adquirir la suavidad que le ha hecho célebre. Fuera de estas dos cosas y en algunas ocasiones más escasas, el tabaco, para un natural de este Estado sobra lo demás y es capaz de matarse con su sombra si alguien habla despectivamente del sabor de su célebre whisky o afirma que hay caballos mucho mejores que los que se crían en la zona de Lexinton.
Estaba marcado por un delito que no había cometido. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Prefería luchar a través de la justicia. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Estubo un rato en la cuadra de la posada, atendiendo a su caballo y hablándole: —Saldremos temprano, «Escamón»… Come y descansa —fue lo último que le dijo. Cruzó el patio y emprendió la escalera que conducía a las habitaciones. Ya era medianoche. La llave estaba puesta en la cerradura. Al ir a darle la vuelta, advirtió que era innecesario. Se dio cuenta de que dentro había luz, muy amortiguada. Al tiempo que con el pie empujaba la puerta, desenfundaba. —¡Calma, muchacho! ¡Gente de paz!
Atacar por la espalda era su norma favorita. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.
Querían cobrar su deuda con plomo. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Lou Derringer miró al fondo de la calle.
Contó los enemigos que tenía enfrente. Ya su primer cálculo había resultado acertado. Él no se equivocaba fácilmente en esas cosas. Le había parecido advertir que eran ocho.
Y eran ocho.
Ocho hombres armados.
Ocho para un solo enemigo. Querían asegurarse el golpe.
Nada doblegaba el temple de aquellos seres. Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.
Sí. Había sido un sano consejo. Lo malo es que no lo siguió. No del todo, cuando menos. Había llegado a Roscoe. Había pedido cerveza y cena. Había solicitado pienso para su montura. Todo se lo habían proporcionado. Había pagado. Y se iba a marchar. Justamente entonces, la tentación surgió con figura de mujer. De mujer rubia, bonita y engañosa. Como la serpiente bíblica en el Paraíso.