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Bolsilibros - Búfalo Roja 1033. Cerca del sol, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Era una pared blanca. 
Muy blanca. Pero salpicada de desconchados. Debajo se descubría el adobe. Y los boquetes de bala. También había manchas oscuras, como de óxido. 
Pero él sabía que no eran de óxido. Habían sido rojas en principio. De un rojo violento y pastoso. Goteante, incluso. Se descubrían los regueros de esas gotas, deslizándose hacia el suelo de tierra caliente y rojiza. 
Con el tiempo, la sangre se oscurece. Y parece óxido. Como ocurría en aquella pared encalada de la vieja casona vecina a la iglesia católica del villorrio. La torre de la iglesia sobresalía por encima de la tapia. Sin duda había sido mudo testigo de muchos fusilamientos. De muertes violentas. De ejecuciones sumarias.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1058. Sed de oro, sed de sangre, de Clark Carrados

Novela, Aventuras

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1068. Órdenes especiales, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

El jinete desmontó ante la oficina del sheriff, echando un vistazo a lo largo de la calle principal. Todos los locales de diversión se hallaban cerrados. Sonrió tranquilo y consultó su reloj. Las agujas marcaban las cuatro en punto de la madrugada. Amarró el caballo a la barra y se acercó a la puerta de la oficina. Dio unos golpes suaves y esperó.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1070. La dama apretaba el gatillo (2ª Ed.), de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Burt Forrest sonrió. Sabía que estaba a salvo. Definitivamente a salvo. Ya no le ahorcarían en la cercana población. La frontera estaba cerca. Y su enemigo, fuera de combate. Por una vez, el implacable cazador de hombres había sido cazado. Por primera vez, el temible buscador de recompensas, el despiadado bounty killer, había sido derrotado por su adversario. Burt Forrest contempló su revólver, todavía caliente, despidiendo ligeras volutas de humo por su largo cañón azulado. Se sintió orgulloso de su arma infalible. Y de su propia rapidez y buen pulso en el disparo. Habían dependido muchas cosas de aquel único disparo, hecho contra el hombre a quien todos temían en el Sudoeste. Y no había errado el blanco.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1077. Caciques de la muerte, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

—No tardaremos en llegar, miss. Ya le dije que la ropa que lleva puesta le molestaría. Viajará mucho más tranquila si se pone unos pantalones y una camisa. Irá más protegida contra el polvo. Ese vestido tiene que darle mucho calor. Esta tierra es muy distinta de la que viene. —¿Estuvo alguna vez en el Este? —No, nunca estuve, pero he oído hablar tanto de esas grandes ciudades que en muchas ocasiones yo mismo he llegado a creerme que estuve en ellas. La elegante muchacha dejó al descubierto su perfecta dentadura al reír.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1082. Shark pidió venganza, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1126. El árbol del extraño, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Era un árbol singular. Alto, retorcido, casi desnudo. Ennegrecido y como abrasado. De ramajes sin hojas, extendidos hacia la altura, igual que brazos sarmentosos que clamaran por algo que nadie sabía qué pudiera ser. Era como un espectro erguido en el yermo, con el fondo de las colinas de raquíticos arbustos, hierbajos y piedras. Un fantasma negruzco y hosco, en medio de un paraje desolado y casi siniestro.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1170. El tren de la calavera, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1198. Un gringo llamado «Muerte», de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1228. Tejanos, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Andy Baker, teniente de los rurales, muy conocido en la ciudad fronteriza de El Paso y al mismo tiempo uno de los hombres más temidos por todos aquellos que tenían cuentas pendientes con la ley, entró acompañado por dos de sus hombres en el local en que Mary trabajaba.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1267. Johnny regresa, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Naco. Era el nombre. Aparecía en el tablón, claveteado a un árbol. Naco. Nuevo México. A dos millas, la frontera. Y México. La diferencia no se notaba. No podía notarse. Las casas eran de adobe en su mayoría. Blanqueadas. Como huesos al sol. Otras, de madera, secas y crujientes, como momias desecándose en el ardiente calor del Sudoeste. Naco no era muy grande. Ni muy poblado. Tenía cerca otros lugares más populosos y conocidos: Nogales, Tombstone, Mescal, incluso Tucson, algo más al Norte, siguiendo la doble ruta de metal centelleante, montada sobre traviesas, de la South Pacific.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1283. Caciques de hierro, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1309. La carrera de tres millas, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

El temor a los Devine era colectivo. Pero esto no tenía nada que ver con la estimación. 
Tenían un equipo que habían sido seleccionado entre lo peor que llegaba a Nuevo México. 
Todos aquellos que en el territorio ganaban algún ejercicio en las fiestas locales eran buscados por el viejo Devine y la oferta, tentadora, les hacía aceptar el trabajar para él.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1346. Senda de los mormones, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Todo fue muy rápido. Tanto, que nadie pudo evitar la muerte. A pesar de que eran muchos. A pesar de que había amplio terreno para huir. A pesar de todo… nadie escapó a su trágico destino. El ataque estuvo perfectamente planeado y ejecutado. No se olvidó un solo detalle. Ni el más mínimo. Por eso cayeron todos. Hasta el último de ellos.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1355. Es mi venganza, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Paró su caballo. Era allí. Justamente allí. No se podía olvidar. Ni siquiera en tantos años. Una cosa así no se olvidaba jamás. Por eso estaba ahora erguido sobre la silla, mirando el cartelón semicaído, borroso y carcomido: «SILVER SANDS.» —Silver Sands... —leyó con calma. Recreándose en ello, como si necesitara confirmar de viva voz aquel nombre, diluido por el sol del desierto, por la lluvia y los vientos de años y más años... Siguió adelante. Él cartel indicador quedó atrás, tumbado sobre la cuneta del sendero polvoriento.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1375. Sangre y plata, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1399. Los que tienen sed, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Intentó incorporarse. Se aferró a la pierna del más cercano a él, pero no fue mucho más allá. Recibió un patadón en la otra pierna. La bota se estrelló en su boca, partió su labio y éste derramó sangre entre borbotones. Sintió crujir su dentadura, pero milagrosamente continuó adherida a la encía, aunque ésta pareció abrirse en mil grietas dolorosa


Bolsilibros - Búfalo Roja 1416. Pistoleros del oeste, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

El caballo, diestramente guiado por el enérgico jinete que le montaba, esquivó de un salto prodigioso un pequeño matorral en apariencia, pero que encerraba en su seno duros bloques de granito en los que, de no ser por el salto, podría haberse astillado una o las dos patas delanteras del noble bruto. Y después de esta audaz maniobra, oíase más cerca el piafar asustado del potranco, que desde hacía semanas era perseguido sin cesar, poniendo de manifiesto resistencia y habilidad por parte de perseguido y perseguidor.Dan Pook iluminó su taciturno, de ordinario, rostro y preparó el lazo, animando a su caballo para no amainar en el galope, que tra-zaba sobre el salvaje paisaje que lo rodeaba, un aguafuerte de hermosura sin par.Por fin el círculo bamboleante de cáñamo salió de la mano que segundos después demostraba su fortaleza al aguantar la terrible tensión a que obligó el deseo de huir del potranco una vez que se sintió oprimido por la cuerda.—¡No! ¡Ya es inútil...! Tu lucha ha sido admirable y me has alejado muchas millas de mi retiro, pero ya no te escapas —monologó Dan Pook con las facciones radiantes de un placer inmenso largo tiempo deseado.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1417. ¡Buen pistolero, sí, señor!, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

En el bar estuvo hablando Johnson sobre la fiesta que quería dar con motivo de la terminación del rodeo e invitó a los amigos para que acudieran con sus familias. Para los vaqueros jóvenes era motivo de gran alegría lo de la fiesta. El capataz de Hamiton se ofreció para ser uno de la conducción que iba a realizar, y Johnson aceptó, encantado. —No has debido comprometerte con Taylor —opinó la hija.


Bolsilibros - Búfalo Roja 1455. Texas rangers, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Veintiuno de abril de 1836. Por auténtica sorpresa, Sam Houston gana la batalla de San Jacinto. El general mexicano Santa Ana, cae prisionero de los tejanos de Houston. Ante la amenaza de ser colgado, el general, dictador de México, accede a cuanto le exigen sus captores. De ese modo, el 14 de mayo de 1836, se proclama la independencia de Texas.