El verano de 1920, F. Scott y Zelda Fitzgerald, tres meses de casados y hartos de la tediosa Nueva Inglaterra, deciden jubilar su destartalado coche para embarcarse en un simulacro de odisea desde Connecticut a Alabama en busca de las «galletas y melocotones» propios de la infancia de Zelda. El crucero de la Chatarra Rodante, documenta una desventurada y simpática picaresca salpicada por momentos cómicos, desesperación y peligro de muerte, donde el coche resulta ser tan recalcitrante e impulsivo como sus pasajeros.
Jack London, un maestro de las novelas de aventuras, nos relata aquí una aventura real: su propio viaje a través del océano Pacífico. La permanente búsqueda de nuevas vivencias lo llevó a encargar la construcción de un velero de quince metros aparejado en queche, en el que empleó una verdadera fortuna y no menos paciencia. Sin saber mucho de navegación, zarpó de San Francisco a bordo del Snark cuyos defectos incluían la falta de estanqueidad y la incapacidad de orzar y ponerse proa al viento. Le acompañaron su mujer y unos amigos. La determinación y el espíritu aventurero que los guiaba los llevó hasta Hawai, de allí a las islas Marquesas y más tarde hasta las islas Salomón; en todos estos lugares se vieron desbordados por la hospitalidad de la gente de los Mares del Sur. Jack London nos narra la vida de las islas y la dureza y los peligros de una singladura oceánica de dos años de duración, en este apasionante relato donde se combinan la aventura y la navegación con el interés científico de un verdadero antropólogo.
«El cuaderno rojo» fue definido por Italo Calvino como «uno de los libros de memorias más divertidos que he leído, la novela que, cuando fui joven, y si hubiera sido ciudadano de otro siglo, me habría gustado vivir y escribir». Lo hizo, para Calvino y para nosotros, uno de los grandes autores franceses de finales del XVIII y comienzos del XIX, un hombre lleno de fértiles contradicciones: el cáustico, sentimental, descreído y apasionado Benjamin Constant. Estas memorias suyas de juventud recorren media Europa y media vida: sus amigos, sus amores, sus deudas, sus duelos… Un joven que se envenena a sí mismo para aparentar una pasión, un muchacho que contraría a su padre a pesar de la devoción que siente por él, un hombre que dibuja a la perfección los personajes con quienes se relaciona. De Lausana a París, de Calais a Edimburgo. En una etapa histórica llena de cambios. «He escrito muchas biografías y muchos estudios “ingleses”, y siempre, siempre, he tenido como referente para ello, aun sin confesarlo, las memorias de Constant». André Maurois
Documento único en su género, El cuaderno secreto. Iván Maiski, embajador soviético en Londres, 1932 y 1943, es el diario de un testigo y actor político privilegiado en la década más dramática del siglo XX.
Haciendo gala de una brillante capacidad narrativa, este hombre fascinante y singular nos da acceso a los entresijos de la alta política y a sus jugosas observaciones sobre los personajes más relevantes, así como a sus propias maniobras, siempre en la cuerda floja, para sobrevivir a la purga estalinista.
Espléndidamente editado y comentado por Gabriel Gorodetsky, El cuaderno secreto ilumina los sucesos más relevantes relacionados con la Segunda Guerra Mundial y cambia nuestra visión de la diplomacia de su tiempo.
Con este significativo título, el más universal de los escritores daneses, autor de cuentos tan populares como «El patito feo, La sirenita» y tantos otros, nos dio un relato de su vida que no sólo nos proporciona las claves para entender su original y compleja personalidad sino también para comprender mejor los argumentos de sus famosísimas cuentos.
El cuento de nunca acabar permite al lector, como ningún otro libro, conocer y disfrutar el rico pensamiento y el extraordinario mundo que caracterizaron la obra y la vida de esta autora salmantina. «Lo que Carmen Martín Gaite se propone es dirigirse al lector de su libro como ese niño que ha de aprender a leer y se resiste… La autora nos invita a almorzar literatura, no a sentarnos ceremonialmente a la mesa de la literatura. Por eso su texto adquirirá el aire de divagación que no deja de recordar a sus cuadernos de todo, esos cuadernos en donde iba apuntando y explayando lo que se le ocurría al paso de la vida y de la escritura y cuyo nexo de unión era, naturalmente, la mirada del narrador. En verdad hay que decir que El cuento de nunca acabar es, además, el diario de una escritora.» José María Guelbenzu
«En ocasiones los libros son como las armas de fuego: los carga el diablo. De manera sorpresiva se disparan y uno no sabe muy bien por qué, hasta que se da cuenta de que han herido supuestamente en su vanidad o en su honor (que a veces son lo mismo) a alguien que pasaba por allí. Los escritores disponen de unos instrumentos que de pronto se convierten en escopetas que dan en un blanco que jamás hubieran imaginado. Incluso de manera cómica le llenan el culo de perdigones —siempre molestos, aunque no letales— a tipos en los que jamás hubiera pensado que les pudiera afectar, porque suponía que estaban blindados frente a los efectos de la letra impresa». Esta obra nació de una pregunta insatisfecha: ¿qué fue sucediendo para que los mandarines, las figuras críticas de nuestra cultura de los años sesenta, se fueran haciendo cada vez más conservadoras, hasta convertirse en institucionales? Fruto de un exhaustivo y documentado trabajo de investigación de diez años y escrito en una prosa sobresaliente, El cura y los mandarines (Historia no oficial del Bosque de los Letrados). Cultura y política en España, 1962-1996 es un magistral y agudo relato del devenir de los intelectuales —académicos, novelistas, poetas, políticos y artistas— que conforman la cultura institucional española de la segunda mitad del siglo XX. Tomando como hilo conductor la figura del «cura» Jesús Aguirre —quizá el más exitoso de los intelectuales de su generación, que no el más el brillante, ni mucho menos—, Gregorio Morán, uno de los últimos y más grandes representantes del periodismo crítico, presenta una implacable historia intelectual de la cultura española y sus protagonistas entre 1962 y 1996. Obra polémica, aguda y descarnada, El cura y los mandarines no dejará indiferente a nadie y será un hito indiscutible y una lectura ineludible en la interpretación y el magisterio de nuestra historia reciente.
LaComisión constituida para rendir homenaje al glorioso General Mola, al decidirla publicación de sus obras completas, encarga al autor de estas líneas laredacción del prólogo, sin duda por la circunstancia de haber permanecido a sulado durante los primeros meses del Movimiento y gozado de su estimación yconfianza —honor que jamás olvidaré— y ser testigo presencial de los trabajos ysituaciones gravísimas que tuvo que vencer en aquel período. […] En eltranscurso del tiempo, cuando los acontecimientos que tan reciente eintensamente hemos vivido vayan perdiéndose en el recuerdo, acontecerá en elpaisaje histórico lo que en el geográfico, y es que en las lejanías sólo se recortanlas cumbres, y una de las cumbres del Glorioso Movimiento Nacional de España laconstituirá, sin duda alguna, el General Mola. JUAN ANTONIO BRAVO. La Paca (Asturias), veranode 1939.
El conocido históricamente como desastre de Annual ocurrió en el verano de 1921, entre el 21 de julio, cuando los rifeños rebeldes liderados por un antiguo moro amigo de España, Mohamed Abd-el-Krim, ocuparon la posición española de Igueriben, y el 10 de agosto, con la rendición y matanza en Monte Arruit. Entre medias, miles de militares españoles sufrieron un auténtico viacrucis al emprender una retirada desesperada y condenada al fracaso. Las noticias de tales hechos, así como el posterior cautiverio de centenares de militares y paisanos españoles, conmocionaron a España entera y fueron causa directa de varias crisis políticas como el golpe de estado y la dictadura de Miguel Primo de Rivera así como la posterior caída de la monarquía de Alfonso XIII. Aquella trágica derrota del ejército español fue el comienzo de la última guerra colonial española, que duró seis años y finalizó con la ocupación militar del Protectorado de España en Marruecos. En este libro, Gerardo Muñoz cuenta cronológica y detalladamente los hechos acaecidos durante el Desastre de Annual, pero también lo sucedido durante la campaña militar del resto del año 1921 y las dramáticas experiencias vividas por algunos de los españoles capturados. Y lo hace resaltando el factor humano, es decir, a los protagonistas; no solo a los militares de mayor graduación, sino también a muchos jóvenes que formaban parte de la tropa y que son los grandes olvidados de las crónicas oficiales. Entre los protagonistas Muñoz dedica un capítulo especial a la familia de Abd-el-Krim, fundador de la República del Rif, clarificando algunas cuestiones vitales para entender la dinámica de los hechos y el contexto en el que estos se desarrollaron.
A través de sus artículos periodísticos, con un lenguaje irónico y divertido, Guadalupe Loaeza nos hace un recuento de la trayectoria política y personal de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera en Los Pinos.
En El despeñadero de los Peña, la renombrada escritora nos da un panorama del sexenio peñista desde distintos ejes temáticos: la relación de EPN con las televisoras, sus traspiés como candidato a la presidencia, su historia personal y relaciones sentimentales, los escándalos de corrupción y las crisis de gobernabilidad durante su sexenio, la relación bilateral con Estados Unidos tras la victoria de Trump, así como el legado de su gobierno.
Miembro de la generación que creció durante la Revolución Cultural china, Guanlong Cao narra en estas singulares memorias su vida en Shanghai junto a su familia, emigrada desde el campo al comienzo de la revolución comunista. Con fino sentido del humor y gran valentía para enfrentarse a sus recuerdos, Cao relata la obligada adaptación del grupo familiar a un entorno hostil, tanto por la penuria material como por la represión política, en una sociedad que abandona bruscamente los modos tradicionales de vida. Pequeñas e inolvidables historias de todos los días —el baño, el mercado, el policía del barrio, la comida, la escuela— componen un inspirado fresco de una de las épocas más turbulentas de la historia contemporánea y nos acercan a la vida real de sus protagonistas.
Amado y seguido por las masas, teórico y agitador, creador del Ejercito Rojo, cerebro de la Revolución de Octubre, organizador, revolucionario y amigo íntimo de Lenin. Sin embargo, León Trotsky NO FUE SUCESOR DE LENIN. Por el contrario, Trotsky fue perseguido, desterrado y su nombre, fotos y glorias fueron borrados de todos los libros, discursos y museos de la URSS. ¿POR QUÉ? Bueno, el objeto de este libro es contestar con dibujos, historietas, fotografías y humor ese ¿POR QUÉ?
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos y enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes. Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
Era costumbre del Che en su vida guerrillera anotar cuidadosamente en un Diario personal sus observaciones de cada día. En las largas marchas por terrenos abruptos y difíciles, en medio de los bosques húmedos, cuando las filas de los hombres, siempre encorvados por el peso de las mochilas, las municiones y las armas, se detenían un instante a descansar, o la columna recibía la orden de alto para acampar al final de fatigosa jornada, se veía al Che —como cariñosamente lo bautizaron desde el principio los cubanos— extraer una pequeña libreta y con su letra menuda y casi ilegible de médico, escribir sus notas. Lo que pudo conservar de esos apuntes le sirvió luego para escribir sus magníficas narraciones históricas de la guerra revolucionaria en Cuba, llenas de contenido revolucionario, pedagógico y humano. Esta vez, gracias a aquel invariable hábito suyo de ir anotando los principales hechos de cada día, podemos disponer de una información pormenorizada, rigurosamente exacta e inapreciable de aquellos heroicos meses finales de su vida en Bolivia.
Antonio Pérez Henares narra en el El diario del perro «Lord» la relación de amistad que le unió a su perro de caza y compañero durante sus 16 años de vida. Se trata de un homenaje que el escritor ha querido dedicar al ser que le ha acompañado en sus viajes y a lo largo de su vida. Esta historia, la de su experiencia con el que se considera el mejor amigo del hombre, está contada en primera persona perruna. Son unas memorias, un diario del propio perro y su compañero, que en este caso es el autor.
A lo largo del libro, se van desgranando vivencias comunes, desde los días de caza hasta las tardes de trabajo en las que «Lord» y el autor compartían el despacho y el sofá.
Un canto a la vida y a la naturaleza.
David Jiménez, corresponsal y reportero de guerra durante dos décadas, fue nombrado por sorpresa director de El Mundo. El ilusionante reto profesional terminó en una cruenta batalla por el control del diario y provocó su despido tras un año en el cargo. Jiménez destapa en este libro la podrida red de presiones, influencias y favores que se establece entre el poder económico, el poder político y la prensa que supuestamente debe vigilar a los dos primeros. Ministros, banqueros, consejeros delegados, comisarios corruptos y periodistas de dudosa moralidad protagonizan esta historia sobre las intrigas del mundo del periodismo y los hilos secretos que gobiernan España.
Antony Beevor ha alcanzado justa fama universal con sus libros de historia del siglo XX, entre los que sobresalen los «bestsellers» «Stalingrado», «Berlín. La caída» y «La guerra civil española», traducidos a más de treinta idiomas. El secreto de su éxito está en su portentosa capacidad para dotar de carne y sangre, de vida, a las criaturas históricas que pueblan sus libros. El puntilloso rigor del documentalista se convierte, por el arte de Beevor, en brillante narración donde no se sabe qué admirar más, si su solvencia histórica o la irresistible adicción literaria que suscita. Ahora, el genial escritor vuelve a maravillamos con su narración del Día D. Tras largos años de trabajo en archivos que sus predecesores no pudieron consultar (más de treinta, en media docena de países), ha escrito lo que nos parece una obra total sobre la experiencia de la guerra: los preparativos de la invasión de Normandía por las fuerzas aliadas, la disciplinada resistencia de los soldados alemanes, el enfrentamiento, terrible, en las cabezas de playa, el penoso avance en territorio francés con batallas tan fieras como las que se libraban en el frente oriental, el calvario de los civiles franceses masacrados por ambos bandos, las miserables disensiones entre los jefes militares, o la visión, casi insoportable, de la exacción más terrible de la guerra: los heridos, los desnudos y los muertos. «Beevor es un maestro en el arte de dar nueva luz a temas ya conocidos. Ha reunido una gran cantidad de nuevas fuentes, voces y anécdotas inéditas para crear una saga tan vívida como sus anteriores narraciones de “Stalingrado” y “Berlín. La caída: 1945”. El relato del Día D es espectacular. Nadie sabe mejor que Beevor cómo traducir la aridez de la historia militar en un relato humano vivo, conmovedor e impactante. Su libro ofrece un millar de escenas de drama, terror, crueldad, compasión, coraje y cobardía. Una poderosa narración de la batalla de Normandía difícilmente superable». MAX HASTINGS
Al final de una conferencia en que Whitman ha cantado vibrantemente la fraternidad universal, la joven antropóloga Louise Waterman le hace conocer el genocidio que los colonos de su propia comunidad están llevando con rigor sistemático contra los integrantes aborígenes del pueblo yana, de extraordinaria riqueza cultural y antropológica por la naturaleza de su estilo de vida. El gran poeta, desolado, le pide a su interlocutora que narre esa historia para que todos la abominen.
«Quien sobreviva a este día, y regrese salvo a casa, se pondrá de puntillas cuando este día sea nombrado…». Con estas inmortales palabras de William Shakespeare terminó la arenga el comandante C. K. «Banger» King, de la 3.ª División británica, que iba a desembarcar en la playa Sword durante la primera oleada el 6 de junio de 1944. «El día más largo», es el fruto de casi diez años de trabajo y más de mil entrevistas con personajes que vivieron los acontecimientos. Sin duda ofrece la visión más humana de lo que fue el desembarco de Normandía, en la que se reflejan los testimonios de alemanes, franceses, británicos, canadienses y estadounidenses. A través de estos testimonios Ryan consigue sumergirnos en los acontecimientos y nos narra los acontecimientos de aquellos que participaron en la batalla que se libró en las playas de Normandía, desde la perspectiva de quienes se encontraban a ambos lados de la orilla. Es una narración de los hechos hecha por los protagonistas: anónimos y los no tan anónimos de aquellos días, conseguida a través de documentos oficiales y entrevistas, sin aportar un análisis de los hechos, sólo la detallada reconstrucción del Día D, relatándonos minuciosamente los días antes del importante ataque desde todos los participantes. Desde la nerviosa espera alemana, lo que sintieron los franceses durante las primeras horas de la liberación de su país y el valor de las fuerzas atacantes.
En esta «novela de no ficción», Camila Fabbri busca la manera de narrar una tragedia que irrumpió en la vida de una ciudad, pero sobre todo en la de miles de adolescentes para quienes Cromañón representó el fin de la inocencia.
Fabbri estuvo en el recital de Callejeros la noche previa a ese fatídico 30 de diciembre de 2004. Enseguida supo del incendio que arrasó con tantos chicos, envenenados por el humo negro en el momento preciso del pogo, de la exaltación, de la felicidad compartida. Quince años después, la escritora posa la mirada sobre la chica rolinga y claustrofóbica que era entonces y entrevista a amigos, amigas, padres, madres y testigos, para indagar en la forma que toma un drama colectivo en el tiempo y en ese dolor, a la vez personal e identitario.
El día que apagaron la luz es una ficción verdadera sobre los sueños y las pesadillas que poblaron las cabezas de esos jóvenes, una crónica fragmentada sobre los modos de construirse adulto y un relato emocionante sobre la confusión de vivir. Fabbri escribe una novela de voces múltiples, pero siempre cerca de la adolescente que fue. Y con la literatura como posibilidad, vuelve a preguntarse por ese día en que su generación se topó con la muerte.