James Joyce, sin duda, el más importante renovador de las letras de nuestro siglo.
Aunque más conocido por su novela Ulises , su obra poética también ha merecido los elogios de los más exigentes críticos y está reconocida como una de las cumbres de la poesía inglesa.
Esta es una colección única en su género: la edición, en versión bilingüe, de la obra completa de uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. Al acometer esta empresa se han tenido en cuenta, principalmente, ofrecer la obra completa, no antología u obra fraccionada, por cuanto se ha creído que esto ocultaba la posibilidad de que el lector conociera en toda su complejidad la intencionalidad del poeta a través de las distintas etapas de su vida. El otro elemento a considerar es la versión bilingüe, en que la traducción simplemente es un elemento de ayuda para la comprensión del texto original y, en consecuencia, es una traducción literal. Este volumen va acompañado de estudios bio-bibliográficos y notas a pie de página con el fin de situar y orientar al lector en el tiempo y la circunstancia del poeta.
Pocos pondrían hoy en duda que el romanticismo es el hito cultural de mayor entidad en Occidente desde el Renacimiento hasta el tercer milenio. Su fuerza centrípeta atrae lo que hay antes y lo que viene después: aquello que le precede es su causa; y lo que le sigue, su consecuencia. El romanticismo inició las grandes revueltas estéticas contemporáneas, que atraviesan la segunda mitad del siglo XIX y de las que, a su vez, derivan los movimientos más relevantes del XX. El énfasis que pone el romanticismo en las singularidades nacionales e individuales no anula su proyección general y colectiva, sino que la subraya. Cualquier acercamiento al tema evidencia el carácter multívoco del movimiento, su condición espiritualmente proteica, la falta de sincronía en el pronunciamiento de las diferentes expresiones nacionales... Esta edición reúne un corpus de veinticuatro autores españoles representantes del movimiento romántico en nuestro país.
No siempre es fácil, sobre todo tratándose de productos humanos, precisar ciertos límites. Por ejemplo: ¿en qué momento se inició la literatura? ¿qué elementos confieren espesor literario a una obra determinada? ¿cuándo surge la tan mentada especificidad? En este volumen no se pretende dar ninguna respuesta contundente a estos o a parecidos interrogantes, sino más bien brindar una muestra de textos poéticos de antigüedad variable, pero con un común denominador: tanto su origen como su inicial transmisión fue de tipo oral. Se sitúan así en un tiempo cronológico anterior a su propia transcripción, previo a la letra, que quizá les haya quitado frescura y espontaneidad aunque les ha permitido llegar a nosotros. Sea la cultura folk o la de las sociedades indígenas o la zona que se plasma en los refraneros los límites suelen entrecruzarse, cualesquiera de ellas nos deparan textos de incuestionable categoría literaria. Los reunidos en este volumen con un criterio menos científico que poético pretenden ser una sólida prueba a su respecto.
La poesía de Arthur Rimbaud (1854-1891), genio inclasificable que atraviesa el firmamento de la poesía de todos los tiempos y países, recorrió todos los registros y motivos poéticos de su época y su tradición, dando un giro radical a todo ellos y consiguiendo una obra genuina y desafiante que sigue despertando el asombro y la admiración del lector contemporáneo.
Gaspar María de Navas y Álvarez de las Asturias, Conde de Noroña, nació en Castellón de la Plana en 1760 y murió en Madrid en 1815 Siguió la carrera militar y combatió en diversas guerras, alcanzando el grado de Teniente General. También representó a España como Ministro plenipotenciario en la Corte de San Petersburgo. Fue también miembro de la Real Academia y figura en su «Catalogo de autoridades». Escribió obras de teatro, numerosas «Poesías» (recopiladas en dos volúmenes en Madrid en 1799) y un largo poema, la «Ommíada», publicado tras su muerte (Madrid. 1816, 2 vols.), en que glosaba la secesión de la rama española de los omeyas frente a su tronco de Damasco. Pero tal vez lo más destacado de su labor poética sean estas «Poesías asiáticas puestas en verso castellano», publicadas también póstumamente (París, Didot, 1833), que representan un luto en el orientalismo literario español y cuya influencia puede rastrearse y verificarse en autores y traductores tan notables como Juan Valera, Emilio García Gómez o Federico García Lorca, entre otros. El profesor Santiago fortuno, de la Universidad Jaume I de Castellón, autor de la presente edición, ha publicado con anterioridad una «Antología poética» del Conde de Noroña (Madrid, Cátedra, 1997).
«Poesías completas» recoge toda la trayectoria poética de Antonio Machado: el inicial modernismo intimista de «Soledades, Galerías y otros poemas» se aprecia en composiciones dedicadas al amor, al paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los sueños… y también en el uso de símbolos (la tarde, el camino, el otoño, la fuente…). El subjetivismo de la etapa anterior se verá sustituido por el interés hacia el hombre y el mundo circundante de «Campos de Castilla», entroncando así con la Generación de 98, a través de temas como el paisaje castellano y sus gentes, el problema de España y la revisión melancólica de la historia. El siguiente poemario de Machado, «Nuevas canciones», no es ya una obra unitaria: reúne elementos distintos temáticamente y distantes en el tiempo: se trata, en general, de composiciones breves, a veces descriptivas, a veces sentenciosas y de un aire más popular. Después, Machado ya no editará ningún poemario, aunque publicará algunas poesías sueltas en revistas e incluirá diversos poemas en su obra en prosa.
Strindberg era un genio, un innovador que revolucionó el teatro. Magnífico novelista y sorprendente poeta. Pero además modernizó el idioma sueco. Inquieto, era pintor, fotógrafo, escultor, alquimista excéntrico…
Evaristo Carriego publica su primer libro de poemas, Misas herejes, en 1908. comienza su vida poética con inevitables influencias que se delatan ya desde el título: ecos del satanismo de moda, de raíz baudelairiana, en esa reducción ad absurdum del misticismo por la paradoja, misas y herejes. Casi todo es herencia y retórica de escuela en este libro, dividido en 5 secciones, de clara tendencia modernista. Luego vienen El alma del suburbio y La canción del barrio en la cual operan todos los arquetipos que constituirán su mitología personal y porteña tanguera, donde de destacan los guapos, los cafés, el barrio, etc. Todos ellos publicados póstumamente.
Poesías en tono burlón, festivo, jocoso y, a veces, satírico; siendo los temas más recurrentes los placeres de la buena mesa y los encantos y defectos de las mujeres.
Originales e ingeniosas, traviesas con gracia y malicia intencionada; con imaginación y facilidad para salvar todas las dificultades de la métrica.
Sus breves Epigramas anticipan la poesía satírica que tan corriente será en el siglo XVII de Quevedo, Alarcón y Gongora.
La estructura en el que estos escritos se nos ofrecen recuerdan la del «Matrimonio del Cielo y el Infierno» de William Blake. Como aquél otro gran poeta, su autor destila un manifiesto revolucionario, una defensa a ultranza de la poesía como arte por encima de la prosa y quizá por sobre otra cosa del universo. Tras estos textos que revelan la textura de su alma y de su credo teórico, las cartas recortan tramos de una vida que nadie conoce demasiado bien. Isidore Ducasse era uruguayo (nacido durante el sitio de Montevideo), pero el destino y su talento lo hicieron parte de las letras francesas. Fue entonces el Conde de Lautréamont, tan grande y tan rebelde como Baudelaire y Artaud. Una bocanada de su gloria, estas «Poesías y Cartas» del autor de «Cantos de Maldoror».
En este volumen recogemos, por lo que toca a la poesía, algunas composiciones de la primera y la última épocas, a las que no hemos querido dar el lugar cronológico que les corresponde para no destruir la unidad de «Poemas rústicos» (1902), libro precioso de muy alta significación en la historia de nuestra poesía, tanto o más que «Lascas» de Díaz Mirón, «Puestas de sol» de Urbina, «Las senderos ocultos» de González Martínez y «Zozobra» de López Velarde. Por lo que toca a la prosa hemos incluido algunos cuentos y novelas cortas sobre la vida en el campo: consejas y supersticiones, amores y envidias, rivalidades y miserias. Pero si en la naturaleza los paisajes son magníficos y conservan, aun en sus momentos más terribles, cierta grandeza y elevación, la vida de la gente del campo ofrece con frecuencia un triste espectáculo de egoísmo, degradación y miseria, como si —según el pensamiento de los pesimistas— la humanidad hubiera venido al planeta sólo para manchar la creación. Como narrador Othón proviene de la sana tradición clásica y no hay duda que en este género su principal maestro fue el autor del «Quijote» y las «Novelas ejemplares».
Este magno volumen dedicado a Amado Nervo abarca una extensa antología poética, así como la obra, también poética, «La amada inmóvil» (publicada tras su muerte). Como ejemplo de su prosa se incluyen los relatos «Amnesia», «El diablo desinteresado», «El diamante en la inquietud», «Un sueño» y «Una mentira».Amado Nervo era el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, poeta y prosista mexicano, perteneciente al movimiento modernista. Nació el 27 de agosto de 1870 en la ciudad de Tepic, en ese entonces en Jalisco, hoy Nayarit, México y murió en Montevideo, Uruguay el 24 de mayo de 1919. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua.Poeta, autor también de novelas y ensayos, al que se encasilla habitualmente como modernista por su estilo y su época, clasificación frecuentemente matizada por incompatible con el misticismo y tristeza del poeta, sobre todo en sus últimas obras, acudiéndose entonces a combinaciones más complejas de palabras terminadas en '-ismo', que intenta reflejar sentimiento religioso y melancolía, progresivo abandono de artificios técnicos, incluso de la rima, y elegancia en ritmos y cadencias como atributos del estilo de Nervo.
En la primavera de 1929, Fernando de los Ríos, antiguo maestro de Federico y amigo de su familia, propuso que el joven poeta le acompañara a Nueva York, donde tendría la oportunidad de aprender inglés, de vivir por primera vez en el extranjero y, quizás, de renovar su obra. Se embarcaron en el Olympic —buque hermano del Titanic— y arribaron el 26 de junio. La estancia en Nueva York fue, en palabras del propio poeta, «una de las experiencias más útiles de mi vida». Los nueve meses que pasó (entre junio de 1929 y marzo de 1930) en Nueva York y Vermont y luego en Cuba hasta junio de ese año cambiaron su visión de sí mismo y de su arte. Fue ésta su primera visita al extranjero; su primer encuentro con la diversidad religiosa y racial; su primer contacto con las grandes masas urbanas y con un mundo mecanizado. Casi podría decirse que su viaje a Nueva York representó su descubrimiento de la modernidad. Allí exploró el teatro en lengua inglesa, paseó por el barrio de Harlem con la novelista negra Nella Larsen, escuchó jazz y blues, conoció el cine sonoro, leyó a Walt Whitman y a T. S. Eliot, y se dedicó a escribir uno de sus libros más importantes, el que se publicó, cuatro años después de su muerte, con el título de «Poeta en Nueva York».
Si en la primera parte «Diwan de Occidente», los poemas ahondan en su reflexión sobre el desengaño, la vejez, la propia biografía, en la segunda, «Diwan de Oriente», el sujeto lírico parece adelgazar la voz, abreviarla, y cargar de alusiones y silencios composiciones más desnudas sobre la aceptación de lo inevitable. En una y otra sección, sin embargo, se emplean registros, temas, músicas, formas o atmósferas de poetas alejandrinos, helenísticos, de la baja latinidad, del medio y del extremo Oriente. Escritor dúctil y siempre deslumbrante, Martínez Sarrión sabe alternar el tono meditativo y grave con el irónico y leve; el estilo fuerte, rotundo, desgarrado, que muchas veces descubre en un quiebro inesperado la emoción, con otro ingrávido y terso, de trascendida concreción. Y, en todos ellos, demostrar el dominio de una lengua y sintaxis de extraordinaria precisión y riqueza.
¿Se puede aún a fecha de hoy hablar de la existencia de la poesía como género textual? En caso afirmativo, ¿cómo es esa poesía, cómo debería ser? En caso negativo, ¿por qué ha dejado de existir? ¿Cómo es posible que la poesía española actual no haya dado el salto de la modernidad a la posmodernidad, como sí lo han hecho las otras artes? ¿Se pueden hoy escribir poemas sin tener en cuenta el resto de ámbitos de la sociedad contemporánea? ¿Hay poesía en las ciencias, en la publicidad, en el diseño, en la economía, en la telebasura, en la bollería industrial? ¿Qué es la metafísica del chicle? ¿Es la poesía hoy una red, un sistema complejo? ¿Han cambiado nuestra concepción de la poesía las nuevas tecnologías? ¿Qué significa que hoy ya sólo pueda escribirse desde la información y no desde la erudición? Este libro da respuesta a todo ello definiendo un nuevo marco, la Poesía Postpoética, que recoge a la ya existente y la abre a los nuevos paradigmas sociales de la posmodernidad tardía, al hecho posliterario en el que ya estamos inmersos.
Es uno de los libros de Jairo Aníbal Niño más vendidos. Varias generaciones de niños han crecido con la lectura de los poemas, los juegos de palabras, los refranes y las historias que se narran en cada una de las páginas del libro. Las respuestas inocentes a cada pregunta son entretenidas, divertidas y de fácil comprensión hasta para los niños más pequeños.
«Como el cantor no tiene otra biografía que su canción, esta selección de mis poemas y mis libros, son mi breve historia. Es que la poesía no se hace con esto ni con aquello sino con toda la vida. Así pues, hay aquí, fragmentados, los ocho principales libros que he escrito. Falta uno: Creciente Cuba que es imposible fragmentar y cuya extensión lo obliga a esperar su propia edición. No es que yo piense que los poemas escogidos de cada libro sean los mejores. Es que había necesidad de no abultar más este libro. Nada de lo que escribí niego. Por el contrario, asumo una por una todas las palabras adonde fui dejando el júbilo y la furia, el testimonio áspero y caliente de ser poeta desde el carozo mismo de mi Patria y América».Armando Tejada Gómez, Argentina, 1968.
Cuarenta y ocho posibles interrogantes sin respuesta acerca del título de este libro inmoral. ¿Qué es? ¿Es un cuento? ¿Qué es? ¿Es una utopía? ¿Qué es? ¿Es un plagio? ¿Qué es? ¿Es una enema? ¿Qué es? ¿Es una prostituta? ¿Qué es? ¿Es un sueño? ¿Qué es? ¿Es un relincho? ¿Qué es? ¿Es una nube pasajera? ¿Qué es? ¿Es un tic? ¿Qué es? ¿Es un microorganismo? ¿Qué es? ¿Es una masturbación? ¿Qué es? ¿Es una consigna demagógica? ¿Qué es? ¿Es un forúnculo? ¿Qué es? ¿Es una percha de ilusiones? ¿Qué es? ¿Es una dieta? ¿Qué es? ¿Es un lactante prematuro? ¿Qué es? ¿Es una cremallera rota? ¿Qué es? ¿Es una orgía solitaria? ¿Qué es? ¿Es una reacción nuclear? ¿Qué es? ¿Es un king size? ¿Qué es? ¿Es un penalty? ¿Qué es? ¿Es un beso de lengua? ¿Qué es? ¿Es un salto mortal? ¿Qué es? ¿Lo qué?