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Bolsilibros - Selección Terror 580. La venganza de los espíritus, de Burton Hare

Novela, Terror

Llevaba tiempo acostado sin poder conciliar el sueño. Como casi todas las noches, desde el día de la horca. Era una pesadilla que se iniciaba antes de dormir, con plena consciencia. Se repetía una y otra vez, implacable como la muerte. No podía dormir y los párpados le pesaban dolorosamente, y los recuerdos arañaban su corazón como la garra descarnada de un buitre, y maldecía, y se maldecía porque, a pesar de todo, de la muerte y de la horca, continuaba amándola, deseándola. Pero no había podido hacer otra cosa. Deseaba mucho más el poder y la riqueza y algo había que sacrificar para obtenerlos. Si pudiera olvidar... Si pudiera dormir en paz.


Bolsilibros - Selección Terror 581. Dedos asesinos, de Curtis Garland

Terror, Novela

—Muriel Caine. Camarera de restaurante. Veintidós años.—¿No hay duda sobre la identificación?—Ninguna. Es ella. Tiene su documentación. Coincide la fotografía. Además, la he visto a veces en el restaurante de la señora Whitecliff. Parecía una buena chica.—Pues ya no es nada. Ni buena ni mala chica. Sólo un cadáver, sargento.


Bolsilibros - Selección Terror 583. Miedo en el Oriente Expres, de Curtis Garland

Terror, Novela

Brian Jefford entró aterido en la Gare de L’Est. Fuera del ámbito ferroviario, apestando a carbonilla y con la atmósfera enturbiada por el vapor de las grandes y negras locomotoras que, como monstruos jadeantes de hierro se alineaban en diversas vías, París era un paisaje blanco y gélido bajo la nevada intensísima de aquellos crudos días invernales de 1910. El automóvil de sus buenos amigos parisinos, los Duprez, se alejaba ya en la nevada rúa, tras despedirle a la entrada de la estación.«Uf, esto es para congelarse —comentó entre dientes Brian Jefford, soltando una densa vaharada de vapor por sus labios, mientras se frotaba las manos, cubiertas por los guantes de cabritilla, tras dejar en tierra sus dos maletas, junto al puesto de periódicos donde aún se hablaba en grandes titulares de la formación de la reciente Unión Sudafricana, donde sólo unos pocos años antes sus compatriotas luchaban denodadamente contra los bóers, hasta que éstos depusieron sus armas y acataron a Eduardo VII como su legítimo soberano, según las condiciones de paz del tratado de 1902. Ahora, ya ni el propio rey Eduardo existía ya. Tras recorrer con crítica mirada el repleto andén, añadió para sí con gesto contrariado—: Y luego dicen que es en Inglaterra donde los inviernos son insoportables…».Cargó de nuevo con su equipaje, con aire resignado y se abrió paso entre un pintoresco y heterogéneo gentío formado por ruidosos mozos de equipajes, un comitiva de hindúes de majestuosos turbantes y brillantes casacas, unos periodistas que rodeaban a algún conocido personaje de la actualidad parisina, vendedores de provisiones para los viajes largos, puestos de bebidas, de almohadillas y de un sinfín de cosas más.Alcanzó trabajosamente el sexto andén, donde un rótulo anunciaba con caracteres destacados:ORIENT EXPRESS. Salida, a las 9.30


Bolsilibros - Selección Terror 584. El siniestro doctor Sternberg, de Adam Surray

Terror, Novela

Elissa Scott rió en cantarina carcajada.—Eres muy gracioso, Fred. ¿Me imaginas frente a una cocina? Yo no tengo idea de eso. Cierto día desistí de freír un huevo por no encontrar el abridor. Luego me enteré que sólo era cuestión de golpear la cáscara contra el borde del plato.Fred Bottoms también sonrió.Con la mirada fija en Elissa.En verdad no la imaginaba entre cacerolas y manipulando en la lavadora automática. Elissa encajaba en un night-club neoyorquino. En el escenario de un teatro de strip-tease de Chicago. Tras las cámaras de Hollywood…


Bolsilibros - Selección Terror 585. Una invitada del más allá, de Ada Coretti

Terror, Novela

—¡Es una bruja! ¡Hay que quemarla en la hoguera! Al oír el griterío de aquellos hombres y mujeres, habitantes de la localidad de Conwaymell, Maggie echó a correr hacia el castillo. Tenía los ojos verdes y rasgados como los de un auténtico felino... ¡pero ella no era una bruja! Aunque su madre lo había sido y ella había conocido de niña todos los secretos de la hechicería. Filtros mágicos, pociones, conjuros, sortilegios, formaron, evidentemente, parte de su niñez, que ella, desde que su madre murió, se había empeñado en dejar atrás. Pero estaba claro que la gente no estaba dispuesta a olvidar. Mientras corría hacia el castillo, su capa, de terciopelo escarlata, se prendió en más de una ocasión en los matojos del camino, mas apenas se dio cuenta de ello; tanta era su ansia en llegar. Sabía lo que significaría que aquellas gentes le dieran alcance.


Bolsilibros - Selección Terror 588. Besando a la muerte, de Ada Coretti

Terror, Novela

Entre la espesa y densa niebla que a menudo se cernía sobre la localidad de Middlentton, la novia vestida de blanco había llegado a convertirse en una visión sobrecogedora. Sobre todo para las mujeres. Esa visión aparecía y desaparecía como si se tratara de un juego de ilusionismo, de magia. Pero aquel no era el número de un espectáculo teatral, a cuyo término el público aplaudía, sino una realidad de inquietantes y amenazadoras consecuencias.


Bolsilibros - Selección Terror 590. La firma de la bruja, de Clark Carrados

Terror, Novela

La luna asomaba a veces por los rasgones de las ventrudas nubes que corrían velozmente en el cielo. En la abrupta costa, las olas rompían fragorosamente, elevando a lo alto potentes chorros de espuma, que luego se deshacían, disueltos por el viento.Por el acantilado, al pie de la torre parcialmente en ruinas, se movía una chispa de luz. El hombre descendía por un sendero apenas visible, incluso de día, moviéndose con grandes precauciones. Un paso en falso, el más ligero resbalón, significaban la muerte segura, al caer desde más de cuarenta metros de altura. Primero se estrellaría contra las rocas puntiagudas, constantemente bañadas por las aguas, y el oleaje lo arrastraría después mar adentro, sin posibilidades de salvación.


Bolsilibros - Selección Terror 593. El fantasma burlón, de Clark Carrados

Terror, Novela

La risa parecía brotar de todas partes, aunque con diferente volumen en ocasiones, que parecía acercarse y sonar en el interior del dormitorio, para escucharse a continuación en otros puntos de la casa. Terriblemente asustada. Pamela se sentó en la cama olvidada de su absoluta desnudez.


Bolsilibros - Selección Terror 594. La nave del diablo, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Juvenil, Romántico, Novela, Terror

El motor de la embarcación hizo «pof, pof» unas cuantas veces y se paró de repente. El único tripulante dormitaba en la popa y se incorporó sobresaltado al percibir el súbito silencio que había sustituido al rítmico petardeo de la máquina que hasta entonces había propulsado la nave.Mars Drake se sentó y escuchó unos momentos. Luego, incorporándose, se acercó a la escotilla que permitía el acceso al compartimento del motor. Funcionaba perfectamente, estaba seguro de ello, pero, entonces ¿por qué diablos se había parado?Si se trataba de una avería, desde allí no podía averiguarlo. Fue a la cabina, destrincó el timón, mantenido hasta aquel momento en un rumbo determinado y accionó el contacto eléctrico.


Bolsilibros - Selección Terror 597. Sanatorio de horrores, de Ada Coretti

Terror, Novela

El director del News of the Day le había dado instrucciones bien concretas. —Vaya a Woottlan, visite el sanatorio psiquiátrico y escríbame unos buenos artículos de esos tres locos... Loretta era joven, dinámica, y desde luego una buena periodista. Así que se limitó a asentir. Y ya se encontraba, al volante de su coche de segunda mano, camino de la localidad de Woottlan. Mejor dicho, estaba llegando ya.


Bolsilibros - Selección Terror 599. ¡No despiertes al demonio!, de Clark Carrados

Terror, Novela

Melvin Nordham leyó el telegrama que la doncella acababa de darle. Ni siquiera se preocupó de mirar el trasero de su sirvienta, como hacía habitualmente cuando ella abandonaba una habitación, con su provocativo cimbreo de caderas.Estaba demasiado absorto con la llegada de aquel mensaje desde la lejana costa de Estados Unidos de América, para recrearse en la contemplación de las agresivas curvas de su doncella Constance. Al fin llegaba la respuesta esperada, el anhelado mensaje de su viejo camarada de Universidad.


Bolsilibros - Selección Terror 600. La armadura de Lord Weey, de Ada Coretti

Terror, Novela

El fuerte viento zarandeaba con furia, casi con rabia, las ramas de los árboles a ambos lados de la carretera. El coche, con Clark Murray en su interior, torció a la derecha por el camino particular y no se detuvo hasta iluminar con sus focos la fachada de la mansión victoriana. Ya ante la puerta amplia y recia del edificio, el detective Clark Murray se apeó, cerrando a continuación la portezuela. Instantes después hacia sonar el aldabón. Esperaba que Victor Weey le recibiera de inmediato. Habían convenido por teléfono en que le estaría esperando. Pero Victor Weey, de pequeña estatura, delgado, el heredero de aquella inmensa y suntuosa mansión, no estaba… Había salido corriendo, atropelladamente, como huyendo de algo horrible, espantoso. Pudo ir en busca de sus primas Amanda y Myrna.


Bolsilibros - Selección Terror 603. Sepulcral, de Curtis Garland

Terror, Novela

Melvin Nordham leyó el telegrama que la doncella acababa de darle. Ni siquiera se preocupó de mirar el trasero de su sirvienta, como hacía habitualmente cuando ella abandonaba una habitación, con su provocativo cimbreo de caderas


Bolsilibros - Selección Terror 604. La guadaña de la muerte, de Ada Coretti

Terror, Novela

¿Qué sensación debe experimentar una persona que sin pensarlo asoma su cabeza en un nido de avispas? Sin duda va a ser atacada de un momento a otro... ¿Qué debe sentir quien de pronto se vea poniendo el pie en tierra cenagosa? Una tierra que sin duda va a burbujear como una esponja apretada así que caiga la presa... Pues algo así, o al menos algo muy parecido, fue lo que experimentó Mónica mientras conducía su coche por la carretera. A sus oídos llegaba el cri-cri de los grillos del bosque, y la noche estaba llena de estrellas, y la luna brillaba esplendorosa, y todo hacía pensar que el mundo era maravilloso.


Bolsilibros - Selección Terror 608. Cuando los muertos no mueren, de Ada Coretti

Terror, Novela

Douglas Pooland y Charles Sontreux se hicieron amigos en Oxford. De la misma edad e idénticos gustos, todo fue siempre sincera camaradería y leal amistad entre ellos. Pero los estudios dieron fin y tuvieron que decirse adiós. Douglas Pooland había nacido en el norte de Inglaterra y Charles Sontreux en el sur de Francia. Iban a ser, pues bastantes kilómetros los que les separaran. No obstante, el Destino tenía escrito con letras rojas, sin duda de sangre, que volverían a verse. Y sí, en efecto, unos años después se encontraron de nuevo. Del modo más impensado.


Bolsilibros - Selección Terror 612. Lamentarás haber nacido, de Ada Coretti

Terror, Novela

¡Maldito cuadro! ¡Una y mil veces maldito...! Desde que lo había pintado su existencia era una angustia continua, una zozobra ininterrumpida, un jadeo incontenible. Hasta el aire faltaba a sus pulmones. A todas horas tenía la sensación de que las fuerzas del Mal iban a abatirse sobre él. Como si la hermosa muchacha que había pintado fuera un ser endiabladamente abyecto, satánicamente perverso, que estuviera dispuesto a destruirle. ¡Pero qué tonterías pensaba!No debía dar importancia a aquella pintura. Ningún mal había de llegarle de lo que, en verdad, sólo era eso: una pintura.


Bolsilibros - Selección Terror 615. Agónica desesperación, de Ada Coretti

Terror, Novela

Desde el jardín había conseguido abrir el ventanal y colarse en el lujoso despacho-biblioteca. Era un viejo zorro para tales menesteres.Ahora tenía ya entre sus ojos, bajo el foco de luz de su linterna de bolsillo, el cuadro tras el cual se hallaba empotrada la caja fuerte.De unos cuarenta años, delgado de cuerpo y anguloso de rostro, Mick Floom se dijo que, al fin, la suerte iba a sonreírle. Sería rico, y podría vivir como siempre había soñado. Todo estaría al alcance de su mano. y eso sucedería dentro de muy poco, en cuanto el contenido de aquella caja de caudales se hallara en su poder.


Bolsilibros - Selección Terror extra 1. La novia en el ataúd, de Donald Curtis

Terror, Novela

Despertó de repente.Con una sensación de frío y húmedo terror que le calaba hasta los huesos y hacía temblar sus carnes con unos espasmos febriles. En principio no supo el porqué de todo eso. Cuando empezó a saberlo, el pánico más delirante se apoderó de él.Respiró con fuerza y alargó sus brazos cuanto le fue posible, que no era mucho. Sus manos tropezaron con una superficie dura, perfectamente sólida, que casi le rozaba los cabellos, unas pocas pulgadas por encima de su cabeza.La oscuridad era total. El frío, sutil y profundo, le escalaba la espina dorsal hasta barrenarle la nuca y llegar, como un aguijonazo glacial, hasta lo más profundo de su cerebro. Notó que empezaba a sudar. Y que el suyo era un sudor helado y pegajoso, que se adhería a su piel igual que una telaraña...


Bolsilibros - Selección Terror extra 3. Paraíso infernal, de Clark Carrados

Intriga, Terror, Novela

Un larguísimo lamento brotó de la garganta de una, mientras se aferraba con manos convulsas al mango del venablo. Tras ella, la otra chica emitía unos horripilantes gorgoteos.El venablo había atravesado a la primera a la altura del esternón, justo entre los senos. Era más baja que su amiga y ésta notó el terrible dolor en el estómago.Dos pares de piernas se debatieron convulsivamente. En los últimos espasmos de la agonía, la más alta trató de librarse de aquel hierro que la atormentaba y agarró a la pequeña por el pelo, arrancándole grandes mechones de cabello, sin que la morena sintiese el menor dolor en aquella región. El único interés estribaba en arrancarse el palo que la había ensartado como la mariposa de un coleccionista. Pero las fuerzas le fallaron súbitamente y se venció hacia adelante, aunque sin caer al suelo, con los brazos colgando laciamente hacia abajo.La otra duró un poco más. Mientras conservó la consciencia, de una forma relativa, continuó arrancando pelos de la cabeza.


Bolsilibros - Selección Terror extra 5. Jubileo macabro, de Curtis Garland

Terror, Novela

«Los ojos del asesino se fijaron en ella.Era la cuarta por la izquierda. La más rubia, aunque no la más bonita del conjunto. Bailaba bien y tenía una figura armoniosa. Además, parecía más joven que sus restantes compañeras, y posiblemente lo fuese.Los ojos del asesino ponderaron todo eso en un instante. En el fondo de las frías pupilas dilatadas, hubo un destello cruel, siniestro. Y no era solamente el reflejo de las candilejas de luz de gas.Era el deseo homicida. El ansia de matar.Matar…»