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Bolsilibros - Galaxia 2001 (Ed. Easa) 292. Cita en el mañana, de Glen Forrester

Ciencia ficción, Novela

El tono de reproche de Erika era inconfundible. Dolph giró la cabeza, mirando con expresión preocupada a su prometida. Observó su mirada fría, clavada en la densa cortina de lluvia que caía ante la marquesina, su belicoso adelantamiento de barbilla, y la tirantez altiva del esbelto cuello. Si replicaba algo, Erika se revolvería como un tigre.


Bolsilibros - Galaxia 2001 (Ed. Easa) 316. Extraña metrópoli, de Addison Starr

Ciencia ficción, Novela

Se dirigió con rapidez hacia la puerta, avanzando a largas zancadas de sus piernas flexibles, largas y enjutas. Abrió la hoja deslizante de vitroplast para salir al exterior. No pudo hacerlo. Cuatro hombres se lo impedían, alineados en el porche semicircular de su vivienda, sobre el jardín artificial, iluminado con proyectores de luz solar, en la tibia tarde azulada, que lentamente iba oscureciendo, dando paso a la noche.


Bolsilibros - Galaxia 2001 (Ed. Easa) 328. Otra dimensión, de Don Harris

Ciencia ficción, Novela

NO sé cómo he llegado hasta aquí... Ni siquiera sé dónde estoy... ¿Qué es esto que me rodea? ¿Dónde me he metido? ¿Cómo pudo suceder? Demasiadas preguntas... La música... esa música... sigue sonando.


Bolsilibros - Galaxia 2001 (Ed. Easa) 329. Vampiro estelar (2ª Ed.), de H. S. Thels

Ciencia ficción, Novela

ESCOGIERON la Universidad de Yale y, desde las primeras horas de la mañana de aquel día de agosto, los vehículos de todas clases y formas empezaron a convertir los lugares de aparcamiento en unas manchas cada vez más abigarradas y densas, como si sobre el suelo hubiesen surgido excrecencias multicolores y brillantes, en una curiosa y fantástica erupción.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 1. Investigación 4.000, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

De pronto, Jon captó una nota deterror en la voz de la muchacha. Volvió los ojos y entonces fue cuando divisóal salvaje tras los arbustos. Inmediatamente, se puso en pie.De nuevo pensó en su carencia de armas, pero no valía la pena lamentarse,porque ningún viajero del tiempo las llevaba; era algo absolutamente prohibido.El nativo, estaba claro, se disponía a atacar. Los ramajes crujieron y elsalvaje salió al descubierto. De pronto, arrojó la lanza contra Jon, pensando,acertadamente, que era el único enemigo que se interponía ante su presa. Jonhizo un hábil quiebro y la lanza se clavó en el suelo, a unos pasos detrás deél. Pero el salvaje disponía de más armas y, lanzando unaullido aterrador, cargó con toda su potencia, blandiendo una maza de guerra.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 2. Un mundo muerto, de Burton Hare

Ciencia ficción, Novela

Desde siempre, hemos tenido la sensación de que estamos siendo vigiliados...Y en un momento de extrema tensión en la Tierra el comandante Douane informa de que se ha avistado un enorme objeto de procedencia desconocida cerca de una luna de Júpiter.Pronto la Flota Exterior parte hacia sus lunas para investigar el suceso, estudiar la información que se pudiera obtener y, en el caso de que fuera necesario, entablar batalla.En el gélido y negro vacío del espacio, algo acecha...


Bolsilibros - Héroes del Espacio 4. Los cazadores, de Burton Hare

Ciencia ficción

Era un mundo verde, lujurioso y primitivo, envuelto por el resplandor azulado de la noche. Ligeros montes, cubiertos de una espesa vegetación, rompían la monotonía de un paisaje llano como el mar. 
Un calor sofocante anunciaba el alba, y luego, cuando el sol llamado Bruam se levantó, sus radiaciones doradas dibujaron los rebordes verdes del planeta y aumentaron su temperatura hasta grados insoportables.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 6. Los extraños, de Curtis Garland

Ciencia ficción

Los astronautas habían regresado. Estaban televisando, vía Mundo-visión, el reportaje en directo de su llegada a la Tierra, tras el viaje espacial en compañía de la anterior cápsula-laboratorio Skylab 2.000. Esta quedaba en órbita ahora, en torno a la Tierra, para dirigirse posteriormente a la base espacial Luna XXII, situada en órbita lunar perenne.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 8. La Llama humana, de Clark Carrados

Ciencia ficción

El proyectil chocó contra la piedra y, tras el chasquido del impacto, se produjo una nubecilla de espeso vapor que, no obstante, se disipó con rapidez en la ardiente atmósfera de aquel desolado asteroide. Red Rutton, con la pistola desintegradora en la mano, maldijo entre dientes.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 9. Falso paraíso, de Marcus Sidereo

Ciencia ficción, Novela

El joven e inteligente profesor Kempor dejó de mirar a través del enorme telescopio electrónico y, volviéndose hacia su amigo Yers, le cedió el sitio: 
—Míralo, tú. Ahí lo tienes. Es aquel de color azulado. 
Yers, con unos pocos años más que el profesor, piloto de profesión y en la plenitud de su vigor, aceptó la invitación de Kempor y, después de observar a través del telescopio, comentó: 
—¡El planeta Puro! —Su voz rezumaba escepticismo—. ¿De veras crees que...?


Bolsilibros - Héroes del Espacio 12. Rumbo a la catástrofe, de Clark Carrados

Novela, Ciencia ficción

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 13. Horror galáctico, de Curtis Garland

Ciencia ficción, Novela

Bip-bip-bip-bip-bip... 
Era el sonido monocorde, invadiéndolo todo. A bordo, no se escuchaba otra cosa, en aquel profundo y casi infinito silencio. 
BIP-BIP-BIP-BIP-BIP-BIP... 
Había crecido repentinamente en intensidad, Seguía aumentando por momentos. 
Zoltan levantó los ojos hacia Ghidar. Su rostro se mantuvo impenetrable. 
—¿Has notado eso, Ghidar? —preguntó.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 16. Cero e infinito, de Eric Sorenssen

Ciencia ficción, Relato

Johnny Wasp descendió del giroscop con una sonrisa alegre en sus labios:Nunca había estado antes en la Concentración Estambul, a la que deseaba conocer desde sus ya relativamente lejanos años de estudiante en la Parcialidad de Harvard.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 20. Leyenda sin tiempo, de Curtis Garland

Ciencia ficción, Novela

Llegó aquella noche. 
Venía de una lejana galaxia que era visible desde la Tierra. Una nebulosa conocida aquí como Andrómeda. Para él tal vez tenía otro nombre muy diferente. 
Había hecho un largo viaje para llegar al planeta desconocido, insignificante y remoto en que ahora se hallaba. Un viaje a través del Tiempo y del Espacio. Un habitante de este mundo al que él llegó aquella noche desde la lejana Andrómeda, hubiera podido concretar la magnitud de ese viaje con cifras bastante exactas Hubiese dicho que el viajero recorrió una distancia de más de veintiún trillones de kilómetros. De más de dos millones doscientos cincuenta mil años-luz.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 23. El hormiguero feliz, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

Tenía las palmas de las manos completamente empapadas de sudor, pero su lengua estaba seca. Rob Tower sabía que estaba a punto de entablar el último combate de su vida. 
Lo peor de todo era que no podía ver a sus enemigos, a menos que ellos quisieran y, como parecía lógico, los sirkhs no iban a dejarse ver para que él pudiera ensayar la puntería de su pistola.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 25. Incidente en Tierra-Uno, de Eric Sorenssen

Ciencia ficción, Relato

Tierra Uno ha decidido destruir Tierra Dos, para ello envíauna nave-laboratorio con el diabólico plan de hacerse con las voluntades de loslíderes de Tierra Dos, y hacer explotar los arsenales atómicos. Pero se van aencontrar con un escollo: René Bertois. Agente del gobierno que hará lo posiblepara desbaratar sus planes…


Bolsilibros - Héroes del Espacio 26. Micronauta, de Curtis Garland

Ciencia ficción, Novela

El primer indicio fue un punto luminoso moviéndose en las pantallas de radar. 
Su órbita alrededor de la tierra era regular y perfectamente trazada. Tardaba aproximadamente seis horas en dar una vuelta en torno al planeta. Siempre en idéntica trayectoria. Y a la distancia aproximada de ciento ochenta millas de la superficie terrestre. 
Podía ser un satélite artificial, un simple satélite de comunicaciones, puesto en órbita por Estados Unidos o por la Unión Soviética. E incluso también por algún otro país ajeno a las dos grandes potencias.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 28. El caballero de las estrellas, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

Decían que era el último caballero andante pero, naturalmente, no llevaba refulgente armadura, ni usaba escudo, ni manejaba la espada. Sus armas eran la inteligencia, la tenacidad y, por supuesto, el valor sin límites, además de la pistola de láser, que solo utilizaba en muy contadas excepciones y solo para defender su vida, cuando la situación lo requería de un modo absolutamente irremediable.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 29. La tribu de Shalaw, de Adam Surray

Ciencia ficción

Reinaba un gran bullicio en el poblado de los, hombres de la montaña. Ya todo estaba preparado para la ceremonia de esponsales. Shalaw, hijo del jefe de la tribu, se unía a la bella Lyla. Todas las cabañas habían sido engalanadas con las flores de la fertilidad. El gran banquete dispuesto. Carne y fruta en abundancia. Comida para saciar a todos los invitados llegados de los poblados vecinos. También las tinajas repletas de excelente vino. La que iba a ser cabaña de los futuros esposos, adornada con infinidad de presentes.


Bolsilibros - Héroes del Espacio 32. La última barrera, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

—Y, a pesar de cuanto se diga, el hombre no es todavía auténticamente libre —dijo el profesor Hans Peter Fulkmeister a su no muy numeroso auditorio—. En el transcurso de su existencia, desde hace milenios, el hombre ha sido capaz de romper muchas barreras, cada uno de cuyos actos ha sido un paso hacia la libertad. Pero aún no ha conseguido salvar la última y, hasta ahora, totalmente infranqueable barrera. Solo cuando lo consiga se podrá considerar verdaderamente libre.