A los niños siempre se les pregunta qué quieren ser de mayores. Pero Pacopé no quiere esperar a crecer para ser algo. Quiere ser súper héroe y lo quiere ser ya. Y eso le causará unos cuantos problemas y le traerá un buen montón de aventuras.
Los textos aquí reunidos, dieciséis hipnóticas delicatessen, proponen esa magnífica mixtura entre lo morboso y lo agridulce. Orquestan tramas peculiares, cuyo desarrollo fluctúa entre el suspense de hechos alarmantes, siempre a partir de sucesos cotidianos e incluso prosaicos, pero en absoluto inocentes, y la angustia instalada en el ánimo de unos personajes obligados a enfrentarse con ellos mismos, unas veces, y con lo imprevisto/ignoto, en otras ocasiones. La autora canadiense Anita Haas sabe conjugar un sentido del espanto delicadamente surreal y muy inquietante con elementos particulares propios, [...] mediante un estilo narrativo diáfano, elegante y sintético, capaz de transmitir complejidades oscuras e intangibles del alma humana con penetrante lucidez. Javier Romero, escritor y crítico. Libro ilustrado por Aina Albi.
Una antología. La escritura y la felicidad me fueron enseñadas como una misma cosa. No tengo cómo pagar semejante herencia. Como una misma cosa aprendí las palabras y la fiesta, la conversación y la leyenda, el juego y la sintaxis, la voluntad y la fantasía. Como una misma cosa miro mi historia y la del mundo en que crecí y al que vuelvo sin tregua lo mismo que quien vuelve por agua
En esta fantasía, Furia, el aparente protagonista tiene mucho en común con el Dios nórdico Odín, con San Nicolás y, por supuesto, con el famoso Papá Noel. Su amado corcel Escurridizo se asemeja grandemente al caballo de ocho patas de Odín, el legendario Sleipnir (cuya madre era Svadilfari, cuyo nombre significa viajero desafortunado). Y Garra, la bestia que acompaña a San Nicolás tiene algunas analogías con el famoso Krampus. Lo que les sucede a estos personajes en esta historia tiene poca leyenda y mucha entelequia, por lo que el lector no debe buscar la verdad absoluta en ella; sólo los breves razonamientos matemáticos que aparecen son dignos de ser creídos (en especial los del capítulo 5). Esta falta de fidelidad a las leyendas reales tiene su razón de ser: Todos estos personajes, aún estando en primer plano, no son los protagonistas de esta historia. El último capítulo revelará por qué es así; sólo al final del relato el lector comprenderá el título del libro. Es allí donde una fugaz aparición del verdadero protagonista da un sentido navideño al relato.
Diego Armando Maradona (Buenos Aires, 1961), jugador zurdo, poseedor de una extraordinaria técnica y una singular destreza con el balón, destacó pronto en una época marcada por la paulatina desaparición de las grandes figuras del fútbol. Internacional desde los 16 años, en su meteórica carrera pasó el F.C. Barcelona (con quien conquistó la Copa del Rey y la Copa de la Liga), en una estancia polémica, donde se ganó decididos partidarios y apasionados detractores. Pasó hacia tiempo, por sobrados méritos, a la galeria de hombres ilustres, de genios del deporte, que arrasan masas y corazones. Su historia, con tintes de melodrama, está en boca de todos. Pero, hay cosas que están sólo acá adentro, en mi corazón y que nadie sabe, dice Maradona en este libro. ¿Quién puede saber qué pasaba por su cabeza antes de dormir, en una piecita de dos por dos, en Fiorito, acompañado por sus siete hermanos? ¿Quién osaría afirmar cuál fue su mayor alegría y su peor tristeza? Nadie mejor que el propio Diego, perdón, El Diego... de la gente, como a él le gusta ser y que lo llamen. Desde sus humildísimos orígenes, hasta la mayor de las glorias, pasando por cada una de sus muertes y sus respactivas resurrecciones, por las definiciones de sus amigos y sus enemigos, todo queda relatado aquí, en este libro, en primera persona, donde se descubre un Maradona íntegro y también íntimo. Un Maradona que se confiesa sin reservas.
«Yo, desde chica, he sido muy de derecha. Nunca he sido comunista, tan bruta no soy. He sido marihuanera, pero no comunista, he sido marihuanera de derecha». Una mujer adicta al sexo, un esposo tarado que escoge los regalos más inadecuados para su mujer, una azafata que sueña con jubilarse, una locutora radial de madrugada, una derechista pistolera, una pintora que no consigue vender sus cuadros. Este universo de personajes, esta fauna de seres delirantes, es la que habita en Yo soy una señora. En estos cuentos atravesados por el humor y la ironía, el autor ha logrado un registro oral que transita entre la confesión de parte, el relato testimonial y el chisme. Usted, lector, tendrá la impresión de estar sentado en alguna sala de espera junto a un extraño que, sin ninguna vergüenza, compartirá los detalles más privados de su vida, esos de los que normalmente nadie quiere hablar, pero que, a decir verdad, todos disfrutamos escuchar.
«Yo también fui un espermatozoide» es una obra inclasificable literariamente, ya que no es un cuento, ni una novela, ni una obra de teatro. Es una especie de monólogo signado por el absurdo y con la originalidad propia del escritor argentino.
Seis cuentos pensados para reforzar la autoestima de los más pequeños
La autoestima es uno de los componentes principales de la felicidad. De hecho, para ser felices necesitamos sentirnos queridos y, para querer de forma adecuada a los demás, primero debemos querernos a nosotros mismos y estar a gusto en nuestro entorno. Pero ¿cómo podemos conseguir tener una buena autoestima?
Lo más importante es aceptarnos como somos. Para ello, necesitamos recibir de los adultos que nos rodean una imagen positiva. También debemos sentir que nuestras habilidades son reconocidas y valoradas, pero aceptando nuestros los errores como algo natural.
Este libro nos cuenta las historias de unos personajes muy diferentes, pero que igual sí que se parecen a nosotros en algunas cosas. Porque todos necesitamos sentirnos bien en nuestro cuerpo, y percibir que somos necesarios e importantes y que podemos tomar ciertas decisiones sin miedo a equivocarnos.
Lee las historias de este libro y descubre que todos somos diferentes y maravillosos, y que sin nosotros el mundo no sería el mismo.
Incluye consejos prácticos para familias y educadores.
En once relatos de tradición oral, provenientes de distintos rincones del mundo, este libro viaja a través de las formas del amor. Se recopilan así leyendas contadas y recontadas que tratan el amor encantado del lago de los cisnes (Rusia), o el amor inmortalizado en el Taj Mahal (India), o amantes signados por la fatalidad como el de Furatena (Colombia), Zulia (Venezuela) o Layla (Arabia Saudita)
Un ex cirujano plástico busca evitar que su hijo cometa un error en la elección de su carrera, contándole la historia que lo hizo dejar los bisturíes sobre la mesa para darle un giro inesperado a su vida: el día que conoció a Zee, la Abeja de la Pasión, gracias a su vecino y rival: el multimillonario abogado Torenzo, imagen andante del éxito. UNA ENTRETENIDA HISTORIA QUE TE AYUDARÁ A: Descubrir tu Verdadera Pasión. Llenar de Sentido tus Días. Aprender la Principal Clave del Éxito. Distinguir Falsas Motivaciones Disfrutar tu Trabajo y las Cosas que haces Diariamente. Darle a tu Vida el Rumbo que Deseas.
Zeron iba a ser mi perdición. Hoy, mañana, y siempre. Contra mi voluntad. Contra mi destino. Yo era la princesa del sector. Mi padre, un rey justo. Iba a ser su heredera legítima. Hasta que llegó él. Zeron, Azote de la Galaxia. Un monstruo sin alma. Sin consciencia. Nacido para la guerra. Mejorado genéticamente. Con una flota imparable. Y un solo deseo: Poseerlo todo. Incluyéndome a mí. Se obsesionó a primera vista. De mis curvas inocentes. Mis tatuajes de guerra. Mi actitud rebelde. No iba a ceder sin pelear. Era bella, pero era una guerrera. Hasta no me dejó opción. Podía acabar con todo lo que quería. Mis planetas. Mi pueblo. Mi padre. A cambio sólo quería una cosa: Control. Sobre mis planetas. Mi pueblo… y sobre mí. Así que debía casarme con él. Consumar la noche de bodas. Y aceptar su grillete en mi muñeca. Pero, ¿sería capaz?
Yo era la princesa del sector. Era. En pasado. ¿Mi presente? Acababa de casarme con un monstruo. Zeron, Azote de la Galaxia. Había pasado lo peor. La noche de bodas. O eso pensaba. Ya que… eso fue solo el principio. Zeron había perdonado a mi pueblo. Y a mi padre. Pero iba a pagar por ellos. De cara al pueblo vivíamos en paz. Pero en la oscuridad… Zeron era un monstruo después de todo. No tardó en doblegarme. Entrenarme. Electricidad, látigos… y mi collar. Yo no era su esposa: Era su esclava. Y aún así, había un halo de esperanza. Su hijo. Ailen. Mi “hijastro”. Ailen era un monstruo. Obviamente. Monstruo el padre, monstruo el hijo. Pero él me amaba. De verdad. Y yo… a él. Sin embargo… era arriesgado. Ambos podíamos morir. Escapar parecía imposible. ¿Merecía la pena? ¿Por un poco de placer? ¿De amor?
Yo fui la princesa de un imperio. La esposa de un conquistador. Y hoy sólo su esclava. Mascota de Zeron, Azote de la Galaxia. No soy nada. No soy nadie. Salvo para su hijo, mi “hijastro”. Ailen. Otro monstruo. Pero uno que me ama. De verdad. Uno que no solo quiere torturarme. Usarme. Uno que me cuida. Pero yo no siempre fue así. Yo fui una guerrera. Una heredera. Y podía volver a serlo. Pero para ello… debía derrotar a Zeron. Y él podía destruir a mi pueblo. Y a mi padre… en cualquier momento. Mi única oportunidad contra él… … era su hijo. Mi amado. Pero… ¿estaría dispuesto a ello? ¿Por mí?
Las preocupaciones obsesivas de Ballard, la relación entre paisaje exterior y el onírico paisaje interior, las consecuencias temporales atascadas o invertidas, las imágenes simbólicas... han orientado la ficción especulativa hacia la psique, dándole una dirección que es de pronto parte del pensamiento contemporáneo... las historias de Ballard nos alcanzan con el brillo solitario y perturbador de esos mensajes que flotan en botellas arrojadas al mar y que exigen una respuesta. 'The Times Saturday Review'
Voy a destrozarla, y ella va a gritar de placer mientras lo hago. Vanessa es una zorra. Una cazafortunas que ha embrujado a mi hermano en cuestión de días. Una semana ha tardado el imbécil de mi hermano en proponerle matrimonio, en adorarla como si fuese una diosa. Pero yo no soy mi hermano. Yo sé exactamente qué clase de mujer es Vanessa. Y no voy a dejar que se salga con la suya. No voy a dejar que destruya a mi familia. Ni que se vaya con la mitad del trabajo duro de mi hermano. Así que la he secuestrado. La he atado, me la echado al hombro, y la he metido en el maletero de mi coche. Sí. Ahora está encadenada delante de mí. Encerrada. Sin escapatoria. Sin sitio a donde huir. Retorciéndose. Llorando. Suplicando. Provocándome. Ofreciéndose. Porque yo sé exactamente qué clase de mujer es Vanessa. Y sé exactamente lo que quiere. ¿Voy a dárselo? Por supuesto. Craso error. Quién me iba a decir que conocería así a mi media naranja. Quién me iba a decir que iba a ser yo el que acabaría casándose con ella.
Esa princesita no sabe lo que le espera. Pero cree saber lo que quiere. A nosotros, los 2 reyes de la noche. Y si nos quiere, nos tendrá.
Hemos planeado esto durante meses. Y lleva provocándonos desde entonces. Desde que entró en nuestro territorio. La nueva camarera de nuestro mejor club.
Piernas que quitaban el sentido. Labios de azúcar. Ojos de tigresa. Sonrisa de súcubo. Cabello de ninfa. Divertida. Lista. Seductora. Fatal.
Es difícil impresionarnos a mí y mi hermano. Llevamos casi una década en este negocio. Codo con codo hemos levantado nuestro. Y ahora somos los reyes de la noche.
37 años, gemelos, atractivos y ricos. Con razón Natalia nos desea. Y si es lo que quiere, lo tendrá. Ángel y Dante siempre saldan sus cuentas.
Esa zorra insaciable va a saber lo que es bueno. A nuestros pies. Con nuestro collar. Nuestra pequeña esclava sexual.
Primero conocí a Ángel. Luego vino Dante. Y ahora debo enfrentarme a ambos.
Dejar testigos no es parte del trabajo. Pero desaprovechar oportunidades tampoco. Ahí estaba yo, con una cuerda de piano asfixiando a un pobre diablo de la competencia. Y entonces se me quedó mirando. Cuerpo de colegiala, mirada de tigresa, sonrisa de súcubo. Lo único que hizo fue cruzarse de brazos, sonreír y mirar.
Me la puso dura en ese mismo instante. En cuanto rocé sus hombros ya estaba enganchado, peor que cualquier droga con la que haya traficado. He estado con más de cien mujeres en mi vida, pero ninguna como ella.
Era como si el demonio en persona nos hubiese creado el uno para el otro. La até a la cama, y para cuando salí del baño, después del polvo de mi vida, se había desatado… y estaba estampando un jarrón en la cabeza de Dimitri.
Qué hacía allí otro de los sicarios de la mafia rusa no era un misterio. Dejar testigos no es parte del trabajo, después de todo. Así que tenía que elegir, ella o la mafia. Lo que no sabía es quien era ella, ni peor, qué cño se traía entre manos.
La esposa del capo de la competencia. Una que había liquidado a su propia “escolta” y robado un millón de dólares de su maridito. De puta madre.
Advertencia: Una novela romántica, erótica y de acción con contenido explícito, violencia, lenguaje vulgar y un par de hijos de puta de la mafia rusa.
Harry conocía el mal. El mal era el fracaso. De donde él venía, el fracaso era omnipresente. Tipos sin estudios que contaban cada penique y pagaban el alquiler y dejaban embarazadas a sus mujeres por enésima vez y se aguantaban sin tabaco o sin cerveza con tal de ahorrar para una máquina de coser. Manos callosas. Cuerpos sucios. Monos de trabajo. Esto era el mal, el fracaso. Trabajar en las fábricas y en las minas y en los caminos y puentes y en las granjas y campos. ¿Y todo para qué? El fracaso.
«La casa del hambre» supuso el fulgurante debut con el que un joven africano de veintiséis años obtuvo en 1979 el prestigioso premio Guardian de ficción. Un libro explosivo que rompió con el tratamiento realista de temas sociales y políticos típicos de la novela de protesta anticolonial en favor de un retrato profundamente expresivo. A través del monólogo interior del narrador sin nombre de «La casa del hambre», Marechera hace partícipe al lector de la turbulenta existencia de un joven que abandona su miserable casa del gueto y, de camino al bar más cercano, medita sobre «la mierda infecta que había sido y era mi vida en ese momento». Una vida, como la del propio autor, marcada por la violencia cotidiana, el estigma de la segregación racial y la desesperada búsqueda de la libertad individual.
«Es muy difícil hallar un escritor para quien la ficción sea un proceso de compromiso con el mundo tan íntimo y pasional» (Angela Carter).
«Marechera fue un escritor en constante búsqueda de su verdadera naturaleza» (Wole Soyinka).
Tras la muerte de Edward Bunker en 2005, se encontraron entre sus papeles una novela inédita y varios relatos en los que el escritor angelino estaba trabajando, reunidos ahora bajo el título de uno de ellos, Huida del corredor de la muerte.
Los relatos abordan algunos de los temas predilectos del señor azul de Reservoir Dogs : la vida entre rejas y su código no escrito, el sistema judicial y penitenciario norteamericano, la discriminación racial en la cárcel y la pena de muerte.
En San Quintín, fábrica de animales y quintaesencia del sistema de reclusión estadounidense, encontramos al joven de color Booker Johnson, sobre el cual se cierne, pese a la levedad de su delito, la pesada maquinaria penitenciaria alimentada por el racismo; a Eddie Johnson, impaciente por vengar a un amigo asesinado a sangre fría por un guardia; o a Troy Cameron, el protagonista de Perro come perro , en su último viaje rumbo a la cámara de gas. En el relato que da título al libro, la rutina de la vida en el corredor de la muerte salta por los aires cuando se materializa un desesperado intento de fuga.