Menú



Buscar





Bolsilibros - Astri Oeste 279. Raíles de sangre (Astri Oeste), de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

A lo lejos, el jinete vio la multitud de obreros trabajando como hormigas, tendiendo los rieles rectos como una flecha que apuntara al desierto. Hizo una mueca de disgusto y siguió cabalgando sin ninguna prisa hacia el abigarrado campamento que formaba la terminal provisional del tendido. La terminal no era más que un conjunto de tiendas de campaña, barracones de madera desmontables y un armazón de madera destinado a convertirse en estación del ferrocarril, algún día, nadie sabía cuándo.


Bolsilibros - Astri Oeste 295. Luna de sangre y muerte, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Astri Oeste 296. Un sheriff para la eternidad, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

El arma disparó. Fue como si dentro de su cráneo estallara un volcán. En realidad, no sintió apenas nada. Pero supo que estaba muerto. Lo supo una fracción de segundo antes de morir realmente, con la cabeza reventada por una bala del calibre 44. La siguiente fracción de segundo, estuvo llena de las imágenes de toda una vida. Desfilaron con tal rapidez, que se superponían unas a otras, vertiginosamente, casi sin distinguirse unas de otras. Pero él sí las distinguió. Todas. Una a una.


Bolsilibros - Astri Oeste 312. Infierno negro, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

Los hombres que trabajaban en las profundidades de la negra mina eran sólo sombras de lo que habían sido. Renegridos esqueletos que picaban carbón, lo cargaban en las pesadas carretillas y las arrastraban cayéndose, levantándose, maldiciendo los que aún conservaban fuerzas suficientes para maldecir, sollozando su impotencia; seres vencidos, degradados, destruidos sistemáticamente.


Bolsilibros - Astri Oeste 332. El tren que desapareció, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

Era una situación difícil. Difícil, incluso para un hombre como Maxwell Cassidy. Difícil incluso para un esforzado y duro agente de la Pinkerton. Y daba la casualidad de que Maxwell Cassidy era todo eso: esforzado, duro... y agente de la Pinkerton, por supuesto. Sabía bien en qué avispero se había


Bolsilibros - Astri Oeste 346. Camino hacia la muerte, de C. T. Mitchum

Aventuras, Novela

El muchacho se arrojó sobre su adversario y, con ambos pies, le lanzó un fuerte impacto en el estómago. Su enemigo se desplomó, al tiempo que emitía un terrible rugido. Los demás jóvenes que observaban la pelea arengaron, unos al ganador y los demás trataron de animar al caído. Este se levantó y, con rabia mal contenida, sacó un cuchillo. El brillo de la hoja cegó momentáneamente a John, que se detuvo en seco.


Bolsilibros - Astri Pistolero 70. «El Gutiérrez» city, de Frank Caudett

Novela, Aventuras

El tipo entró como una exhalación y con evidente nerviosismo en la oficina de Perry Kimble, gritando: —¡Sheriff! ¡Kirk Brand acaba de meterse en un buen lío! Kimble, sheriff de Amarillo, cincuenta años bastante bien llevados, experiencia a carros acumulada sobre sus anchas espaldas, pulso firme y mente despierta, siguió limpiando el rifle, engrasando cuidadosamente el gatillo, sin alterarse lo más mínimo. Luego, despacio, alzó sus ojos grises hacia el individuo que tanta excitación denotaba, comentando: —Brand no es de los que se meten en líos. —Siempre hay una primera vez, sheriff.


Bolsilibros - Astri Pistolero 78. Una botella de whisky, de Donald Meyer

Aventuras, Novela

El carromato, tirado por dos caballos, abandonó el patio de la factoría y tomó la ruta que serpenteaba entre las planicies suavemente onduladas de la región para dirigirse a la cercana estación del ferrocarril. Las Destilerías Dalton estaban situadas en Kansas, cerca de Wichita, y se dedicaban exclusivamente a la fabricación de whisky, cuya materia prima, el centeno, la cebada y la avena, le era suministrada por los cultivadores de las granjas vecinas.


Bolsilibros - Astri Pistolero 80. Muere, perro, muere, de Burt Winning

Aventuras, Novela

Cuando aquella tarde «Chus» Armendáriz llegó a la cabaña con visos de casita que ocupaba junto a su esposa en la parte alta del valle aurífero que alguien había bautizado como Goldsun (Sol y Oro), muy cerca del cauce del San Joaquín River, le dijo a la mujer moviendo la cabeza con cierto pesar...


Bolsilibros - Astri Pistolero 81. Los fantasmas del pasado, de Frank Caudett

Aventuras, Novela

Wichita Falls, Texas, septiembre de 1885. 
Brutal... 
Era brutalmente hermosa. 
Porque hay mujeres que no se conforman con ser simplemente hermosas. 
Son brutalmente hermosas. 
Salvajemente deseables. 
Bárbaramente excitantes. 
Sensualmente agrestes. 
Agresivas. 
Enloquecedoras... 
Más que mujeres son hembras. 
Con un toque de salvaje libertad que recuerda las yeguas que trotan alegremente por las praderas, atrevidas, licenciosas como el viento y la propia naturaleza, conscientes de su fuerza vital, de su poderío, de su grandeza... 
Charlene Howard era así.


Bolsilibros - Astri Pistolero 96. Peor que la peste, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

La ancha calle era un desierto abrasado de sol. No soplaba el aire ni nada se movía. 
Era como si la vida se hubiera detenido de golpe, que nada en la tierra alentara. 
Inesperadamente, de una esquina surgió un perro todo huesos y piel, moviéndose perezosamente, el rabo entre las piernas, las orejas gachas y la mirada triste de sus grandes ojos perdida en algún punto del otro lado de la calle. 
La atravesó, se detuvo, vacilando sobre las patas. Luego, con los mismos cansinos movimientos, fue a refugiarse debajo de la acera de tablas donde reinaba la sombra. 
De nuevo la calle volvió a quedar quieta y muerta.


Bolsilibros - Astri Pistolero 113. Buitres de fuego, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

La diligencia se detuvo ante la parada de postas de la Wells & Fargo, en el centro de la polvorienta calle.Los habituales curiosos la rodearon, tratando de ver a quienes llegaban a la población en el carruaje, ya que las diversiones no abundaban excesivamente en aquel lugar, y la arribada de forasteros era siempre motivo de distracción para los que no tenían nada que hacer.Comenzaron a descender los viajeros. Y, ciertamente, los curiosos tuvieron tema suficiente para ocuparse de ellos. En especial, del hombre alto fornido, elegante, de blancos cabellos espesas patillas, vestido como si fuera a una recepción en Washington, y apoyándose en un bastón de madera lacada, con empuñadura de plata maciza. Una cadena del mismo metal colgaba en su chaleco, revelando, lo mismo que su costosa y bien cortada levita o su alto sombrero de chimenea, de peluche reluciente, que era hombre adinerado. Pero luego, una segunda persona hizo emitir a algunos silbidos de admiración y sorpresa.


Bolsilibros - Astri Saloon 1. Vestido de negro, de Frank Caudett

Aventuras, Novela

La mujer que se encontraba tras uno de los mostradores del establecimiento, estuvo a punto de echarse a llorar. 
Desde luego, no había para menos. 
La puerta del General Store de Curtis Turner —uno de los comercios más importantes de Big Spring, Texas —acababa de abrirse, a hora muy temprana de la mañana, para dejar paso a tres individuos. 
A cuál más «bonito» y menos recomendable. 
Tres tipos muy capaces de resucitar a un muerto y de enviarlo a la tumba de nuevo, segundos después, en cuanto se hubiese percatado de las cataduras de aquellos elementos.


Bolsilibros - Astri Saloon 8. «El Gutiérrez» City (2ª Ed.), de Frank Caudett

Aventuras, Novela

El tipo entró como una exhalación y con evidente nerviosismo en la oficina de Perry Kimble, gritando: 
—¡Sheriff! ¡Kirk Brand acaba de meterse en un buen lío! 
Kimble, sheriff de Amarillo, cincuenta años bastante bien llevados, experiencia a carros acumulada sobre sus anchas espaldas, pulso firme y mente despierta, siguió limpiando el rifle, engrasando cuidadosamente el gatillo, sin alterarse lo más mínimo. 
Luego, despacio, alzó sus ojos grises hacia el individuo que tanta excitación denotaba, comentando: 
—Brand no es de los que se meten en líos.


Bolsilibros - Astri Western 11. Fray Mormón, de Frank Caudett

Aventuras, Novela

Canto de guitarras, vaharadas de sudor y pescado frito, gritos en todos los idiomas, carcajadas, estridencias de mujer a las que se trataba de poseer por menos dinero del que ellas exigían, ladridos lastimeros de perros vagabundos... Todo aquello, y posiblemente más, componía la atmósfera singular y heteróclita del barrio chino de Monterrey.


Bolsilibros - Astri Western 20. Fuego de sangre, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

El comisario Donner era el hombre más tranquilo y pacífico de la tierra. Era fama que jamás se alteraba por nada ni por nadie y eso le había granjeado la simpatía de la mayoría de sus vecinos. Sin embargo, había excepciones en esa regia. Una excepción era su ayudante, el alguacil Woody. Otra, los perros.


Bolsilibros - Astri Western 21. Los pacificadores, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

La chica soltó unos botones por un lado, unos cierres por otro, y el vestido se deslizó al suelo a lo largo de su hermoso cuerpo ante los ojos encandilados de Frank Malone. La chica quedó envuelta en un complicado corpiño y unas enaguas, todo ello cuajado de bordados y encajes y lacitos. Se llevó las manos a la espalda y sus ojos burlones se fijaron en Malone.


Bolsilibros - Astri Western 22. El destino también juega, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

Cuando el destino se siente juguetón puede suceder cualquier cosa, y generalmente sucede. Es capaz de enmarañar las vidas de los hombres, de las tierras y de las mujeres. Cambia no solo su presente, sino su futuro, para bien o para mal. Cuando es para bien un hombre puede alcanzar sus sueños más preciados, pero si es para mal... entonces llega la muerte.


Bolsilibros - Astri Western 26. Héroes y cobardes, de Gordon Lumas

Aventuras, Novela

Habían cenado como cada anochecer y los hombres fumaban sus cigarrillos, relajados, cansados también después del duro trabajo de la larga jornada. La señora Adams y su hija retiraban los platos y durante unos instantes nadie pareció tener deseos de charlar. Después, uno de los hombres gruñó...


Bolsilibros - Aventureros del Oeste (Ed. Atica) 1. Quantrill el sanguinario, de Edward Goodman

Aventuras, Novela

CUANDO Jim Vaughan quiso darse cuenta del peligro, era ya demasiado tarde. En realidad, estaba perdido desde que cruzó por su cerebro la malaventurada idea de poner los pies en Kansas City. Había confiado demasiado en que, disfrazado con el uniforme de un soldado federal prisionero, nadie reconocería en él a uno de los más peligrosos guerrilleros confederales de todo Missouri.