Después de escribir Yo confieso, novela de gran éxito nacional e internacional, Jaume Cabré reflexiona sobre el hecho de escribir, de leer, de crear, de vivir abierto al misterio de la vida y del mundo. Las incertidumbres parte de los interrogantes de un creador y un hombre de cultura inquieto y acaba siendo una larga conversación íntima con el lector, que se convierte en cómplice de unas experiencias que le enriquecen y transforman.
La FAI apeló a todos los medios para destruir a Ángel Pestaña, pero no pudo. Pudo, eso si, desplazarle del liderazgo de la CNT y arrastrar a ésta de frustración en frustración hasta la definitiva de participar, de manera subordinada, en el Gobierno de la República, para compartir las responsabilidades de la gran derrota. No hubiera hecho falta tan desatinado error histórico para dar la razón a Pestaña si sus adversarios hubiesen sido capaces de despojarse de su virulencia patológica y de interpretar desapasionadamente la realidad española por aquellas fechas. Cabe, por lo menos, suponer que si en el último Parlamento de la República hubiera habido medio centenar de diputados sindicalistas, en vez de dos solamente, dirigidos por la experiencia y la cordura de Pestaña, tal vez la Historia hubiese tomado otros derroteros.
Los cuentos de hadas no son sólo para niños, como sabe cualquiera que haya leído a J.R.R. Tolkien. En el ensayo Sobre los cuentos de hadas, Tolkien describe la naturaleza de los cuentos y relatos fantásticos y discute las opiniones de los académicos y de aquellos que los relegan al dominio de la juvenilia; el libro incluye uno de los primeros cuentos de Tolkien, Hoja de Niggle. Escritas en el período (1938-1939) en que El Señor de los Anillos empezaba a desarrollarse, estas dos obras muestran la maestría y la inteligencia de Tolkien en el arte de la sub-creación, el poder de dar a la fantasía la interna consistencia de la realidad. En esta nueva edición se publica por vez primera el poema Mitopoeia (el hacedor de mitos), en el que el autor Filomito; amador de mitos, confunde las opiniones de Misomito, enemigo de mitos.
Antología de las mejores columnas de David Trueba. David Trueba, además de novelista y cineasta, es periodista o, mejor dicho, sobre todo es periodista. Desde 1995 colabora con distintos medios de comunicación, como El Mundo, El Periódico o El País, firmando columnas que combinan inteligencia, lucidez y humor, y que son el mejor ejemplo de una manera personal y única de enfrentarse al mundo. Herederos de una ilustre tradición que pasa por Azcona o Fernán Gómez, los textos de David Trueba demuestran que en ocasiones el periódico de ayer puede ser tan nutritivo como el bocadillo que está destinado a envolver.
La Ética nicomáquea se trata de uno de los primeros tratados conservados sobre ética y moral de la filosofía occidental,es el más completo de la ética aristotélica.
El altruismo o desinterés suelen considerarse sinónimos de actitud moral, mientras que la acción egoísta o interesada son ejemplo de inmoralidad. Pero siempre ha existido otra inspiración, no transmundana sino inmanente, basada en la ilustración del egoísmo y en el apasionado interés de una ética como amor propio, la cual no es menos social sino sólo menos hipócrita que la anterior. Dentro de esa corriente Fernando Savater se plantea cuestiones como la vinculación entre individuo y sociedad y el sentido cultural de la inmortalidad, en un diálogo con pensadores favorables y contrarios a ese planteamiento, que van de Aristóteles a Heidegger, de Schopenhauer a Foucault. Esta edición incorpora un ensayo inédito titulado “Las virtudes como necesidad y libertad”.
Nacido del diálogo con profesionales, este libro se ocupa primero de los grandes temas de la Ética de las Finanzas: desde las dificultades de la concepción misma de la Ética financiera hasta problemas recurrentes de relación con el dinero y el riesgo, de información, de agencia y conflictos de intereses, de estructuras de mercado… Después hemos recorrido cada profesión buscando la forma concreta que toman en ella tales problemas. Hemos conversado con profesionales de las finanzas, para asegurar el máximo realismo a nuestra evaluación de las dificultades con que se encuentran. Terminamos con un par de capítulos que miran más al sistema en su conjunto, tanto a las dificultades de lo existente como a la creciente importancia de los fenómenos alternativos en finanzas.Carmen Ansotegui es Doctora en Economía por la Universidad de Pennsylvania, Master en Teoría Económica y Master en Matemáticas de Productos Financieros Derivados por la UAB, Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de Zaragoza. Es Directora del Departamento de Control y Dirección Financiera de ESADE.Fernando Gómez-Bezares es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y Doctor Honoris Causa por la Universidad del Salvador (Buenos Aires). Catedrático y Director del Departamento de Finanzas de la Universidad de Deusto, de la que también ha sido Decano.Raúl González Fabre es Ingeniero por la UCAB y Doctor en Filosofía por la Universidad Simón Bolívar (Caracas). Profesor de Microeconomía y de Ética económica (Business, Marketing, Finanzas) en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid).
Necesitamos profesores que sepan explicar las cosas que conocen, que estén a la última en nuevas tecnologías y en novedosas estrategias didácticas y que, además, motiven a los alumnos y que se comporten de manera responsable, justa, respetuosa y empática. En definitiva, necesitamos expertos profesionales que cumplan con la deontología de la profesión docente. Y, sin embargo, ¿son solo así los profesores que necesitamos?, ¿es suficiente con disponer de conocimientos y técnica y con respetar ciertos principios éticos? Algo nos dice que no: también necesitamos que los profesores sepan enseñar más allá del plano académico, que hagan de la educación una maravillosa aventura humanizadora; un auténtico acontecimiento de transformación personal.
La ética del profesorado que aquí se presenta se centra en esta buena influencia educativa y personal que un profesor puede ejercer en los alumnos y que produce dignos y admirables resultados. Este libro no es un recetario: la ética no pretende dar soluciones sino promover una madurez argumentativa. Precisamente, eso es algo en lo que destacan los profesores que consideramos insustituibles, los que convierten la educación en una espectacular obra de arte.
Publicada póstumamente en 1677, la Ética, obra compuesta como un conjunto de Definiciones, Axiomas, Postulados, Leyes, Proposiciones y Escolios al modo geométrico, ha sido interpretada por la posteridad, pese a esta supuesta objetividad, de manera multiforme, habiendo despertado, más que desacuerdos fríos con la verdad de sus asertos, emociones poderosas. Esta edición de la obra cumbre de Baruch Spinoza (1632-1677), personalidad intelectual cuyo pensamiento y figura han sido clasificados de las formas más dispares, según la perspectiva que lo ha sometido a análisis, corre a cargo del profesor Vidal Peña, traductor, prologuista y anotador del volumen.
La política, el 15-M, las nuevas tecnologías, Internet y las descargas ilegales, los abusos de poder, las contradicciones del capitalismo, la fuerza y la debilidad de la democracia, pero también la belleza, la muerte, la solidaridad… ¿Cómo saber los que piensan los jóvenes? Preguntándoselo. Una respuesta aparentemente sencilla, que esconde una gran dificultad. Porque hay que saber preguntar, hay que saber ponerse en el lugar de los jóvenes, ganarse su confianza. Escuchar y a la vez aconsejar, opinar, posicionarse… Savater realizó una serie de encuentros con alumnos jóvenes y respondió a las inquietudes que le planteaban. De ahí, salió este libro, esta ética de urgencia, que nos avisa de las inquietudes de los que gobernarán el mundo del mañana. Una obra que representa el regreso del autor al diálogo con los adolescentes sobre las cuestiones morales que más les preocupan (el territorio donde cosechó uno de sus mayores éxitos editoriales: Ética para Amador) y que recupera la confianza en el poder del diálogo para convencer y avanzar. Una travesía que guarda un asombroso parecido con las preocupaciones del resto de ciudadanos, pero expresadas con el entusiasmo, el empuje, la indignación y la urgencia de quienes heredarán las responsabilidades del mundo.
Para la mayoría, la ética no es más que una mera exposición y discusión de los deberes positivos y negativos que tendrían que regir el comportamiento humano. Pero esa concepción de la ética queda coja. Le falta el desarrollo de la vida buena y la felicidad, dos aspectos sumamente importantes y a los que no se les presta la necesaria atención. A esa otra ética, la ética erótica, que no habla de obligaciones, sino que aconseja y recuerda, que abarca todo tipo de ámbitos y contextos, tanto de la vida pública como de la privada, dedica Javier Sádaba este libro. Porque esa es la ética que atiende a nuestros deseos teniendo siempre presente, frente al realismo chato, que somos un haz de posibilidades. Con humor, con sensibilidad y con elegancia, el autor de La vida buena defiende en esta obra la imaginación, los distintos placeres y el respeto a las diferentes formas de sentir, y reivindica, de forma apasionada, una ética que dé la palabra a los sentidos, a los sentimientos y, de manera muy especial, a los deseos.
Siguiendo la estructura de una larga carta dirigida a un adolescente, el autor analiza algunas de las cuestiones éticas más esenciales de nuestra sociedad: el correcto ejercicio de la libertad, la aceptación de la responsabilidad, la necesidad de la convivencia entre humanos para poder llevar una vida plena, el saludable deseo de disfrutar de la vida y de los placeres que ésta nos ofrece, la ineludible relación entre ética y política, y la obligada reflexión acerca de cuestiones como la conservación del planeta o la realidad de la inmigración. Mediante un lenguaje accesible y cercano, Savater logra que seamos conscientes de la relevancia que tienen en nuestra vida las consecuencias derivadas de nuestras decisiones diarias.
Este libro no es solo una ética para chicas, es también una llamada a los chicos para que se atrevan a transgredir de verdad: para que dejen de ponerse en el lugar de sus deseos y se pongan en el lugar de las demás.La filosofía nos enseña que lo importante son las preguntas que nos hacemos, siempre que formulemos bien nuestros interrogantes y nos preguntemos por el fundamento de nuestros proyectos. La ética, por su parte es una invitación a ponerse en el lugar de los demás, y sucede que hasta ahora los hombres no se han puesto en el lugar de las mujeres. Con ellas ha valido casi todo: desde borrar su nombre y su historia hasta la violencia sexual.La filosofía y, con ella, la ética puede ayudarnos a comprender las enormes contradicciones a las que tienen que enfrentarse las mujeres en un mundo patriarcal al que los filósofos, aun sin haber estado a la altura, sí aportaron una manera de pensar crítica que nos ha llevado a ser conscientes de las desigualdades y a cuestionar el sistema.Ética para Celia nos invita a mirar de frente la realidad, el hecho de que nuestra vida se ha levantado sobre una doble verdad, con normas morales y fines vitales distintos para mujeres y hombres. Esta doble verdad se ha ido transformando, pero no ha desaparecido. A las jóvenes ya no se las socializa con idea de que sean para los demás, pero sí para ser deseables, que no deja de ser otra forma de ser para los otros.
«¿Se reducen los intentos de moralizar la empresa a una serie de piadosos deseos ilusorios o, aún peor, a simple maquillaje de la explotación desvergonzada de recursos naturales y seres humanos? Es curioso que los acontecimientos financieros en Estados Unidos y otros países que han llevado al desastre de la crisis, con sus ejemplos de desvergüenza y abuso de las posiciones de privilegio con las peores consecuencias empresariales, han reforzado la idea de que prescindir de toda consideración ética en los negocios no solo es indecente sino también y, sobre todo, imprudente». Fernando Savater En Ética para la empresa, Fernando Savater reflexiona sobre cuestiones de la deontología empresarial y analiza, desde un punto de vista ético, el mito del hombre nuevo y la decadencia del concepto de experiencia que se vive en las empresas de hoy en día. Un libro accesible que plantea los temas cruciales de la ética en una de las entidades más representativas de nuestro tiempo: la empresa.
En la posmodernidad, el comportamiento ético correcto, antes único e indivisible, comienza a evaluarse como «razonable desde el punto de vista económico», «estéticamente agradable», «moralmente adecuado». Las acciones pueden ser correctas en un sentido y equivocadas en otro. ¿Qué acción debería medirse conforme a un criterio determinado? Y si se aplican diversos criterios, ¿cuál deberá tener prioridad? La «agenda moral» de nuestros días abunda en asuntos que los estudiosos de temas éticos del pasado apenas tocaron, ya que entonces no se articulaban como parte de la experiencia humana. Basta mencionar, en el plano de la vida cotidiana, los diversos problemas morales que surgen de las novedosas relaciones de pareja, sexualidad y relaciones familiares, notorias por su indeterminación institucional, flexibilidad y fragilidad; o bien la gran cantidad de «tradiciones» que sobreviven, han resucitado o se inventaron, para disputarse la lealtad de los individuos y reclamar autoridad para guiar la conducta. Y, en el trasfondo, el contexto global de la vida contemporánea presenta riesgos de una magnitud insospechada, en verdad catastrófica: genocidios, invasiones, «guerras justas», fundamentalismo de mercado, pogromos, terror de estado o de credo.
Este libro tiene por tema uno de los problemas que la moderna filosofía moral no ha encarado debidamente: el de las relaciones entre el acervo de datos valiosísimos de la psicología de los últimos años y la ciencia que tiene por objeto reflexionar sobre la conducta humana. Nos habla Fromm asimismo de la posibilidad y de la necesidad de estructurar una ética humanista, apoyada en la razón y vinculada con lo más valioso de la tradición filosófica moral; a todos los intentos de formular criterios objetivamente válidos y por lo tanto universales; a lo más sustancial del hedonismo, del pragmatismo de amplia acepción y de la filosofía de los valores. Una ética que tome al hombre como postulado y lo sitúe como fin último, tanto en el plano histórico —al liberarlo de la servidumbre y de la fe irracional en la autoridad social y robustecer la fe en sus propias fuerzas— como en el plano existencial, negando la necesidad de un vínculo con un autoridad trascendente. A la vez el autor intenta reconciliar al hombre con el forzoso relativismo de sus normas morales.
Ben Hellinger, el filosofo y terapeuta alemán que ha revolucionado la psicoterapia sistémica de la ùltima década y difundido las Constelaciones Familiares alrededor del mundo, nos muestra una mirada singular, novedosa y efectiva en el trabajo con las organizaciones empresariales y el desarrollo profesional de las personas. Si las relaciones familiares y afectivas se rigen por los Órdenes del Amor, Hellinger nos brinda en este caso los fundamentos de los Órdenes del Éxito, en los que muestra las claves que conducen a la máxima eficiencia, desarrollo, éxito, bienestar de las personas y beneficio general.Éxito en la vida, éxito en los negocios sienta las bases para una buena ordenación empresarial, que respete los Órdenes del Éxito en sus relaciones y jerarquías, y que conduzca al logro de los objetivos, a una mejora del rendimiento y a un fructífero y humanista aprovechamiento de los recursos. Siguiendo las directrices de Hellinger, las Constelaciones Organizacionales ayudan a vislumbrar las dinámicas establecidas y a transformar los vínculos y relaciones difíciles, así como los desarreglos estructurales de las organizaciones. La meta es el buen lugar para cada quién a fin de que se logre bienestar y el Éxito para todos.
He intentado ser ante todo un pastor" Por primera vez en la historia del cristianismo, un papa hace balance y habla sobre su renuncia, su pontificado y su vida. Además, en las últimas conversaciones mantenidas con Peter Seewald, interlocutor suyo desde hace años, el papa Benedicto XVI expresa ideas muy personales. En estas páginas se abordan tanto los acontecimientos decisivos de su pontificado como los recuerdos sobre su familia, la relación con importantes compañeros de camino y las preguntas acuciantes sobre el futuro de la Iglesia católica
Este libro conmemora las últimas pláticas de Krishnamurti en Saanen, Suiza, donde por veinticinco años sostuvo reuniones internacionales todos los veranos. En estas cinco pláticas y en las tres sesiones de preguntas y respuestas, Krishnamurti recalca una y otra vez que él no es un gurú ni un líder, sino que juntos él y su auditorio, están investigando como amigos la difícil situación que atraviesa el ser humano; juntos investigan profundamente por qué el hombre, a pesar de su asombroso avance tecnológico, ha seguido siendo internamente un bárbaro; juntos sondean en cuestiones tan vitales como el conflicto, el desorden, la culpa, el deseo, el miedo, el dolor, el arte de vivir, la belleza, el pensamiento, la meditación, el tiempo, el amor y la muerte.
Cada uno de nosotros, sostiene Krishnamurti, es responsable por la espantosa violencia que hoy impera en el mundo, puesto que éste es lo que somos nosotros ‑nacionalista, egocéntrico, codicioso, ambicioso, lleno de prejuicios- y ello ha creado la ansiedad en que vivimos. Unicamente mediante una completa transformación en nosotros mismos, podemos ayudar a producir un cambio en la condición del mundo. Y esa transformación sólo puede ser instantánea, porque lo que somos ahora es lo que seguiremos siendo mañana. El cambio gradual es inútil.
Krishnamurti se había propuesto que la reunión de Saanen en el verano de 1985 fuera la última. Sentía que, a los noventa años, tenía que reducir sus viajes. Falleció el 17 de febrero de 1986. Para quienes han visitado Saanen y para aquellos que han leído sus libros pero nunca han estado allá, este volumen se yergue como un monumento a un gran maestro religioso.