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Bolsilibros - Colt (Ed. Cies) 12. 3 horcas en Elk City, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

El extraño caso que más tarde la gente dió en llamar «El caso de las tres horcas», pero que en su desarrollo fue «El caso de las tres sombras», resultó algo dramático, que tuvo con el alma en un hilo a todos los habitantes de Elk City, en Oklahoma y que sólo fue resuelto de modo trágico, gracias a la valentía, la audacia y la sagacidad de Van Clinton, quien tomó a su cargo el descubrimiento de la infame asociación, a causa de la trágica muerte de su hermano Tony, víctima de «Las tres sombras», por haber intentado también desentrañar el incógnito.


Bolsilibros - Colt (Ed. Cies) 14. Con la piel del león, de W. Martyn

Aventuras, Novela

Jack leyó por dos veces el aviso y sintió un frío especial en la médula. Aquel caballero a quien el destino le había concedido un patronímico como el suyo, debía ser una fiera carnicera, peor que un oso enfurecido o que un tigre con sarna. Jack se notó molesto leyendo el aviso y hasta instintivamente llevó las manos a los dos pesados colts que pendían de su estrecha cintura, pero las retiró como si hubiese tocado un hierro ardiendo.


Bolsilibros - Colt 45 49. Pasaje para el infierno, de Henry Keystone

Aventuras, Novela

El trabajo que realizaba Edson Rainer era peligroso y estaba muy mal pagado. Edson lucía sobre el pecho la estrella de comisario del sheriff y cada noche tenía que enfrentarse a la violencia con su propia violencia. Un mes antes estuvo dispuesto a devolver aquella insignia porque ocurrió algo que no le gustó nada.


Bolsilibros - Colt 45 56. El sheriff de Spoke City, de Fred Hercey

Aventuras, Novela

Era difícil el puesto de sheriff en el pueblo. Había que ganarlo a pulso. Primero con los votos de los ciudadanos, y después con eficiencia, audacia y destreza con las armas. Sandy había sido elegido por dos veces consecutivas. La primera porque fue el único candidato que se presentó a las elecciones. Nadie quería ocupar un cargo donde había que ganarse el sueldo a pulso, haciendo frente al peligro casi de un modo continuo.


Bolsilibros - Colt 45 59. Sabor a pólvora, de Herman Tellgon

Aventuras, Novela

Llevaba los revólveres al estilo de los gun-man. De la silla de montar colgaba un rifle. Una manta y el menguado saco de provisiones completaban el equipo. Durante algunos instantes permaneció inmóvil, intentando decidir sus próximos pasos. No había nadie que le esperase ni lugar alguno al que deseara regresar. Estaba solo, total e irremediablemente solo./p>


Bolsilibros - Colt 45 77. ¡Que viene Bronco!, de J. Tell

Novela, Aventuras

EL ambiente en el almacén de Boogh era tan espeso que, según expresión gráfica de Allormy, el granjero, «las palabras se clavaban en él». 
Aquello podía tomarse como una declaración importante, porque Allormy era Beaverly Sun City un hombre de categoría, que pensaba las frases lo mismo que los pasos.


Bolsilibros - Colt 45 80. La herencia del pistolero, de Anthony Schaer

Novela, Aventuras

PASADAS las horas del mediodía, apenas si transitaba ya nadie por las retorcidas y sinuosas calles de Shaddock, huyendo de los quemantes dardos que un sol de fuego suspendido sobre sus cabezas lanzaba a plomo sobre la tierra en una acometida brutal, desconsiderada.


Bolsilibros - Colt 45 84. De la misma camada, de Franklin Ingmar

Novela, Aventuras

ERA una semana de sorpresas para Rory Stacy. Indudablemente que lo era. 
Hacía sólo una semana que el muchacho se encontraba tan feliz en el rancho del Humboldt, en Nevada. En ese rancho donde prestaba sus servicios como simple «cow-boy», con un sueldo de 40 dólares al mes, comida y alojamiento en el galpón del equipo. 
Sí, sólo una semana. 
Y ahora estaba en otro Estado… 
En el Estado de California, vecino al de Nevada. 
Y aquella ciudad, Sacramento, era la población más grande y populosa que nunca hubiera visto. 
Y aquel hotel…


Bolsilibros - Colt 45 90. Dios no vive en las colinas, de Gerard Woren

Novela, Aventuras

MESA Brava estaba situada en la falda de una colina amarilla. 
Sus últimas casas alcanzaban una hondonada por la que discurría un pequeño riachuelo y desde allí, hacia el sur, partían un buen número de granjas, siguiendo una cadena de sucesivas lomas y algunas colinas escarpadas color cobre. 
Richard Stabber se quitó la gorra, rascándose la nuca. Se había afeitado y su rostro sin barba acrecentaba la violencia de sus rasgos delgados. 
—Mesa Brava, Mike —apuntó con simplicidad. 
Mike Tither hizo caminar a su montura hasta emparejarla con la de su compañero. Se pasó la mano por la boca y miró en torno no sin cierta sorpresa.


Bolsilibros - Colt 45 95. Un alto en el camino, de Adam Surray

Novela, Aventuras

ERAN tres hermanos. 
Estaban alrededor de una destartalada mesa contemplando entusiasmados los cuarenta mil dólares. 
—Creo que hemos hecho lo más conveniente —dijo Albert Perkins, el hermano mayor. 
—Seguro —rió Edward. 
Albert y Edward se llevaban dos años. Físicamente era muy parecidos. Fuertes, musculosos y de facciones correctas ocultas tras espesas barbas. Un par de pesados revólveres del 45 pendían de sus respectivos cinturones canana. 
El tercer hermano permanecía silencioso, con un cigarrillo a medio consumir entre sus finos labios. Era el más joven. Tenía veintiocho años. Al contrario que sus hermanos, era amante del aseo personal.


Bolsilibros - Colt 45 130. Plomo para los amigos, de Adam Surray

Aventuras, Novela

Todo en Dean Wyler engañaba. La mayoría se dejaba influenciar por su rostro aniñado, sin percatarse del peligroso brillo de aquellos ojos azules. Unos ojos donde se reflejaba la mismísima muerte. Ante ellos habían desfilado infinidad de cadáveres.


Bolsilibros - Colt 45 207. Nido de cuatreros, de Frank Spey

Aventuras, Novela

Aquella mañana, como casi todas, Amita Daniell había salido muy temprano de su rancho, y en su carrito de compras, tirado por «Felipe», recorría el pintoresco sendero del pueblo, aquel camino estrecho y largo que serpenteaba por el llano y atravesaba el poblado, perdiéndose después en las lejanas cumbres.


Bolsilibros - Colt 45 259. El gavilán, de F. Mediante

Aventuras, Novela

ANDREWS Wydden se halló, de pronto, con la sensacional sorpresa, de que era rico. Una herencia inesperada acababa de ponerle en posesión de una inmensa fortuna. Lo supo aquella mañana, al abandonar el rancho donde trabajaba como vaquero. Se dirigía hacia el pueblo en busca de diversiones cuando se tropezó con el automóvil de Taylor Howe. Taylor Howe era el notario de Annawill, un pueblecito de Montana.


Bolsilibros - Colt 45 345. Balas para los canallas, de Frank Ford

Novela, Aventuras

Turk Miller acabó de limpiar y engrasar sus armas. Era un hombre alto, de caderas estrechas y anchas espaldas, característica de los hombres que pasan la mayor parte de su vida sobre la silla de sus caballos. La nota más sobresaliente de sus facciones, correctas, la daban sus pálidos y penetrantes ojos en su tez morena. Clenn Hetch, a su lado, acabó también de limpiar y engrasar sus armas. Un pesado rifle 'Sharp' y dos 'Colts' de calibre 45. Clenn tenía bastante más edad que su compañero. Su rostro, extremadamente alargado, mantenía siempre la expresión más lúgubre que pueda imaginarse.


Bolsilibros - Colt 45 369. Al norte de Tucson, de Adam Surray

Aventuras, Novela

La escuela de Carsten City se hallaba muy concurrida. Se habían reunido en la mayor de las aulas. Todos los pupitres, ocupados. Ninguno de los presentes bajaba de los veinticinco años de edad. Hombres de poblada barba y ademanes violentos. Con aspecto de mineros. Hombres rudos, que desentonaban en el aula de una escuela.


Bolsilibros - Colt 45 518. Los procesados, de Adam Surray

Aventuras, Novela

Los cinco hombres estaban sentenciados. Lo sabían. Sabían que les quedaban pocas horas de vida. Tal vez minutos. Sin embargo estaban dispuestos a morir. Con las armas en la mano. Por ninguno de ellos pasó la idea de una posible rendición. No. Hombres como aquéllos mueren, pero no se rinden.


Bolsilibros - Comandos 155. Huellas de traición, de Alf Regaldie

Bélico, Novela

Nick Hansen, recién ascendido a capitán por méritos de guerra, sintió que el rostro le quemaba, tal que si las palabras del coronel, disparadas con bastante violencia, tuviesen fuego. Sabía Hansen que, a pesar de su inocencia, la suerte estaba echada y que él duraría todo lo que tardase en reunirse el Consejo de Guerra para condenarle. Y quiso buscar un desahogo, ya que posiblemente sería aquella la última ocasión que se le presentaría para hablar con el coronel, del que le separaban viejas rencillas familiares a través de generaciones de militares.


Bolsilibros - Comandos 203. La sombra de Hiroshima, de Alan Kesington

Bélico, Novela

Los americanos tienen pruebas de que el gobierno japonés de la postguerra está consiguiendo uranio en secreto para crear armas nucleares. El mayor Bob Tyler, que es el agregado militar en la embajada americana en Japón, está investigando este posible incumplimiento de los acuerdos de paz lo que le llevará a una serie de situaciones que pondrán en peligro su vida...


Bolsilibros - Comandos 216. Intriga en Cabo Cañaveral, de Alan Kesington

Bélico, Novela

EN la extensa zona acotada del cabo Cañaveral se habían tomado medidas de excepción. Importantes unidades de la flota de los Estados Unidos patrullaban a lo largo de las costas y las rectilíneas playas de arena, incrustadas entre las escarpaduras rocosas, se hallaban guarnecidas por un considerable número de soldados. 
También tierra adentro se habían reforzado las guardias y resultaba enormemente complicado transitar por la zona puesta bajo la jurisdicción militar.


Bolsilibros - Congo 1. Las joyas sagradas, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

La acción se inicia con Lord Gregoryn, un hombre de avanzada edad, años atrás un osado explorador, que hoy se encuentra aterrorizado por una supuesta maldición que persigue a todos los que hace años participaron en una incursión en Africa de la que volvieron con una valiosa joya robada de un templo bantú que representa al ibumbuni, una criatura de la mitología africana dotada una poderosa cola con la que sujetaba a sus víctimas hasta matarlas.
Cada uno de los tres hombres –Gregoryn, Thompson, y Burkon- que volvieron de esa infame expedición, de la que nunca quieren hablar y que preferirían olvidar, conserva una parte de la sagrada joya, y todos y cada uno de ellos han sufrido a lo largo de los años una serie de desgracias que sólo con los años han ido asociando a la maldición. 
Gravemente enfermo, convencido de que en breve morirá a manos del ibumbuni, al que constantemente oye rugir desde el interior de la caja fuerte donde guarda su fragmento de joya, Lord Gregoryn decide encargar a su hijo, el apuesto y valiente Joe Gregoryn, que devuelva la joya a su ubicación original, a la sombra del Kilimajaro, con el fin de acabar con la maldición. 
>Con los dos fragmentos que le entregan su padre y Thompson –cuyo hijo lleva desaparecido años- debe dirigirse a la bahía de Ungama (Kenia), donde vive Burkon, el tercer componente de la expedición original, para que le entregue el tercer fragmento de la joya, y desde allí ir a buscar un cuarto trozo que fue escondido en una gruta en el corazón de la jungla por uno de los nativos que servía de guía a la expedición. 
Comienza así desde Southampton un viaje en barco plagado de peligros, donde el protagonista, acompañado de una letal caja donde guarda los fragmentos de la joya, compartirá travesía con cuatro enigmáticos personajes: Helen Custer, una bella joven que tiene la intención de robar la joya, para lo que intenta seducir a Joe; Emil Golding y Alma Bradford, una pareja de supuestos cafeteros que también intentan hacer amistad con Joe con pérfidas intenciones, y Gordon Mac Lean, un polizón huido de la justicia, que chantajea a Helen obligándole a compartir camarote con él. 
Un viaje en el que los protagonistas conocerán el miedo, la traición, y por supuesto, el amor, como mandan los cánones.