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Bolsilibros - Congo 2. Bulane, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

En el campamento del «americano», como conocían vulgarmente a Fulton Bruce, había un gran movimiento esa mañana, antes de salir el sol, cosa que ese día no iba a verse porque una de las frecuentes tormentas lo impediría. Siempre que se presentaba una de estas tormentas, había una gran efervescencia en el campamento para proteger los víveres de la lluvia y la serie de utensilios que llevaba para su trabajo al que iba destinado.


Bolsilibros - Congo 3. Trágico safari, de Alar Benet

Aventuras, Novela

El dardo, al clavarse en uno de los árboles inmediatos a Harry Lamborn, produjo un ruido vibrante, estremecedor. La caravana se detuvo y todos miraron espantados la lanza pequeña, arrojadiza. Una liebre saltadora cruzó como un meteoro por entre las piernas de Alicia Collins, quien no pudo contener un grito de terror, al que siguió un comentario con voz no muy firme: 
—No es nada. Tengo los nervios deshechos y… 
Un joven de unos treinta años, muy alto y en cuyas manos llevaba un rifle en disposición de disparar, tranquilizó a la muchacha...


Bolsilibros - Congo 6. Sahara en rojo, de Clark Carrados

Aventuras, Novela

El avión volaba rítmica, plácidamente. Arriba un estallido de luz azul, cegadora. Abajo, un infinito mar amarillo, deslumbrante, como recién salido del tubo de pintura. Entre los dos únicos colores, el azul del cielo y el amarillo del sahariano desierto, la máquina humana, repleto su vientre de ejemplares idénticos a los que la habían construido, era la única nota discordante en plata y zumbido de motores. Un zumbido que se extendía en invisibles esferas durante kilómetros y kilómetros de inacabable soledad, llenando esta con las conmociones de la atmósfera provocadas por las continuas y vertiginosas revoluciones de las dos hélices, convertidas en refulgentes discos, del «Dakota» norteamericano de transporte.


Bolsilibros - Congo 9. La pitonisa, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Quiero dar las gracias a quienes, con el ruego de no dar su nombre, me han permitido revolver en sus valiosas bibliotecas y han puesto a mi disposición las notas personales, tomadas de sus viajes a África Central con objeto de cazar fieras. Uno de estos amigos, gran conocedor de aquellas tierras ha dado conferencias y publicado libros a este respecto.


Bolsilibros - Congo 11. Continente negro, de Alar Benet

Aventuras, Novela

Todo sucedió con tan increíble rapidez que Margaret Langley y Donald Cookman no tuvieron tiempo de lanzar un grito de espanto. El profesor Raymond, que marchaba a la izquierda del guía de la expedición, fatigado por el tremendo esfuerzo de caminar por un terreno pantanoso, apoyó su diestra en el tronco de un árbol. Una serpiente de anteojos, que se hallaba agazapada en las ramas bajas, molesta, por la presencia inmediata del hombre o temerosa de ser atacada, movió rápidamente la cabeza, “en golpe de hacha”, según frases de los indígenas, para asestar a Raymond Langley una pequeña mordedura en la mano izquierda, desapareciendo enseguida de la vista de los miembros del safari.


Bolsilibros - Congo 12. Tragedia en la selva, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Toinette La Motte contemplaba desde la puerta de su casa, la plantación que desde allí se dominaba en gran parte, y el río que frente a ella desfilaba rugiente, engrosado por las intensas lluvias de aquellos dos días. 
Se estaba haciendo de noche y sus criados, todos negros, empezaban a encender las luces. 
La del día iba cambiando de tonalidades hasta convertirse en una mancha levemente sonrosada, en la que surgían pinceladas oscuras con gran rapidez. 
La lluvia tenía la virtud de llevarse miríadas de mosquitos, lo que permitía que los mosquiteros pudieran permanecer levantados.


Bolsilibros - Congo 14. El diablo de la selva, de Charles Mitchell

Aventuras, Novela

Un rinoceronte es una fiera de más de dos toneladas que, visto de cerca inspira cualquier sentimiento, menos cariño maternal. Quizás fuera ese el motivo por el cual mi cliente, Bruce Látimer, se pusiera nervioso hasta el extremo de descerrajar la cabeza, con un tiro de rifle, a uno de los porteadores negros de la safari, que se encontraba a más de veinte metros del animal.


Bolsilibros - Congo 15. Tráfico de esclavos, de Alar Benet

Aventuras, Novela

—¡Marisa! ¡Marisa! 
La voz bronca de Harold Tuner espantó a una bandada de pájaros de vistosos colores que se habían posado en la pequeña explanada que daba acceso, desde el bosque, a la casa de troncos, en cuya puerta, con expresión inquieta, hallábase una mujer cuya edad frisaba en el medio siglo. 
—Esa chica acabará dándonos un serio disgusto. Tú tienes la culpa de ello, Harold, por haberla educado igual que a un muchacho.


Bolsilibros - Congo 16. La hija de la magia, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

—Todos estos son los documentos que se han podido reunir, después de varios siglos de minuciosa búsqueda, en los archivos de El Cairo y Alejandría sobre la «expulsada de Tebas». Es como ves, una labor paciente de toda una generación de «ratas de biblioteca». Mi abuelo aseguraba que sabía perfectamente dónde se detuvo la embarcación que llevaba a la belleza de Tebas con su carga de alhajas como no se ha vuelto a ver otras en el mundo de igual belleza y valor. Las primeras leyendas, como verás si tienes paciencia para leer todo eso, aseguran que llevaba todas las fastuosas alhajas de los Ramsés. Y esto no se niega en ninguna de las leyendas que siguieron.


Bolsilibros - Congo 18. La diosa blanca, de Alar Benet

Aventuras, Novela

EL hechicero, vestido extrañamente con ropas entre las que predominaban las pieles de animales salvajes, alzó ambos brazos echando la cabeza hacia atrás con tanta violencia que los que integraban el safari dirigido por el profesor Arthur Evatt temieron que el cuello del negro se quebrase o que fuera víctima de un ataque epiléptico.


Bolsilibros - Congo 20. Contrabando de ébano, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

En una fiesta benéfica de Palm Beach, en Florida, comenzó lo que había de convertirse en un dantesco asunto que costaría varias vidas a millares de millas de la playa elegante de los Estados Unidos. 
Las elegantes damas que se encuentran periódicamente en la célebre playa de Florida, estudian el modo de allegar fondos para instituciones de caridad y que al mismo tiempo les permita divertirse. 
Las fiestas que con tal motivo se organizan, son de lo más variado, ya que el ingenio humano es ilimitado. 
Las mansiones que cuestan miles de dólares abren sus puertas a los invitados, que a la hora de la tómbola sienten saqueados sus bolsillos.


Bolsilibros - Congo 24. Selva cruel, de J. Dixon

Aventuras, Novela

El fugitivo se detuvo entre los matorrales, para contemplar el poblado que se alzaba junto al río. Por un momento, sintió un profundo alivio al contemplar los edificios de madera con sus techos de paja y las amplias cercas donde se encerraban las fieras. 
En torno a ellos, se extendía la selva, tupida y absorbente. El sol brillaba sobre el poblado, extendiendo sus cálidos rayos que aturdían los sentidos. El fugitivo se tendió en el suelo. Estaba hambriento y fatigado. Pero bajo su reluciente piel negra se extendían los músculos duros y potentes. En su semblante de facciones achatadas brillaban la astucia y la decisión.


Bolsilibros - Congo 25. La montaña sagrada, de Alar Benet

Aventuras, Novela

Las hogueras iban apagándose lentamente sin que los dos blancos, un hombre y una mujer, y los negros que como porteadores, formaban parte del safari, repararan en el enorme peligro representado por las numerosas fieras que merodeaban en torno al campamento situado en las estribaciones de los montes Muchinga, cerca del río Luangua, en territorio del Nyasa... Conforme las llamas decrecían, los rugidos de los animales carnívoros percibíanse más cercanos y en la oscuridad, entre los árboles inmediatos al claro del bosque, brillaban los ojos de los felinos al acecho de sus presas.


Bolsilibros - Coral 2. Me casaré contigo, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Gloria Bryce no podía imaginar que iba a coincidir de nuevo con el apuesto Richard Spyme en el barco que debía conducirla a España.En España, Gloria tampoco iba a encontrar la ansiada estabilidad que necesitaba. Con su huida a Nueva York había pretendido alejarse de un amor imposible, pero el destino parecía empeñado en ponerle, una y otra vez, en manos de ese gran seductor quizá para siempre.


Bolsilibros - Coral 3. El destino tiene la palabra, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Don Álvaro Gil y don Javier Hermes planean el casamiento de sus nietos, Beatriz y Javier. Todo parece ir según lo planeado hasta el día que Beatriz se siente humillada por una conversación que escucha entre su novio y su amigo Ignacio Varela. Esto cambia el rumbo de sus vidas. Beatriz deja plantado a Javier, se marcha y, cuando vuelve, está dispuesta a vengarse...


Bolsilibros - Coral 6. Una mamá para Ana, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Ana María Josefa Cruz o Pitusa como le llaman sus amigos, acaba de terminar el bachiller y decide entrar en la Universidad. Allí conocerá a Ángel Portillo, un profesor de matemáticas.


Bolsilibros - Coral 15. Tristeza de amar, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Después de ocho años Sol volvió de nuevo a casa. Por fuera parecía siendo la misma niña alocada que se fue pero, sin embargo, las experiencias vividas le cambiaron por dentro por completo.


Bolsilibros - Coral 16. Almas gemelas, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Eras sumamente bonita y humilde cuando decidí casarme contigo —añadió él, lentamente, con el cigarro apagado en las comisuras de los labios—. Me he sentido feliz comiendo con los dedos un trozo de carne, desabrochada la camisa, despeinado el cabello, teniéndote bonita y dulce enfrente de mí. Yo perteneceré a otras damas, tú serás halagada por otros caballeros... Tendrás la vida que quieres, Yani. Nunca he sido un miserable. Creí que eras feliz en este ambiente íntimo y familiar. Creí que te bastaba mi amor. —¡Walter!


Bolsilibros - Coral 17. Más allá de la senda, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Una vida joven, pletórica y hermosa maltratada por el destino y el orgullo de una gran familia, se apaga. La muerte de Lidia genera en su hermano Clark una sed de venganza tan grande que toda su vida está destinada apagarla. En su intento por hundir a la familia Wright le llevará a conocer al amor de su vida.


Bolsilibros - Coral 21. ¡Tú no eres nadie!, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Chicas, ¿qué os parece? Este famoso doctor me pide que sea su esposa. ¿No es para morirse de risa?Vio cómo Pedro palidecía. Los otros muchachos, al declararse, no palidecían. Tan sólo reflejaban sus rostros una expresión de súplica, que invitaba a la risa. Pedro había sido diferente a todos. Y ella tuvo rabia, una rabia sorda, que no sabía a ciencia cierta a qué atribuir.Se volvió hacia él y dijo con rabia, quizá sólo por eso, porque no lo vio suplicante como los demás.—Tú no eres nadie, Pedro. Cuando me decida a perder mi libertad, será con un hombre que no tiemble tímidamente ante mi figura.