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Bolsilibros - Coral 112. Flor María, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Flor María, alcánzame esas medias. La joven que se cubría con un amplio delantal de cretona tomó las medias y, ágil, subió la escalinata para entregarlas a su prima. Por otra puerta asomó el rostro de Mary.—Flor María, ¿has sacado lustre a mis zapatos?—Lo haré al instante, Mary.—Bien has podido hacerlo, ya hijita. ¡Qué criatura ésta!


Bolsilibros - Coral 113. La mentira de Sofía, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Papá está satisfecho de esta boda. —Se volvió rápidamente y clavó sus vivos ojos en la faz inalterable de Marisa—. ¿Y tú, querida, lo estás?Marisa desplomándose sobre el sofá, apretó las manos entre las rodillas y dijo nerviosamente:—Papá está satisfecho, Sofía. Lo demás, ¿qué importa?—¡Cielos! —saltó Sofía, fuera de sí—. Lo único que importa eres tú —No. Papá me dijo que Nicky me amaba y deseaba hacerme su esposa. Yo le dije que no le amaba y Dale repuso que el amor era una soberana bobada.Sofía, de pie en medio de la estancia, parecía un juez severísimo.—¿Y te callaste?


Bolsilibros - Coral 114. Un secreto entre los dos, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Qué miras, Martine?—El yate de Mark Mansfield, que acaba de anclar en el puerto.—Otra vez lo tenemos aquí —dijo Ann Williams, suspirando—. ¿Crees tú que se quedará en Troon mucho tiempo?Martine Morgan, heredera del muy noble lord Konen, se volvió con lentitud. Era una linda joven rubia, de grandes ojos claros, los cuales contemplaron ahora a su aristocrática amiga con cierta ironía mal disimulada.


Bolsilibros - Coral 116. El marido de Laura, de Corín Tellado

Romántico, Novela

¿Estás ahí, Dexter?El hombre entró en la alcoba y avanzó sin prisas hacia el balcón en cuya balaustrada se apoyaba su esposa.—Acabo de llegar —dijo Dexter, pasándole un brazo por los hombros—. ¿Cómo va ese corazón?—Muy bien, querido. Me siento mejor que nunca.—Me alegro, Laura.—¿No has ido al Círculo?—Claro que sí.—Has venido muy pronto. Ana aún no nos avisó para cenar.—Pero estoy a tu lado. ¿O es que no lo deseas?Laura se arrebujó contra él y le miró a los ojos.


Bolsilibros - Coral 117. Su majestad, la reina, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Y has de obedecer —dijo Alicia, con picardía.María Nicolasa de Nialer se echó a reír. Reía con frecuencia y era por naturaleza una joven alegre y dichosa que detestaba los protocolos rigurosísimos de palacio.—Debieran borrar de la lengua esa palabra odiosa —rio divertida—. No me agrada obedecer, pero el rey manda y mi padre no es un hombre ligero de los que admiten rebeldías. —Suspiró—. Lo siento, Ali. Lo siento infinitamente. Quisiera ser como tú, como Isabel, como Milly de Lolerbe… Pero soy una princesa y tengo deberes que cumplir. —Suspiró más hondo, agitó las manos desolada y lamentó lánguidamente—: Adiós, mis paseos domingueros, mis salidas furtivas, mis charlas con vosotras… Una vez que vengan a buscarme, todo quedará atrás convertido en un recuerdo nostálgico.


Bolsilibros - Coral 118. El recuerdo de aquel día, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Michele Vlady es una famosa abogado criminalista, admirada en los ambientes más selectos de Nueva York. Parece haber alcanzado la cima del éxito pero en su interior guarda la sombra de una desgracia. Su padre, un aristócrata arruinado, la casó por conveniencia con el famoso explorador Kirk Garret, guapo y libertino millonario, quien no supo valorar el amor y la pureza de Michele. Tras ser acusado del asesinato de una bailarina, su esposa accedió a defenderlo pero su corazón y su matrimonio ya estaban rotos. Ahora, tras cinco años de separación, Kirk vuelve reclamando sus derechos como padre... y como esposo.


Bolsilibros - Coral 119. Casémonos, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Me has oído, Piper?—Sí, abuelo.—¿Y qué dices?—No sé aún lo que deseas de mí.—Es preciso, Piper, que olvides tu condición de mujer. Desde ahora serás como un hombre. Te enviaré a un colegio y más tarde estudiarás la carrera de ingeniero naval. Serás un segundo Peter Eastwood.—Está bien, abuelo.—Cuando tengas veinte años has de enseñarme el título. ¿Me entiendes? Has de arreglarte de forma que para entonces puedas ocupar mi lugar.—Sí, abuelo.


Bolsilibros - Coral 120. Yo soy aquella chica, de Corín Tellado

Romántico, Novela

De pie era bellísima, con una belleza aristocrática, delicada, sin grandes exuberancias llamativas. Los cabellos muy rubios enmarcando el óvalo perfecto de su cara. Los ojos azules, como límpidas turquesas. La boca de delicado rasgo, quizá un poco gruesa, que daba mayor encanto si cabe a sus labios. Los dientes que enseñaba al sonreír, blancos, iguales, apretados. Esbelta sobre los altos tacones, de cadera redondeada y piernas bien formadas. Una muchacha que haría furor en los salones, sin duda alguna.


Bolsilibros - Coral 123. Historia de dos mujeres, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Y del amor, Niucha? ¿Qué opinión te merece el amor? Tienes veinte años y no te he conocido jamás un acompañante. Ya ves tú, yo tengo veinticuatro y...—Y has tenido muchos acompañantes — terminó Niucha.—Sí. Siempre me enamoro del último.—Ya. Una semana amas a Pedro y a la siguiente amas a Juan. ¿Sabes, Pat? Nunca has amado a ninguno.Pat se echó a reír. Prácticamente tenía mucha más experiencia que Niucha, pero ésta no deseaba en modo alguno la experiencia dolorosa de su amiga.—Mientras ames a tantos a la vez, nunca amarás realmente nada —comentó dulcemente—. El amor no es así.


Bolsilibros - Coral 124. La boda de Anita, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Cuando Anita Perkins decidió casarse con Douglas Wyman ya sabía a lo que se enfrentaba. Su padre se lo había dejado bien claro: si se obstinaba en celebrar la boda, nunca más sería recibida en la casa familiar y sus hermanos tendrían prohibido visitarla y dirigirle la palabra. Douglas Wyman era un forastero en el pueblo, un hombre sin pasado a quien se le consideraba un don nadie y un «cazadotes», pero Anita lo amaba por encima de todo. Nadie en aquel pueblo podía imaginar que el hombre al que despreciaban ocultaba la identidad de una persona muy diferente.


Bolsilibros - Coral 125. Ella era así, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Más tarde supo que se habían casado y ella se mantuvo aparentemente indiferente. Pero en el fondo de su corazón sentía un dolor agudo, terrible. Era preciso que Liliane ignorase siempre sus relaciones con Alec. Liliane no tenía la culpa de lo sucedido; era él, el ingrato, que se olvidó pronto de ella para querer a otra mujer, precisamente a su hermana.


Bolsilibros - Coral 126. La rebelde Cris, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Pero, Mary Cris...—Lo dicho, tía Juliana. Estoy harta, harta, harta.—Pero si has llegado el sábado, querida, y hoy es jueves.—¿Y te parecen pocos cinco días? ¡Oh, tía Juliana, tú no sabes lo que supone para mí este cambio tan brusco y tan poco en consonancia con mi modo de ser!—Lo comprendo, hijita.María Cristina Salgado —alta, esbelta, bonita y moderna, con unos ojos azules así de grandes— dio la vuelta en redondo y clavó la sagacidad de sus inmensos ojos en la solterona.


Bolsilibros - Coral 127. Parecía imposible, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Cállate ya, Tula.—No quiero, Harry. Estoy muy disgustada con lo de la señorita Diana. A última hora la hacienda es tanto de uno como de otro, aunque el amo nos quiera demostrar a cada instante que aquí el único dueño es él.—Pues te advierto —dijo Harry con una mueca— que tiene intención, por lo que dijo, de que la señorita Diana venga a buscar la parte que le corresponde y se largue después.—No lo quiera Dios. Es muy joven para vivir sola por esos mundos.—Tiene diecisiete años. En estos tiempos a esa edad se es ya una mujer —adujo Joe.—¿Una mujer que estuvo siempre en el colegio?—Salió todos los años a disfrutar las vacaciones con sus amigas —dijo Harry de mala gana.—El amo nunca se preocupó de ella.


Bolsilibros - Coral 130. Mi secretaria, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Qué diablos deseas hallar en tu secretaria? —preguntó Riquelme, desconcertado cuando a las dos semanas fue a visitarlo.—Nada. Eso es lo cierto. Todas las que han desfilado por aquí tienen algo. Y yo quiero una muchacha que sea inteligente, culta, que no le importe vivir sola con un hombre de mi fama. Que no piense en cazarme, que sepa mantenerse al margen de mi vida y que cuando yo dicte uno de mis párrafos, no se ruborice.—¿Y piensas hallar todo eso en una muchacha joven y bella? Porque tú has anunciado que éstas son dos cualidades indispensables para optar al puesto.


Bolsilibros - Coral 133. Él era así, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Era gentil y bonita. No es que poseyera una gran belleza ni que los rasgos de su rostro llamaran poderosamente la atención, no. Tenía algo en la mirada de sus ojos negros, en el rictus de la boca, en los mismos movimientos de su cuerpo menudo que atraía y subyugaba. Nada de rasgos clásicos, y, sin embargo, la figura en conjunto guardaba algo que llamaba las miradas masculinas, donde se retrataba un deseo casi enfermizo de analizar en el fondo del alma de aquella chiquilla un poco indiferente, cuyos ojos negros hacía tiempo que no sabían reír. ¿Por qué Emma perdió la risa de su boca, la mirada luminosa de sus pupilas soñadoras que antes, cuando él no había aparecido en su vida, sabía reír y jugar?


Bolsilibros - Coral 134. Casado por ambición, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Red Wymar —alto, fuerte, de anchas espaldas y mirada dura y fría— detuvo sus agitados pasos y contempló a su madre a través de las espesas espirales que salían de la pipa que apretaba entre los dientes.—¿No existe una solución más... más digna de mí?Alice Wymar entreabrió los labios en una sutil sonrisa un tanto desdeñosa.—¿Digna de ti, Red? ¿Acaso eres digno de algo?—Mamá, me estás ofendiendo.—Soy tu madre, Red. Te quiero muchísimo. Tú sabes muy bien que por ti estoy cometiendo una... canallada. Esa niña merece algo más que tu consideración y aun sabiéndolo, estoy dispuesta a entregártela... Quizá algún día me arrepienta de mi acción, Red, pero entretanto debo trabajar por tu bienestar futuro y es lo que hago.


Bolsilibros - Coral 135. Una chica loca, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Anne era hija de una de las dos grandes familias del pueblo pero, por disgusto de su padre, no había salido como le hubiese gustado: una damita comedida, elegante y discreta. Razón por la cual, su familia, le insistía que no tontease con uno de los hijos de la otra gran familia del pueblo, los Allyson, que eran gente más estirada y chapada a la antigua.


Bolsilibros - Coral 136. La novia de mi hermano, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Al diablo —vociferó Dick con su acostumbrada indiferencia—. ¿Crees acaso que puedo perder todo mi dinero porque a Rock le haya favorecido hoy la suerte? Lo último, Rock —añadió volviéndose hacia el hombre que lo escuchaba con las cejas arqueadas —. Mi hija, ¿comprendes? Puedes casarte con ella cuando te plazca si tienes la maldita suerte de ganar esta última jugada, pero si pierdes, Rock…, si pierdes te quedas en la calle. Estos son testigos de la legalidad de nuestro juego.


Bolsilibros - Coral 137. Estamos casados, de Corín Tellado

Romántico, Novela

El doctor Burt, al visitar a la enferma Sra. Murphy, cae rendido ante su hija pequeña, Martha. Sus dos hermanas mayores, Susan y Mabel, la han cuidado desde que era pequeña, sobre todo después de la muerte de su padre y des de la poca salud de su madre. Años después de la muerte de su madre, Martha y Burt se casan pese a la oposición de sus hermanas. A partir de ese momento el nombre y fortuna del doctor Burt empiezan a crecer y, mientras tanto, Susan y Mabel, son testigos de las infidelidades de Burt con otras mujeres. Éstas presionaran a Martha a «hacer algo» ante ésta situación por lo que Martha echa a su marido de casa y ella misma desaparece. Burt va a vivir al hospital y se centra en su vida y en su profesión, sin excesos ni mujeres. Después de unos años, Martha regresa con sus dos hijos gemelos y casualmente uno de ellos resultara ser atendido por Burt. Es entonces cuando Martha le confiesa que son sus hijos.


Bolsilibros - Coral 138. Helen se divierte, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Qué hace ésa?— preguntó Henry malhumorado—. No tengo idea de que hoy sea día festivo ni supe que se hubieran cerrado las aulas. ¿Por qué no fue Ann a la Universidad?—Tiene dolor de cabeza —indicó la dama—Ya. Dolor de cabeza y está al sol. ¿Sabes lo que te digo, Ingrid? Me desentiendo de todo. Allá tú con tus hijas. Helen es una caprichosa que se divierte a su antojo, busca un príncipe azul para marido y sueña con vestir abrigos de visón. ¡Juventud estúpida! Y Ann se burla de mí con la mayor frescura y no asiste a la Universidad porque no le da la gana.