Varela de Mar es un pueblo pequeño y tranquilo. Doscientos treinta y tres habitantes. Una playa que desaparece cuando sube la marea. Un faro abandonado.
Por eso Alba no lo visita desde hace cinco años. Bueno, por eso y porque allí fue donde aprendió lo que duele el amor y la herida aún escuece.
Sin embargo, en Varela también está Pelayo, su abuelo, que ha comenzado a olvidar y que ahora la necesita. Y también los recuerdos que dejó en sus calles cuando se marchó sin mirar atrás. Y Enol. El chico de las conversaciones raras, la obsesión por las mareas y que parece haber nacido en la época equivocada.
Un regreso inesperado, un faro lleno de secretos y dos historias inacabadas que, quizá, se merecen la oportunidad de un nuevo final.
La fuerte personalidad de Annie O’Neill la hacía aparecer ante los habitantes de Outer Banks como un modelo de humanidad y perfección y aún después de su trágica muerte continúa marcando la vida de los que la conocieron, especialmente la de su marido Alec, la de su amante Paul y la de la esposa de éste, Olivia. Pero la verdad sobre la auténtica Annie sólo la puede desvelar Mary Poor, la antigua vigilante del faro del río Kiss, entre cuyos muros se forjó un oscuro secreto de pasión y engaño.
Los protagonistas de esta suerte de reescritura de Sueño de una noche de verano, merecedora del Premio Llibreter y de una adaptación a la gran pantalla, se pasan el rato hablando de sus ideales amorosos. En viñetas sensuales y repletas de comicidad, el dueño de una cafetería recuerda el día en que su primera mujer se acercó por un instante a la perfección. Ella, a su vez, rememora su fascinación ante la belleza de una contrincante. Una pareja de adolescentes se pasa las horas en un café alimentando la idea de un amor ardiente. Un profesor de filosofía intenta explicar lo imposible: las razones del corazón. Gentes diversas, unidas por los imponderables del amor, componen una imagen portentosa de la fuerza más irresistible de la vida. El festín del amor es una novela hilarante y al mismo tiempo irremediablemente triste, llena de ingenio y poesía y de observaciones exquisitas sobre la condición humana; una obra a la vez erudita y popular. Expresa la delicadeza, la violencia, la salvación y la destrucción del amor. Una novela brillante y cautivadora.
Nicolás Mon, abstraído y desdibujado, perdido en la bata blanca manipulaba en las probetas y hacía las mezclas de casi todos los días. A su lado, diseminados por el laboratorio, como seres mecánicos, se veían varias personas. Pero Nicolás sólo pudo mirar a través del espejo que tenía enfrente que tomaba toda una fachada y que además de multiplicar los miles de tarricos que había aquí y allí, reflejaba en aquel momento la silueta de una mujer. Una mujer joven de cabellos leonados sujetos por un prendedor de carey casi junto a la nuca y formando en torno al casi perfecto óvalo de su cara dos matas de cabello semicayendo en torno a sus mejillas. Unos ojos canela enormes, que si bien pasearon la mirada en torno, no se detuvieron en nadie.
Ella se prometió no volver. Él se prometió no amarla jamás. Una vieja historia que ha quedado impresa en un diario desconocido. 2013. Tras una turbulenta ruptura amorosa que la ha dejado muy marcada, Valentina, después de trece años, regresa a su casa familiar para intentar poner en orden su vida. Allí se encontrará con Rosario y Alfonso, a los que había olvidado que quería. Y, además, el destino le tiene guardada otra sorpresa, porque sus pasos la llevarán a reencontrarse con Pablo. Pero el hallazgo de una misteriosa fotografía los pondrá en el camino de un pasado desconocido para ellos. 1949. Lena vuelve a España después de casi veinte años. Su padre, una importante figura en la España franquista, la reclama como moneda de cambio, pues ha concertado para ella un buen matrimonio con Álvaro, el hijo de un destacado empresario. Pronto, la joven pareja forjará una unión que parece infranqueable. En sus miradas se reconoce un amor incipiente. Sin embargo, un giro en su vida y su añoranza hacia todo lo que dejó atrás no le impedirán que viva un apasionado romance. Mientras la relación entre Pablo y Tina se afianza, desempolvarán décadas de secretos, mentiras y traiciones que cambiarán el curso de sus vidas.
Acababa de mudarme a una urbanización tranquila, familiar y silenciosa. O eso creía, ya que el casero se olvidó de comentarme un pequeño detalle; Mi vecino es un cretino que se pasa por la piedra a una tía distinta cada noche. Noche sí, y noche también. O casi.
Los tres primeros días me hizo gracia que se escuchasen gemidos como si estuviesen rodando una película porno, y que la mesa vibrase como si la NASA estuviese poniendo un puto satélite en órbita al otro lado de la pared.
Ahora ya es tan gracioso, así que me planté en su puerta en pleno polvo a las 3 de la mañana, que una tiene que dormir. Me abrió a torso desnudo, enseñando unos abdominales para rallar queso y sudando, con una toalla en los hombros.
Se quedó pálido como la cera y se disculpó; pensaba que aún no se había mudado nadie a mi piso.
Al día siguiente se plantó en mi casa con noséquéplato japonés para disculparse. Ya me había masturbado dos veces pensando en él, pero que supiera cocinar era todo un bonus.
No sé muy bien cómo, pero esa noche me puso en órbita. Pero bien puesta.
Advertencia: Una comedia romántica y erótica entre un mujeriego sinvergüenza y su vecina. Contiene lenguaje adulto. Dirigida a una audiencia madura.
—Esperando siempre… —Sí, ya sé. Un milagro. Pero los milagros para aceptarlos los curas y representantes de la Iglesia hemos de justificarlos, palparlos, y aun así dudamos. Como os decía, creo que el asunto ya no está ni en vosotros, ni en mí, pero sí en un médico. —Anita tiene el cuerpo sano, señor cura. —Lo sé, María. Pero en cambio tiene el alma que se cae a pedazos. Los esposos bajaron la cabeza. —Debéis hablar con Anita abiertamente. Si no os atrevéis, lo haré yo. Eso es, quizá sea mejor que lo haga yo. La vida no se detiene ni ante la muerte y a Anita nadie le murió.
Amber Colleman olvida la búsqueda del hombre de su vida tras su divorcio. Demasiadas veces le han defraudado y afronta que tiene poca suerte en ese aspecto de su vida. Ha renunciado por completo al amor, y lo último que desea es otro fracaso sentimental. Cuando Ethan Anderson entra a trabajar en el mismo colegio que ella, enseguida se hace palpable la atracción entre los dos. Sin embargo, Amber ya cometió ese error con Brent Miller, y sabe que es una mala idea enredarse con un compañero. A pesar de que tienen pocas cosas en común, el interés de Ethan termina por tentarla. Lo que ella no sabe es que, detrás de esa atractiva fachada, hay mucho más de lo que parece. ¿Podrá volver a confiar en personas que ocultan un pasado tan oscuro, que le han mentido y utilizado para lograr sus fines?
Un nuevo trabajo me llevaba a Australia, donde estaba dispuesta a disfrutar de cada rincón. No iba sola, pues mis compañeros y amigos más leales me acompañaban en esa aventura que, sin saberlo, el destino me tenía preparada. La casualidad y un pequeño incidente quisieron que en aquel idílico lugar se cruzara en mi camino un bombero difícil de olvidar. Entre fotos, risas y sorpresas, acabé dejando que el caprichoso destino me guiara por aquellos paisajes donde, sin lugar a dudas, el amor estaba en el aire. Y fue así como aquel bombero, sin esperarlo, se convirtió en el fuego de la tentación que vivía al lado. Dicen que, quien juega con fuego se acaba quemando, y yo, en el corazón de Australia, estaba a punto de comprobarlo.
Selene creció en Antioquía, una ciudad que en el siglo I era un hervidero humano, un microcosmos del inmenso imperio de Roma. Mera, la mujer a quien consideraba su madre, era sanadora, y de ella Selene aprendió el oficio. Pero Mera no pudo iniciarla en el secreto de su nacimiento ni protegerla contra los embates de un amor perdido antes de realizarse. En pos de uno y otro, ejerciendo su oficio, Selene recorre los grandes centros de la civilización de la época: Babilonia, Jerusalén, Alejandría... hasta llegar a la Roma de Nerón. Allí, en aquella corte decadente y brillante, Selene se reencontrará con su pasado y podrá afrontar con fortaleza las asechanzas del presente. Ambientada en un universo evocador, que retrata con fidelidad, El fuego de la vida es un relato de amores, sacrificios y esperanzas, que Barbara Wood engarza con la verosimilitud de las grandes novelas históricas.
Heddi se mueve por las calles de Nápoles como una nativa aunque su origen norteamericano no se le escape a nadie, especialmente a los vecinos de un barrio único en el mundo, el Quartieri Spagnoli. Allí vive arropada por una familia adoptiva de amigos y compañeros de universidades igualmente jóvenes, libres y brillantes, y este vibrante entorno calará irremediablemente en su identidad y en su forma de entender el mundo. Cuando conoce a Pietro todo lo que había experimentado previamente en el amor deja de tener sentido: con él vivirá una historia de amor de tal fuerza e intensidad que traspasará culturas e idiomas distintos. Pero la presión de una familia atada a la tierra y a la tradición rural resultará ser un duro oponente al deseo de Heddi y Pietro de realizar sus sueños y construir su futuro...
'Es curioso cómo huyendo de la fórmula Best Seller un libro puede contener todos los ingredientes para convertirse en uno. Utiliza temas que hemos visto reflejados en muchas obras y los muestra desde un prisma distinto.', - blog literario: 'Entre Montones de Libros'. SINOPSIS: «La protegida Wittman»(El Futuro No Tiene Aliados - Libro 1) narra los increíbles y mágicos sucesos que giran en torno a Minerva, una joven de 20 años que fue despojada de sus recuerdos y su niñez de la manera más sobrecogedora, pero que todavía conserva una inteligencia superior, muchas preguntas sin respuesta y un colgante poderoso que prometió no utilizar jamás, heredado de su abuelo fallecido. Las aventuras de Minerva te transportarán desde una recóndita isla del océano Índico al lujo de Leven Hall, una mansión victoriana situada en la actual Cumbria (Reino Unido). Allí, Minerva convivirá junto a la señora Wittman, una anciana rica, fría y distante, dueña de Xecoline Wittman, una compañía farmacéutica en horas bajas. Su único propósito será explotar el talento de Minerva, su protegida, para conseguir sintetizar un medicamento capaz de erradicar una enfermedad terrible que está desolando Sudáfrica, con el objetivo principal de sacar a la empresa del bache financiero que está atravesando en esos momentos. La señora Wittman no estará sola en su empeño. Peter Badge, el apuesto y altivo director de Xecoline Wittman, controlará todos los movimientos de Minerva dentro de la compañía. Sin pretenderlo, surgirá entre ellos una amistad que Minerva acepta con cautela. ¿Logrará Minerva salvar a la humanidad o, por el contrario, la condenará para siempre? Tu futuro depende de ella. Una misteriosa y romántica aventura que te cautivará desde el primer capítulo. ¿Quieres saber más? No te pierdas los misteriosos VÍDEOS PROTAGONIZADOS por Minerva en Youtube: http://www.youtube.com/user/buscoaliados/videos Redes sociales: – Facebook: http://www.facebook.com/buscoaliados – Twitter: @buscoaliados – Blog/Web Oficial: http://www.buscoaliados.com ¡Únete a la alianza! Obra sin protección anticopia DRM. Conviértela al formato que tú prefieras.
Cuando el barón Hamilton fallece de forma inesperada, su viuda, la joven Marian Fillmore, cree que por fin se verá libre de un esposo abusivo y maltratador. Sin embargo, las condiciones que establece en su testamento la obligan a permanecer atada a un lugar al que odia y a su cuñada, tan cruel y déspota como su hermano. La llegada del hijo del barón, procedente de América, será la única luz de esperanza en el porvenir de Marian. Solo él será capaz de cambiar su destino y el de las personas a las que ama, aunque el precio a pagar será demasiado alto. Porque, ¿hasta dónde es lícito sentirse atraída por el hijo de su difunto marido?
Es una comedia de enredo y misterio que narra con humor una historia de capa y espada llena de persecuciones y amores. El Duque de Sajonia, el poderoso cruel, cree dar muerte al protagonista, Astolfo, el caballero enamorado de la dama (Julia) ante los ojos de todos. Cuando Enrique, padre de Astolfo, descubre que su hijo no está muerto, lo esconde fuera de la ciudad. Recuperado de sus heridas, Astolfo se aparece, como si fuera un fantasma, en el jardín de la casa de Julia por un pasadizo secreto, creando la confusión en todos los personajes, menos en su dama, conocedora del secreto. Como en todas las comedias áureas, El galán fantasma termina con el final feliz del casamiento del galán y la dama.
Patricia, una mujer obsesionada con el trabajo, no ve nada productivo en tener pareja. En realidad le parece que todo eso de las relaciones es una pérdida de tiempo. ¡Cuando podría estar trabajando! No, ella no piensa caer en la trampa de las apps de “ligoteo” como les pasa a sus amigas. Pudiendo estar en la oficina o en casa con el portátil haciendo algo productivo, ¿para qué querría conocer a alguien? David no cabe en sí de la desesperación al ver cómo su mejor amigo y socio está todo el día enganchado a esas apps para ligar mientras él se tiene que ocupar de la empresa, que está al borde de la quiebra, por cierto. ¿Es que todo el mundo ha perdido la cabeza últimamente? Alguien tiene que trabajar, alguien tiene que ser responsable. ¡Qué pérdida de tiempo! ¿Para qué querría alguien pasar horas hablando por el móvil para ligar con lo fácil que es hablar en persona? Si seducir a una mujer es cuestión de segundos, ¿no? ¡Y con todo el trabajo que hay por hacer en la oficina! Porque la empresa no va como debería desde que apareció esa otra distribuidora para quitarle el negocio. Algo tiene que hacer o acabará en la cola del paro, él y todos sus empleados.
En la calle de Las palomas, número diecisiete, en una casa con la fachada de vieja piedra y paredes gruesas, vive Don Ramón Abril y Torrecillas. Con sesenta y siete años de edad, cada día a las siete y treinta y cinco de la mañana espera en la estación con un globo rojo y una carta de amor. Desde mil novecientos sesenta y nueve, solo ha faltado setenta y siete días a su cita. Muchos dicen que los trenes pasan solo una vez en la vida. Ni él ni yo lo creemos.
El tema principal de ‘El gordo que se enamoró de Betty Boop’ es la lucha por la utopía, el esfuerzo que eso cuesta y el debate sobre si, al final, merece la pena o no. Como el mismo título indica, trata sobre las aventuras y desventuras de un joven especialmente gordo que se enamora de una bellísima señorita, la Betty Boop de los cómics clásicos, así como los trabajos que debe realizar para conseguirla. Mediante esta anécdota, se pretende hacer una reflexión sobre las renuncias personales y la relatividad de los objetivos que se desean conseguir en la vida. El texto está preparado para apoyar una puesta en escena basada en el humor sin que eso disminuya el sabor agridulce de lo que se cuenta. Participan cinco personas. El joven gordo tiene una presencia casi constante en todos los acontecimientos. Betty debe ser una joven de gran atractivo físico. Tiene que cantar. Otro papel destacado es el de la madre del joven gordo. Debe tener bastante edad. Esa misma edad debe tener quien fue su novio hace ya años y que en la actualidad tiene una muy buena situación económica. El quinto personaje es Popeye, que trabaja para Betty Boop en un intento de vincular el cómic con el teatro.
¿Quién es Gatsby, el personaje que da nombre a uno de los mitos creados por la novela del siglo XX? Jay Gatsby es un misterio, el hombre que se inventó a sí mismo y ha montado una inmensa fiesta para reconquistar a la deslumbrante Daisy Buchanan, que una vez lo quiso. Nadie sabe de dónde ha salido. Estamos en la primera hora de la Edad del Jazz, en los felices y cinematográficos años veinte, en Nueva York, tiempo de diversión y emoción, orquestas y tiroteos. Gatsby vive en una fabulosa casa de Long Island, y a sus bailes acude «el mundo entero y su amante», cientos de criaturas a quienes no hace falta invitar, insectos alrededor de la luz del festín. La puerta está abierta, y la atracción más enigmática del espectáculo es el dueño de la casa, un millonario que quizá sea un asesino o un espía, sobrino del emperador de Alemania o primo del demonio, héroe de guerra al servicio de su país, los Estados Unidos de América, o simplemente un gángster, un muchacho sin nada que se convirtió en rico. Lo vemos con los ojos del narrador, Nick Carraway, que dice ser honrado y haber aprendido a no juzgar a nadie. En el verano de 1922, buen año para la especulación financiera y la corrupción y los negocios que se confunden con el bandidismo, parece que sólo hubo fiestas y reuniones para comer y beber, y que pocas veladas acabaron sin perturbación. Hay amantes que rompen con una llamada telefónica la paz de un matrimonio, y una nariz rota, y un coche que se hunde humorísticamente en la cuneta, y un homicidio involuntario, y un asesinato, pero la diversión recomienza siempre. Jay Gatsby es un héroe trágico que se va destruyendo conforme se acerca a su sueño: la reconquista de una mujer a la que dejó para irse a la guerra en Europa. Quiere cumplir su deseo más inaccesible: recuperar el pasado, el momento en que conquistó a Daisy Buchanan. La antítesis del desarraigado Gatsby es Tom Buchanan, marido de Daisy. Posee una identidad de hierro, sin discusión, ciudadano de valores sólidos, que cree en la familia, la herencia, el patrimonio y la supremacía de la raza blanca. Tiene una capacidad descomunal para imponerse. Y alrededor de los Buchanan se fraguará un desgraciado pentágono amoroso, quebrado y desigual, como la sociedad de la época, tan igualitaria en sus espectáculos y diversiones democráticas. La revista «Liberty» se negó a publicar por entregas «El gran Gatsby», a la que consideró una inmoral historia de amantes y adúlteros. Cuando terminó «El gran Gatsby», Francis Scott Fitzgerald le escribió desde Europa a su editor: «He escrito la mejor novela de los Estados Unidos de América». Y, en efecto, es una obra maestra que fue celebrada en el momento de su aparición, 1925, por autores como T. S. Eliot, Edith Wharton o Gertrude Stein. Y, posteriormente, por ejemplo, por Harold Bloom: «“El gran Gatsby” tiene pocos rivales como la gran novela americana del siglo XX. Al volver a leerla, una vez más, mi inicial y primera reacción es de renovado placer».
Lo que estaba destinado para mí, la historia que yo acepté escribir. Espero por este medio poder llegar y a través de estas líneas hasta aquellas personas que estarán próximamente en mi camino, el claro mensaje: no podrán escaparse del mal que han hecho. La ley de vida es un boomerang del destino final que no podrá ser alterado jamás, no existe el olvido, no existe el perdón. La cosecha está lista… Lo tenía todo; una clara posición social alta, salud, amor, dinero, no podía pedir más. Pero la vida, se encargó de mostrarme el camino que debía seguir ante ciertos acontecimientos terribles, nefastos; que cambiaron el rumbo de mi vida y quedaron tatuados en mi alma y en mi mente, encuentro consuelo en la sangre de escorias humanas, personas viles…
Primer Premio Nacional de Literatura. Carlo Coccioli, la juzga así: «Si he contemplado con afecto al horrible personaje que, habiendo sido siempre el postrero, quiere, para restablecer el equilibrio, convertirse en el primero a través de la ruina y de la muerte, no ha sido precisamente porque nunca lo haya visto abandonado por esa especie de lucidez de la sangre que lo obliga a permanecer dentro de lo humano, sino porque, de lo humano, él conoce, sobre todo, los menudos senderos que nos conducen hacia la ternura. Su espantosa soledad es un acto de aspiración hacia la solidaridad entre los vivos. Sus amores vergonzosos, y la conciencia de lo que de vergonzoso hay en ellos, son un homenaje al amor recto y puro, al amor secretamente deseado. No se describe al hombre sino esbozando su contorno».