Mason cree que es una locura que alguien le pague a una chica hermosa 100$ a la semana para subir de peso. Cuando lee el contrato descubre que en realidad encubre otro negocio. Es una modalidad endiabladamente inteligente de contrato de heredero ausente. La historia se complica cuando Boring muere en extrañas circunstancias. Una vez más, la vista oral es emocionante y brillante.
Una joven llega al despacho de Perry Mason y le pide que cobre unos boletos en el hipódromo por una fuerte suma. El abogado accede, pero se da cuenta que sucede algo. Al llegar al hipódromo, Mason cobra los boletos e inmediatamente Fremont, el jefe del hermano de la joven, le requiere para que le entregue todo el dinero, alegando que las apuestas se hicieron con las cantidades que le habían desfalcado. Cuando Fremont muere asesinado en el baño de la joven, Mason se hace cargo del caso.
Una joven pareja ya comprometidos, el estudiante de leyes, ella secretaria de un bufete de abogados y que le paga los estudios, llegan a la oficina de Perry Mason para pedirle ayuda pues piensan que la tía de ella, enamorada de un hombre que conoció por correspondencia, piensa casarse con él y se ha ido con una gran cantidad de dinero. Perry pensando que es algo sin importancia los pasa a Paul Drake y la agencia de detectives pero las cosas empiezan a torcerse sobre todo cuando el supuesto embaucador, aparece muerto y las sospechas recaen en la tía enamorada… Perry tendrá que poner en marcha todo su ingenio para resolver el caso y salvar a su clienta…
Harlow Bissenger Bancroft está felizmente casado y es el jefe de un imperio corporativo. Sin embargo, ninguno de sus abogados puede ayudarle, cuando un chantajista amenaza el futuro de su familia. Su hijastra, Rosena Andrews, tiene un secreto que quiere mantener oculto. Después de ponerse en contacto con Perry Mason para pedir su ayuda, el chantajista es encontrado muerto.
Al despacho de Perry Mason llega una bella mujer con unas grandes gafas de sol, que solicita hablar con el famoso abogado. Es la hora de la comida y la recepcionista le informa que no está y que puede esperarlo. Minutos después la mujer se levanta, y alegando regresar en cinco minutos se marcha. Cuando llega Perry y su secretaria Della observan que la bella desconocida se ha dejado olvidado un bolso. En él se encuentran una considerable cantidad de dinero, documentación a nombre de Mrs Hasting y un revolver al que le faltan dos balas. Pero cuando se ponen en contacto con la señora Hasting ésta niega haber ido a ver al abogado y alega que su bolso fue robado el día anterior… pero ¿quién ha disparado el revólver y contra quién?
Horacio Warren paga quinientos dólares para que Perry Mason asista a una cena buffet para observar a sus invitados. También requiere a Mason para investigar unas sospechosas huellas digitales pues su esposa está siendo chantajeada. Un misterio en el pasado de la señora Warren puede tener las pistas.
Virginia Baxter, secretaria de una famosa firma de abogados, es el único testigo vivo que diera fe de la autenticidad de las últimas voluntades del testamento firmado por Lauretta de Trent. Pero Virginia ha sido acusada falsamente de tráfico de drogas y debe pedir ayuda al famoso abogado Perry Mason para que evite su condena. Ahora, Lauretta ha sido asesinada en la carretera, después de casi ser envenenada. ¿Tiene dudas? ¡Piense tan sólo lo que el abogado de Virginia, Perry Mason, debe sentir!
Kerry, un joven chapado a la antigua, es el fideicomisario de la herencia de Desere, una joven algo alocada, que nunca ha reparado en gastos. El fideicomiso está a punto de llegar a su fin, y Perry Mason deberá demostrar que su cliente no es un estafador. Todo se complica cuando un hombre aparece muerto en el campo de golf.
Daphne ha estado cuidando de su anciano tío desde hace varios años. Cuando unos parientes lejanos vienen a visitarle, se dan cuenta que Daphne está al límite del agotamiento y persuaden a su tío para que le dé unas vacaciones. Tres meses después, cuando vuelve de Oriente, Daphne descubre que su habitación ha sido clausurada y que la acusan de haber atiborrado a drogas a su tío para heredar antes. Daphne recurre a Perry Mason y…
Almorzando con su secretaria, Perry Mason conoce a una camarera que está preocupada con mucho más que el menú. Katherine Ellis era joven, huérfana, hermosa y desesperadamente intranquila. Cuando Perry Mason la escucha hablar sobre su excéntrica tía Sofía, vio que tenía más problemas de los que ella creía. «Cuando sean las 9 en punto, váyase a casa, empaque sus cosas, y ¡Salga rápidamente de allí! Es peligroso», fue su consejo urgente. Silvia, muchacha de buena familia, debido a unas deudas de juego cae en manos de unos chantajistas, dueños de un casino flotante instalado en un barco. La abuela de Silvia, una anciana viuda, contrata los servicios de Perry Masón, pues desea satisfacer la deuda sin que nadie sepa que ella es quien la liquida. Pero uno de los acreedores aparece muerto en su propio despacho, en el barco. Varias personas están interesadas en recuperar los pagarés que acreditan la deuda de Silvia. No obstante, estos pagarés se hallan sobre la mesa de la víctima en el momento en que se descubre el cadáver. El propio Masón se ve muy directamente comprometido en el caso. Pero ¿quién pudo matar a Sam? ¿Fueron los pagarés el auténtico móvil?
Shelma Anson acude a visitar a Perry Mason tras encararse con un detective aficionado que la sigue desde hace más de una semana. Mason se hace cargo del caso y encarga a Paul Drake que investigue a ese sujeto. El asunto se complica cuando la señora Anson es acusada de fraude a una compañía de seguros y de haber asesinado a su marido.
Un cliente nuevo visita a Perry Mason, es una bella mujer pero se niega a revelarle su nombre, tan sólo se identifica como «60-90-60». Todo lo que le pide es protección durante unos pocos de días. Ciertamente, la bolsa llena de dinero en efectivo que lleva no es la cesta de la compra. De hecho, su clienta testaruda, va encaminada al desastre no sólo en las garras de un chantajista, también en una trampa mortal de la que la brillante mente de Perry Mason parece incapaz de ayudarla a salir.
os relatos de este volumen fueron seleccionados de entre el vastísimo material de Erle Stanley Gardner que no habían aparecido aún en forma de libro. Para los seguidores de este autor que solamente le conocen como el creador de Perry Mason, Bertha Cool y Donald Lamb (cuyas novelas escribió con el pseudónimo de A. A. Fair), o Douglas Selby, el fiscal norteamericano, tal vez sea una sorpresa descubrir la variedad de tipos y situaciones que aparecen en los relatos y narraciones que escribió para muchas revistas. Para la presente selección, aparte de una novela protagonizada por Perry Mason, hemos elegido otras cuatro historias escritas en los albores de la carrera del autor, que indican claramente su extraordinaria inventiva y su amplia gama de temas.
La base de este volumen es una novelita en la que figura como protagonista Perry Mason. Dos de los relatos recogen a personajes tan conocidos de los seguidores de los escritos de Gardner en las revistas como Mason lo es entre los lectores de sus libros: Lester Leith y Sidney Zoom. El tercer cuento tiene un héroe que ha aparecido sólo en dos de los relatos de Gardner: Jerry Bane, detective autodidacta, ejemplo de la rapidez de ingenio y ritmo vivo de su creador.
Perry Mason es contratado para proteger a Mae Farr de un presunto acosador, el rico «playboy» Penn Wenworth. Mason averigua que Wenworth quiere que Mae ponga su nombre en un cheque falsificado, pero las cosas se complican. Un fatal tiroteo acaba con la vida de Wenworth. Mae es una mujer buscada y Perry Mason un abogado con problemas.
Un día, a la consulta del prestigioso abogado Perry Mason llega un cliente desesperado: tiene una mansión construida entre dos terrenos que, debido a un posterior divorcio, pertenecen a dos dueños diferentes. La ex-esposa ha construido una alambra que divide a la mansión, literalmente, en dos partes y se aposenta en una de ellas. Ha conseguido una orden de prohibición y trata de que él la trasgreda para poderlo desalojar. Mason, va a presentar un pleito por estafa, al primitivo dueño, que además es una persona odiada por casi todo el mundo; pero el asunto se complica bastante cuando éste, antes de la visita del abogado, aparece misteriosamente asesinado y los principales sospechosos son su cliente y la ex-esposa. Mason debe investigar «a ciegas» pues ninguno de los dos sospechosos parecen muy dispuestos a colaborar.
Brad Moore es un sicario al que se le encarga la tarea de atrapar al responsable de hackear los sistemas de una importante empresa londinense que, al ver burlada su seguridad informática, corre el riesgo de que ciertos secretos turbios salgan a la luz. Después de realizar minuciosas averiguaciones, Moore obtiene el nombre de la principal sospechosa: Crystal Connor, una joven graduada con honores en la carrera de Ingeniería Informática de la Universidad de Cambridge. Inmediatamente, Moore comienza a seguir el rastro de la chica, hasta que repentinamente se entera de que ella había muerto algunos años atrás en un accidente automovilístico, justo después de su fiesta de graduación. Todos aceptan esta historia como verdadera, a excepción de Moore, quien comienza a notar que ciertas piezas del rompecabezas no encajan. Es así que el sicario se propondrá llegar al final del asunto en una carrera contrarreloj, colmada de crímenes, muertes misteriosas y oscuros secretos.
Wayne y Carmen Colson ignoraban cómo les iba a cambiar su vida el hecho de estar aquel día en la agencia inmobiliaria y ser testigos de una extorsión por parte de dos matones. Uno de los sicarios, Armand Degas, de origen indio ojibway, no podía dejar pasar este incidente y juró vengarse de los Colson. No solo porque habían visto demasiado, sino también y, sobre todo, por la paliza que Wayne les propinó a él y a su compinche, Richie Nix. Ante el drama de los Colson, la policía de una pequeña ciudad en mitad de la nada del Estado de Michigan no puede hacer gran cosa para protegerles, solo recomendarles que se acojan al Programa de Seguridad de Testigos.
Cómo cambia la vida en un instante: por la mañana, tenía a su alcance un millón de dólares y la mujer de sus sueños. Unas horas después, sólo le quedaban un montón de amigos muertos… y toda la policía del país pisándole los talones Aquella mañana, Ned creyó que estaba a punto de tocar el cielo: su banda tenía entre manos un trabajo fácil, un robo de obras de arte bien planificado tras el que podrían retirarse para siempre. Y por si fuera poco, la mujer más atractiva que había visto en su vida le invitaba a su habitación, a él, un sencillo socorrista acostumbrado a envidiar la suerte de los demás en la playa más lujosa de Palm Beach. Naturalmente, era demasiado bonito para ser verdad: en apenas unas horas, tanto la chica como los amigos no son más que cadáveres encharcados en sangre, y Ned huye desesperado con la policía y los federales tras su pista. Acusado de varios asesinatos y de un robo que no ha llegado a cometer, vuelve a su barrio natal en busca de ayuda… sólo para descubrir que no puede fiarse de nadie. Una joven agente del FBI es la única que parece creer en su inocencia. Demostrarla va a resultar tan fácil como seguir vivos.
¿Conoces realmente a tus amigos? Eduardo, un atractivo y enigmático joven, a través de Alejandro, se une a su fantástica pandilla de amigos de toda la vida. En él conoce a Elena, una sensible y recatada chica, de la cual se enamora perdidamente. Mientras tanto, el grupo, ilusionado, ultima los preparativos del increíble viaje soñado años atrás. Nada podía salir mal, ¿o tal vez sí? Pronto serán partícipes de una serie de violentos acontecimientos que pondrán a prueba su sólida amistad.