Kate, una joven estadounidense que estudia para lograr el dificilísimo título de Master of Wine decide viajar a la Borgoña, a los viñedos que han pertenecido a su familia durante generaciones y pasar una temporada en Francia, como en los veranos de su infancia. Allí, detrás de un gran armario, descubre una habitación oculta que contiene algunos folletos de la Resistencia, valiosos vinos y la pista de un misterioso pariente del que nunca tuvo noticia. Kate decide indagar e intenta descubrir secretos que llevan guardados desde la Segunda Guerra Mundial. Secretos entre viñedos es una novela apasionante que acompaña las pesquisas de Kate, que van desde botellas desaparecidas hasta la silenciada historia familiar durante la ocupación nazi. Una historia conmovedora y enigmática sobre la familia, el amor, el sacrificio y las decisiones difíciles.
El trueno se escuchó sobre el desierto desolado y oscuro que una vez fue una de las ciudades más impresionantes de la Tierra. Los callejones oscuros cruzaban las carreteras abandonadas mientras los edificios se desmoronaban, deteriorados por el abandono y que se alzaban hacia lo alto del cielo nocturno. Permanecían como sombras de su otrora estatura orgullosa, representaciones que no parecían más que espectros de una antigua opulencia en expansión. El Grupo de Asalto de Frank Andrews llega al lugar conocido como Paraíso Infernal para realiza una misión en campo, su primera misión real después de las de entrenamiento. El objetivo: encontrarse con un contacto para extracción de información vital para la seguridad de la raza humana. ¿Todo saldrá como los entrenamientos? ¿O no?
«Una venganza, treinta chicas desaparecidas, soldados por todo el mundo, un loco fiel, desquiciado y obsesionado y una sola esperanza». Todo parece ir bien con la vida de Alice, hasta que, de un momento a otro, se ve enfrentada a cuatro deterioradas paredes que la observan día y noche. Hora tras hora. Segundo a segundo. El caprichoso destino se interpone en su camino con ojos azules y con demonios, que, en ocasiones, no puede ocultar. Pero ¿qué sucedería si la persona que debe vigilarte también se encuentra obligada a estar allí?
El rapto o secuestro de personas con fines lucrativos y de intimidación, que viola los derechos humanos fundamentales e inmola a veces la vida de la víctima, es un tipo de crimen tan repetido hoy que aparece en los medios de comunicación como un episodio más del mismo trágico folletín inacabable. Su reiteración y el hecho de que, además, además, la responsabilidad de esos asesinatos y depredaciones sea reclamada por grupos que apelan a la mítica revolucionaria para justificarlos, revelan el propósito de destruir la paz social que los inspira. Un fenómeno de esa naturaleza no podía pasar inadvertido a un escritor como Lera, preocupado en todo momento por la suerte del hombre en su contingencia histórica. La agonía rural, la emigración, la guerra civil, el enfrentamiento de las generaciones y la alienación social del hombre son los temas capitales de la obra literaria de este novelista. Ahora, con «Secuestro en Puerta de Hierro», se enfrenta a esa forma de vandalismo a que antes nos referíamos. Naturalmente, «Secuestro en Puerta de Hierro» es una novela, y ello quiere decir que Ángel M.ª de Lera ha utilizado la imaginación y la intuición con preferencia al dato concreto y a la prueba documental. Tampoco ha pretendido descifrar un enigma estrictamente policíaco. Lo que Lera se ha propuesto es sugerir lo que hay o puede haber detrás de la puerta mecánica de un secuestro: quién maneja los hilos de los personajes visibles en el escenario y qué fuerzas, qué ambiciones y qué designios operan al otro lado del telón de fondo. Es decir, lo que nunca se aclara ni se desvela plenamente, esos fantasmas que una y otra vez se desvanecen en la niebla de las conjeturas y los secretos de Estado. Porque no se trata de un hecho delictivo llevado a cabo por una banda de delincuentes profesionales, sino por una manifestación de esa guerra subterránea de nuestros días que es el terrorismo, con táctica y estrategia específicas, tropas de asalto y estados mayores, alianzas y complicidades, que obedece, como la guerra llamada «convencional», a planes de dominación y coloniaje. Lera apunta a varios aspectos de la transición política española que, junto a una amplia galería d epersonajes con su historia a cuestas, constituyen las premisas de un silogismo cuya conclusión ha de deducir de ellas el propio lector a través de un relato apasionante.
Ashley Reeves malgasta su talento investigando, en la excéntrica revista donde trabaja, lo que habitualmente suelen ser fraudes paracientíficos. Pero un día recibe una carta que huele a exclusiva, a historia irrepetible. Lo único que quizá no sepa es que el precio de la noticia puede ser su propia vida. Quien la envía es Reginald Mather, Un hombre que al principio parece un simple coleccionista de insectos, feliz por vivir aislado en una isla perdida y rodeado de curiosos experimentos naturales. Pero cuando Ashley se encuentra incomunicado en la isla de Mather y desentierra la terrorífica verdad sobre el coleccionista, se ve empujado a una pesadilla macabra de la que nadie antes ha logrado escapar. La vida de Ashley corre peligro y Mather no es el único enemigo… Sed de sangre es el pórtico de entrada a una mente alucinada, una exposición cruda de sus debilidades enfermizas y los monstruos que puede engendrar. Jamás una novela había sido tan punzante.
El escritor Owen Byrne consigue por fin dar el gran salto, el que le permite alejarse del Midwest por primera vez en su vida y trasladarse a las despiadadas calles de Nueva York. Byrne pretende escribir una crónica del asesinato de la década, el homicidio de Bram Serian, un artista de fama mundial. La bella esposa asiática de Serian, la misteriosa y solitaria mujer a la que la prensa ha bautizado como la Viuda Negra, es la acusada. El proceso, sueño de la acusación, pesadilla de la defensa y bautismo de un autor inédito, está a punto de ir a juicio y en él se conjugan las llamas de la muerte, que han borrado las pruebas esenciales del crimen, y el ardor de la relación sentimental con una bella mujer que es o una víctima o una asesina desalmada y sin escrúpulos.
En la turbulenta Italia de los Médicis y los Borgia, el duque De Rocca ve amenazada la paz de su feudo. Dos poderosas familias, enfrentadas por un odio ancestral, se hallan a punto de entablar una guerra a muerte. El duque adopta una solución salomónica: ordena el enlace matrimonial entre dos jóvenes miembros de las familias en pugna. Pero poco antes de llevarse a efecto la unión desaparece la novia y muere asesinada la esposa del duque. El enigmático Segismundo se ocupará de esclarecer los hechos.
Segismundo, el peculiar «detective» de la Italia renacentista, se ve envuelto aquí en una turbia intriga marcada por los celos y la ambición. Enviado en calidad de mensajero a visitar a la agonizante princesa Oralia, se encuentra ante la inesperada y difícil misión de defender a la hija de la princesa de su propio padre. Al ahondar en el extraño conflicto descubrirá un oscuro pasado tras el cual se esconde la mano del despiadado cardenal Petrucci.
A causa de unos guantes envenenados muere una bella dama de la corte de Viverra, estado papal gobernado por el príncipe Scipione. Poco después un embajador veneciano corre la misma suerte al ingerir un caramelo. Sin embargo, resulta obvio que el blanco de estos atentados es el propio príncipe. Scipione empieza a recelar de cuantos le rodean: Issota, su enigmática esposa; Gatta, su ambicioso condottiere; el conde Landucci, un rehén despechado; el hermano Ambrosio, un fraile intolerante. Sólo el fiel Segismundo será capaz de desentrañar tan confusa intriga.
Un fausto acontecimiento, la boda entre el príncipe Galeotto y Ariana, acaba en tragedia: la novia muere asesinada. Varios son los sospechosos, incluidos el propio Galeotto, su querida y un pretendiente de Ariana. Sin embargo, Segismundo descubrirá que el crimen, en apariencia pasional, oculta de hecho una intrincada maraña de intereses políticos. Para desenmascarar al verdadero culpable, él mismo tendrá que exponer su vida y ofrecerse como blanco al asesino.
Segismundo pasa unos días en casa de unos amigos y allí descubre una cruz sagrada, La Feconda, que según la leyenda ayuda a mujeres a quedarse embarazadas. Una noche alguien trata de robarla, y Segismundo mata al ladrón. Éste resulta ser pariente de su amigo, que pretendía llevarse la cruz a Scheggia, su lugar de procedencia. Siguiendo la voluntad del fallecido, Segismundo sustrae la cruz para llevarla a Scheggia, pero el trayecto es largo y surgirán todo tipo de complicaciones, pues hay muchas personas interesadas en conseguir la cruz.
Un noble veneciano muere asesinado en su despacho. La joven viuda, Isabella, acusa al primogénito de la víctima, fruto de un matrimonio anterior. Sin embargo, la aparición de una carta de amor dirigida a Isabella por Pasquale, hijo del dux de Venecia, desvía hacia él las sospechas. Pasquale, sometido a brutales torturas, se declara culpable. No satisfecho con este desenlace, Segismundo investiga el caso y descubre turbias intrigas en las altas esferas de la República Serenísima.
Nell Calder era una mujer tímida y amable, una esposa que intentaba contentar a su ambicioso marido, una madre que amaba a su hijita con pasión. En suma, no era el tipo de mujer capaz de inspirar envidia, deseo ni pasiones asesinas.
¿Quién iba a querer hacerle daño?
Pero ocurrió una tragedia: una noche, en una exótica isla del mar Egeo durante una elegante reunión en la que su marido esperaba culminar su fulgurante carrera en el mundo de las finanzas, y que fue interrumpida por el estruendo de los disparos y la afilada hoja de un cuchillo.
El ataque fue despiadado. La niña murió, y ella quedó terriblemente desfigurada.
Sin embargo, la pesadilla convierte a Nell en una mujer distinta. La mejor cirugía le da un rostro de exquisita hermosura; la posterior rehabilitación, un cuerpo ágil y esbelto. Y Nicholas Tanek, el misterioso desconocido que suscita en ella temor y fascinación, le da una razón para seguir viviendo: la venganza.
Preparar su venganza es lo único que la mantiene viva. El asesino de su hija no puede seguir viviendo. Ella le dará muerte… con sus propias manos.
Convertido en un libro de culto desde su publicación, Seis Cuatro se encaramó enseguida a la cima del éxito no sólo en Japón donde obtuvo el premio a la mejor novela negra del año y vendió más de un millón de ejemplares en una semana, sino también en países de nuestro entorno como Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia, donde ha logrado el elogio unánime del público y la crítica. En enero de 1989, una niña de siete años llamada Shoko Amamiya fue raptada y asesinada al norte de Tokio. Durante los cinco días que duró la agonía, los padres estuvieron pendientes de las llamadas telefónicas del secuestrador, que logró desaparecer con los veinte millones de yenes del rescate. Nombre en clave del caso: Seis Cuatro. Catorce años después, y a falta sólo de uno para que la investigación se cierre para siempre, el misterio continúa sin aclararse. El jefe de prensa de la Jefatura de Policía de la prefectura D Yoshinobu Mikami, un antiguo inspector que trabajó en el Seis Cuatro y cuya hija adolescente se ha fugado sin dejar rastro se ve obligado a volver sobre un suceso cuyo estigma no se ha diluido con el paso del tiempo: el fracaso de los agentes sigue siendo una fuente de escándalo permanente. Pero el veterano Mikami, sujeto a los vaivenes de un matrimonio que se resquebraja por momentos y a la avidez de poder de algunos colegas, no aspira ya a resolver el crimen: sólo pretende tender una mano a la familia de la víctima y dar el tan anhelado carpetazo a una historia de funesta memoria. Contra viento y marea, tomará las riendas del caso al detectar una irregularidad en el expediente y, pista tras pista, acabará desvelando un móvil que encierra secretos inimaginables. De haberlo sabido, habría cerrado los ojos. Una tenebrosa e hipnótica inmersión en un crimen cuyas pesquisas, dosificadas magistralmente, nos permiten calibrar el formidable talento literario de Hideo Yokoyama y conocer los entresijos de una cultura sin parangón.
Los tiranos domésticos, hombres o mujeres, siempre han sido un tema recurrente para los escritores de historias de detectives. Son víctimas ideales de asesinato porque el lector no siente simpatía por ellos y puede concentrarse en localizar al asesino.
Isabel Garland (1903-1988) escritora y actriz. Hija del escritor Hamlin Garland ganador del premio Pulitzer. Publicó dos novelas con su nombre Abandon Hope, (1941) y Death comes courting, (1941), además de un libro póstumo autobiográfico A summer to be, (2008). En colaboración con su marido Mindret Loeb Lord, guionista y escritor de ciencia ficción, y bajo el nombre de Garland Lord publicó cuatro novelas Murder´s Little helper, (1941); She never grew old, (1942); Murder with love, (1943) y Murder, plain and fancy, (1943).
Wu Ling, el mercader, representante chino de la gran casa Johnson y Compañía, estaba instalado de una manera extraña. Hallábase sentado en el rincón extremo de un enorme almacén lleno hasta el techo de una colección heterogénea y asombrosa de toda clase de artículos. Había balas de algodón y cabiós de Manchester, lanas de Bradford y cajas de armas de fuego de Birmingham y seis grandes cajones de bicicletas americanas, en primer plano
Cierto que el gran periodista Dickinson, muerto con la cabeza aplastada por un tremendo golpe que le han dado con su propia máquina de escribir, era un hombre venenoso en sus artículos periodísticos que atacaba allí donde existía juego sucio y, además, su vida desordenada y galante, era un verdadero misterio para sus seis amores. No obstante, el culto y suave detective Stacpoole, tras una investigación verdaderamente modelo, va haciendo descubrimientos, atando cabos y al final desenmascara al asesino por lógica conclusión de un trabajo admirable
Semana Santa en Sevilla. María Gutiérrez, de 33 años, viuda y profesora de humanidades en Salamanca, llega en Semana Santa a Sevilla para realizar un estudio sobre procedimientos policiales. Inmediatamente se ve comprometida, mucho más allá de lo que jamás se habría atrevido a prever, en una investigación saturada de implicaciones morbosas. Pedro y Juan Ángel son gemelos, homosexuales, drogadictos y muy ricos. Cuando aparecen asesinados, sus heridas parecen infligidas mediante las artes del toreo. El secretario general de la Cofradía de la Sangre de Cristo, formada por ex jerarcas franquistas y personajes influyentes, es asesinado con la misma técnica. Un penitente vestido de rojo intenta matar a un turista norteamericano. Algunas pistas conducen a una agencia de contactos entre homosexuales de postín y adolescentes mercenarios. Otros conducen mucho más lejos: Una aristócrata en decadencia recuerda que durante la guerra civil, después del fusilamiento de García Lorca, sus familiares, gentes de izquierda, fueron masacrados en un campo de exterminio donde se practicaba el toreo con los prisioneros. Ella lo vio y la imagen le sigue atormentando. En aquella misma época, un jerarca franquista se complacía en dejar embarazadas a las niñas que le eran entregadas por sus madres. Ahora sus hijos bastardos son adultos y no perdonan. María Gutiérrez ya no se limita a estudiar los procedimientos policiales, y descubre con sorpresa que ella también figura en la lista de posibles víctimas: el asesino la está acechando.
En Tánger las mujeres son tornadizas como el tiempo a finales de septiembre. Casi siempre cálidas y soleadas, repentinamente frías y tormentosas de vez en cuando.
Sepúlveda, un profesor del Instituto Cervantes de Tánger, que mantiene una relación clandestina con una de sus alumnas, se ve envuelto en una peligrosa investigación sobre los manejos de empresarios y políticos españoles en Marruecos.
Esta historia discurre en paralelo a la evocación de los primeros años de matrimonio de los padres del protagonista, un periodista atormentado y una mujer bellísima, que trascurrieron precisamente en el Tánger de los años cincuenta, donde se daban cita la sofisticación y la vida bohemia que hicieron de la ciudad una de las capitales del glamour.
Tánger, otoño de 2015. La corrupción española atraviesa el estrecho en busca de nuevas oportunidades. Lola Martín, capitana de la Guardia Civil, sigue la pista en la ciudad marroquí de los tejemanejes de Arturo Biescas, presidente de BankMadrid. Sepúlveda profesor del Instituto Cervantes, le ayuda en sus pesquisas. ¿Hasta dónde puede soportarse la corrupción? ¿Es lícito tomarse la justicia por su mano cuando la vía oficial resulta inoperante? Sepúlveda y Lola Martín se hacen esas preguntas conforme van apareciendo cadáveres y entra en escena Adriana Vázquez, la femme fatale de Tánger.