La recuperación de Nápoles a través de la formación de un joven huérfano que crece en la escuela de un maduro don Gaetano —huérfano a su vez—, testigo de los días de la rebelión de la ciudad al final de la ocupación alemana. La violencia de las emociones, la irrupción del cuerpo, el sobresalto de la sexualidad, los reflujos de la historia, los celos, el honor, la muerte, las sangre y, finalmente, el exilio: la emigración que durará el tiempo necesario para ser un hombre.
Galla tiene catorce años, adora a su madre, a su hermana pequeña Antonnella y a su perra Daisy, y su mayor anhelo es salvarlas de la vida. ¿Sería más preciso decir: salvarlas de la vida en esa granja encenagada en el corazón de las marismas donde cosechas, animales y personas se echan a perder? ¿Salvarlas de su padre, un hombre que no habla, que no ve, que sólo golpea y trabaja, que es fuerza bruta y nada más? Ésta es la única vida que conocen, así que desea salvarlas de la vida y ya está. Galla adora a esos tres seres y detesta casi todo lo demás. Ha soportado la carga de criar a sus innumerables hermanas, de cuidar a las vacas, de los eternos días de lluvia sin descanso en la labor. En su imaginación vive aventuras temerarias e incontrolables, donde la aspereza del mundo se torna a veces una tierra soleada y generosa. Con frecuencia, la verdad es escurridiza, sus pensamientos trascienden la esfera de las horas, sus inquietudes apuntan a otro lugar… Y, sin duda, el primer paso es el instituto: para salvarse de su destino ha de estudiar. Niña salvaje enamorada del sol, Galla, sin embargo, no encaja en el civilizado mundo de sus compañeras. Por suerte, encuentra la amistad en la bella y esplendorosa Fanny, consuelo feliz que ilumina algunos días. Con todo, el desaliento y la soledad del internado a menudo la abruman. Un sábado de diciembre, el deseo irrefrenable de ver a su madre la empuja a regresar a casa. Decidida, recorre en su vieja bicicleta los treinta y cinco kilómetros que la separan de la granja. Durante el viaje, su flujo de pensamiento la arrastra, la acuna, la espolea. Cuando finalmente llega, todo está sumido en una inusitada oscuridad, sólo Daisy y su cachorro salen a recibirla y su padre no le permite entrar… Con una sabiduría implacable y una sensibilidad exquisita hacia el amor y la tristeza, después de la admirable Génie la loca, Cagnati vuelve a ofrecernos una novela prodigiosa sobre la suerte de las mujeres en el mundo rural.
Un hombre abre los ojos a las 7.20 y tiene miedo. Hoy no es cualquier día, sino ése en el que todo puede cambiar. No entiende su matrimonio fracasado, odia a la vecina del primero y sufre extraños arrebatos de violencia…, pero hoy tiene un plan que lo cambiará todo. Ángel Santiesteban sabe que debe tener una conversación crucial con Goro, su hijo adolescente con trastorno de atención (TDAH). «El día de hoy» nos habla de la eterna lucha contra la suerte y el destino. De las mentiras que apuntalan nuestra historia y de los recuerdos que acabamos por olvidar. Una original mirada de la ciudad como biografía: un paseo lleno de esquinas, mentiras, fugas y azares.
En la autopista E411, un perro ha invadido la calzada en dirección hacia la nada. Los conductores han frenado en seco y han bajado de sus automóviles. Unos contemplan atónitos la escena. Otros intercambian entre sí lacónicos comentarios. Caroline Lamarche nos ofrece en El día del perro la visión de seis personajes que han sido testigos por azar de un mismo hecho en apariencia trivial, pero que sacude sus vidas. Esta novela breve nos pone sobre la pista de la vida oculta de seis seres humanos. Buscando la profundidad por encima de la anécdota, y extrayendo del detalle más simple la lectura más descarnada, la reconocida escritora belga Caroline Lamarche nos sumerge en vidas aparentemente normales bajo las cuales discurre toda la agitada corriente de la existencia.
Un viaje al corazón del Alzhéimer
Un relato conmovedor. Nos muestra los momentos más inquietantes de una enfermedad capaz de reducir a la nada el bienestar y la cotidianidad de una familia cualquiera. Todo transcurre dentro de la normalidad, hasta que un día, el menos pensado, y por partida doble, sucede que… Mario, nuestro protagonista, nos adentra en la delirante y conmovedora odisea cotidiana de dos mujeres prófugas de su propio ser, desbocadas en un extravío sin retorno, actrices inconscientes de una comedia de equívocos que será motivo de hilaridad y tormento. Dos hermanas, la madre y la tía de Mario, enfermas de alzhéimer, dan testimonio de la belleza a través del dolor. Un artificio narrativo para hacer creíble la verdad. Una familia normal verá entorpecido su devenir cuando un estigma recompone la relación y la naturaleza de los personajes. Con una incuestionable calidad literaria y de una audacia dramática remarcable, esta narración penetra en un mundo muy reconocible para quienes han vivido con un enfermo de estas características. Quienes no lo hayan sufrido, encontrarán en esta novela los entresijos de una experiencia límite que nos acecha sin cesar.
«El día que la vea la voy a matar», es sin ninguna duda una de las publicaciones más vertiginosas e interesantes que se han hecho recientemente en México. Las situaciones que aborda el autor seguramente nos dejarán un crudo sabor de boca, aunque también nos divertirá con sus inigualables sátiras en las que seguramente nos veremos reflejados, al grado de poder identificarnos con alguno de sus singulares personajes. El recuerdo de sus pequeñas historias, se convertirá muy probablemente en una grata experiencia. «El día que la vea la voy a matar», resulta en ratos divertida, algunas veces desconcertante, pero nunca pasará desapercibida, pues nos da un enfoque tanto cómico como crudo de nuestra vida cotidiana; una visión tan real y certera, que nos provoca incluso ese extraño sentimiento de desconocer lo que ya conocemos, de descubrir por primera vez lo que todos los días aparece ante nuestros ojos, y que sin embargo requiere de una segunda mirada para percibirlo. Esa segunda mirada es la mirada aguda de Guillermo Fadanelli.
Obra de teatro de Benito Pérez Galdós, en cinco actos, estrenada el 30 de enero de 1901. La muy personal versión del escritor canario del mito llevado a tragedia sucesivamente por Esquilo, Sófocles y Eurípides, y recuperado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la cultura, fue un «duro alegato contra los poderes de la Iglesia y contra las órdenes religiosas que la servían» en un momento histórico en el que en España, tras los avances liberales del periodo 1868-1873, crecía de nuevo la influencia de los intereses políticos del Vaticano. Aquella bofetada, que para asombro del propio Galdós fue mucho más sonora de lo que él había esperado, encendería la mecha de una conspiración ultramontana, que al cabo de los años se llevaría una desproporcionada, triste y muy poco cristiana revancha: conseguir que el genio literario de Galdós no fuera reconocido con el Premio Nobel de Literatura. La protagonista del drama, Electra, es una joven de 18 años de padre desconocido, que, tras la muerte de su madre, Eleuteria, fue acogida por una tía, Evarista y el marido de ésta don Urbano (es fácil percibir que los nombres de los personajes femeninos del drama empiezan por E). Electra conoce al sobrino de Evarista, Máximo (un científico modelo y perfecto, viudo con dos niños pequeños, y liberal), y se enamora de él. Confiando sus sentimientos a don Salvador de Pantoja —tétrico personaje— este le descubre a Electra que Máximo y ella son hijos de Eleuteria y por lo tanto hermanos, pero sin confesarle las relaciones que había mantenido con su madre, fruto de las cuales ella podría ser su hija. La perfidia del malvado Pantoja lleva a aconsejar a Electra que se recluya en el convento donde precisamente está enterrada su madre. Lo que no podía imaginar él es que allí se le aparecerá Eleuteria, para revelarle que los rumores que la atormentan son falsos y aconsejarla abandonar el convento: «Si el amor conyugal y los goces de la familia solicitan tu alma, déjate llevar de esa dulce atracción, y no pretendas aquí una santidad que no alcanzarías, Dios está en todas partes...» Electra (final de la escena Novena del Quinto y último acto) Al final, triunfará el «amor sobre el fanatismo, la verdad sobre la mentira, la luz sobre el oscurantismo, el liberal Máximo sobre el conservador Pantoja».
Una novela construida como un mosaico donde las vidas de los personajes se cruzan y se separan ante la mirada compasiva y sin prejuicios del autor.
Construido en 1934 en una de las principales avenidas del Cairo, el Edificio Yacobián es al mismo tiempo una imagen representativa de los últimos setenta y cinco años de la historia de Egipto y una radiografía de la sociedad egipcia contemporánea. Cada piso parece representar un estrato de la sociedad y por la novela vemos desfilar a los habitantes más variopintos: aristócratas decadentes, hombres de negocios, políticos corruptos, pobres de solemnidad que ocupan la azotea del edificio, un escritor gay… Alaa al Aswani ha reunido en su edificio un auténtico microcosmos de sociedad de su país, lo cual le permite tratar temas candentes en un país lleno de contrastes, como la corrupción de las instituciones, la discriminación de la mujer o las dificultades de los jóvenes para ascender en la escala social.
La casa en que nació, en Marruecos, tenía tres habitaciones: una la ocupaba su padre; otra, su hermano mayor; y, en la tercera, Abdelá dormía con su madre, sus seis hermanas y su hermano Mustafá. Una madriguera familiar cálida y sensual. Los niños conocen de cerca el amor de sus padres. Pero el pudor les impide hablar de ello. Abdelá es un adolescente cuando su hermano mayor lo lleva a Tánger de excursión. En ese viaje descubrirá la verdadera naturaleza de su deseo. La pasión que siente por su hermano mayor se ve desairada cuando éste se enamora de una mujer. Cumplidos los veinte años, se marcha a Ginebra para proseguir sus estudios. ¡Por fin va a conocer la Europa de sus sueños; los libros, el cine, la libertad que tanto ha ansiado! Pero lo que descubre es la soledad, lejos de su familia. Es un muchacho muy atractivo, y utiliza su poder de seducción. Abdelá Taia nos relata el itinerario de un chico de nuestro tiempo. La clave de ese itinerario está en armonizar la tradición marroquí con la cultura europea, el desarraigo con el deseo de salir adelante. Denuncia las hipocresías, de manera a veces cruda y a veces tierna, candorosa y maligna, desenfadada y conmovedora.
Elena tiene 15 años y va en tercero de secundaria. Tiene muchos lunares y no le gusta su pelo. No es muy aplicada en la escuela y, aunque tiene pegue, se siente insegura desde que empezó a crecer más en talla de brassier que en estatura. Pero también es simpática, intensa y está enamorada de quien no debe. El año escolar está a punto de terminar. Un amigo de Elena ha concebido un plan maestro para robar el examen final de Física. En las semanas siguientes, Elena tendrá su primer novio y lidiará con la traición de su mejor amiga, con los problemas de alcohol de su papá y con los límites confusos de su cuerpo y su cabeza; para colmo, tendrá que romper un corazón para saber hasta dónde llega el suyo. En el camino, Elena se lleva más de un trancazo y toma más de una mala decisión; pero nunca deja de hacer lo que siente y de enfrentar las encrucijadas que se le presentan con un gran sentido del humor.Quiéreme cinco minutos es una historia de amor y de grandes aventuras: todas las que caben en el recorrido de una mujer para convertirse en mujer.
Elena tiene diecisiete años y está empezando Quinto de Prepa. Todos le han dicho que es el año más perro, y Elena está a punto de comprobarlo. Aunque lo más difícil para ella no será la escuela... La situación en su casa está peor que nunca: su papá no puede dejar el alcohol, su mamá se ha sumado a un grupo de extremistas espirituales y su hermano está hecho un idiota con su novia, que pesa cuarenta kilos. Todo se complica cuando Elena se enamora perdidamente y además le corresponden. Pero vivir esa clase de amor no es fácil cuando al mismo tiempo estás lidiando con los excesos de tus amigos, la búsqueda de una vocación (si eso existe), y tratando de hacer entender a tus papás que no eres una rebelde ni estás loca ni perturbada, sólo tienes diecisiete años e intentas ser feliz. Pero Elena tiene algunos aliados en el año más complicado de su vida: un taller de teatro, el apoyo de sus amigos y la capacidad de ver las cosas desde muchos puntos de vista, sin perder nunca el sentido del humor. Quiéreme si te atreves es la segunda parte de una historia de amor y de grandes aventuras, que acompaña muy de cerca a una joven mujer en su recorrido para convertirse en una gran mujer.
Tras el éxito conquistado con Quiéreme cinco minutos y Quiéreme si te atreves, regresa Elena Balboa, que ahora se la vive entre desveladas y cafés, sacando fotocopias, escapándose a la playa, estudiando, descubriendo, reventando, subida en la montaña rusa de una nueva e intensa etapa de su vida: la universidad. Pero comenzar a ser adulto no es fácil cuando nadie te sigue el paso. Elena siente que sus amigos de la prepa se quedaron a años luz, su hermano parece un burócrata cuarentón y su mamá se porta como si tuviera dieciséis. A veces cree que está sola en sus ansias por cambiar al mundo, y sólo parece entenderla un profesor que le mueve el tapete. Eso no sería tan grave si no tuviera un novio que la adora, pero que empieza a dar señales de querer volar alto... y lejos. A ratos Elena se siente más confundida que cuando tenía trece años y descubrió que el mundo no era tan rosa como se lo habían pintado. Con las agallas y sentido del humor que la caracterizan, Elena se lanza otra vez a una trepidante aventura. Ahora más que nunca, está dispuesta a demostrarse que está hecha de lo que se necesita para ser una gran mujer. Una que sabe querer bien.
Al igual que Tennessee Williams ya hiciera en sus Memorias, Francisco Ors, autor de El encanto masculino, se adentra desde la polémica en lo más profundo de su escandalosa experiencia para relatarnos sus irreverentes reflexiones acerca de la vida, de la homosexualidad, de la sociedad, de la biología, del arte, del concepto de moralidad y de una opción sexual que ha marcado a un gran número de artistas, escritores y políticos a lo largo de la Historia.Desde los lejanos tiempos en que, a la edad de trece años, sedujo a un hombre cuarenta años mayor que él, hasta el momento actual en que discute muchos de los dogmas del nuevo pensamiento único gay, Francisco Ors analiza con una visión inviolablemente provocadora los cambios aparecidos desde finales de la guerra civil hasta la actualidad en la concepción del hecho homosexual. El encanto masculino hace además un análisis personalísimo de las cuestiones más controvertidas que rodean a lo homosexual: el origen gay del arte, la pedofilia, los movimientos militantes o la adopción y el matrimonio homosexuales.Un libro que, sin duda, se convertirá en referencia obligada en todas las futuras discusiones acerca de este polémico tema. Y un libro que será aplaudido por algunos y odiado por otros gracias a sus controvertidas opiniones, fruto de una posición personal que no deja indiferente.
Bella Winter tiene una cicatriz en la cara a raíz de un accidente de coche; conducía su novio, un tipo tacaño que no la apreciaba. Embarazada de un inmigrante al que conoció en una fiesta en un piso cochambroso de Bayswater y nunca más volvió a ver, tiene ahora una niña de meses negra, que oculta a su madre, una mujer que nunca parece haberla querido. Pero encuentra un trabajo que le encanta en una pequeña tienda de antigüedades en Richmond, hace nuevos amigos y empieza a tener la sensación de que la vida al fin le sonríe. El pasado, cómo no, vuelve, pero tal vez en condiciones que permitan reconciliarse con él; y el presente abre nuevos horizontes, quizá engañosos pero en principio muy felices.
En El enebro (1985), Barbara Comyns habla con singular magia y penetración de todas las cosas y personas —de un arcón a un amante o una cocinera— que pasan a formar parte de la vida, de cómo entran y salen, y de cómo configuramos nuestro espacio con lo nuevo y con lo que se pierde o muere… y todo en una insólita y compasiva versión de uno de los cuentos más terroríficos de los hermanos Grimm. Como dice Margaret Drabble, la novela es «un sofisticado relato de emociones adultas, narrado sin sentimentalismo, y sin ninguna idea preconcebida y convencional de cómo debe vivirse la vida».
Libro que ataca el fanatismo religioso y el abuso clerical de la autoridad espiritual con el telón de fondo histórico de la Guerra Carlista de 1872-1876 donde, empezando en una Nochebuena, nos narra el pasado personal de la familia de los Resmillas, una familia liberal de la clase media madrileña que vive una existencia gris y pobre porque el padre ejerce de simple burócrata a merced de los caprichos de los políticos de turno.
A inicios de los años sesenta, una joven australiana, Beth Trevor, se instala en Mallorca con su hija pequeña, Lavinia. Beth ha acudido a la isla atraída por el prestigio de un mítico poeta británico que vive allí desde hace años, rodeado de fervorosos discípulos.La colonia extranjera, formada principalmente por artistas, escritores y vividores, acoge a madre e hija como parte de los suyos. Poco a poco, en ese luminoso microcosmos mediterráneo, en el que extranjeros e isleños se observan los unos a los otros como si fueran actores de sus respectivos teatros, la ambiciosa Beth comienza a disponer las piezas de un ingenioso engaño por el que su hija terminará siendo considerada la descendiente de una antigua y aristocrática familia europea.
El estreno de Antonio Skármeta en la literatura. Antes de que El entusiasmo se publicara, daba la impresión de que los jóvenes no tenían espacio en la narrativa chilena. Pero aquí ellos irrumpen en la vida y en las letras con ganas, con secretos o confusas antes de abrirse al mundo sin remilgos y sin los rituales solemnes y sombríos de los escritores de la generación mayor. Los héroes de Skármeta son reclutados en las calles de Santiago, pero presienten que el mundo les pertenece y salen a conquistarlo sin detenerse a pensar cuál será el precio de la aventura. Los acompaña una prosa soleada, refrescante y amable.
En pasajes breves se van entrelazando la vida y recuerdos de tres mujeres relacionadas por un pasado común que solo se manifiesta al final. Son las voces de mujeres y sus vínculos poderosos y determinantes con los otros. Filiaciones por ausencia, por rencor y miedo, por omisión. Sus particulares historias fragmentadas, de a poco reveladas, descubren los secretos duros, las penas enquistadas, la soledad más radical. Cada una de ellas, a su manera y en su entorno, sobrelleva su existencia en una suerte de cautiverio impuesto y autoimpuesto que las obliga a arrastrar sus frustraciones y derrotas, sus amores inexistentes o perdidos, sus recuerdos, los engaños, el abuso impune en el mayor de los silencios. La escritura de García-Huidobro es capaz de matizar el tono frío e impersonal de informes periciales y códigos legales con unas historias crueles y de enorme desolación en las que, a pesar de todo, surgen sentimientos de ternura hacia los niños que estos personajes fueron y que ahora, como adultos, resultan desencajados y melancólicos.
Un joven narrador se interroga sobre cierto personaje, quince años después de su muerte, y viaja a Trieste y a Londres en busca de sus amigos y amigas de juventud, muy ancianos ya. Este personaje, cultísimo y de una gran exigencia literaria, ha renunciado a escribir y ha elegido intervenir directamente en la vida de las personas.
El vapor Fidèle surca las aguas del Mississippi rumbo a Nueva Orleans; es 1 de abril, día de los inocentes en el mundo anglosajón, en un tiempo en que muchos se marchan al Oeste en busca de fortuna y se presiente ya la guerra de Secesión. Viaja en la nave un mundo variopinto y seductor: empresarios filántropos y negreros, prestamistas, campesinos, predicadores y agentes de bolsa, damas de la caridad o veteranos de la guerra de México, ancianos en su último suspiro y vagabundos de toda laya; unos crédulos otros escépticos; el lugar ideal para que un artista de la estafa disponga, para cada uno de ellos, un engaño a su medida.