LA calle Cuarenta y Tres, convertida en humano hormiguero, vibraba estremecida entre los discordantes aullidos de las bocinas, las estridentes campanadas de los ómnibus, el silbato de los policías de tráfico y el ensordecedor rugido de las muchedumbres, que como fieras sueltas se empujaban, corrían, vociferaban como energúmenos, y a veces brotaba el insulto o La frase despectiva, originando la intervención de los espontáneos que nunca faltan, hasta que les grupos se disgregaban para formarse de nuevo más nutridos y más espesos.
Un audaz agente del F. B. I. se adentra temerariamente en el laberinto misterioso de una intriga sorprendente. Su misión es resolver la incógnita, su misión le impulsa a cometer un acto heroico, de FIDELIDAD, que figura con letras de oro en los anales del F. B. I.
Y yo prometo, señoras y señores, no descansar hasta ver limpia la ciudad de esos indeseables que a favor de una situación como la presente, medran como hongos venenosos y amenazan con asfixiar no ya sólo cualquier iniciativa de los ciudadanos de orden, sino nuestra propia vida. La voz de Johnson Rowley potente de por sí y aún mucho más en aquel momento en que docenas de altavoces la amplificaban por todo el ámbito del imponente coliseo (el Athenea Theatre), impresionó a la muchedumbre.
Varkri Marás, nacido en los Balkanes, semillero perenne de discordias políticas, parece haber mamado el ambiente retorcido y mefítico de su país. Trasladado a Estados Unidos, desahoga allí sus instintos criminales. El F. B. I., le va a los alcances, armas en mano y sed de justicia en el corazón.
La Maffia. La misteriosa y criminal organización siciliana, con ramificaciones en el mundo entero, sus «vendettas» implacables e inexorables, sin piedad y sin reparar en sacrificios; aparece desnuda, retratada magistralmente con todo su horror por ALF MANZ
EN el crepúsculo vespertino, el horizonte sangraba. La estepa rusa era un inmenso mar de hielo. De los montes Urales, de la Siberia, cual si fuese el aliento de los forzados, llegaba un aire frío que iba congelando las aguas del Vitchegda, en las proximidades de Kotlas. Los lobos hacían oír su monótono himno de muerte. Sin embargo, pese a la crudeza del invierno y a los múltiples peligros, un hombre, cubierto de pieles, sobre un «tachanka» tirado por dos caballos y provisto de anchos deslizadores, recorría la llanura. Su rostro denotaba una firmeza límites. Al alcance de su mano descansaba un moderno rifle de repetición.
¡ACUSADO! De una trama vigorosa nace un problema humano con ramificaciones pasionales y turbulentas. Las aventuras se suceden en una cadena desconcertante.
JIM Bypas, enfundado en su traje negro de Impecable corte, estrechaba mecánicamente las manos que se le tendían sin oír las frases de condolencia de sus numerosos amigos, obsesionado aún por la lectura de una carta póstuma del hombre al que acababan de enterrar en el cementerio Calvary, de la avenida Parker.
Terminada la ceremonia, entró en un moderno automóvil, en cuyo interior había un individuo de complexión robusta y rostro brutal.
—Apéate, Huhg. No te necesito.
El aludido obedeció, no sin advertir:
—Le seguiré en un «taxi», jefe.
Se narra, por el autor hispano Francisco Cortés Rubio, verdadero nombre del utilizado con el seudónimo de Frank McFair, el chantaje a que es sometido un experto grabador de planchas de nacionalidad francesa, para fabricar billetes falsos por parte de una banda de gángsters americanos. Retenido junto con su bella hija será obligado a trabajar contra su voluntad para sus captores. La oportuna intervención de un joven y temerario agente del FBI capturado por la pandilla de falsificadores, y que cuenta con la decisiva ayuda de la seductora hija del grabador que utiliza con astucia sus armas de mujer, sembrarán la disensión entre los componentes de la banda y conseguirán desbaratar sus ambiciosos planes.
La historia más extraña que nunca se imaginó, se desarrolla en esta obra de excelentes cualidades narrativas y reciedumbre emocional. La vida une y desune a las personas. Algunas veces, esas uniones o desuniones son incomprensibles; luego... Dos hombres que se odian a muerte, porque viven en campos contrarios y batallan denodadamente, se encuentran en una singular circunstancia, que los obliga a ser camaradas para salvarse, aunque después, vuelvan a...
En el ambiente más misterioso, rodeado de enemigos, sintiendo a su alrededor el silbido siniestro de los proyectiles, un hombre audaz y astuto, sufre las mayores torturas físicas y espirituales. Se presenta al prototipo de hombre, servidor del deber y de la justicia, que, en determinada ocasión, sufre una crisis emotiva que lo lleva a la deriva, internán¬dose en un peligro que lo acecha desde la sombra.
El hombre corría a grandes zancadas, flotándole al aire los faldones de la suelta gabardina. No presentó sus excusas a la dama con quien tropezó, y ella, tras recobrar el equilibrio, sólo pudo maldecir al individuo del que ya únicamente veía las amplias espaldas, camino del andén donde acababa de pitar estridentemente el tren subterráneo anunciando su salida.
He aquí una obra vigorosa, cuajada de aventuras escalofriantes que llegan a emocionar al lector por la rudeza de las escenas, la intriga y el peligro que pasan los agentes especiales del F. B. I.
Eddie Thorny, es el autor de esta novela que figurará en los primeros puestos de este género literario.
Muerte en el atardecer, nos habla de un hombre que no temía a la muerte y, sin embargo, tuvo miedo de enfrentarse al poder cruel de...
En las sombras de la noche, entre la espesura de los bosques, acecha LOUP-GAROU, espera a su víctima y cae sobre ella, lanzándole al rostro su fétido aliento.
HABíA cuatro hombres reunidos en torno, a la mesa, y sobre ésta, toda una naturaleza muerta de botellas, emparedados y vasos. En una fuente, las ruinas de lo que fuera un gallo altivo y crestirrojo. Uno de los hombres se echó hacia atrás con un suspiro de satisfacción. —¡Cielos! —dijo—. Me encuentro mejor que nunca —era un hombre de mediana estatura, pero muy ancho de hombros. —Pronto tendrás qué empezarte a desabrochar el cinturón después de las comidas, Hillcrest —dijo otro de ellos, un rubio pajizo, cuyos párpados entornados tapaban casi siempre el color de sus pupilas.
Un «gángster» de ideas tenebrosas sufre la evolución mayor que se pueda tener, a causa de un choque espiritual rayano en tragedia. Su corazón encenagado sufre una transformación y entonces, cumpliendo una tarea vengadora, se convierte en el más valioso colaborador del F. B. I. Realiza unas proezas que...