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Tus libros 78. El prisionero de Zenda (Ilustrado), de Anthony Hope

Novela, Aventuras, Juvenil

Ruritania es un país que un día tuvo problemas a la hora de coronar a su rey. Tal es el punto de partida de El prisionero de Zenda y el origen de las novelas «ruritanias», cuyos ingredientes consisten en aventuras románticas y trepidantes, plagadas de intrigas y traiciones y ambientadas en países imaginarios. Su éxito fue fulminante. El propio Hope comentaría años después que la idea base de su novela es el viejo tema de la confusión de identidad, pero con dos variantes que habían cautivado al público: «la realeza y el pelo rojo; la primera es una baza segura y su combinación con la segunda añadía un toque de novedad».


Tus libros 80. Los tigres de Mompracem (Ilustrado), de Emilio Salgari

Novela, Aventuras, Juvenil

Sandokán era «alto, esbelto, de fuerte musculatura, con rasgos enérgicos, varoniles, fieros y de una extraña belleza». Salgari, en cambio, medía poco más de uno cincuenta, aunque aprendió esgrima y se batió en duelo. Sandokán recorrió los mares la Malasia, mientras Salgari, amarrado a su coja mesita de trabajo, jamás piso un prao. El «padre de los héroes» se proyectó en ellos jugando a los piratas en sus libros. Años después Cesare Pavese le dedicaba un nostágico recuerdo: «¡Cuánto tiempo ha pasado desde que jugaba a los piratas malayos…! Otros días, otros juegos, otras sacudidas de la sangre frente a rivales más evasivos: los pensamientos y los sueños…».


Tus libros 82. El tulipán negro (ilustrado Tus Libros), de Alexandre Dumas

Novela, Aventuras, Drama, Romántico

Dumas, hijo de una viuda pobre y de un general forzudo, mimado, indómito, soñador, aprendió a leer y a escribir, nada de aritmética y un poco de latín con el cura del pueblo. Con esas bases, su pasión por Shakespeare y sus abundantísimas lecturas, consiguió llenar más teatros que Victor Hugo y más lectores que cualquier otro novelista. Porque Dumas sabía jugar con el lector como ninguno y ganárselo a fuerza de hacerle sufrir con sus intrigas. Y, aunque es cierto que El tulipán negro no es El conde de Montecristo, basta para comprender por qué dijo Maurois que Dumas es «el más grande narrador de todos los tiempos y de todos los países».


Tus libros 87. Los tres mosqueteros (ilustrado), de Alexandre Dumas

Aventuras, Novela

Aprovechando el auge de la novela histórica, las aportaciones eruditas del historiador Auguste Maquet y su propia capacidad de fabulación, tejió Dumas la peripecia de Los tres mosqueteros —que en realidad son cuatro—, ambientándola en el reinado de Luis XIII con el trasfondo de las maniobras palaciegas del todopoderoso Richelieu.Dumas, que sabía manejar como nadie el diálogo y los golpes de efecto, sin cuidarse de inexactitudes ni anacronismos, confeccionó una historia trepidante de amores, aventuras, intrigas y cinismo, encarnada en unos personajes que han pasado a ser paradigma del amor, la perversidad y el heroísmo.


Tus libros 92. Las alegres aventuras de Robin Hood (ilustrado), de Howard Pyle

Aventuras, Novela

El Diccionario de Biografías Nacionales de Sidney Lee dedica todo un artículo a demostrar la inexistencia de Robin Hood. Pocos héroes literarios han merecido tal honor. Pese a los desvelos de Lee, Robin Hood ha seguido cabalgando y disparando flechas por las páginas de la literatura de aventuras.Pyle, seducido por el personaje, no se conformó con pintarlo, sino que quiso reescribirlo. Y así surgieron las alegres aventuras de este nuevo Robin Hood, que en la pluma de Howard Pyle no es tanto un bandido generoso, rebelde y sajón, cuanto un ladrón simpático, astuto, pendenciero y algo fanfarrón, que hará sin duda las delicias de cualquier lector.


Tus libros 95. Oliver Twist (ilustrado), de Charles Dickens

Aventuras, Drama, Novela

Entre 1837 y 1838 publicaba Dickens la melodramática historia de Oliver Twist, un huérfano perdido en los bajos fondos londinenses. Como era habitual en él, pretendía conferir a la novela una carga social y revulsiva, que impidiera la idealización romántica del delincuente, al tiempo que reprochaba a la sociedad de su tiempo la responsabilidad en la creación de condiciones ideales para la aparición de la delincuencia. Sin duda se le fue la mano en su utilización de estereotipos y caricaturas. Pero Dickens sabía sacar del defecto virtud. Y así, aunque «debería ser un mal escritor —como diría Forster—, en realidad es uno de los más grandes».


Tus libros 99. El conde de Montecristo I (ilustrado), de Alexandre Dumas

Aventuras, Drama, Novela

Don Quijote no llegó a leer El Conde de Montecristo. Fue una lástima, porque le hubiera colmado las medidas. No hay novela de caballería que pueda ofrecer lo que esta sólida novela de aventuras. Naufragios, fugas, ejecuciones, asesinatos, traiciones, envenenamientos, suplantaciones de personalidad, un niño enterrado vivo, una joven resucitada, catacumbas, contrabandistas, bandoleros, tesoros, amoríos, reveses de fortuna, golpes de teatro, todo para crear una atmósfera irreal, extraordinaria, fantástica, a la medida del superhombre que se mueve en ella. Y todo ello arropado en una novela de costumbres, digna de medirse con las contemporáneas de Balzac.


Tus libros 100. El conde de Montecristo II (ilustrado), de Alexandre Dumas

Aventuras, Drama, Novela

Pero El Conde de Montecristo no es sólo una novela de aventuras. Toda la obra gira en torno a una idea moral: el mal debe ser castigado. Una cuestión que preocupa a la humanidad desde la ley mosaica, la Ilíada y Orestes. El conde, desde esa altura que le da la sabiduría, la riqueza y el manejo de los hilos de la trama, se erige en «la mano de Dios», para repartir premios y castigos. A veces, cuando hace milagros para salvar al justo de la muerte, el lector se sobrecoge de emoción. Otras, cuando asesta los implacables hachazos de la venganza, nos sentimos estremecidos y hasta el mismo conde duda. Si Dumas hubiera sido Shakespeare, Dantès podría haber sido Hamlet.


Tus libros 102. Colmillo Blanco (Ilustrado), de Jack London

Novela, Aventuras, Juvenil

Esta novela es casi la historia de una degradación. Rousseau decía del hombre que nace naturalmente bueno y se pervierte al contacto con la sociedad. London lo aplica al mundo del animal. Colmillo Blanco, el perro-lobo salvaje que no conoce más leyes que las de la naturaleza, irá agudizando sus instintos de ferocidad o violencia a imagen y semejanza de sus dioses: los hombres. «Si el lobezno hubiera pensado como los hombres —dice London—, habría calificado la vida como un voraz apetito, y el mundo como un caos gobernado por la suerte, la impiedad y el azar en un proceso sin fin». Por fortuna, Colmillo Blanco encontró al «señor del amor», siquiera al borde de la muerte.


Tus libros 110. Aventuras maravillosas pero auténticas del capitán Corcorán, de Alfred Assollant

Novela, Aventuras

Una voluminosa Enciclopedia francesa de finales del siglo XIX recoge no menos de una docena de novelas históricas y de aventuras de Alfred Assollant, profesor, periodista y republicano. Curiosamente, ignora «Las aventuras del capitán Corcorán», el único título por el que se le recuerda. Después de muchas décadas de ausencia de las librerías españolas, el lector tendrá ahora oportunidad de encontrarse con la obra de este curioso personaje que lo mismo preparaba, desde su silencio de profesor, una erudita Antología de Plinio el Viejo, que ya en 1861 abogaba, en su condición de periodista, por la libertad de prensa. El título del artículo era harto elocuente: «A los que todavía piensan».


Tus libros 116. Allan Quatermain (Ilustrado), de Henry Rider Haggard

Aventuras, Juvenil, Novela

Nadie ignora que los únicos paraísos son los perdidos. Haggard creyó haber encontrado alguno, escondido en los pliegues de su memoria. En Las minas del rey Salomón defendió el de Kukuanalandia con la firme decisión de Ignosi de no dejar pasar jamás al hombre blanco, siempre acompañado de pistolas, ginebra y predicadores. En Allan Quatermain, el de Zu-Vendis queda protegido por la propia naturaleza, que como una perla lo había tenido oculto durante siglos. Haggard opinaba que las buenas novelas se escriben de una sentada, y aquí lo corroboró con su habitual intensidad. No sorprende que Kipling lo considerase «el hombre con una imaginación más convincente».


Tus libros 117. Benito Cereno (ilustrado), de Herman Melville

Aventuras, Relato

Un día de 1799, el capitán Amasa Delano fondeó en una isla desierta, perdida en el Pacífico, para aprovisionarse de agua potable. Al día siguiente, un desconocido velero se acercaba a aquel lugar solitario y desamparado, dando origen a la misteriosa historia del capitán español Benito Cereno.Esta narración, sustancialmente histórica, podría haberse quedado —sin ser poco— en una simple novela de aventuras marineras, pero Melville siembra el relato de dudas y sospechas, que, como en la mejor novela policíaca, van resultando ser pistas falsas hasta la solución verdadera. Benito Cereno es como el Pacífico: una novela engañosamente calma y benigna, donde al final casi nada es lo que parece.


Tus libros 122. La cabaña del tío Tom (Ilustrado), de Harriet Beecher Stowe

Aventuras, Drama, Juvenil, Novela

En 1852 concluyó H. B. Stowe la publicación periódica de una novela de la que se vendió medio millón de ejemplares nada más aparecer. Muchos norteamericanos se miraron en aquel espejo ocuro, y ello explica algunas calves del éxito. La Guerra de Secesión confirmaría la gravedad del cáncer denunciado. Lincoln subrayó la influencia de esta novela cuando denominó a su autora «la mujercita que ganó la guerra». Y aunque, a casi siglo y medio de distancia, pueden resultar incómodos ciertos episodios especialmente lacrimosos, en tiempos de rebajas éticas quizá no venga mal reivindicar un valor indiscutible del libro: la indignación moral que sus páginas rezuman.


Tus libros 123. El tesoro de Fermín Minar (Ilustrado), de Dimas Mas

Aventuras, Juvenil, Novela

Manuel Leguna Belluz, el anagramático y ático profesor que intriga y remueve la abulia de suspenso crónico de Fermín Minar, es el principio y origen de las extraordinarias aventuras que vive este contumaz repetidor, inmerso de hoz y de coz en la búsqueda de un tesoro inusitado. Fermín, prevaricador de la ortografía y el lenguaje, acaba convenciéndose de que hasta para decir «te quiero» hay que decirlo bien. Esta novela, que tiene más conchas que un galápago, hará las delicias de quien todavía crea, como Camilo José Cela, que el placer de la lectura y el descubrimiento del Diccionario «pueden resultar toda una aventura, porque conocer la lengua es conocerse a sí mismo».


Tus libros 125. El Corsario Negro (ilustrado), de Emilio Salgari

Aventuras, Novela

«La debida labor de la venganza», por decirlo con un verso de Borges, tensó el arco de Ulises, y fue la razón de existir del Conde de Montecristo, de Matías Sandorf, de Sandokán. También del Corsario Negro. Despojado de su hacienda, asesinados sus hermanos, el noble Emilio de Roccanera perseguirá sin descanso al destructor de vidas y haciendas. Unos ojos bellísimos se cruzarán en el camino del vengador, como se cruzaron en el de Sandokán. El mismo estilo, la misma técnica. Y si los críticos ignoraron a Salgari, le quedaron sus lectores, como aquel joven que le escribía: «¡Oh, sea bueno y denos a todos la alegría de seguir describiendo la vida de esos corsarios!».


Tus libros 126. El lobo de mar (Ilustrado), de Jack London

Aventuras, Novela

Empezóleyendo novelas de aventuras y acabó con tratados de filosofía. En medio fuepirata, ladrón de ostras, pescador de focas y policía pesquero; estuvo en lacárcel, inició estudios varias veces y los interrumpió otras tantas, se hizosocialista y fue agitador activo. También escribió El lobo de mar, cuyoprotagonista —y antagonista al mismo tiempo—, con sus destellos de inteligenciabajo la sombría máscara de su bestialidad, cautivó la admiración de loslectores. Todavía en vísperas de su muerte se quejaba London del malentendido:«Ataqué a Nietzsche y a su idea del superhombre, pero mucha gente noadvirtió el ataque a esa filosofía e incluso me admiraron por mi vigorosabrutalidad.»


Tus libros 129. La zona envenenada (Ilustrado), de Arthur Conan Doyle

Aventuras, Ciencia ficción, Juvenil, Relato

Quienes admiraron al sólido cuarteto que recorrió los caminos de El mundo perdido (1913), tendrán ocasión de contemplarlo de nuevo celebrando el aniversario de su asombrosa aventura en la tierra de Maple White. Si Holmes tuvo su Watson, el profesor Challenger tiene su Malone: el periodista, con el valor y la ingenuidad de la juventud, cuenta las nuevas aventuras en que se ven envueltos, adobadas con la fantasía, las ocurrencias y las mordaces reflexiones de Challenger y Summerlee. Dos cuentos más completan el volumen: Cuando la tierra lanzó alaridos (1929) y La máquina desintegradora (1929), donde brilla una vez más el ingenio y la gracia del colérico profesor.


Tus libros 132. El último mohicano (Ilustrado), de James Fenimore Cooper

Aventuras, Juvenil, Novela

La mejor y más popular obra de Fenimore Cooper transcurre en la época de la última guerra entre Francia e Inglaterra en tierras norteamericanas. Un viaje de socorro entre dos fuertes es el pretexto para transmitirnos el perfume y la severidad de la selva, los enamoramientos ruborosos, distintas secuencias de lealtad, traición o sacrificio. También para sobrecogernos con las aventuras y peligros, sumergirnos en las tribus de los pieles rojas y acaso encariñarnos con alguno. Pues, como dice el propio Ojo de Halcón, «cuando un hombre convive mucho tiempo con un pueblo, si ellos son honrados y él no es un bribón, la amistad y el cariño crece entre ellos».


Tus libros 135. Las aventuras de Pinocho (ilustrado Tus libros), de Carlo Collodi

Aventuras, Infantil, Juvenil, Novela

Cuando escribió los primeros capítulos de lo que en un principio se titulaba Historia de un muñeco, el propio Collodi lo calificó de «chiquillada», sin imaginar la trascendencia que tendrían las aventuras de su travieso muñeco de madera. Quizá el éxito del Pinocho se deba a que niños y hombres nos reconocemos en él. Y es que, como ha dicho Nicola Rilli, «Pinocho representa un análisis profundo de la vida en general del hombre común, que vive su vida común, a veces de grandes valores y a veces incolora y chata. Lo que importa hacer notar es la realidad con que Carlo trata el tema humano, encerrado en la historia de ese muñeco que nos entusiasma y nos conmueve».


Tus libros 144. Aventuras del capitán Singleton, de Daniel Defoe

Aventuras, Juvenil, Novela

Bob Singleton, típico aventurero del siglo XVIII, corrió aventuras para llenar un libro: fue raptado de niño, se embarcó muy joven, participó en un motín, atravesó África, se enriqueció, se arruinó, se hizo pirata, recorrió mares e islas desde las Canarias a las Indias Occidentales y desde el cabo de Buena Esperanza a las Orientales, y no hubo barco que surcara el mar sin sufrir el acoso del pirata. Pero Defoe, pragmático hasta en las cosas del espíritu, le envía en alta mar un rayo providencial que le hace reflexionar sobre su vida y su destino. Curiosa pirueta final que, como ha escrito Próspero Marchesini, «ilumina con singular eficacia la mentalidad de un país y de un siglo».