En 2014 se cumplieron los cien años de la publicación por entregas de El valle del terror. Se editó en formato de libro al año siguiente, en 1915, y fue la cuarta y última de las novelas de Sherlock Holmes, una obra que en sus dos partes encubre lo que en realidad son dos novelas cortas conectadas por un epílogo, dos relatos unidos en esa estructura bipartita, como en Estudio en escarlata.Ocupa aquí un lugar central la maléfica figura del maquinador Moriarty, profesor de matemáticas y ciencias del joven Holmes y ahora encarnación del mal, urdidor de crímenes y enemigo del detective.La articulación de las dos partes de la novela, como en otras de la serie, responde a dos esquemas narrativos y temporales muy diferentes. Si el primero -La tragedia de Birlstone- es un relato detectivesco clásico narrado por Watson y con el enigma de un misterioso crimen cuyas claves desvela Holmes con su penetrante método deductivo, el segundo -Los camorreros- es un flashback narrado en tercera persona y centrado en la figura del muerto y en los antecedentes que explican el relato de la primera parte.Y es precisamente la segunda parte la que es una pequeña obra maestra sobre una banda de gánsters, un relato que ejerció una notable influencia sobre Dashiel Hammet en Cosecha roja y se tiene como una obra precursora de la novela negra.
Los últimos años de la vida de Holmes, una época de cambio, se caracterizaron por un talante reflexivo y melancólico poco habitual en él. Sabemos que padeció una enfermedad y que abrió su corazón a un doctor Watson ya «reumático y envejecido». Si en la tumba de Doyle figura el siguiente epitafio: «Temple de acero, rectitud de espada», cabe imaginar que al propio autor le habría gustado grabar uno semejante en la de Sherlock Holmes. O quizá lo ocultó sencillamente porque, para coronar la gloria de su detective, le bastaba atestiguar que Holmes, mientras enviaba su último saludo desde el escenario, desde su retiro sesentón escribía un Manual de apicultura.
Parece que Doyle y el doctor Watson no tenían los mismos puntos de vista sobre el interés de las correrías de Holmes. Mientras el primero lo consideraba un entrometido que le impedía dedicarse a cosas «más serias», Watson se empeñaba en resucitar los casos que tenía cuidadosamente anotados en su archivo. La historia ha dado la razón al doctor y ha preferido la «agenda» del detective a todas las preocupaciones metafísicas de su autor. Y Watson, que era ya para Holmes «una de sus costumbres, como el violín, el tabaco… y otras quizá menos disculpables», abre esa caja de sorpresas y nos muestra a un Sherlock Holmes «en el momento culminante de su carrera».
En noviembre de 1889 Francis Tumblety, señalado como la persona vinculada a los asesinatos de varias mujeres en Whitechapel, Inglaterra, escapó en barco con destino a Nueva York, Estados Unidos. Los policías enviados por Scotland Yard para capturarlo jamás lo localizaron… Entre enero y febrero del siguiente año se reportaron las muertes de seis mujeres en diferentes ciudades de Nicaragua. Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela histórica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y también el arribo del famoso detective británico Sherlock Holmes en su búsqueda del asesino más famoso de todos los tiempos. Este libro fue publicado en el 2002 con un prólogo del escritor Sergio Ramírez Mercado (incluido en la contraportada), con un tiraje de 4,500 ejemplares. El libro fue reimpreso en el 2005 con un tiraje de 3,500 ejemplares. Una última edición se hizo en el año 2007 de 3,500 ejemplares. En el año 2005 el detective británico Trevor Marriot publicó el libro Jack El Destripador, La Investigación del Siglo XXI, en el que asegura que efectivamente el asesino pudo haber viajado de Nueva York a Nicaragua. En enero de 2009 el libro se presentó en la Librería Estudio en Escarlata, en Madrid, España. Entre el año 2010 y el año 2011, este libro fue el más vendido en el género de Suspenso, Crimen y Misterio en Amazon en español.
Esta novela parte de la hipótesis de que el investigador Sherlock Holmes y el criminal Fu Manchú, héroes respectivamente de las novelas de Conan Doyle y de Sax Rohmer, tuvieron un encuentro personal, ignorado hasta ahora por todo el mundo. El relato lo componen unos supuestos manuscritos de Petrie, fiel ayudante de Nayland Smith, el perenne perseguidor de Fu Manchú, y equivalente de lo que fue el doctor Watson para Sherlock Holmes. La época en que se sitúa la acción es el año 1914, en que el famoso detective lleva retirado desde hace diez años. El doctor Petrie saca de su idílico retiro a Holmes porque su maestro Nayland Smith ha desaparecido misteriosamente y él cree que ha sido secuestrado por Fu Manchú. No sin ciertas reticencias, el detective accede a ayudarle a buscar a su amigo, lo cual da lugar a una sucesión de peripecias y aventuras que hacen de la novela una narración vibrante de vivacidad y suspense.
El lector encontrará en el presente volumen dos partes bien diferenciadas: Una primera dedicada a ciertos autores de la llamada “novela popular”, “de a duro”, “barata”, que han realizado diversos acercamientos a la figura del Maestro de Baker Street, y que en este caso son Curtis Garland, Norm Eldritch y Harry Stephen Keeler. En la segunda parte encontrará algunos de esos “pastiches extraviados” que reza el título de la cubierta. Hay un par de humoradas elaboradas por el doctor John H. Watson, así como una muy seria declaración debida a la pluma del inspector G. Lestrade relativa a un suceso que el amanuense de Holmes no sólo no recogió, sino que no se atrevió a mencionar.Asimismo, y a modo de coda, el avisado lector reconocerá (o conocerá por vez primera) el peculiar estilo literario del profesor James Moriarty en una misiva que envió desde España en el año 1866. El nombre del destinatario quizá no diga nada al lector, aunque puede que le resulte útil saber que, al igual que Moriarty, fue un renombrado matemático con peculiares aficiones (sobre todo a la fotografía, un arte en el que fue un destacado y temprano exponente), así como autor de algunos libros de ficción que, por diversos motivos, hubo de firmar con un nombre distinto del suyo.
Sherlock Holmes es un personaje ficticio, en tanto que Edmond Dantès, el famoso Conde de Montecristo, también lo es. Así las cosas, no es descabellada una historia en la que el extraordinario detective inglés investiga el robo de una joya muy valiosa que perteneció al más amado conde de la literatura universal. Holmes tendrá que remover el escombro encima de varios asesinatos para descubrir qué enigma hay detrás de una misteriosa joya que mandó elaborar el célebre Montecristo, por quien el detective siente una profunda admiración.
Es octubre de 1903. Sherlock Holmes está a punto de retirarse, Watson ha contraído matrimonio por enésima vez, y el detective de Baker Street cuenta ahora con la ayuda de un antiguo ex presidiario, Otis Mercer, para realizar las labores cotidianas del oficio. Cuando Bernard Baker, masón y también detective privado, solicita la ayuda del Maestro para localizar al comprador de un extraño 'elixir rejuvenecedor', Sherlock Holmes decide viajar a la ciudad universitaria de Camford, donde se topará con una abominable, mefítica y aterradora amenaza, así como con una serie de enigmas que desafiarán a la mente deductiva del Gran Detective: ¿Qué secreto oculta la piedra mágica del joven millonario recién llegado de Sudamérica? ¿Quién es el hombre de la mano de metal? ¿Cuáles son las verdaderas intenciones del extravagante señor Pride? ¿Qué prodigios se guardan en los lóbregos sótanos de la universidad? Y lo que es más, ¿podrá Sherlock Holmes resolver todos estos misterios, trabajar con unos nuevos y monstruosos aliados, y evitar que el mundo acabe invadido por una plaga de muertos vivientes?
Comencé una nueva vida en Boston, alejada de aquello que me había marcado para siempre. Sin embargo, el destino tenía otros planes para mí. Al principio solo era una sombra sin nombre, un reflejo en el espejo. Hasta que aparecieron ellos. La Organización. Y despertaron a May/76. Me llamo Maya Sinclair. Y este es mi pasado.
Hay un país en el que resulta difícil distinguir entre las fuerzas del bien y las del mal, y en el que a veces se tiene más miedo de la policía que de los delincuentes. En ese territorio hostil, un periodista vive terribles experiencias: es amenazado de muerte, le secuestran a la esposa, es testigo de atrocidades dignas del inframundo y es hostigado por los guardaespaldas que, se supone, deberían proteger su integridad física y velar por su seguridad. Todo es incierto, menos la posibilidad de morir con violencia, con las orejas mutiladas por un secuestrador que (la sospecha tiene sólidos fundamentos) probablemente es cómplice de los guardaespaldas, si no es que de plano su socio comercial en un gran corporativo enloquecido: Nadie es inocente ni culpable, sino todo lo contrario. No existen los ángeles del cielo, todo el mundo es un criminal en potencia. Los asesinos acechan en la calle, desde una puerta o desde una ventana. O en el mejor de los casos se hacen guajes parados delante deun escaparate, esperan el momento de accionar el gatillo. No importa el sexo, la condición social ni la expresión ingenua. La cara más tierna puede albergar a un asesino. No confíe en nadie, ni en usted mismo.
La protagonista silenciosa de esta novela de misterio es la Hermandad mundial -creada por Julio Verne en Vigo- y sus misteriosos integrantesTodo comienza un día de pesca cuando dos muchachos encuentran el cadáver de un hombre en la isla de San Simón (Ría de Vigo). La investigación le es encargada a Manuel Dopazo, un policía recién reincorporado de una larga baja, ex alcohólico, que intenta reconstruir su vida a través de lo único que sabe hacer: ser policía. Durante la investigación, Manuel Dopazo va desenmarañando el misterioso crimen al tiempo que se enfrenta a su pasado y consolida su presente, que llega a verse amenazado al estar involucrada en el crimen la sociedad secreta la Hermandad Mundial a la que pertenecen los personajes mas importantes de la época, entre los que destaca el empresario D. Antonio Sanjurjo Badíam cuyo diario revelará como hilo conductor parte de la trama en la que el lector tendrá que involucrarse para desgranar y desvelar el rompecabezas.
El legendario Comisario Inspector Eugenio Miranda, al que apodaban Cuatro Sombras, trabajó en un servicio secreto especial que investigaba casos “bajo cuerda” para la Presidencia de la Nación, durante el segundo mandato de Perón. Los sucesos históricos que terminan con su derrocamiento y acaso una cadena de sucesos desafortunados, lo recluyen desesperadamente en un pueblo pequeño en los alrededores de San Antonio de Areco, donde le toca investigar la muerte misteriosa, absurda, del hombre más rico de la Provincia de Buenos Aires. Es una novela sorprendente, apoyada en sucesos y personajes históricos que cobran vuelo literario, y se mezclan con otros, algunos de ellos heroicos y otros en verdad execrables. Siempre estuvo la muerte es un thriller histórico con un desarrollo dinámico, un suspenso agobiante y un final sorprendente.
Verano de 1982. La mujer asesinada tenía cuarenta años, pero aún conservaba indicios de belleza juvenil en las piernas. Todos sabían quién era el asesino, y solo había que descubrir su escondite. Pero no era tan fácil como parecía. Pasan tantas cosas en una gran ciudad como Barcelona, tantas cosas que parece que no tengan ninguna relación entre sí. Dos investigadores atípicos, el acomplejado Juan Ges y el impetuoso y primario inspector Juárez, serán los encargados de descubrir qué es lo que se esconde tras este juego de espejos donde nada parece ser lo que es.
Amanda despierta sola en el oscuro y frío cobertizo de su casa sin tener la más ligera idea de lo que hace allí. Solo recuerda haber amanecido esa misma mañana en casa de su hermana Silvia, donde ha pasado una pequeña temporada. Cuando se reencuentra con su marido, Bruno, descubre para su sorpresa que este la trata con menosprecio e indiferencia. A partir de ese instante Amanda comienza a investigar qué es lo que ha podido ocurrir para que su marido tenga esa extraña actitud hacia ella. Un cuadro que falta en una pared, una foto desaparecida de un álbum y una habitación cerrada serán algunas de las pistas que la ayudarán a recuperar la memoria, poniendo al descubierto el misterio que rodea el comportamiento de Bruno y el terrible secreto que se esconde tras las paredes de esa casa.
La rutina de Laura cambia de repente una mañana al conocer de manera fortuita la realidad de su vida doméstica. Mientras reflexiona sobre su pasado recuerda distintos episodios de su vida: relaciones sentimentales, situaciones injustas, decisiones incorrectas, la nostalgia de un ser querido y, sobre todo, la amistad con el enigmático Jukka. Por su memoria desfilan sus vivencias en Colombia y Afganistán, en el sudeste de España en un viaje iniciático fruto de una depresión, y en Burgos, lugar donde debe asumir un reto que la hace mostrar su audacia para enfrentarse a un mundo turbio de explotación y crímenes.
Andrés, el inspector de Policía Judicial del cuerpo UCO de Madrid, había sido destinado a Gerona para esclarecer un primer crimen, imposible de olvidar. Un mes antes, el asesino había elegido el modo tradicional para enviar su manuscrito. Un par de manos temblorosas dejaron sobre el mostrador de Correos el paquete de cuatrocientas páginas impresas. Era su primera novela. Y a esta le seguirían seis más, todas ellas rechazadas por sus editores, pero la séptima sería su obra maestra. Andrés, fumador empedernido y con sus propias reglas para trabajar; descubre a Marta, una joven hacker con un dramático pasado que le ayudará a desencriptar los mensajes que el asesino deja escritos con la sangre de las víctimas. Andrés y Marta avanzan dos pasos por delante de la Policía Judicial de Gerona y el asesino va un paso por delante de ellos. Esto desata una carrera entre el gato y el ratón en un inolvidable thriller. 'Yo no soy el primero ni el último', escribe siempre el asesino. Deberán descifrar el mensaje para dar con él y evitar una próxima víctima.
A un lado, la CIA. Al otro, el Vaticano. En medio, un secreto y un asesino diferente.
Dos científicos y una recepcionista del Instituto de Ciencias de París aparecen ejecutados. La ciudad del amor es testigo de los crímenes. Por otra parte, en Londres se organiza un plan encomendado por la Santa Sede. El objetivo: evitar por todos los medios que un insólito hallazgo salga a luz. Cueste lo que cueste. El silencio es la clave.
Julia White, agente de la CIA acaba de morir. James Miller, su compañero y Amelie, la hija de Julia, se citan en un lugar emblemático. Ignoran lo que está pasando.
Robert Hawkins, médico. Obligado a matar por parte de la Hermandad, una antigua orden eclesiástica. Los sacerdotes y, en especial, el Cuervo, saben algo que la mayoría desconoce.
Agentes especiales infiltrados. Personajes oscuros. Individuos coaccionados por su pasado, atrapados entre el silencio y el desvelo. Perversos ojos clavados en espaladas como puñales, vigilando. Está todo planeado.
¿Somos conscientes de dónde venimos? ¿Serías capaz de guardar un secreto tan extraordinario? ¿Morirías porque así fuera? ¿O quizá estás pensando en lucrarte con él?
¿La mejor opción? El silencio. No es conveniente jugar con cierto tipo de monstruos. Además, es mejor obedecer si no quieres acabar bajo tierra.
¿Es fácil? En una palabra: NO.
'De ilusión también se muere' y 'Vivir de rabia', dos casos de un detective que ignora su propio pasado. Una anciana amenazada por las fuerzas del mal. Una deuda por pagar. Quienes le conocen, confían. Quienes le temen, le maldicen. Entre whisky y mujeres hermosas, Silencio se enfrenta a lo sobrenatural a base de puños y cerebro. Sexo, sangre y sombras oscuras por combatir. Conoce a este investigador de lo preternatural.
Imagina que tu pelota de golf se desliza por el green hasta caer en un bunker profundo. Imagina vivirlo en tu corazón como un asesinato y, de repente, chocar contra el codo de un cuerpo: ¡un hombre muerto! Y Stuart Sladen, uno de los hombres que encontraron el cuerpo de Arthur Crosbie en Hell's Bunker, es uno de los sospechosos, al igual que Bill Broughley y que William Elkington, todos ellos miembros del Club de Golf Barrintong. Arthur Crosbie no había sido particularmente popular cuando estaba vivo y parecía que varias personas tenían motivos para matarlo, y también la oportunidad, porque Hell's Bunker estaba cerca de un camino solitario por donde, a la hora de la noche en la que Crosbie fue asesinado, habían transitado varias personas. Broughley debido a su interés en Silvia Wilton (que luego se descubrió que también podía tener sus motivos para no ver con buenos ojos a Crosbie), era uno de los mas sospechosos, pero su amigo Simon Ross, después de una serie de peligrosos enfrentamientos con el desconocido asesino, es capaz de desentrañar el misterio que rodea a uno de los conjuntos de personajes más interesantes que Herbert Adams ha descrito.
Novela para los amantes del auténtico relato policiaco. Misterio, acción e intriga para el lector que se enrolla con las intensas emociones del suspense, la aventura y la investigación detectivesca.
Sin Macuto, el intrépido jovencito cuya audacia e inteligencia le permiten resolver los casos más difíciles y tenebrosos, vuelve a las andadas.
En esta ocasión, algo muy extraño está sucediendo en un antiguo castillo convertido actualmente en hotel, acontecimientos inexplicables que aterrorizan a los huéspedes y que desembocan en un terrible asesinato.
El propietario del castillo ha encargado la investigación al padre de Sin Macuto, un conocido abogado, el cual accede a que su hijo le acompañe al lugar de los hechos.
Desde luego, Sin Macuto no piensa permanecer de brazos cruzados y, a riesgo de su propia vida, se dedica a investigar por su cuenta. ¿Qué se oculta tras los misterios del castillo de Chalmont? ¿Fantasmas… o una mente turbia y criminal?