Hubo una noche en la que pudimos amar mejor, ser más fieles, más hermosos, más libres. Hubo una noche en la que se representó nuestro destino en el fondo de un vaso, en una raya de coca o en la cerilla que danzó una danza del fuego. Esa noche fue “aquella noche”, la del título del libro. Con una ironía fina que se mezcla con nostalgia y humor, Cristina Peri Rossi repasa la experiencia de una vida, en la madurez, para desmitificar los paraísos perdidos de la juventud, la revolución o el amor, desde una conciencia lúcida de que vivir es perder y ganar, en un juego ilusorio pero emocionante. Libro de poemas contemporáneo: urbano, tierno y cruel, como la película que vivimos. Y que podemos volver a ver, gracias a la poesía, que supera lo cotidiano por su poder de transfiguración.
Elvira Sastre revela en este libro su mundo interior y sus experiencias más íntimas. El diálogo que se establece entre el texto y las ilustraciones de Emba logra una composición estética única, digna de coleccionistas.
Tras el éxito de El chico de las estrellas, Chris Pueyo sorprende a los lectores con un extraordinario libro de poesía en el que destila la quintaesencia de su sensibilidad y las temáticas que apuntaba en su anterior libro.
Solo aquellos que han recorrido el camino que conduce del amor a la decepción conocen la auténtica ruta de la poesía. En sus versos, Chris Pueyo nos abre un abanico de sentimientos explorados con intensidad, delicadeza y autenticidad.
Este libro es la rareza de un lunático, el afiebrado trance de un soñador. Este no es un libro convencional: es el diario íntimo de un prisionero de sus propias dudas, la crónica de guerra entre el autor y sus enemigos reales e imaginarios, el cuaderno de bitácora de un viajero perezoso, la radiografía que un hombre confundido hace de sí mismo. Este libro conmueve por su impudicia y su ternura, por la curiosísima manera en que el autor desnuda sus propias miserias, por lo que se atreve a contar, lo que no puede callar y lo que no consigue perdonar. Los poemas de Jaime Bayly poseen una rara cualidad: son una solapada escaramuza del autor contra sí mismo, un ajuste de cuentas entre quien vivió y ahora recuerda con perplejidad. Con gracia y elegancia singularísimas, Bayly cuenta sus pequeñas aventuras impresentables, hace escarnio de sí mismo, confiesa todos sus pecados y derriba sin piedad lo poco que quedaba en pie de su imagen de precoz niño terrible de las letras. Este no es en rigor un libro de poesía, pero todo en él —su estética y su aliento, su osadía y su languidez— lo hace condenadamente moderno y poético.
«Arena y espuma» recoge aforismos, frases y dichos de Gibran, pacientemente reunidos por sus discípulos; son la quintaesencia de su pensamiento y de su pulso vital: «He puesto en él, entre sus granos, granos de mi corazón... porque en los anhelos de todo hombre y toda mujer hay un poco de arena y un poco de espuma».
A solas con la mar es un magistral resumen poético de las vivencias de J. J. Benítez en el verano de 1983, en la ciudad de Barbate. En esta época experimentó un cambio profundo en su vida, presintiendo el nacimiento de una nueva y trascendental etapa en su historia personal. Cambio que, poco tiempo después, le llevó a escribir su exitoso Caballo de Troya. Este es el primer libro que recopila la sorprendente y desconocida obra poética de un autor célebre por sus títulos sobre fenómenos paranormales y temas ocultos, y que en estas páginas desnuda su corazón y nos revela los secretos de su sentir y de sus vivencias más íntimas.
… desde su primer libro, brotando del contraste rudo entre el perdido «acariciado mundo» y la faz severa del «áspero mundo» de la edad adulta, la poesía de Ángel González discurre firme y resignada por las sendas de lo efímero que se querría eterno, y, así, es la fiel a la eternidad inventada del amor y de la convivencia solidaria. Véase esto en el poema Ya nada ahora con que concluye esta antología. En un mundo que aparece desolado, en una realidad que es perecedera, con un tiempo que corroe sin cesar toda la ilusión, es meritorio que sólo el amor establezca oasis de felicidad válida y verdadera, situados fuera del decurso voraz de los días.
Poesías donde se desgarra el sentir más intimo. Diferentes puntos de vista donde solo hay un dialogo, una conversación intima del ser con la existencia vital tutelada por la Luna, intima tertuliana desde los ancestros.
Aullido y otros poemas fue el primer libro de Allen Ginsberg y produjo una gran conmoción. Ya antes de su publicación era un poema famoso: se pasaba de mano en mano o se recitaba a partir de alguno de los cincuenta ejemplares en multicopista que hicieron en la galería Six. En dicha galería de San Francisco, el 7 de octubre de 1955, varios poetas como Gary Snyder, Kenneth Rexroth y Philip Lamantia hicieron una lectura de versos. Ginsberg hizo toda una performance en la que representaba la poesía con cánticos, melopeas, llantos, gritos y lamentos que subrayaban sus versos con los que denunciaba una forma adocenada de vivir y proclamaba un modo nuevo de hacer literatura totalmente sincera y auténtica. Los medios de comunicación se fijaron en él, lo convirtieron en una figura famosa y él aprovechó para promocionar a sus colegas de credo literario: el lanzamiento de la Generación Beat. Aullido es un largo poema que pasa revista a las injusticias de una sociedad acomodada como la norteamericana de la posguerra y protesta airadamente contra los horrores que sufren quienes no compiten por la ficción de una felicidad proclamada oficialmente. Aullido alza una voz distinta que zarandeó las conciencias y que consiguió hacerse oír. El poema se ha traducido a decenas de idiomas y Lawrence Ferlinghetti, el poeta beat que lo publicó en su City Lights Books, declara llevar impresos casi un millón de ejemplares desde que apareciera la primera edición en 1956.
Es un libro de poesía soñadora, ingenua y moderna que busca los límites de la realidad con una nueva mirada. Elvira Sastre explora la poesía contemporánea en Baluarte en las situaciones más comunes ligadas todas ellas a la vida en pareja, la amistad, el amor y el sexo, y también al final de las relaciones y los abismos de la soledad. Temas poderosos y contundentes que te transportarán a emociones que cualquier ser humano ha sentido, siente y sentirá. Territorios comunes del alma humana que acercan a la felicidad, la rutina y el sufrimiento en las relaciones personales más íntimas. Encontrarás que Baluarte es un libro de versos cercanos, realista y arrollador por momentos. Una voz dentro de la literatura española que renueva el compromiso con los juegos de sonidos y palabras que van más allá de la prosa.
A. R. Ammons es uno de los mayores poetas anglosajones del siglo XX. Harold Bloom lo considera uno de los últimos canónicos. Para presentarlo al lector español, hemos elegido su obra más ambiciosa, un largo poema comparable a Canto a mi mismo de Whitman, los Cuatro cuartetos de Eliot o a Notas para una ficción suprema de Wallace Stevens. Basura es un poema sobre la materia, sobre la realidad del cosmos que formamos hombres, animales y partículas. Algunos críticos lo han definido como «una épica de las ideas». Y eso es precisamente este libro: la última épica posible. Además del largo poema titulado Basura, se incluyen también otros poemas breves, representativos del extraordinario arte de Ammons.
Los poemas de «Belleza cruel» sacuden nuestra conciencia porque hacen realidad el concepto del «valor de la palabra» ya que sobreviven con su clara visión ética. Libro valiente y estremecedor.
La leyenda de Beowulf es un poema épico anglosajón anónimo que fue escrito en inglés antiguo en verso aliterativo. Cuenta con 3182 versos, y por lo tanto contiene mucho más texto que cualquier obra similar en su mismo idioma, representando alrededor del 10% del corpus existente del verso anglosajón. Tanto el autor como la fecha de composición del poema se desconocen, aunque las discusiones académicas suelen proponer fechas que van desde el siglo VIII al XI d. C. La obra se conserva en el códice Nowel o Cotton Vitellius A. XV y dada la fama del poema, a pesar de que convive con otras obras en el mismo manuscrito, este se ha dado en llamar «manuscrito Beowulf». Aunque el poema no tiene título en el manuscrito, se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX y se conserva en la Biblioteca Británica. Tiene dos grandes partes: la primera sucede durante la juventud del héroe gauta o geata, en algunas traducciones, «godo», que da nombre al poema, y narra cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, quienes sufrían los ataques de un ogro gigantesco Grendel, y tras matar a éste, se enfrenta a su terrible madre; en la segunda parte, Beowulf ya es el rey de los gautas y pelea hasta la muerte con un feroz dragón. Su importancia como epopeya es equiparable a la del Cantar de los Nibelungos sajón, el Cantar de mío Cid español, la Canción de Roldán francesa o el Lebor Gabála Érenn, Libro de las Conquistas de Irlanda. Durante el siglo XX, se han realizado incontables estudios y debates en torno a distintos aspectos del poema&
Losllamados «Himnos Homéricos» son una colección de treinta y cuatro poemasagrupados por ser himnos a las divinidades clásicas, de los que algunos seatribuyeron sin demasiado fundamento a Homero en época antigua. Por su formahexamétrica y su lenguaje pertenecen a la épica, y aun alguno aparece atribuidoa un Homérida de la isla de Quíos, algunos son poemas largos, de más dequinientos versos, y de época arcaica (siglos VII y VI a.C.), otros son muyposteriores. Esta edición ofrece una excelente perspectiva de los poemashoméricos, con una esclarecedora introducción general y un prólogo a cadahimno. Dentro del conjunto hay que destacar los Himnos a Deméter, a Apolo, a Hermes,a Afrodita, que relatan los mitos referentes a la divinidad en cuestión yevocan algunos de sus rituales. Son poemas religiosos que, además de la intensaemoción que siguen suscitando, aportan un sinfín de informaciones cultuales ysociales de gran relevancia tanto para el historiador de las religiones comopara el amante de la literatura antigua. Completa el volumen la «Batracomiomaquia» (Batallade las ranas y ratones), épica cómica o parodia sobre la Ilíada, que lo romanos atribuían a Homero. Probablemente esposterior al periodo arcaico, y lo más seguro de la época helenística. Su mayorinterés consiste en representar a un género del que no nos han llegado másmuestras, el de la «épica de animales», perteneciente al parecer a unatradición burlesca.
Por vez primera se presenta en lengua castellana una traducción de toda la obra hesiódica, con sus grandes poemas «Teogonía» y «Trabajos y días», así como «Escudo», de autoría controvertida, y una larga serie de textos fragmentarios, unos cuatrocientos, de diversa extensión e interés, necesarios para conocer al segundo poeta épico de Grecia. Completa el volumen la versión del curioso opúsculo titulado «Certamen de Homero y Hesíodo». Las rigurosas y muy documentadas traducciones van acompañadas de introducciones críticas que sitúan histórica y literariamente los textos, y de notas explicativas esclarecedoras y pertinentes. Por su rigor y sensibilidad, esta versión supera a todas las anteriores españolas de las obras mayores de Hesíodo. «Pero de dónde provino cada uno de los dioses, si siempre existieron, o qué figura tenían no lo supieron los griegos hasta ayer o anteayer, por decirlo así. Porque opino que Homero y Hesíodo han vivido aproximadamente cuatrocientos años antes que yo, pero no más. Ellos forjaron una teogonía para los griegos, dieron a estos dioses nombre y apellido, distribuyeron honores y oficios y plasmaron su figura». Heródoto: «Historias» II § 53
Herodas, tal vez de Cos, es un poeta helenístico (siglo III a. C.) que se sirve de la tradición mímica para componer breves cuadros de costumbres con un refinado arte y un efecto literario propio. Los «Mimiambos» nos presentan escenas y tipos propios de la comedia y del entremés. Personajes prototípicos como el maestro de escuela, la alcahueta, el zapatero y el amo de burdel parecen brotar de las calles de una ciudad helenística, de Cos o de Alejandría. El poeta se muestra atento a los vocablos precisos y populares, y caricaturiza a los personajes mediante su propia forma de hablar. Compuestos en una lengua de colorido jonio, estos poemas son una muestra singular del arte helenístico en su faceta de pintura de tipos y escenas populares. El volumen se completa con «Sufrimientos de amor», de Paternio de Nicea, gramático y poeta alejandrino del siglo I a. C., de quien apenas conservamos escritos, pero que según Macrobio fue el maestro de Virgilio, y que gozó de enorme éxito entre los romanos (como muchos otros griegos cultos de la época, se trasladó a la capital, donde entró en contacto con los cenáculos poéticos latinos). Es el eslabón final de la multiforme poesía helenística, en la que lo erudito tiene un papel primordial. Los «Sufrimientos» son una colección de narraciones cortas, treinta y seis, sobre aventuras amorosas desastrosas y peripecias mitológicas extraídas de autores antiguos y compiladas para formar un manual destinado a la composición de poesía elegíaca.
Traducción en verso de la obra de Homero. Las andanzas y aventuras de Odiseo, vividas en el lapso de diez años que duró su regreso al hogar tras una activa participación en la guerra de Troya, conforman la apretada trama, casi novelesca, de uno de los grandes monumentos de nuestro patrimonio intelectual. Probablemente compuesta a fines del siglo VIII a. C., la Odisea nos adentra en un mundo real, el Mediterráneo antiguo, pero repleto de peligros y poblado por seres fabulosos: magas, ninfas, gigantes, monstruos… Los avatares marinos del héroe en esta segunda gran epopeya griega alejan a Odiseo (Ulises desde los romanos) de los escenarios de la épica, para situarlo en un ámbito fantástico, más próximo al mundo maravilloso de los cuentos de misterio. Y ellos se encargan de poner a prueba la astucia y la audacia del protagonista, retratado con sutileza en sus matices, al tiempo que configuran los jalones de un viaje que es paradigma de crecimiento personal.
Que en la Antigüedad se parangonara a Baquílides con Píndaro atestigua la enorme talla del primero como lírico de las grandes ocasiones triunfales. Este poeta lírico griego nació a finales del siglo VI a. C. en la isla de Ceos, y murió hacia el 450 a. C. Viajó por buena parte de Grecia y residió en la corte de Siracusa, donde rivalizó con Píndaro, lo que da muestra de su importancia. Durante mucho tiempo sólo se conoció su obra a partir de las citas que de ella hicieron otros autores; un papiro descubierto en 1896 ofreció 14 de sus epinicios y 6 ditirambos, con algunas lagunas, y varios fragmentos. Los epinicios, grandiosas odas triunfales corales, celebran a los vencedores en unos grandes Juegos mediante abundantes referencias a la mitología y a los dioses y con un estilo rico en epítetos, coloreado y suave. En los ditirambos, composiciones corales dedicadas a Dioniso, Baquílides hace también gala de su talento singular, al tiempo que se revela como uno de los grandes hitos de la tradición lírica helena.
Se ofrecen aquí dos escritos sobre materia mitológica, uno de carácter hermenéutico-interpretativo y el otro una compilación de los más variados mitos relacionados con metamorfosis. Con «Alegorías de Homero», el autor se propone defender a Homero de sus detractores, y ve en la interpretación alegórica la mejor estrategia defensiva, que ya había tenido sus precursores en el siglo VI a. C., frente a los ataques de quienes censuran la creación de una serie de mitos sacrílegos e impíos. Este brumoso autor, llamado Heráclito el Homérico, vivió al parecer en el siglo I a. C. Desconocemos el motivo por el cual realizó Antonino Liberal (siglo II o III d. C.) su recopilación de metamorfosis, pues ni él mismo lo manifiesta ni poseemos otro tipo de fuentes que nos permita averiguarlo. En cualquier caso, nos ofrece una gran cantidad de datos sobre ritos y sacrificios, sobre motivos etiológicos tan del gusto helenístico, sobre extrañas leyendas, algunas incluso con pretensiones históricas, pero, sobre todo, un inmenso material mitográfico de difícil clasificación a veces.
El bordelés Ausonio fue el más notable poeta latino de la segunda mitad del siglo IV, una época que los tratadistas consideran como el último renacimiento de la literatura antigua, tras el yermo cultural que acompaña a la crisis del siglo III y antes de la decadencia que en la siguiente centuria trae consigo la desintegración del Imperio de Occidente. Además, aunque Ausonio era cristiano, no se puede decir que lo sea su poesía, la cual representa más bien la postrera reviviscencia de una musa frívola y pagana, en un ambiente en el que ya es palpable una intensa cristianización de la vida y de la cultura romanas. De la poesía de Ausonio se ha dicho —y no a título de elogio— que tiene un carácter marcadamente escolar; es una poesía de profesor. En efecto, profesor de retórica fue Ausonio durante la mayor parte de su vida, y entre sus alumnos contó al que luego sería el emperador Graciano, discípulo agradecido que habría de colmar de honores a su maestro. Pero tampoco faltan en la obra de Ausonio destellos de auténtica inspiración; por ejemplo, de un cierto sentimiento romántico del paisaje en su famoso «Mosela», o de un lirismo sincero en los versos en que, ya anciano, recuerda a la esposa perdida. La presente traducción es la primera completa que se publica en lengua española.