Julián Rodríguez ha muerto, pero en lugar de ser llevada al descanso eterno, su alma ha quedado vagando en esta tierra. Con el propósito de que el vuelva a creer en Dios y seguir protegiendo a sus seres queridos recibe la ayuda de un ángel guardián quien lo guaira por esta nueva forma de vivir. A la misma vez, se verá ahora destinado a ayudar a personas que un día fueron creyentes de un Dios todo poderoso y amoroso, y que de repente han dejado de creer debido a las terribles cosas que les han sucedido a lo largo de su vida. Ahora están en una incansable lucha por simplemente vivir sin creer. ¿Cómo un hombre que ha dudado de las obras de Dios, puede ahora ayudar a otros a volver a creer en su amor y gracia?
Un perro aficionado a comerse la tarea de matemáticas, el accidental asesinato de un hada, un niño a quien hay que sacarle el chamuco, la imposibilidad de evitar la depresión dominical vespertina, un aventurero antropólogo que cruza el Atlántico en una balsa de papiro, escritores y libros que son capaces de iluminar el universo entero; todo ello y más, reunido en Desde mi muro, la recopilación de algunos de los mejores “cuentitos” y anécdotas publicados por Benito Taibo en su muro, donde lo cotidiano puede resultar, sin duda, extraordinario.
«Mi pasado había quedado borrado a nivel legal. Yo no tenía part
«Mi pasado había quedado borrado a nivel legal. Yo no tenía partida de nacimiento. De la persona que nació en Ucrania solo quedaban los rastros esparcidos en mi propia memoria, hechos jirones. Toda mi vida hasta ahora se había disuelto como un terrón de azúcar en el té. Legalmente, hasta hace dos semanas, yo no existía. Y todo lo que recordaba de mí misma podría no haber existido tampoco».
La historia de Daria Kovalenko Petrova —nacida en Ucrania en 1992 pero pronto trasladada a España— se constituye como un punto de fuga al cual va a parar el relato de una ruptura amorosa en la edad de Instagram, la reconstrucción de un relato familiar marcado por la migración, las dificultades económicas y el testimonio de una generación que ha asumido sus condiciones materiales como un estado de crisis permanente. Al mismo tiempo, la biografía de nuestro personaje aloja la historia de dos decepciones: la de la Unión Soviética en el siglo XX y la de la sociedad occidental en el siglo XXI.
Influida por la ficción de Zadie Smith, la lírica de Anne Carson o el periodismo de Svetlana Aliexevich, la ópera prima de Margaryta Yakovenko sobresale particularmente por su capacidad de enredar una historia subjetiva en un complejo tejido sociopolítico, y por la singular naturaleza de su narradora: cautivadora tanto por su fragilidad como por su contundencia.
La lectura de este libro, Desencuentros, es un auténtico tesoro tanto para los que conocen la obra de Edmundo Paz Soldán, como para aquellos que lleguen de nuevas porque reúne sus dos primeros libros, Las máscaras de la nada (1990) y Desapariciones(1994), que supusieron la presentación formal e impresionante de quien con el tiempo se convertirá en uno de los grandes narradores en español. Sus cuentos breves y llenos de sorpresas son protagonizados por personajes extraños de sí mismos, atormentados y solitarios; seres diseminados por la geografía de Bolivia y América, y de ahí a Europa y el resto del mundo. Es un libro que explora con ironía y humor negro la realidad cotidiana para revelarnos un mundo de misterios, perplejidades y paradojas. Es un libro fascinante sobre las obsesiones, los fantasmas, la ternura y el amor. Es Paz Soldán.
Después de triunfar con la serie de los inolvidables detectives bostonianos Kenzie y Gennaro, de recibir el aplauso unánime por la tensión dramática y lírica de «Mystic River» y haberse consagrado con su trilogía histórica criminal de Joe Coughlin, Dennis Lehane nos sorprende con una trama de suspense psicológico. Un «thriller» intenso y emotivo que corta la respiración y nos obliga a suponer y deducir página tras página hasta el final. Rachel Childs superó una infancia difícil hasta convertirse en una intrépida periodista de éxito en busca permanente de la verdad. Sin embargo, cuando le toca cubrir la catástrofe humanitaria de Haití como enviada especial, Rachel sufre una crisis nerviosa en directo que acaba con la confianza en sí misma, con su carrera y con su matrimonio. En plena lucha contra la agorafobia y los ataques de pánico, conoce a Brian, un hombre especial que la entiende y la apoya. Su amor incondicional la ayuda a reponerse, hasta que un encuentro casual en una tarde lluviosa hace que su vida se tambalee de nuevo. Rachel tiene que tomar entonces una decisión: ¿será capaz de poner en riesgo su bienestar para averiguar la verdad? ¿O tal vez su mente sigue jugando con ella? Mediante un personaje femenino profundo y complejo, Lehane traspasa hábilmente las convenciones del género negro y bifurca la trama en múltiples direcciones y recodos impredecibles. Como un buen saxofonista del jazz más cool, se aleja de ella a su antojo y siempre regresa en el momento exacto. «Después de la caída» es Dennis Lehane en su mejor versión, una nueva vuelta de tuerca de uno de los grandes escritores del noir norteamericano
El autor describe un sistema de enlaces aparentes, constituido por una serie de notas científicas, religiosas y esotéricas que coexisten con el relato biográfico de un extraño obsesionado con rebatir la nada explorando «la creación continua de mundos falsos». Después de la luz narra la crisis ontológica de un sujeto enfrentado al vacío en un mundo saturado de información y desprovisto de sentido. La consistente realidad es prueba refutable para el autor. Labatut escucha una voz: la mente de un hombre que no cabe en un solo universo.
Su poesía, publicada por primera vez con el título de «A rachas», ha ido creciendo en sucesivas ediciones, al tiempo que llegaba a un número cada vez mayor de lectores. En esta cuarta edición, con el nuevo título de «Después de todo», se recoge, junto a los anteriores, un importante número de nuevos poemas de Carmen Martín Gaite.
Vuelve Fernando Rueda, el autor del best seller Yo confieso, con un reto aún más difícil: destapar el acontecimiento más grave de la historia del servicio secreto. La historia basada en hechos reales de un grupo de espías que desde el año 2000 se la jugaron en Irak para obtener información valiosa para el Gobierno y a partir de 2003 para proteger a las tropas españolas destinada allí tras la invasión del país comandada por Bush, el presidente de Estados Unidos. Agentes del CNI perseguidos por la temible Mujabarat, con relaciones conflictivas con los grupos terroristas chiitas, con valiosas fuentes en el Gobierno de Sadam Husein, que no cejaron en su misión a pesar de saber que muchos querían matarles, su propio servicio secreto no les protegía como debía y el Gobierno de Aznar despreciaba sus informaciones de alta calidad empeñado en buscarse un lugar predominante en la política internacional. En el relato especialmente notorio y misterioso, Fernando Rueda ha imprimido un giro sorprendente. Tras crear una narración apasionante que pone énfasis en quiénes eran los protagonistas, cómo ocurrieron los hechos secretos y por qué pasaron, crea un nuevo desenlace. Como dice Joaquín Llamas, director de cine y televisión: «¿Quién te dice a ti que no ocurrió como lo cuentas?».
Con ella, con Blanca, poetas como Saint-John Perse, Garcilaso, Rimbaud, creen encaminarse, matinales, del incendio original a la perfección. Al anochecer descubren que el camino es inverso: de la perfección (pureza) al incendio. Tomar conciencia de este sinsentido es ser poeta. Este sinsentido es Blanca Andreu.
Los cuentos de Lillo son pequeñas odas a la cotidianidad en las que vidas sin especial relieve ni glamour adquieren una nueva profundidad. La generosidad, la miseria, la fragilidad y la grandeza afloran en historias que nos revelan la abismal soledad que resuena en el centro de las relaciones humanas. De vez en cuando, como todo el mundo es una recopilación de relatos que muestran la sobria intensidad de la escritura de Lillo. Estos cuentos pertenecen por derecho propio a la mejor tradición narrativa, y nos remiten a autores de la talla de Juan Carlos Onetti y Raymond Carver, más allá del tiempo y del lugar donde les tocó nacer.
De visita, publicada póstumamente en el año 2000, es una deliciosa novela corta que gira en torno al regreso de la joven Anastasia King a su Dublín natal tras varios años de exilio en París, adonde se había trasladado con su madre cuando esta decidió abandonar a su padre. Huérfana y desamparada, Anastasia regresa ahora a la ciudad para volver al hogar, la casa de su infancia, custodiada por la abuela —madre de su padre— una mujer fría y rencorosa que ve en ella el símbolo de las desgracias de su hijo, cuyo fantasma vela en un lugar donde la memoria y la lluvia del pasado han calado hondo. Dibujada con pocos y certeros trazos, De visita habla de un mundo de mujeres que odian en voz baja, pero en su educado hastío cabe el mundo entero. El lector se ve irremediablemente atrapado en un relato que promete el desvelamiento de un misterio que a cada nuevo paso se desvanece.
Lecumberri es una prisión de la ciudad de México donde el poeta colombiano Álvaro Mutis estuvo recluido durante quince meses. Según el propio autor, El Diario quiere ser «el testimonio parcial de una experiencia y la ficción nacida en largas horas de encierro y soledad. La ficción hizo posible que la experiencia no destruyera toda razón de vida. El testimonio ve la luz por quienes quedaron allá, por quienes vivieron conmigo la más asoladora miseria, por quienes me revelaron aspectos, ocultos para mí hasta entonces, de esa tan mancillada condición humana de que cada día nos alejamos más torpemente».
Ante la ausencia de la persona amada, los días pasan cargados de lluvia y de una inconsolable soledad que pervive en el frío y en las resonancias grises del invierno. La cadencia de la lluvia invade cada rincón de la existencia distorsionando la percepción del mundo, como si fuera capaz de abrir dimensiones ocultas y difuminar las fronteras entre lo real y la subjetividad íntima del espíritu. Cada verso, fantasma solitario de las estancias deshabitadas de la casa, brota desde el vacío y la angustia de la espera, disuelto el amor en los lazos rotos de una obligada lejanía, latente, sin embrago, como una promesa en la voz mansa de la llovizna omnipresente. Autor de novelas como El fotógrafo imprescindible y Barranco, Iván Bethencourt nos deleita en esta ocasión con otra de sus facetas literarias, un poemario íntimo que es una rendición al amor imperecedero.
Diario de los caminos , de Homero Carvalho, recorre la ruta lírica trazada por este poeta en Los reinos dorados (2007). Espléndido recorrido el que ahora emprendemos, comenzando con «La Partida», poema dedicado y pleno de sabiduría. Es un hombre cargado de experiencia que, en íntima comunión con su familia, con sus hijos, nos habla, con convicción y sentimiento, de un viaje único y permanente. No es la partida del marinero nerudiano, con nostalgia por la fugacidad de su paso; es la partida del artista que canta un adiós distinto, celebrando la naturaleza y la palabra; es la partida del creador de «seres de palabras». Maravillosa despedida que nos descubre un alma noble e inquebrantable frente a la adversidad. Su «Descubrimiento» nos revela el destino de estos poemas, al decir «los primeros días descubrí que la poesía de los caminos no se encuentra en los libros, los poetas la escriben en la arena para que el viento esparza los versos por todos los senderos». Asimismo, es magnifico el «salmo» que le dedica a su padre para alejar la tristeza de su partida; no es un salmo elegíaco, sino más bien es la celebración de la vida hecha palabra. Seguros estamos que estos versos tienen un amplio camino y que ya han empezado a esparcirse, venciendo tiempo y espacio. (Adolfo Cáceres Romero)
La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias. Con el relato cotidiano de las desventuras de su protagonista, de sus agobios y preocupaciones, de sus pequeños triunfos, E. M. Delafield creó un vivísimo e inolvidable personaje con el que se identificará cualquier lector que se haya sentido alguna vez sobrepasado por los quehaceres del día a día. Publicado por primera vez de forma seriada en una revista de los años treinta y recogido después en forma de libro, Diario de una dama de provincias es un hilarante retrato de la clase alta británica y una de las más divertidas novelas de la literatura inglesa del siglo XX. «Es capaz de convertir los pequeños detalles y menudencias de la vida en carcajadas». The Times. «Delafield utiliza maravillosamente temas mundanos para convertirlos en una elegante comedia satírica». The New York Times Book Review. «Delafield encontró su métier en los diarios de la dama de provincias una crónica de las fobias, domésticas y de otro tipo, de una mujer ostensiblemente normal y se convirtió en una de las escritoras más mordazmente divertidas de Inglaterra. A la vez, Delafield fundó un género». The New Yorker.
Novela corta escrita en forma de diario. Una profesora conoce a un jubilado que le hará cuestionarse de manera distinta su hipersensibilidad. Una historia amable sobre las personas PAS (Personas Altamente Sensibles)
«No tendré más miedo, no tendré más miedo, no tendré más miedo». Estas son las primeras palabras que repite el protagonista de esta original novela. En un principio, parece que no es más que un niño de doce años que escribe un diario porque tiene miedo a su madre, a los espejos, a las hormigas… pero su temor más grande es que muera Violette, la mujer que lo ha cuidado desde que murió su padre. Desgraciadamente, a Violette no le queda mucho tiempo y él se quedará solo con una madre que nunca lo ha querido. Hasta aquí no parece que el suyo sea diferente a cualquier otro diario. Sin embargo, sus intenciones van mucho más allá de la mera recopilación de estados psíquicos: quiere escribir acerca de su cuerpo y de todos aquellos descubrimientos que experimenta a través de este. Nada escapa a su curiosidad. Por eso, no hay pudor en él sino descubrimiento y naturalidad. No hay prejuicios sino la firme voluntad de hablar del despertar físico y de las nuevas sensaciones que le permiten cambiar su manera de relacionarse con el mundo. Con la precisión de un entomólogo, Daniel Pennac recoge el fascinante camino de una vida vivida a través del cuerpo. Consigue restablecer el papel principal de nuestro cuerpo e indagar en los misterios de nuestra relación con este. Como dice el protagonista al final del libro, con 86 años y después de muchas anotaciones, «al fin y al cabo somos ese niño que llevamos dentro. Un niño confundido».
Dostoyevski, además de ser uno de los grandes novelistas de la historia de la literatura, se dedicó durante la mayor parte de su vida al periodismo y fue un activo creador de opinión. Diario de un escritor es, sin duda, uno de sus proyectos mayores y ha terminado convirtiéndose en una suerte de testamento y compendio de todo su pensamiento. Los reportajes, los ensayos y los apuntes críticos que Dostoyevski fue publicando en diferentes revistas constituyen no sólo un recuento de las filias y fobias del autor, sino que se revelan como un documento clave y necesario para la comprensión de la historia más reciente de Rusia, de sus conflictos sociales y políticos, y también en cierta manera una buena panorámica de la literatura rusa escrita por uno de sus nombres claves. Se recopilan revueltas políticas, juicios sumarios y conflictos sociales, pero también reflexiones sobre Pushkin o comentarios sobre Anna Karénina. Diario tiene un sentido eminentemente periodístico, lo cual entorpece su lectura. Sin embargo, como en la mayoría de sus obras, Dostoyevski se expresa con un carácter de profunda humanidad.
Poco antes de morir, Chulkaturin decide iniciar un diario con el que se despedirá de este mundo. No sabe qué puede contar, pues se considera, simplemente, un hombre superfluo, prescindible por completo. Su infancia fue normal y no ha hecho nada reseñable en toda su vida. Tampoco se ha preocupado por sus relaciones con los demás. Ni siquiera cuando conoció a Yelizaveta… El concepto de hombre superfluo, como hombre inteligente, sensible e idealista pero nihilista e indeciso, se hizo popular gracias a la publicación de esta obra de Iván Turguénev en 1850. Este es un personaje tipo en la literatura rusa del siglo XIX y su recurrente presencia en poemas, novelas y teatro acabó convirtiéndolo en un arquetipo nacional. Juan Berrio ha ilustrado magníficamente este clásico inolvidable.
Desde que fui hasta que dejé de serlo Siempre se suele decir que uno no puede ser juez y parte. Pues bien, esos límites hace tiempo que los pasó Jack Ford. Un recorrido por una vida sin rumbo y sin frenos, donde el juego de la azarosa memoria nos llevará a conocer la enfermiza mente de un psicólogo algo 'distinto' a los profesionales de la psicología. 'Diario de un psicólogo: desde que fui, hasta que dejé de serlo' intenta mostrar cuales son los procesos mentales de un psicópata no evaluado y en plena libertad. El humor más ácido y negro salpica cada una de las páginas de este libro casi en la misma proporción que la sangre que salpica cada uno de sus párrafos. No hay que dejarse guiar por el título de la obra porque en realidad no se trata de un diario al uso o al menos lo que las personales 'normales' entendemos como un diario. El protagonista intenta dejar una serie de pautas y directrices a seguir a su 'Yo Futuro' en caso de perder la memoria, pero como eso de escribir y de explicarse no lo tiene muy usado el intento de hacer un diario se convierte en algo hasta ahora no catalogado y que tendrá que ser el propio lector el que intente colocarlo en alguno de los géneros literarios conocidos.