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Bolsilibros - Servicio Secreto 891. Doctora Cosmógono, de Frank Caudett

Novela, Policial, Intriga

Creo necesario este prólogo explicativo, al efecto de disipar las pequeñas dudas que puedan surgir ante la lectura del título de esta obra, un tanto desconcertante si se quiere. Es Cosmógono, el versado en Cosmogonía. Es Cosmogonía (del griego kosmogonía, de kosmogonos; de gosmos, mundo, y de gignomai, ser o producirse), la ciencia que traía de la génesis del Universo. Por tanto, problema que interesa por un igual a científicos, filósofos y teólogos. La ciencia, partiendo de la observación, de la investigación directa y de la experiencia, estudia especialmente lo referente a las causas segundas; la filosofía, remontándose más arriba, se ocupa de la causa primera creadora de la materia, de la energía, de la vida, del hombre y de todas las cosas naturales, valiéndose para ello de las luces de la razón; la teología, avanzando más que la ciencia y la filosofía, estudia los datos de la Biblia sobre la creación del mundo por Dios, y da de ellos una interpretación correcta. He aquí una síntesis de la Cosmogonía y de su importancia.


Bolsilibros - Servicio Secreto 895. El testamento escrito a fuego, de Clark Carrados

Intriga, Novela, Policial

Estaba debajo de un farol, con un cigarrillo humeante prendido de sus labios intensamente pintados de rojo. La blusa era también roja y encerraba un busto de sólidas y reveladoras curvas. La cintura era muy delgada y las caderas finas, pero se notaba que pertenecían a una mujer. La falda, negra, era muy corta; apenas llegaba a diez centímetros por encima de la rodilla. Dado que también era muy ceñida, tenía una abertura en el lado izquierdo, para permitirle caminar, que alcanzaba a más de la mitad del muslo. Medias y zapatos, de alto tacón éstos, eran asimismo negros. En aquella mujer sólo había tres colores: el rojo de los labios y de la blusa, la blancura de la cara y el negro del resto, incluyendo el cabello.


Bolsilibros - Servicio Secreto 899. «Bungalow» 111, de Frank Caudett

Intriga, Policial, Novela

Maravilloso y negligente descuido. Presidiendo el cruce de aquel par de magníficas y broncíneas piernas que, al término de su cobriza tonalidad mostraba un apetecible sonrosado. Frankie McCasland, que hasta entonces escuchara en silencio el relato de la sugestiva Mildred, miró abiertamente aquel «cruce» que pedía con urgencia una señal de stop. Walter Cihac, el hombre que el Servicio Secreto Norteamericano había afincado en Casablanca bajo la apariencia de un cansado millonario que enterraba sus dólares en la construcción de un sensacional motel a lo Miami, paseaba por la estancia con indiferente curiosidad. Los vivos e inquietos ojos negros de IS-009 se clavaron expresivamente en los de Frankie.


Bolsilibros - Servicio Secreto 904. Contrabando humano, de Alf Regaldie

Intriga, Policial, Novela

Brian Kennedy se disponía a salir. Se podía decir que no estaba en uno de sus mejores momentos y necesitaba airearse, charlar con alguien. Y había decidido ir a encontrarse con Amy Keller, una rubia despampanante que le servía de modelo frecuentemente. El traje de Brian estaba más bien raído a pesar de lo mucho que lo cuidaba; pero el joven ilustrador era de los convencidos que lo importante era el hombre, no su envoltura. No quería ser indiscreto y se disponía a telefonear a Amy, cuando repiqueteó el avisador telefónico. Detuvo la mano en el aire, pensando en no responder.


Bolsilibros - Servicio Secreto 905. Orgía de resucitados, de Frank Caudett

Novela, Intriga, Policial

Parecía estar colgando sobre el pulido asfalto de la calle. Sostenida encima de la ciudad por unos hilos misteriosos. Era sólo un efecto óptico. La enorme mansión, lóbrega y silenciosa, abrigada por un espeso manto de tinieblas se hallaba en lo alto de una colina. Desde allí, no obstante, el trazado urbano de las populosas arterias parecía poder tocarse con los dedos, inclinándose, simplemente, hacia delante. Se veían los modernos edificios, los rascacielos, las luces, el verde parpadeo de los semáforos, ora rojizo, ora amarillo, el vertiginoso circular de los coches por encima de un cielo negro y alquitranado.


Bolsilibros - Servicio Secreto 907. El rapto de una dama, de Burton Hare

Intriga, Policial, Novela

Era una noche brumosa y húmeda. No se distinguían las estrellas, y a poca distancia de la carretera, todo era una masa negra impenetrable. El coche se deslizaba sin excesivas prisas. Sentado ante el volante, Paul Crane pensaba en todo menos en violencia. Cierto que había vivido inmerso en un mundo de luchas hasta hacía muy poco tiempo, pero eso había quedado atrás definitivamente. O, por lo menos, eso había creído. Primero vio los faros en el espejo retrovisor. Observó que el coche que estaba dándole alcance llevaba prisa y se arrimó un poco más a la derecha, de manera rutinaria, para dejarle paso. Entonces, la primera bala agujereó el cristal del parabrisas, dibujando un feo agujero bordeado de estrías.


Bolsilibros - Servicio Secreto 909. Silla E. para B. B., de Alf Regaldie

Intriga, Policial, Novela

Alice Vernon frunció ligeramente el ceño cuando al aparecer a la puerta de la oficina del fiscal, vio la nube de periodistas que aguardaban ávidos de sensacionalismo. Rubia, alta, de espléndida figura, elegante y atractiva, vestía con graciosa sencillez un escueto traje de mañana. No había contado con aquello y se detuvo. Hubiese retrocedido; sin embargo, reaccionó pronto y se dispuso a seguir, alzando la cabeza, como si con ello previniese a los de la Prensa. Dispararon varios flashs, a los cuales no intentó hurtarse, aunque endureció el gesto. Un periodista adelantó sonriendo con expresión mortificante.


Bolsilibros - Servicio Secreto 913. Protagonista: la muerte, de Burton Hare

Intriga, Policial, Novela

El «Hombre Grande de Hollywood» levantó la cabeza cuando entré en su despacho. Pareció un tanto sorprendido al verme. —¿Qué demonios quiere usted, Ballinger? —bramó. —¿Yo? Regístreme. Usted me ha mandado llamar, señor Solomon. Arrugó el entrecejo. Empezaba a recordar para qué me había hecho acudir a su presencia cuando el teléfono vibró con un sonido agudo. Lo descolgó, cambió el enorme puro de un lado a otro de su boca grande como un cepo y gruñó: —¿Qué pasa ahora? —Me hizo una seña—. Usted, Ballinger, siéntese… ¿Cómo? —aulló al teléfono—. ¡Maldita sea! No me importa dónde estuvo anoche, ni con quién estuvo ni qué hicieron. Pago a esa fulana una fortuna diaria para rodar unas escenas. ¿Lo has olvidado, Mugsy? ¡Tráela! Eso es…, aunque sea a rastras. El presupuesto no permite demoras. ¡Me importan un pimiento las jaquecas de esa pájara! Si no puede aliviárselas que se corte la cabeza… cuando haya terminado el rodaje. Y, entre paréntesis, ¿para qué infiernos te pago a ti si no puedes solucionar esos inconvenientes?


Bolsilibros - Servicio Secreto 919. Cabalgando sobre un tigre, de Clark Carrados

Intriga, Novela, Policial

Estaba redactando unos informes, para poner punto final a la jornada de trabajo, cuando creyó oír un ligero ruidito en la sala contigua a su despacho. Víctor Ferguson alzó la cabeza. ¿Era ilusión suya aquel ruido o un reflejo de los que le llegaban de la calle? Su oficina era pequeña: un despacho, una sala de espera y los servicios de aseo correspondientes. Por el momento, Ferguson no podía aspirar a más. Era joven, sin embargo. Acababa de cumplir los veintiocho años, tenía una salud a prueba de bombas y un optimismo inmoderado. Para Víctor Ferguson eran condiciones, inteligencia aparte, no escasa por cierto, más que suficientes para triunfar en la vida. Sólo faltaba una oportunidad. Un día la encomiaría y…


Bolsilibros - Servicio Secreto 924. Muerte en ye-yé, de Frank Caudett

Intriga, Policial, Novela

Vernon Taylor —secretario de míster George Alfred Emerson, cónsul de los EE. UU. en Estocolmo—, era un hombre joven quizá demasiado para el cargo que ocupaba, de aspecto agradable, facciones un tanto risueñas, aire de public-relations, desenfadado y al mismo tiempo muy cauto. Lo que nadie podía discutir era su inteligencia y preparación. Con su habitual jovialidad, recibió al detective Russell, invitándole de seguido que tomase asiento al otro lado de la mesa. Dijo, con abierta sonrisa: —Casi es un honor conocerle, Waldrip.


Bolsilibros - Servicio Secreto 929. Los ángeles negros, de Alar Benet

Intriga, Policial, Novela

Soy un cold turkey encerrado en la «lata de conservas» de la penitenciaría de Trenton. ¿Mi condena? Diez años. Continúan instruyendo sumarios contra mí. A juzgar por la primera sentencia tendré que cumplir unos trescientos cuarenta y ocho años de presidio, aproximadamente. —¡No me lo harán! Sería el Matusalén carcelario. Un personaje famoso. Hasta quizá pudiera escribir mis memorias. Las memorias de un delincuente fino, que después de vulnerar todas las leyes, va a vivir a perpetuidad por cuenta del Estado sin asomarse a ese cuartito pequeño donde hay una silla con abrazaderas metálicas. Estafas, violencias, tráfico de drogas… Toda una serie de actos piadosos. Sin sangre. Al menos, sangre que echarme a la cara. Eso dice mi expediente.


Bolsilibros - Servicio Secreto 961. Tras las propias huellas, de Frank McFair

Novela, Intriga, Policial

El letrero luminoso anunciaba Porky’s, en grandes letras de color naranja que se encendían y se apagaban alternativamente. El hombre miró distraídamente al interior a través de los cristales y luego, penetró en el local. Una oleada da aire caliente y humo de cigarrillos lo envolvió. No había mucha gente en el mostrador. Un par de muchachas que le miraron con atención profesional y dos bebedores solitarios con la mirada fija en sus vasos. Eran las doce y media. El recién llegado se sentó en un taburete junto a una de las chicas y pidió bourbon. Lo tomó de un trago y pidió otro. —Se ve que tiene sed —dijo la chica.


Bolsilibros - Servicio Secreto 969. Cerebro incógnita, de Frank Caudett

Novela, Policial, Intriga

El night-club más en boga de la famosa Via Broadway, eje de la vida nocturna de la considerada ciudad más cosmopolita del mundo, es, sin duda, el Music Tropical. Concurre allí la gente que maneja los «grandes» sin muchos reparos. Pero el Music corresponde a los dispendios de su clientela haciendo desfilar por el escenario las atracciones más famosas, cotizadas y admiradas. En ello radica principalmente su éxito. Aquella noche el programa superaba en mucho, que ya es decir, al presentado en días anteriores. Una pareja de coreógrafos mundialmente cotizada; un cantante melódico, primero en la última edición del San Remo, y una bailarina hindú, fidelísima exponente del difícil y complicado arte genuinamente oriental.


Bolsilibros - Servicio Secreto 980. Liquidando… que es gerundio, de Frank Caudett

Novela, Policial, Intriga

James Easton era un agente de banca y bolsa de cierto renombre en la ciudad de Nueva York. James Easton, era en realidad, un marrullero. Siempre jugaba a la baza fácil y bien remunerada. Para Easton los negocios eran los negocios. No sentía el menor escrúpulo de conciencia al meter la mano en algo que no fuese demasiado limpio. ¡Había que vivir! Vivir costaba «pasta». Y había que agenciarse el dinero de la forma que fuese. Cuanto más cómoda y con menos esfuerzo, por supuesto, que mejor.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1009. El exterminador, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Un agente especial de los servicios secretos norteamericanos tiene la misión encomendada de aniquilar al mas peligroso y a la vez escurridizo espiá soviético. La pista que toma para seguirle el rastro es una escultural chica que trabaja en locales de no buen renombre y que al dar con su domicilio los secuaces del espía le preparan una emboscada donde cae muerta la chica…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1011. Espía a la fuerza, de Burton Hare

Novela, Policial, Intriga

La mayoría de los pasajeros habían desembarcado ya. La pasarela estaba desierta y el oficial descendió por ella, encaminándose a las oficinas de la Aduana. Scott Jordan, acodado en la borda, le siguió distraídamente con la mirada. Un cigarrillo humeaba entre sus labios. No parecía muy seguro de lo que debía hacer. Las sombras del anochecer se extendían sobre el puerto. Más allá de él, en todo lo que alcanzaba la vista, los millares de luces de San Francisco parpadeaban, como impacientes por la oscuridad total que tardaba en llegar. En lo alto, el brillo de Telegraph Hill semejaba presidir aquel torrente de luz. Un hombre se aproximó a Jordan procedente de una escotilla. —¿Qué le pasa, quiere sentar plaza de marinero, Jordan?


Bolsilibros - Servicio Secreto 1022. Saldo deudor: la vida, de Clark Carrados

Policial, Intriga, Novela

La habitación era un sótano, deficientemente ventila, de tal vez, pero con una brillante iluminación que provenía de un par de potentes lámparas que pendían del techo, más algunas otras situadas en lugares estratégicos. Había dos hombres. Uno de ellos todavía joven, iba en mangas de chaleco y llevaba una visera de celuloide verde sobre la frente. El otro era de buena planta y vestía con sobria elegancia. Sin embargo, cubría sus ojos con unas grandes gafas oscuras. —¿Y dice usted qué…? —habló el Gafas. —En efecto, señor…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1045. El odio mata, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

El hombre estaba acodado sobre el mostrador, mirando más allá del espejo que había al otro lado de la barra, salpicado de estanterías llenas de botellas y de puntitos negros dejados por la legión de moscas que se habían sucedido durante años en el establecimiento. Un tocadiscos automático aullaba en un rincón sin que el estrépito pareciera llegar a los oídos de los escasos clientes que bebían aquí y allá, esparcidos por las mesas. El hombre del mostrador hizo una seña al mozo y éste se apresuró a servirle otro doble de whisky. El mozo pensó que al paso que llevaba, aquel cliente apenas conocido no tardaría en caer redondo al suelo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1055. «Asesinerama» en negro, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Si uno quería ponerse nervioso no tenía más que mirar alrededor mientras estallaban los aplausos, y los comentarios se elevaban como una marea entre los relámpagos de las cámaras de los fotógrafos, o el frenético ir y venir de las cámaras de televisión, por los pasillos, encaramadas sobre sus grúas mecánicas, captando hasta el último detalle de las gansadas de Bob Hope, en el escenario. Sencillamente, estaban distribuyéndose los premios de la Academia, los archifamosos «Oscar». John Wayne lo había recibido con lágrimas en los ojos, envejecido y solo, se animó cuando la bellísima actriz Bárbara Streisand le dio un sonoro beso de felicitación.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1060. … A hierro muere, de Burton Hare

Novela, Policial, Intriga

Cronológicamente, los hechos sucedieron de acuerdo a un orden determinado, como si hubiera sido establecido por el Destino. En primer lugar, el fulminante que hizo estallar la sensacional bomba en los periódicos, fue la muerte de un joven reportero llamado Bill Anderson. Bill Anderson había terminado sus estudios tres años antes, y hasta que consiguió un empleo en un periódico pasó tantas privaciones que a punto estuvo de abandonar sus ilusiones periodísticas, para colocarse en cualquier empleo sedentario. Era un muchacho todo fibra, con una voluntad templada en la vida difícil, donde uno tiene que alcanzar todo cuanto quiere a fuerza de sacrificio y tenacidad.