De la autora de Vera.
«¿Eran cálidos todos los comienzos? ¿Eran todos los finales sombríos y tristes?».
Todo el mundo adora a Milly, la mujer de Ernest Bott. Y es que es la esposa ideal: encantadora, amable, dulce y complaciente, nunca ha dado ningún problema a su marido ni ha provocado ninguna habladuría. Para la admiración de sus cuñados y envidia de sus cuñadas, Milly es una pieza perfecta en la orgullosa familia Bott, que valora por encima de todo su buen nombre y su intachable respetabilidad. Sin embargo, cuando Ernest muere en un accidente de coche y se abre su testamento, llega la sorpresa seguida de las especulaciones y el temor al escándalo. Ernest desheredó a Milly. «Mi esposa sabrá por qué», dejó dicho.
Publicado en 1929, Elizabeth von Arnim despliega en Expiación una sátira —hilarante en algunos momentos, desgarradora en otros, y siempre irónica— sobre la hipocresía de la clase media londinense, el arrepentimiento, así como el desamparo y la soledad de las mujeres en esa época.
«Una novela muy ingeniosa, escrita en el encantador estilo de Elizabeth, llena de su delicada ironía y repleta de momentos magistrales». The New York Times
El libro es un erudito a la par que ameno recorrido por la historia marítima de la Sudamérica colonial de los siglos XVI al XVIII. Quedan en estas páginas retratadas con fácil pluma la vida y la aventura de los principales exploradores y piratas que recorrieron el sur argentino de aquellos siglos.
Darío y Albert, navegantes y aficionados al buceo, se ven envueltos en una apasionante, y a la vez truculenta aventura, a partir de un sorprendente descubrimiento en un pecio sumergido en la bahía de Palma, en la isla de Mallorca. Dos grupos rivales de expoliadores se dedican a extraer ánforas y otras piezas arqueológicas. Pero el origen de todo se remonta a dos mil años atrás en un punto del norte de Italia, donde se llevó a cabo una acción que cambiaría el mundo.
Un matrimonio húngaro, él ingeniero en una fábrica, ella empleada en el museo de la ciudad, presencia la revolución húngara de 1956. Él vive paralizado por el miedo a que le consideren sospechoso de participar en la sublevación, mientras ella asiste atónita al rechazo que el Partido muestra hacia la Exposición de Primavera, en la que ha intervenido, por no concordar con sus directrices. Un fresco vigoroso que retrata magistralmente el ambiente de terror y degradación humana que experimentó la ciudad de Budapest bajo el dominio soviético.
Un viaje intergaláctico que se convirtió en el encuentro de una nueva identidad, de una misión trascendental que cambiaría la vida de miles de personas.
¿En alguna ocasión has estado tan harto que has dicho: ¡Hasta aquí!? La protagonista de esta historia sí. Andrea ha pasado la cuarentena y está asqueada de todos y de todo. Tiene un trabajo que la aburre, un jefe al que odia, un novio que la ignora y para colmo… ¡su mejor amiga le ha pedido que sea su dama de honor! Ante tan dantesco panorama no le queda otro remedio que beber y beber; algo horroroso está a punto de suceder y lo sabe ya que su amiga le ha confesado que no quiere casarse. Minutos antes de que todo estalle y gracias al estúpido de su jefe recuerda que tiene un cheque por valor de un millón de libras que se le olvidó ingresar. Finalmente, un sms de su novio dejándola, la llamada de su jefe diciéndole que es una inútil y que todo el mundo crea que ha convencido a la novia para que no se case, hacen que se le crucen los cables y decide robar los billetes de avión de la luna de miel y suplantar a su amiga en el resort vacacional donde iba a viajar la pareja. Y así, borracha, enfadada y hecha un lio, se sube a un avión planeando borrarse del mapa y quedarse con el dinero. Pero su idílico plan se verá truncado cuando en una escala se cruza con una versión muy extraña de su jefe: ¡Una amable y atenta! Después de tener algo más que palabras con él en el baño del aeropuerto la vida de Andrea se complicará hasta extremos insospechados. ¿Logrará sobrevivir a la Luna de miel para cobrar el cheque?### Descripción del producto¿En alguna ocasión has estado tan harto que has dicho: ¡Hasta aquí!? La protagonista de esta historia sí. Andrea ha pasado la cuarentena y está asqueada de todos y de todo. Tiene un trabajo que la aburre, un jefe al que odia, un novio que la ignora y para colmo… ¡su mejor amiga le ha pedido que sea su dama de honor! Ante tan dantesco panorama no le queda otro remedio que beber y beber; algo horroroso está a punto de suceder y lo sabe ya que su amiga le ha confesado que no quiere casarse. Minutos antes de que todo estalle y gracias al estúpido de su jefe recuerda que tiene un cheque por valor de un millón de libras que se le olvidó ingresar. Finalmente, un sms de su novio dejándola, la llamada de su jefe diciéndole que es una inútil y que todo el mundo crea que ha convencido a la novia para que no se case, hacen que se le crucen los cables y decide robar los billetes de avión de la luna de miel y suplantar a su amiga en el resort vacacional donde iba a viajar la pareja. Y así, borracha, enfadada y hecha un lio, se sube a un avión planeando borrarse del mapa y quedarse con el dinero. Pero su idílico plan se verá truncado cuando en una escala se cruza con una versión muy extraña de su jefe: ¡Una amable y atenta! Después de tener algo más que palabras con él en el baño del aeropuerto la vida de Andrea se complicará hasta extremos insospechados. ¿Logrará sobrevivir a la Luna de miel para cobrar el cheque?
Unas extrañas desapariciones azotan la ciudad de Phoenix, dejando a sus habitantes algo desconcertados. Parece que tras veinte años en calma, el misterio del pasado ha regresado.
Savannah Smith, una reputada abogada y de buena posición económica, creía tener la vida perfecta; dinero, un importante trabajo y el prometido que todo padre desearía tener para su hija. Pero nada iba a ser tan idílico. Descubrirá varias verdades que tambalearán los cimientos de su relación, así como todo en lo que creía hasta el momento. Aunque si pensaba que lo único con lo que tendría que lidiar serían los problemas laborales, familiares y de pareja, se equivocaba. Los secretos que se esconden harán que su vida se torne en una auténtica locura y se convierta en una constante búsqueda por hallar la verdad.
El Puerto de Las Luces parece estar dormido sobre sus aguas negras en las que bailan las luces mortecinas de la ciudad. Son las once de la noche y llegan apresurados los padres y abuelos de Yanira, ello a pesar de que aún falta más de una hora para que zarpe el Volcán de Timanfaya. Al poco lo hacen las familias de Rita y Rubén en un todoterreno grande. Esta vez arribaron los últimos los familiares de Tanausú. Mientras esperaban, la oscuridad de las aguas del puerto se les llenaba de fantasmas. Para espantar sus miedos, se dispusieron a comentar las aventuras que esperaban disfrutar en la Isla de los Volcanes, la Titeroy- gatra de los primeros canarios. ─¡He oído decir que existen dragones que se alimentan del fuego que sale del interior de la tierra! ─comentó Tanausú, enteradísimo como siempre. ─¡Se cuenta que ha habido volcanes expulsando lava durante años! ─exclamó Rita entusiasmada. ─¡A mí me dijo mi abuelo que alguien le contó que en la Isla de los Volcanes había dinosaurios! ─exclamó con cierto miedillo Rubén. ¬─¡Ah, no seas exagerado! ─le contestó Yanira, para picarlo un poco ─¡Existen también otras cosas lindas! ¡Los Jameos, donde viven unos grandes cangrejos extrañísimos! ¡La misteriosa y maravillosa Cueva de los miles de verdes! ¡El minúsculo y fabuloso Archipiélago Chinijo! ¡Todos los originalísimos y bellos monumentos que creó el artista lanzaroteño César Manrique!... Habría que recordar una vez más que los cuatro miembros de nuestra Pandilla Jeribilla, que protagonizan todas las aventuras son: Yanira, personaje principal, el alma de la pandilla, que es creativa y sensible; Rubén, es un poco miedica, muy dependiente, pero muy cariñoso y competitivo; su prima Rita, a la que a veces le apodamos Saltaperico, porque resulta muy inquieta y entusiasta; por último Tanausú es el artista, el instruido al que a veces le desquician los excesivos miedos de su amigo Rubén. Entretanto, los padres de nuestros pandilleros sacaron la tarjeta de embarque y fueron subiendo con el coche. Los abuelos y sus nietos pandilleros lo hicieron por la pasarela. ─¡Venga Rubén, no te quedes retrasado! Se encontraba extasiado, pues sus ojillos saltones se le iban hacia una chica de su edad que subía con un perro en una cajita de colores. Él Llevaba a Tibicín, el can inseparable que les acompañó en las aventuras de la isla de La Palma. ─¡Ya voy abuela, es que estaba mirando ese perro tan bonito que lleva la niña! ─disimuló mientras se quedaba un poco colorado. Una vez en el barco, que era muy moderno con cómodos sillones para descansar, siguieron largo rato imaginando lo que iban a encontrar en la isla. Pensaban acampar en la zona próxima a la Playa de los Loros. Mientras, se fueron despacito quedando dormidos. Ya de madrugada Rubén se despertó sobresaltado. ─¡Eh, por encima de mi pasó algo, tiene que ser un fantasma! ─gritó asustado. ─¡Otra vez con tus imaginaciones! ¡Es que nunca se te van a quitar tus dichosos miedos! ─se despertó enfadado Tanausú. ─¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ─se incorporó muy sorprendida Yanira. ─¡Nada, sigue durmiendo, Rubén que está otra vez con sus inventos! ¬¬─le contestó Rita, que ya se había incorporado. ─¡No son inventos, es verdad, me pasó por encima de la cara! ─¿Cómo era? ─le preguntó molesto Tanausú. ─No lo sé, no lo pude ver, pero seguro que era un mahio chupóptero ¡Miren, miren tengo una picada en la mano!─dijo asustado, pues hasta el momento no se había dado cuenta. ─¡A ver, a ver! ─dijeron todos sorprendidos. ─¡Pero si eso no es nada, sólo es una picadita! ¡Seguro que te la hiciste rascándote!─le recriminó Tanausú. ─¡No, tuvo que ser un mahio el que me picó! ─se obstinaba. ─¡Eh, miren, tengo otra en el mismo sitio! ─exclamó Rita. ─¡Y yo también! ¬─contestaron a la vez Yanira y Tanausú. ### Descripción del producto El Puerto de Las Luces parece estar dormido sobre sus aguas negras en las que bailan las luces mortecinas de la ciudad. Son las once de la noche y llegan apresurados los padres y abuelos de Yanira, ello a pesar de que aún falta más de una hora para que zarpe el Volcán de Timanfaya. Al poco lo hacen las familias de Rita y Rubén en un todoterreno grande. Esta vez arribaron los últimos los familiares de Tanausú. Mientras esperaban, la oscuridad de las aguas del puerto se les llenaba de fantasmas. Para espantar sus miedos, se dispusieron a comentar las aventuras que esperaban disfrutar en la Isla de los Volcanes, la Titeroy- gatra de los primeros canarios. ─¡He oído decir que existen dragones que se alimentan del fuego que sale del interior de la tierra! ─comentó Tanausú, enteradísimo como siempre. ─¡Se cuenta que ha habido volcanes expulsando lava durante años! ─exclamó Rita entusiasmada. ─¡A mí me dijo mi abuelo que alguien le contó que en la Isla de los Volcanes había dinosaurios! ─exclamó con cierto miedillo Rubén. ¬─¡Ah, no seas exagerado! ─le contestó Yanira, para picarlo un poco ─¡Existen también otras cosas lindas! ¡Los Jameos, donde viven unos grandes cangrejos extrañísimos! ¡La misteriosa y maravillosa Cueva de los miles de verdes! ¡El minúsculo y fabuloso Archipiélago Chinijo! ¡Todos los originalísimos y bellos monumentos que creó el artista lanzaroteño César Manrique!... Habría que recordar una vez más que los cuatro miembros de nuestra Pandilla Jeribilla, que protagonizan todas las aventuras son: Yanira, personaje principal, el alma de la pandilla, que es creativa y sensible; Rubén, es un poco miedica, muy dependiente, pero muy cariñoso y competitivo; su prima Rita, a la que a veces le apodamos Saltaperico, porque resulta muy inquieta y entusiasta; por último Tanausú es el artista, el instruido al que a veces le desquician los excesivos miedos de su amigo Rubén. Entretanto, los padres de nuestros pandilleros sacaron la tarjeta de embarque y fueron subiendo con el coche. Los abuelos y sus nietos pandilleros lo hicieron por la pasarela. ─¡Venga Rubén, no te quedes retrasado! Se encontraba extasiado, pues sus ojillos saltones se le iban hacia una chica de su edad que subía con un perro en una cajita de colores. Él Llevaba a Tibicín, el can inseparable que les acompañó en las aventuras de la isla de La Palma. ─¡Ya voy abuela, es que estaba mirando ese perro tan bonito que lleva la niña! ─disimuló mientras se quedaba un poco colorado. Una vez en el barco, que era muy moderno con cómodos sillones para descansar, siguieron largo rato imaginando lo que iban a encontrar en la isla. Pensaban acampar en la zona próxima a la Playa de los Loros. Mientras, se fueron despacito quedando dormidos. Ya de madrugada Rubén se despertó sobresaltado. ─¡Eh, por encima de mi pasó algo, tiene que ser un fantasma! ─gritó asustado. ─¡Otra vez con tus imaginaciones! ¡Es que nunca se te van a quitar tus dichosos miedos! ─se despertó enfadado Tanausú. ─¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ─se incorporó muy sorprendida Yanira. ─¡Nada, sigue durmiendo, Rubén que está otra vez con sus inventos! ¬¬─le contestó Rita, que ya se había incorporado. ─¡No son inventos, es verdad, me pasó por encima de la cara! ─¿Cómo era? ─le preguntó molesto Tanausú. ─No lo sé, no lo pude ver, pero seguro que era un mahio chupóptero ¡Miren, miren tengo una picada en la mano!─dijo asustado, pues hasta el momento no se había dado cuenta. ─¡A ver, a ver! ─dijeron todos sorprendidos. ─¡Pero si eso no es nada, sólo es una picadita! ¡Seguro que te la hiciste rascándote!─le recriminó Tanausú. ─¡No, tuvo que ser un mahio el que me picó! ─se obstinaba. ─¡Eh, miren, tengo otra en el mismo sitio! ─exclamó Rita. ─¡Y yo también! ¬─contestaron a la vez Yanira y Tanausú.
La masacre de Ezeiza cierra un ciclo de la historia argentina y prefigura los años por venir. Es la gran representación del peronismo, el estallido de sus contradicciones de treinta años.
Es también uno de los momentos estelares de una tentativa inteligente y osada para aislar a las organizaciones revolucionarias del conjunto del pueblo, pulverizar al peronismo por medio de la confusión ideológica y el terror, y destruir toda forma de organización política de la clase obrera.
Ezeiza contiene en germen el gobierno de Isabel y López Rega, la AAA, el genocidio ejercido a partir del nuevo golpe militar de 1976, el eje militar-sindical en que el gran capital confía para el control de la Argentina.
El proyecto instaurado en 1955 mediante la penetración de los monopolios extranjeros que se apoderaron de los recursos económicos del país, desnacionalizaron industrias, compraron bancos, asfixiaron regiones enteras, no pudo consolidarse nunca en un régimen estable.
Vida y obra de uno de los productores y directores más importantes y prolíficos del cine argentino, contada por él mismo con lucidez, gracia, convicción y sensibilidad en un relato que entrevera su pasión por el cine, el devenir político de la Argentina a lo largo de casi noventa años y un irresistible conjunto de anécdotas personales que incluyen grandes revelaciones sobre su vida íntima y amorosa.
Es imposible pensar el cine argentino sin Héctor Olivera. Protagonista de una vida que vale por varias, a sus casi noventa años se detiene un momento para recordar el largo camino transitado. Pródigo en anécdotas su relato comprende, entre otras historias, la de las más de cien películas que hizo como director o como productor bajo el sello Aries, empresa fundamental del cine argentino, que creó con su socio y amigo Fernando Ayala. En sus films -que capturaron el espíritu de su época, en ocasiones desafiando una violenta censura-, Olivera adaptó obras de Borges, Soriano, Bayer, Cossa y Viñas, entre otros; enriquecidas por actores como Federico Luppi, Pepe Soriano, Héctor Alterio, Luis Brandoni, Oscar Martínez, Norman Briski; actrices como Mirtha Legrand, Norma Aleandro, Thelma Biral, Cecilia Roth, Susana Giménez, y cómicos de la talla de Sandrini, Olmedo y Porcel.
Al mismo tiempo, recorre el siglo XX argentino, haciendo eje en el peronismo con una honesta y personal combinación de rechazo y fascinación por la figura de su líder.
En el encuentro de estos recorridos toma forma una biografía que Olivera despliega con gracia, sensibilidad y el espíritu vibrante que marcó cada uno de sus proyectos.
Una de las primeras novelas de Lobo Antunes: un retrato vivo de Portugal en un periodo fundamental de su historia.
Esta novela va desgranando las andanzas de un grupo de militares: un teniente coronel, un alférez, un oficial de transmisiones y un soldado, que se han reunido en un burdel para hablar de los viejos tiempos en Mozambique y de cómo les ha ido desde entonces. De este modo se reflexiona sobre la evolución de Portugal durante unos períodos cruciales de su historia, a través de cuatro puntos de vista diferentes, calibrados por la personalidad, la formación y el nivel económico de cada uno de los protagonistas.
Publicado en España por primera vez en 1992, Fado alejandrino apareció en Portugal en 1983. Se trata, por tanto, de una de las primeras novelas de su autor, a la que seguirían Auto de los condenados (1985) y Las naves (1988).