Se recrea una investigación sobre unos extraños crimenes sexuales ocurridos en Bilbao en los que se ven involucrados una conocida tertulia bilbaína, un pastor luterano, un teniente de alcalde, una arraigada familia china, y un distinguido club lésbico de la Villa.
Para llevar a cabo su relato Javier Otaola cuenta con felicidad Olaizola una atractiva inspectora de la Ertzaintza, que se ve comprometida de una manera muy personal en la persecución de un asesino que mata a sus victimas con una originalidad macabra.
¿Quién podía sospechar que en un lugar como Santa Isabel, una casa de retiro del Opus Dei, a las afueras de Bilbao, entre viejos amigos convocados para recordar los buenos tiempos, podía producirse una tragedia? ¿Qué razones podían impulsar a Luis Raymond, un naviero rico y felizmente casado con la condesa de Beaulieu a suicidarse? ¿Qué podía significar que el arma escogida para la muerte fuera una makila vasca con la leyenda hitzemana zor (palabra dada, juramento)? Felicidad Olaizola, suboficial de la Unidad de Investigación de la Ertzaintza (Policía Vasca) es la encargada de investigar la extraña muerte de Luis Raymond, y, según instrucciones de sus superiores, debe hacerlo con delicadeza, para evitar el escándalo, ya que las personas implicadas (un concejal de urbanismo del Partido Nacionalista Vasco, un empresario de pompas fúnebres, un letrado del Gobierno Vasco, un empresario de seguridad y un alto funcionario de la Comisión Europea) son personas importantes que en ningún caso deben ser molestadas más allá de lo imprescindible.
Publicado inicialmente en 1971, Felicidad clandestina reúne narrativas de Clarice Lispector escritas durante diferentes momentos de su vida, en los que se plantea dilemas existenciales al mismo tiempo que reflexiona sobre la infancia, la familia o la soledad.
Asegura Marcelo Cohen en su prólogo que, “Lispector escribió cuentos reñidos con la preceptiva. Argumentos pálidos, casi ningún trabajo de trama, desprecio por el suspenso, finales como puestas de sol en días nublados. Claro que hay un procedimiento poético detrás de la aparente indolencia. Consiste en despojar a la literatura de sus armas de persuasión más flagrantes, renunciar a las organizaciones genéricas y aflojar –la estructura hasta el borde de lo amorfo para que en la escritura trasunte algo -la vida conociéndose a sí misma– que siempre parece quedar oculto bajo el empaque del edificio”.
Esta es la gran biografía de uno de los reyes más injustamente relegados al olvido de la historia de España: Felipe IV, el rey Sol. Alfredo Alvar nos ofrece, con una maestría irrepetible, llena de agudeza, erudición y matices históricos y artísticos, la figura del monarca que tuvo que reinar durante uno de los periodos más comprometidos y decisivos de la época imperial.
Aquí no se describe ni a un «Austria menor», ni mucho menos a un «pasmao». Aquí se muestra la grandeza personal, la intimidad y la responsabilidad de un rey que tuvo que luchar por sobrevivir a un período plagado de escollos políticos, guerras y tragedias personales, y que también promovió como nadie lo había hecho antes las artes y las letras, convirtiendo a España en una de los más grandes referentes artísticos que el mundo ha visto.
Felipe IV (Valladolid, 1605-Madrid, 1665) reinó en España desde 1621. La fecha clave que marco las dos etapas de su reinado es 1643, año en que cayó en desgracia su valido, don Gaspar de Guzmán y Pimentel, que pasó a la historia como el Conde-Duque de Olivares. Cansado de aguantar las opiniones de un solo privado, el rey optó por reinar y gobernar personalmente, o por mejor decir, apoyándose en varios consejeros tales como fueron don Luis de Haro, don Juan José de Austria (su hijo natural) o sor María de Ágreda.
Felipe V, primer rey español de la dinastía de los Borbones, príncipe de la familia real francesa, tuvo uno de los reinados más largos en la historia de la monarquía de España, ocupando casi la primera mitad del siglo XVIII (de 1700 a 1746). Tanto su persona como su gobierno lo sitúan como uno de nuestros reyes más controvertidos y polémicos. En la primera etapa de su reinado, entre 1701 y 1714, con un periodo de transición hasta 1724, Felipe V se ganó a pulso la admiración de propios y extraños. Sus súbditos españoles le llamaban el Rey Animoso, al sentir admiración por su entereza para superar las adversidades. Frente a él y sus huestes se alineaban casi todos los ejércitos europeos. Europa no dejó de sentirse conmovida ante el inexpugnable baluarte formado por la mayoría de los españoles aglutinados en torno a su rey. El buen ánimo fue el instrumento que le sirvió para comportarse como un Rey Heroico. Su heroicidad impidió que los territorios españoles fueran repartidos entre los austriacos y los franceses. Su gallardía españolista le llevó al extremo de no rehuir el enfrentamiento con los propósitos absorbentes de su abuelo Luis XIV. De no haber sido por un reinado tan efectivo como la primera etapa del suyo, el destino de la nación española hubiera tomado con toda probabilidad la triste suerte de la fragmentación territorial. En su segunda etapa Felipe V entró en una fase biográfica y gubernamental de letargo. Se le percibía como un monarca invisible, secuestrado por su esposa. En efecto, quien gobernaba era su segunda esposa, Isabel de Farnesio, en tanto él permanecía atenazado por la dependencia conyugal en complicidad con una enfermedad mental invalidante cada vez más grave. Al filo de los cuarenta años de edad, Felipe V se había convertido en un enfermo psicótico crónico que carecía del sentido de lo real. Nos encontramos, pues, ante la rotura (o el eclipse) de una vida coronada, apagada por el trastorno mental. Los efectos de la quiebra biográfica trascienden a su ejecutoria pública dando la imagen de un Rey fantasma por su psicopatología personal. Felipe V se convierte en uno de los reyes más interesantes para la psicohistoria, puesto que su primera etapa coronada conduce a investigar su proceso de adaptación a la Corte española y la segunda nos transporta a la presencia de importantes rasgos psicopatológicos en su biografía y al influjo destructivo ejercido por ellos sobre su modo de gobernar.
Felipón es un debut infrecuente por su autenticidad y su rigor estilístico, y señala a David Muñoz Mateos como uno de los novelistas más prometedores de su generación.
«Más que familiar, la cara de Felipón resulta un poco molesta. Familiarmente molesta. Felipón tiene esa pinta incómoda del amigo que no hace falta dentro de la pandilla, ni dentro del bar, ni dentro de nada. Sin embargo, Felipón es, solo por esta noche, y como suele decirse, nuestro héroe.»
Pocas veces se habrá narrado la farra juvenil con la solvencia y el lirismo que muestra David Muñoz Mateos en ésta su primera novela.
Felipón es un relato turbio y comprometido de la vida nocturna en una barriada cualquiera de una ciudad de provincias. Su protagonista no es ni el más apuesto ni el más inteligente; tampoco es el más desgraciado. Es el héroe neutro del nuevo siglo, alguien que puede vivir de una exigua pensión y frecuentar las pasiones de los demás.
La larga noche que glosa esta novela está plagada de alcohol, drogas y poesía, de bares desaconsejables y de vidas que ya no dieron para más. Una luna omnipresente ilumina las últimas andanzas de la juventud.
Felipón de David Muñoz Mateos es el sexto título que el autor Alberto Olmos, editor invitado de Caballo de Troya durante 2016, trae a su colección «El caballo de Alberto».
La hermana de Lobo Feroz está muy preocupada porque su hijo no es feroz, es buenísimo. Feroz la tranquiliza y le dice que lo mande a su casa, que él se va a encargar de convertirlo en un verdadero lobo feroz. Lobito visita a su tío e intenta hacer lo que él le pide, aullar fieramente, cazar conejitos, asustar a Caperucita, comerse a la abuelita..., pero siempre lo estropea: se sienta a comer una ensalada con los conejitos, se hace amigo de Caperucita y toma el té con la abuelita. El colmo será cuando prepare un pastel de zanahoria.
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No se trata de que llenes tu casa de budas, dragones, pagodas o cristales colgando en todos los lados. Es un Feng Shui para Occidente que aprovecha la energía natural que fluye en los espacios.
El Feng Shui Anual no se basa en la superstición: la base es traer la vibración armónica de la naturaleza a tu casa para equilibrar tu vida.
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Cientos de personas lo están aplicando ya en España.
En este circo podrán contemplarse el extraño caso de la novela enana, acróbatas que dan saltos mortales fuera de la realidad, humanos amaestrados, malabaristas de verbos y un ángel trapecista. En este circo se verán seres mitológicos contratados a regañadientes y personajes que se equivocaron de género literario. Los lectores se morderán los labios con el difícil equilibrio del amor, el drama del payaso, el increíble origen de la vida y la espeluznante sociedad del espectáculo. Y no, no hará falta que “pasen y vean” porque ya sospecharan que la vida es circo. Ana María Shua cuestiona, una vez más, los límites convencionales de la narración en esta colección de microrrelatos que se articulan a través de la metáfora del circo, de sus oficios, sus monstruos, sus animales y su historia. La autora argentina, máxima exponente del género, presenta con sutil lirismo y punzante sentido del humor el destino del ser humano y nos permite mirar de frente, como en la arena circense, la desafiante y extraña realidad.
Por haber estado durante varios años agregado al servicio de pompas fúnebres, conozco las manifestaciones que se relacionan con sucesos de muerte, y le trasmito mis observaciones por creer que, en efecto, pueden ofrecer algún interés a sus lectores.
Los relojes que se paran, sobre todo, los de péndola, en el momento en que la muerte ocurre, son un fenómeno de los más frecuentes y constituyen el tema de conversaciones y averiguaciones en gran número de familias afligidas por la pérdida de un ser
Las primeras décadas del siglo XIII constituyen un tiempo de cruzada, cruzada a uno y otro lado del Mediterráneo, y cruzada también en los registros políticos de una monarquía, la castellano-leonesa, llamada a forjar en sus presupuestos la legitimación hegemónica sobre el conjunto de la Península. El presente libro, a través de muy diversas colaboraciones, trata de subrayar los aspectos más sobresalientes de la cruzada hispánica en el contexto del decisivo reinado de Fernando III de Castilla y León. En realidad, la obra es fruto de dos circunstancias. Es la traducción, por un lado, de una labor reflexiva desarrollada por el equipo de investigación formado en torno al proyecto Iglesia y legitimación del poder político. Guerra santa y cruzada en la Edad Media del occidente peninsular (1050-1250), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación entre 2008 y 2011, con base en la Universidad Autónoma de Madrid. Pero el libro es también, y sobre todo, fruto de una labor de coordinación entre dos instituciones que representan, a uno y otro lado del Atlántico, sendas tradiciones culturales llamadas a entenderse, la propia Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México. La coordinación ha sido posible porque investigadores de ambas instituciones han dado con la única clave que permite el avance científico: el diálogo desde la diferencia de la tradición y desde la perspectiva condicionada por la propia cultura. Nada puede enriquecer más una labor de estudio, y nada permite unos resultados más satisfactorios.