Al borde de la adolescencia, un niño rememora sus decepciones y sus primeros éxitos: los asesinatos, el intento acabar con todos los adultos, el estreno de su sinfonía, las conversaciones con sus mentores, y las dudas acerca de qué hacer con tan poco tiempo como se nos ha dado, esos trece primeros años de vida.
El amor dicta nuestros actos. Todo lo hacemos por amor. Nos enamoramos, nos desenamoramos y nos volvemos a enamorar. Nos pasamos media vida buscando el amor y la otra media intentando conservarlo, hasta que un día se acaba y lo único que podemos hacer es rellenar crucigramas mientras esperamos a que suene el teléfono, soportando esta terrible dictadura... Una chica con tan mala suerte que todos sus amantes se le quedan congelados en la cama. Dos adolescentes que hacen el amor por primera vez a 33 revoluciones por minuto. Un taxista que secuestra al amante de su mujer a punta de pistola durante el turno de noche para salvar su matrimonio. Una pareja a la que le sobra tanto amor que se permite el lujo de traficar con él. Un matrimonio incapaz de sentir el terremoto nocturno que se produce en su ciudad. Un joven al que le empiezan a crecer setas en el salón cuando le abandona su novia. Un eterno Peter Pan que no logra encontrar dos calcetines iguales en el cajón de su armario el día de San Valentín. Una profesora que se inventa un amante para dar celos a su marido. Una mujer que, después de “deshacerse” de su esposo, tiene que convivir con su espíritu el resto de su vida. Un escritor que espía a una pareja en el piso de enfrente mientras tiende la colada... La dictadura del amor no es una novela de color rosa. Son 23 historias llenas de matices que, como el verdadero amor, van del blanco más puro al negro más sombrío.
Esta novela se desarrolla en un encuentro de escritores jóvenes en la ciudad española de Morillo. La cantidad de escritores, entre españoles y latinoamericanos, llega a superar el centenar. Sumándose ese trío de escritores frustrados metidos a críticos como lo son Nunquam, Tunc y Aut. Esta es una historia en la que dejas sentadas tus preferencias literarias al igual que, digamos de una manera, tus "odios literarios". ¿Cuán fascinante puede ser la persona del escritor como para ser abordada en una novela? Los escritores son pájaros que acopian ramas y hojas secas sin saber bien para qué, hasta que un día saben, por naturaleza, que con esos retazos deben construir un nido, la obra literaria. Esta novela presenta todo ese proceso, desde el acopio hasta la creación, a través de una suerte de retrato del artista adolescente de fin de siglo, donde la disciplina ética y religiosa se ha trastocado por una disciplina nueva, pero igualmente implacable: la vanidad. Iván Thays confirma en este libro divertido e inteligente por qué ocupa un lugar de excepción en la narrativa latinoamericana contemporánea.
Las ladronas de Corazones ya tienen el primer objeto de la lista en su poder, ahora les toca hacerse con el segundo, La Jota de Corazones.
No te pierdas esta apasionante segunda entrega de la serie Ladronas de corazones. Acción, aventura, sexo, amor y humor.
El siguiente objeto, un juego de tocador de más de un siglo de antigüedad , se encuentra en el apartamento de uno de los nietos del propio José Ignacio Santana.
Carolina no se siente intimidada por este robo, al contrario, le gusta la idea de meterse en la boca del lobo y de robar delante de las propias narices de un Santana. Sus años en colegios de élite por toda Europa la han convertido en alguien cínica que se ríe de los sueños románticos de sus amigas. No se ha enamorado nunca, y ni es algo que le interese especialmente hacer.
Miguel regenta una pizzería, lee manga y tiene una vida aparentemente normal , hasta que una noche, una escultural mujer entra en su negocio vestida de fiesta huyendo de alguien.
Sus vidas no pueden ser más diferentes, y sus opiniones sobre el amor y el futuro chocan constantemente, pero a pesar de eso, sienten una atracción irresistible.
¿Podrá Carolina dejar de lado su cinismo durante cinco minutos para dejarse llevar por sus sentimientos? ¿Será Miguel el que al fin rompa la coraza de frialdad y caliente el corazón y el cuerpo de la ladrona?
Sony sabe que se tiene que mantener bien lejos de Daniel Collado, sin embargo, parece encontrárselo por todas partes.
Sony Logan es una ingeniera informática , que vive en Innsbruck, su ciudad natal y adora las montañas que la rodean. Vive en una casa en las alturas y adora practicar el parapente. Lo hace siempre que puede, o cuando necesita desconectar de su trabajo para aclararse las ideas. En uno de estos vuelos, un hombre se la lleva por delante cuando toca el suelo y ella le dice de todo menos bonito. ¡Hay personas a las que no se les debería permitir volar!
Daniel Collado es socio de la aseguradora Erlington, de París. Ha trabajado mucho para tener un despacho en la última planta, la de los ejecutivos. Es un hombre satisfecho de su vida, no cree en el amor, pero no le hace falta nunca compañía femenina. Una mala experiencia del pasado lo hace desconfiar de todas las mujeres , y no deja que ninguna se le acerque demasiado. Se muestra ante el mundo como si fuera su dueño, además es prepotente. Hasta que encuentra una mujer que le canta las cuarenta. Como está acostumbrado a que todas le dediquen caídas de pestañas, no sabe cómo reaccionar ante aquella que le grita.
Sony recibe la llamada de su amiga, que la convoca a Formentera porque necesita su ayuda para llevar a cabo una misión: recuperar los objetos que un desalmado ha robado antes de que estallara la Guerra Civil española y devolverlo a sus legítimos dueños. La hazaña no le resultará nada fácil. Mucho menos, cuando Daniel se dedica a perseguir a Sony. A él le atrae a la vez que le intriga esa mujer que parece quererlo bien lejos de ella. No está acostumbrado a que le den calabazas y Sony no para de dárselas , lo que la hace más deseable a sus ojos.
¿Lograra Daniel salvar las barreras que ella ha construido alrededor de su corazón?
¿Será Sony capaz de alejarse de ese hombre que la atrae como ninguno?
¿Podrá una licenciada en relaciones empresariales que ama tocar el arpa colarse en la casa del magnate Federico Santana para robar una caja de música que perteneció a su abuela?
No te pierdas el quinto y último libro de la serie Ladronas de corazones, donde lo que parece real no lo es tanto y lo impensable se convierte en esencial.
Amor, humor, aventura, suspense y una lectura trepidante.
« Ese maldito de Federico Santana no se saldrá con la suya », piensa Maxine al verlo entrar en la galería de arte donde ella ha sido contratada para tocar el arpa. Es un empresario sanguinario, perverso y cruel, cuyo abuelo, poco antes de estallar la Guerra Civil española, robó preciados objetos que pertenecían no solo a las familias de sus amigas, sino también a la de ella, por lo que las cinco se han unido en una peligrosa cruzada que implicará recuperarlos sin que el heredero Santana se dé cuenta.
Al escrutar la espigada y despampanante figura del magnate, así como sus fríos y perturbadores ojos, a Maxine le urge acabar con él , sobre todo al recordar el sufrimiento de su abuela Noelia ante la pérdida de la caja de música que el hombre, de forma ilegal, tiene en su poder. Pero la hora de la venganza y la justicia ha llegado y ante el último golpe de las ladronas, Maxine no dudará en acudir a todas sus artimañas para conseguir su propósito, inclusive la seducción. El problema está en que cuando Santana la mira ella pierde el deseo de destrozar al cabrón y, en cambio, anhela sumergirse en sus brazos entre sábanas de seda y noches ardientes , algo impensable para el éxito de la misión.
Federico Santana sabe que tiene el mundo en sus manos. No solo triunfa en los negocios, sino, además, entre las mujeres, a las que olvida de inmediato apenas abandonan su cama. Nada lo conmueve, salvo el arte y la enfermedad de su abuelo. Sin embargo, al depositar la mirada en una muchacha que ejecuta en el arpa la música de Tchaikovsky que a él tanto le gusta, su corazón da un brinco como jamás lo había hecho, poniendo su mundo patas arriba. Impactado por la intensidad de lo que siente, Federico no duda de que un nuevo objetivo se ha gestado en su vida y, como buen guerrero que es, no vacilará en remover cielo y tierra hasta descubrir quién es esa mujer.
La última y apasionante historia de la serie Ladronas de corazones en la que un equipo compuesto por una hacker , una artista capaz de hacer las mejores falsificaciones, una fotógrafa bastante amiga de lo ajeno y una líder magistral son capaces de ejecutar un golpe perfecto… O casi.
Supongamos que en el delicioso pueblecito de Dymley Hollow vive una muchacha llamada Cicely Westmacott, y supongamos que un hermoso día de verano Cicely descubre que una burra de pelaje gris ha invadido su jardín. Supongamos que la muchacha persigue a la burra, en legítima defensa del jardín, y que es el animal el que acaba llevando a rastras a la dulce Cicely. Supongamos, finalmente que la burra-que por cierto se llama Bárbara- llega hasta la mismísima puerta de su propietario, el joven James Butt (Jimmy para los amigos), y que inevitablemente se produce el encuentro entre dicho joven y la repetida Cicely. Lógico es suponer que se produce el flechazo y que en adelante Jimmy no cesará de suspirar por Cicely. Pero no tan fácil de prever es que a Jimmy le salga un rival, como en efecto le sale, en la persona de Donald Mobbs, un atolondrado deportista que siempre anda manchado de grasa, con las manos llenas de bujías para automóvil y piezas de recambio. Y la rivalidad reviste caracteres graves para mayor regocijo de los lectores.
En el jardín de una casita roja, en la quieta campiña de los alrededores de Helsinki, una viejecita grácil está regando su arriate de violetas. Las golondrinas vuelan gorjeando, los moscardones zumban, un gato dormita en el prado. Pero el idilio solo es aparente: la vida tranquila de Linnea Ravaska, octogenaria viuda de un coronel, es emponzoñada por una banda de malhechores que llega regularmente cada mes de la capital para arrebatarle su escasa pensión.
El desnaturalizado nieto Kauko y sus dignos acólitos, Jari y Pera, no se contentan con despojarla sino que destrozan todo lo que encuentran a su paso, torturan al gato, golpean por puro placer, roban, ensucian, destruyen, sin que Linnea ose rebelarse, hasta el fatídico día en que decide no soportarlo más.
La guerra y la venganza del trío infernal podrían convertirse en una pesadilla digna de La naranja mecánica, la novela de Burgess que Kubrick llevó al cine, si Paasilinna, verdadero virtuoso de la comicidad, no prefiriese la vía de la farsa, el divertimento y la paradoja para expresar sus críticas a una sociedad cuyos males, hipocresías y problemas observa con toda lucidez.
Vejez olvidada, juventud marginada, choque generacional, desmoronamiento de las instituciones, droga, alcoholismo, sida: todo se divisa en filigrana en las rocambolescas peripecias de la simpática viejecita, que pasea armada con una Parabellum y una jeringuilla de venenos letales, siempre preparada para elegir la vía del suicidio para huir de las garras de sus esbirros. En la confrontación, sus verdaderas armas acabarán siendo el candor, una ingenua crueldad y su incansable defensa de la propia dignidad; la brutalidad de La naranja mecánica se convertirá en un alegre Arsénico por compasión con unos pellizcos de Kaurismäki: con sus mágicas dosis de humorismo y de invectiva genial, las pociones de Paasilinna son tan irresistibles como felizmente intoxicantes.
Divertido, inteligente, rápido, ameno, dotada de humor inglés, negro y a veces surrealista. Así podríamos describir este libro de Beryl Bainbridge, una de las escritoras inglesas más importantes de este siglo. Se trata de una historia acerca de dos mujeres inglesas que trabajan en una fábrica italiana de embotellado de vino y que un buen día se van de excursión con sus compañeros de la fábrica, inmigrantes italianos humildes, a pasar el día a Windsor. Del argumento poco más podemos contar. Del cadáver, tampoco. «Luego de volver la última página de La excursión de la fábrica de botellas el lector no puede hacer otra cosa que quedarse boquiabierto y buscar la palabra justa. Una atmósfera como ésta, de inminente perdición, no había sido creada desde Brighton Rock… excepto que Beryl Bainbridge es implacablemente cómica en vez de (como Graham Greene) implacablemente virulento. Capaz de ir sumando los más asombrosos detalles, domina de tal modo este maravilloso relato que el lector está pendiente de cada una de sus palabras, desde la primera hasta la última. Qué originalidad, qué placer». Ronald Blythe, Sunday Times «Una historia horripilante y tremendamente divertida». Graham Greene
Gracias al legado de Sir James Smithson, Zacharias Spears funda en Washington D. C. un museo destinado a albergar las colecciones de especímenes recolectados en las expediciones de exploración del Oeste, amenazados por el apetito sacrílego de las polillas. El sueño de Mr. Spears es poner al alcance de todos la posibilidad de viajar hasta espacios y épocas remotas, recorriendo por dos centavos y en cuarenta minutos aquello que se halla separado por miles de millas y millones de años. El sueño, parece ser, se hace realidad. Al museo afluyen multitudes con sed de fósiles y medusas flotando en una solución de formol al diez por ciento. Pero los museos, como la literatura, son criaturas caníbales, dispuestas a engullir piedras, plantas, pelícanos embalsamados, monedas, fetiches, cabelleras escalpadas, obras de arte, reptiles voladores o nadadores, ahogados o desplumados en el Cretácico antes de devorarse unos a otros. Con una pizca de ingenio, una buena iluminación y un cuidador que vigile que nadie toque nada, cualquier partícula del mundo puede ser expuesta en una vitrina o colgada en una pared. «La extinción de las especies» es una historia natural de los museos, que nacen, se expanden, se agotan y se derrumban para atesorar aquello que fue, que ya no es, ni volverá a ser, pero que se obstina en persistir. Es, también, una historia alternativa y estrafalaria sobre la fe en el progreso, el ansia de descubrimiento, la pulsión taxonómica, la manía de coleccionar y restaurar. Es, en fin, una novela coral y singular, impecable y deliciosa; es una novela inextinguible.
Una noche, en el centro de Londres, tres amigos se reúnen para cenar. Dos de ellos acaban de enviudar y el tercero no tiene vida amorosa, sino desastres amorosos uno tras otro. La charla —que les lleva a filosofar, emborracharse y, finalmente, desvariar— acabará lanzando a la luz una pregunta clave: ¿Es mejor no conocer la felicidad para no tener que sufrir cuando se pierde?
Mamá Walsh, la madre de las inolvidables hermanas Walsh Claire, Rachel, Margaret, Anna y Helen, protagonistas de cinco novelas de Marian Keyes, nos ofrece sus tiernas, ocurrentes y divertidas opiniones sobre su familia y sobre el mundo. Marian Keyes ha escrito cinco novelas protagonizadas por las hermanas Walsh: conocimos a Claire en Claire se queda sola, a la alocada Rachel en Rachel se va de viaje, a Margaret en Maggie ve la luz, a Anna en ¿Hay alguien ahí fuera? y finalmente a la hermana menor, Helen, en Helen no puede dormir. En forma de diccionario, Mamá Walsh nos cuenta con mucho humor y sin pelos en la lengua lo que opina de sus hijas, sus nietos y un montón de cosas más. Además descubre muchos secretos de la vida más íntima de las hermanas Walsh que nunca han salido en las novelas.
La felicidad ja ja es, junto con Huerto cerrado, la obra que consagró a Alfredo Bryce Echenique como un maestro del relato breve. Los personajes de estos cuentos, escritos a principios de la década de 1970, experimentan la nostalgia como un mal incurable. Como viajeros de la memoria, la ironía será su mejor arma para realizar un ajuste de cuentas con el pasado. El humor, rasgo típico de la narrativa de Bryce Echenique, entabla en estas historias un revelador contrapunto con el infortunio, que ronda constantemente las vidas de unos seres frágiles y entrañables cuyos destinos tragicómicos terminan conmoviendo profundamente al lector. Nada como sumergirse en la prosa de Bryce (que escribe como 'contando el cuento a los amigos' )para aprender de nuestro pasado con una carcajada; para entender mejor quiénes somos hoy; para vernos con humor, para aprender a reirnos de nosotros mismos.
La inexplicable desaparición del gentleman Atticus Craftsman en el corazón de las tinieblas de la España profunda parece estar relacionada con las malas artes de cinco mujeres desesperadas, las empleadas de la revista Librarte, capaces de cualquier cosa con tal de conservar su trabajo.El inspector Manchego será el encargado de desenredar una trama en la que la comedia romántica se mezcla con el drama más tierno, la intriga policiaca desemboca en el mayor hallazgo literario de todos los tiempos, lo difícil se vuelve fácil y los problemas se ahogan en un mar de lágrimas... de risa. Todo esto para terminar descubriendo, qué cosas, que el amor lo explica todo.
La fuerza del destino narra la historia, entrañable y a la vez divertida, de dos jóvenes que descubren Madrid a través de la atracción, el deseo y la comprensión de sus propios valores. Canciones de grupos míticos de los años ochenta dan título a las aventuras de esta pareja de estudiantes recién llegados a la capital que en su periplo por la vida nocturna madrileña visitarán saunas y bares de ambiente que les descubrirán la vida que les espera en su primer año universitario. Pol y Richard vivirán momentos inolvidables y explorarán su amistad hasta superar la prueba.Con La fuerza del destino Iván Babiano alcanzó la madurez del escritor. Con maestría el autor madrileño supo darle una vuelta de tuerca al amor: Pugna de sentimientos entre corazón y cabeza. La fuerza del destino permitirá recordar momentos imborrables a quienes ya los han vivido y, a quienes aún no lo han hecho, echar un vistazo a las magníficas experiencias que tienen por delante.
El mal acecha en Mánchester y un grupo de frikis es la única esperanza. La Gaceta del Misterio es un semanario dedicado a resolver los misterios paranormales e inexplicables que tienen lugar en la ciudad de Mánchester. Al menos, a eso aspiran los miembros de su redacción. La realidad, no obstante, es mucho menos prometedora: el editor es un borracho pendenciero y sus periodistas, una pandilla de desubicados a los que nadie toma en serio. Pero cuando Hannah Willis, la nueva asistente editorial, descubre que algunas de las ridículas noticias que sus compañeros han descartado son, de hecho, terroríficamente reales, toda la redacción deberá enfrentarse a las fuerzas oscuras que se abren paso desde los callejones más recónditos de Mánchester y que amenazan con acabar con ellos...
La publicación de un libro de Álvaro de Laiglesia es siempre un acontecimiento: 1.º, porque Álvaro de Laiglesia es el único humorista español que se consagra al humorismo con una tenacidad propia de héroe medieval sentenciado por propio voto a perpetua fidelidad a su dama; 2.º, porque LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE PLOMO es una obra sólida, llena de substancia y —pese a lo del plomo— ligera y liviana como una pastilla contra el insomnio, y posee efectos terapéuticos análogos. Álvaro de Laiglesia, como los escritores de pura cepa, cuanto más avanza en su camino de humorista, mejor escribe; como el buen vino en la bodega, va adquiriendo solera, aroma y grados.
Un delicioso cuento infantil en el que, en efecto, ella es gorda y de porcelana, un relato lleno de humor e imaginación, que responde a esta pregunta: ¿Qué le puede suceder a un hombre gris que se lleva a casa a una señora de porcelana?
En estas brevísimas obras maestras se reconoce toda la demoledora ironía con la que Calvino interviene en los hechos cotidianos más nimios, todo el humor con que describe los absurdos del poder, toda la exuberante fantasía que en él suscitan una situación, un lugar, un objeto, una lectura o el modo de ser de una persona o de una comunidad. Desde la lucha titánica que libra uno de sus personajes contra el hielo a la hora de servirse unos cubitos hasta esa revolución que se desencadena cuando el poder establecido hace concesiones para evitarla, pasando por las paradojas a las que se enfrenta Casanova y las entrevistas imaginarias con el hombre de Neandertal, Moctezuma o Henry Ford, el lector se sentirá hechizado por la inagotable imaginación de Calvino. Desde «El hombre que llamaba a Teresa» (1943) hasta «La implosión» (1984), estos cuentos abarcan cuarenta años de su producción literaria.
La reciente recopilación en un volumen (del que se ofrece una antología) de los «papeles gonzos», o sea, los reportajes más famosos de Hunter S. Thompson durante los años sesenta y setenta, constituyó un extraordinario acontecimiento editorial en los Estados Unidos. No en vano el Dr. Thompson, como gusta sardónicamente autotitularse, es una auténtica leyenda del «underground» norteamericano (incluso se ha rodado una película sobre su desorbitada vida: Cuando el búfalo muge) y el escritor que ha disputado a Tom Wolfe el liderazgo del Nuevo Periodismo. Hunter S. Thompson ha puesto en circulación, y llevado fervorosamente a la práctica, el concepto de «periodismo gonzo»; aquel en que el reportero pasa de mero espectador a participante y desencadenante de la ¡¡¡ACCIÓN!!! Un espléndido ejemplo de este tipo de periodismo lo constituye el desmadrado reportaje La gran caza del tiburón: un encargo de Playboy, teóricamente para «cubrir» un torneo de pesca en alta mar frente a las costas de Yucatán. En otros textos de este volumen, el periodista gonzo enfoca su ojo salvaje a figuras como Hemingway, Marlon Brando y el esquiador Jean-Claude Killy; investiga en el problema chicano al rojo vivo (las provocaciones, los tumultos, los «cerdos» en acción y las muertes «accidentales» de los líderes chicanos); organiza una alternativa de «poder freak» en Aspen, un pueblo de Colorado en el que Hunter S. Thompson, drogota recalcitrante, estaba hibernando hasta que decidió presentarse para… sheriff, con un programa muy especial, etc.