Era un matrimonio de desconocidos…La noche previa a la batalla, el teniente Edmund Summerfield rescató a la misteriosa Amelie Glenville y evitó que unos soldados la acosasen. Exaltados por la tensión e incertidumbre del ambiente, pasaron la noche juntos, pero ese escandaloso acto tendría una consecuencia ineludible...Edmund, hijo ilegítimo de un aristócrata, no condenaría a su hijo a ese destino y le ofreció a Amelie casarse con ella. Después de una luna miel de consecuencias imprevisibles, ¿podrían esos dos desconocidos esperar que su matrimonio de conveniencia se convirtiera en algo real?
Aquello se convertiría en una batalla de voluntades... Simon no podía recordar a nadie que hubiera puesto en duda su autoridad en toda su vida. Era un de Burgh y su honor jamás había estado bajo sospecha. Así que la tensión fue inevitable cuando unos forajidos interceptaron su comitiva y descubrió que su cabecilla era una mujer. En Campion, su palabra era ley y por eso mismo la cosa se complicó cuando descubrió quién era aquella mujer y le ordenó rendirle vasallaje. Arguyendo que era su padre y no ella quien debía vasallaje al hermano de Simon, Bethia se lo negó. Su inquebrantable serenidad consiguió sacar de quicio a Simon, que terminó amenazándola con llevársela a hombros si insistía en desobedecerle. Ella le contestó con una carcajada incrédula… el duelo era inevitable.
Kara Taylor tenía unas cuantas preguntas que formular en lo referente a los hombres. ¿Por qué no expresaban sus sentimientos? ¿Por qué no podían reconocer que se habían equivocado? ¿Y qué podía tener la pesca de especial? A Travis Malloy también le gustaría saber algunas cosas. ¿Por qué las mujeres se dejaban arrastrar por las emociones? ¿Es que no se daban cuenta de que una acción vale más que mil palabras? ¿Y desde cuándo ir de compras es un deporte? Tal vez, si hubieran averiguado las respuestas a sus preguntas nueve años antes, su matrimonio no habría desembocado en un desastre en su primer aniversario. Sí, Kara y Travis estaban locamente enamorados, pero eso no bastaba. Los dos sabían desde el principio que no estaban hechos el uno para el otro. Nueve años después seguían sabiéndolo. Pero había llegado el momento de que empezaran a hablar... porque el amor estaba en juego.
Annie Sweetwater no era como las otras chicas. Todos se lo habían repetido durante toda su vida. Todos, excepto Luke Carpenter, que nunca había dejado que la cojera de Annie le impidiera ver lo que realmente era: toda una mujer llena de sueños, deseos y esperanzas para el futuro... un futuro con él. Luke no podía ni recordar cuándo había empezado a amarla. Para la familia de Annie, ella siempre había sido una muñeca de porcelana en una silla de ruedas. Para Luke, siempre había sido la dulce Annie, inteligente y con un corazón tan grande como el cielo infinito del Salvaje Oeste. Y lo arriesgaría todo para hacerla su mujer.
Jedidiah McBride había viajado a Inglaterra para buscar a un hijo al que no conocía, y allí encontró la pasión sincera de la aristócrata Victoria Thorn. Pero los dos provenían de mundos distintos, y la triste historia de Jed demostraba que su relación estaba condenada al fracaso. Pese a descender de amantes legendarios, Lady Victoria Thorn temía no encontrar nunca un amor verdadero. Es más, las normas sociales exigían que preservara su apellido con un enlace seguro y apropiado. ¿Con qué ojos miraría entonces la aristocracia inglesa a Jedidiah McBride, un marino norteamericano que había desembarcado en el corazón desprevenido de Victoria?
¿Quién se olvidaría de aquel rostro lleno de cicatrices y se atrevería a amarlo? El príncipe Valbrand se había escondido durante años, aunque Dulcie Samples, con su apariencia de chica corriente, era motivo suficiente para hacerle salir a la luz. Pero Valbrand, que había quedado muy afectado por el intento de asesinato que lo había mantenido oculto, había jurado dedicar su vida a dar con los culpables de su situación. Además, Dulcie no se atrevería a amar a un hombre como él. Al menos eso pensaba Valbrand. Pero, a pesar del misterio que lo rodeaba, Dulcie sentía que el destino la llevaba inexorablemente hacia el hombre enmascarado…
Camille Guilford era la única hija de uno de los hombres más poderosos de Australia. Pero la muerte de su padre, lejos de dejarle una importante herencia económica, le dejaría un legado de amargura. Camille tenía claro quién era el culpable del declive de su padre: se trataba de Nick Lombard. Desde el principio lo consideró su enemigo. Sin embargo, todo en él resultaba sorprendente. Desde la ternura que desplegaba con su hija pequeña, hasta su magnetismo ineludible, que la hacía sentirse irremisiblemente atraída hacia él. ¿Podía uno enamorarse de su enemigo?
Él tenía un plan… Después de aquella última misión de incógnito, Jonathan Cleary tenía pensado retirarse a algún rincón de Texas para vivir con la maravillosa mujer de sus sueños. Pero Augusta McBride tenía sus propias ideas. La mujer de sus sueños se había convertido en una chica despampanante… y llena de secretos. De repente, Augusta se encontró casándose con un desconocido medio desnudo… ¡pero estaba encantada! Estaba claro que el misterioso Jonathan Cleary era una fuerza de la naturaleza difícil de controlar.
La muerte de su abuela había hecho que Helen regresara a Castle Howarth y volviera a ver al hombre que había destruido su mundo diez años antes, el hombre al que ella seguía despreciando.
Rafe Fleming había seguido los pasos de su padre y ahora era el administrador de la magnífica mansión. Él era la única razón de las escasas visitas de Helen.
¡Cómo le odiaba... y se odiaba a sí misma porque el corazón se le aceleraba cuando él la miraba o la trataba con aquella desdeñosa condescendencia! ¿Por qué su abuela le había dejado Castle Howarth a él en su testamento... con una cláusula que rozaba el absurdo?
La mansión sería también de Helen... si se casaba con Rafe.
Ruth era joven, hermosa y estaba preparada para el amor... pero era inocente, hasta que Dominic invadió su hogar en la isla y su corazón... Dominic era rico y poderoso, estaba aburrido de la vida y tuvo que luchar contra una tentación a la que nunca había tenido que enfrentarse... Índigo era la isla: cálida, polícroma, seductoramente romántica, bañada por el sol tropical y las aguas azul turquesa del Caribe. Y después de la tormenta, su magia surtió efecto...
El matrimonio de Christie con Ash Lambard iba a ser sólo por conveniencia. Su sobrino tendría así un hogar. Ash y ella no serían más que amigos. Aquella proposición le parecía muy bien a Christie, una viuda joven cuyo primer matrimonio, marcado por la infelicidad, había destruido por completo el lado apasionado de su naturaleza. Pero no tardó mucho tiempo en descubrir que Ash no tenía la menor intención de cumplir su promesa…
Justin St. John no podría olvidar nunca a la niña que entró en Worth Hall con unos ojos claros, abiertos como platos. Pero nada podía haberlo preparado para su nuevo encuentro con Clare, convertida ya en una mujer hermosa y a punto de casarse con un loco. No podía permanecer impasible y ver a la inocente Clare arruinar su vida.
Clare Cummings creyó que podía salvar a su príncipe de la infancia del hechizo de su melancolía. La juventud debía haberle alterado el cerebro. Ahora, había vuelto a encontrarlo y él sólo quería apartarla de su lado. El comportamiento de Justin no era precisamente el de un príncipe. Entonces, ¿por qué se sentía todavía atraída por él?
Entrevistada por una periodista local, una bióloga llamada Elisa cuenta su experiencia a bordo del Zanzíbar II, un pesquero capitaneado por el atractivo pero antipático Mark. Un hombre que al principio parece estar dispuesto a que no tenga una cómoda estancia por el simple hecho de ser mujer. Este incidente y otros muchos harán que el trabajo de investigación al que está a cargo Elisa transforme poco a poco la suya en una relación peculiar y, a pesar de la reticencia de Mark, surja enseguida la chispa entre ambos. El tiempo, y algunas personas, irán descubriéndole a nuestra protagonista que la sombra de dureza que esconde el capitán no es más que una coraza. Finalmente se desvelarán todos los misterios que se esconden tras esos silencios entre ambos, mostrándole a Elisa el hombre que es en realidad.
Cuando el doctor Oliver Hay-Smythe vio cómo la familia se aprovechaba de la candidez y la bondad de Bertha, decidió darle la sorpresa de su vida con una declaración de amor en Navidad…
Edmund Fitzhugh estaba dispuesto a llegar al matrimonio para proteger a Julianna de su malvado hermanastro. La joven estaba prometida a su sobrino, que se encontraba de viaje alrededor del mundo. Por eso, su unión prohibida sólo era un matrimonio de conveniencia. Pero compartir su casa con una belleza tan joven alimentó una pasión que él había creído enterrada hacía mucho...Julianna Ramsay no sabía qué hacer. ¿Quién iba a pensar que la cercanía de Edmund prendería en ella un ardor de mujer que eclipsaba con mucho su capricho infantil por el prometido ausente? ¿Y qué pasaría el día en que volviera de su viaje? ¿Tendría el coraje de elegir el amor antes que el deber?
Sasha y Alan se conocen desde niños. Sus padres son amigos íntimos, y hasta tienen una casa de verano en común. Sucumbiendo al pánico, los dos por separado deciden refugiarse allí para pensar cómo anular su inminente boda... y dejar de ser la pareja perfecta.
Cuando la única familia que le quedaba a Theodosia la excluyó de sus celebraciones navideñas, descubrió lo que esa Navidad le deparaba: un amor especial… con un hombre también especial.
Lord Galen Bromney vivió una sola noche de pasión con Verity Davis-Jones pero eso bastó para dejar en él una profunda huella y para engendrar una hija de la que no tendría conocimiento. Verity se casó inmediatamente con Daniel, un hombre mucho mayor que ella. Y tras enviudar, el cuñado de su marido, Clive, empezó a acosarla con el único propósito de desacreditarla y hacerse con su herencia. Entonces Galen no dudó en acudir en su ayuda, pero no tardaría en descubrir que la hija de Verity era también hija suya, algo que Clive también descubrió y que le proporcionó las armas para destruir la reputación de Verity. Pero ella ya no estaba sola…
Jaclyn Wentworth estaba sola al cuidado de sus tres hijos. Había estado casada con el niño bonito de la pequeña ciudad de Nevada en la que había vivido. Su matrimonio había resultado un desastre porque su marido no había conseguido hacerse adulto y menos aún convertirse en un buen padre. Ahora Jaclyn vivía en Reno. Un día se encontró ni más ni menos que con Cole Perrini, el que siempre había sido el máximo enemigo de su ex marido y el dueño de la peor reputación de Nevada. Y parecía seguir siendo muy diferente a su inmaduro esposo; de hecho, parecía perfecto. ¿Encontrarían Jaclyn y sus hijos el marido y padre que tanto merecían?
¿Podría ella traspasar la oscuridad que lo rodeaba y devolverlo a la vida? Lucius, también conocido como lord Daventry, se había recluido lejos de la sociedad para ocultar una herida de guerra que le había desfigurado la cara. No quería la compasión de nadie y se resistía a los intentos de su abuelo por emparejarlo con Angela... hasta que se enteró de que el anciano estaba a punto de morir y decidió sugerirle a Angela que se comprometieran de manera temporal solo con el fin de satisfacer a su abuelo. Pero no contaba con tener tiempo de llegar a conocer a aquella apasionante mujer. Pronto ambos deseaban con todas sus fuerzas que aquel compromiso no acabara nunca, pero ninguno de los dos imaginaba que el otro sintiera lo mismo...