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Bolsilibros - Servicio Secreto 1151. Huracán de violencia, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

—Usted es el hombre indicado para este trabajo, Crane. —¿Por qué yo? Acabo de regresar y tengo derecho a un descanso. El hombre sentado al otro lado de la mesa solté un gruñido. —Usted habla español perfectamente. Conoce a las gentes del Sur…, especialmente al elemento femenino del Sur, si mis informes son ciertos. —Déjese de chistes. Conozco mujeres en todas las partes del mundo, pero eso no me obliga a aceptar misiones en todos los países en que…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1157. Cuatro mujeres y un cadáver, de Cliff Bradley

Novela, Intriga, Policial

Cuando uno se marcha al fin del mundo, siempre es por razones poderosas. Era el caso de Terry Nelson. La pequeña ciudad de Blenheim, capital del distrito de Marlborough, en la isla Sur de Nueva Zelanda, estaba, como todo el mundo que ha ido algún tiempo a la escuela debería saber, más o menos en el fin del mundo, visto con la óptica de un londinense. Naturalmente, para un habitante de Blenheim, su ciudad es el ombligo del mundo y Londres algo así como otro planeta. Diferencias de perspectiva. Blenheim era un pequeño paraíso. Apenas diez mil habitantes, un mar intensamente azul, una campiña intensamente verde, apenas automóviles, casi ninguna industria y absolutamente ninguna polución atmosférica. De la otra tampoco demasiada, los neozelandeses suelen ser gente de muy sanos principios.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1158. Como malditas ratas, de Frank McFair

Novela, Intriga, Policial

Lanzó una mirada a la marquesina. Sobre ella, en relampagueantes trazos de neón, se leía: CAPISTRANO con letras tan pronto azules como color de fuego. Pasó junto al portero negro. Éste se llevó la mano a la gorra de plato, en silencioso saludo. Apartó una cortina y se enfrentó a una escalera que descendía hasta el sótano, donde se hallaba el verdadero local del club. La escalera era estrecha y mal iluminada. Más parecía, a aquellas horas, una escalera de servicio que la entrada principal. Y sin embargo conducía a uno de los más lujosos club de la ciudad.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1161. El vampiro que guardaba el oro, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

La muchacha estaba aterrada, aunque procuraba contener sus nervios. Dominarse, mantener la serenidad, era imperativo en aquellos críticos momentos. Llovía con fuerza. En las alturas, el viento silbaba lúgubremente. De cuando en cuando, un relámpago disipaba las tinieblas con su resplandor, durante un brevísimo período de tiempo. Entonces, Ilse Kranz podía ver el brillo de las turbulentas aguas del Schünersee a casi doscientos metros por debajo del lugar en que ella se encontraba. El viento arremolinaba los rubios cabellos de la muchacha. Centímetro a centímetro, Ilse se deslizaba por aquella angosta comisa, situada cerca de la base del castillo de Homnitz.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1165. En Harlem, algo se masca, de Frank McFair

Novela, Intriga, Policial

Sam Adeanu era dueño de una droguería y fuente de soda en el trozo final de la calle, muy cerca ya del río Harlem. Una noche de enero, cuando iba a cerrar el establecimiento, observó que alguien abría la puerta de éste y entraba. —Voy a cerrar —advirtió Sam—. No despacho más. El otro no respondió. Sam levantó los ojos hacia él. —¿No me ha oído? —preguntó—. Y además, ¿qué hace usted en esta calle?


Bolsilibros - Servicio Secreto 1170. Diamantes por las nubes, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

La muchacha parecía sentirse perseguida por alguien. Caminaba con pasos muy rápidos y, de cuando en cuando, volvía la cabeza como si quisiera confirmar la certidumbre de sus sospechas. Era de buena estatura y pelo claro. Vestía con sencillez, pero con gusto; los colores de su vestido, bastante vivos, resultaban muy adecuados no sólo al tono de su cabello, sino a su propia silueta, de gran esbeltez. Un observador superficial habría dicho que era un «palillo», pero las formas que se adivinaban bajo la tela eran netamente femeninas y de una solidez total.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1174. Desde el libro de los muertos, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Era agradable encontrarse viajando ya, por encima del Canal de la Mancha. Atrás se quedaba Londres. Y con Londres la popularidad, el revuelo, las molestias de ser repentinamente demasiado conocido de la gente. Algo que no encaja en mi profesión. Lo menos que debe ser un detective privado… es popular. Ya no me era posible investigar un caso cualquiera, sin que la gente a quien yo debía vigilar o espiar, se volvieran, señalándome y diciendo con sorpresa: —¡Mira, si es Robin Madison, el detective!


Bolsilibros - Servicio Secreto 1181. Bajo su propia bandera, de Cliff Bradley

Novela, Intriga, Policial

—Como ve, no es una tarea difícil para un hombre de su talla, y veinticinco mil dólares es una buena suma. —En marcos alemanes. Tengo más confianza en esa moneda. Duke Dart sabía que su advertencia iba a molestar a su interlocutor, por eso la hizo. En efecto, Flint Felton III apretó las facciones, más aún su boca delgada y su mirada fría. El era bien conocido como uno de los máximos «halcones» de su país, uno de los que brindaron con champaña de importación del más caro cuando conocieron la noticia del asesinato del presidente Kennedy, un paladín de la sangrienta intervención en el Vietnam, fervoroso partidario de Wallace, antisemita, antinegro, antiliberal, anti casi todo, especialmente todo lo que atentara al poderío de Wall Street y los grandes trusts, en alguno de los cuales era importante accionista y dirigente. Le gustaba autodefinirse como un «hombre de la antigua frontera» y ciertamente Se parecía a ellos en muchos detalles. Por ejemplo, en éste de venir a Londres a contratar a un mercenario para que le hiciera una faena sucia, con la absoluta certeza de que le bastaría hacer su oferta, eso sí, bien pagada, para que el elegido aceptase, satisfecho.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1182. ¡… y Nueva York fue destruida!, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Todo comenzó así. En aquél, vuelo, exactamente el número 407 de los vuelos internacionales de la compañía americana de vuelos Charter, llamada Starlight. En principio, era un vuelo como tantos otros. De aspecto rutinario, y sin nada especial en sus características ni pasajeros. Sólo en principio. Luego, llegó lo imprevisible.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1185. Dulce muerte en Miami Beach, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Enclavada en la península de Florida. Sobre la bahía Biscayne. El mayor centro turístico de Estados Unidos. Con una población en su área metropolitana cercana al millón y medio de habitantes. La zona incluye las comunidades de Miami Springs, North Miami, South Miami, Golden Beach, Miami Beach, Surfside, Coral Gables, Hialeah, Miami Shores y Opa-Locka. Destacando Miami Beach. Un paraíso. Sol tropical y refrescante brisa marina. Canales y bahías por donde deslizarse, rompiendo la tranquilidad de las aguas. Inexplorados jardines submarinos de coral…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1187. Un maldito bribón, de Cliff Bradley

Novela, Intriga, Policial

—Naturalmente, si falla y es capturado, nosotros nos desentenderemos de su suerte… Eso había dicho sir Charles. Era el bien conocido disco, tan popularizado por las películas y la televisión. Roy Raglan le hizo oídos de mercader y le contestó con cierta soma, eso sí, muy respetuosa, porque sir Charles era un importante personaje, que conocía los riesgos de su oficio. Un condenado oficio donde los hubiera. Y tan inclasificable, como muchos jóvenes paseantes por los alrededores de Piccadilly Circus. Pero a Roy le gustaba; no lo habría cambiado por una cómoda oficina en la City, como ejemplo de sólida y respetable manera de ganar dinero.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1191. Asesinos de vieja escuela, de Burton Hare

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La mujer ya no estaba en su primera juventud, pero sí poda enorgullecerse de su plenitud… si no hubiera sido por su expresión. Poseía un cuerpo rotundo, pletórico de sugestivas tentaciones. Unas piernas largas, magníficas, que habrían hecho la felicidad del noventa y nueve por ciento de las mujeres. Unas caderas que servían de firme remate a esas piernas. Y un rostro bello, pero marchito.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1196. La nueva ola de Scotland Yard, de Clark Carrados

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—Parker, esto es escandaloso. Hay un cadáver en la biblioteca. El alto y delgado mayordomo de cara de palo se inclinó respetuosamente. —Sí, milady… Perdón, ¿cómo ha dicho, milady? La anciana señora, que estaba sentada en un cómodo butacón, no lejos de una chimenea encendida, se llevó los impertinentes a los ojos y miró de pies a cabeza a, su mayordomo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1198. La chica del F. B. I., de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

El auto era un «Oldsmobile» del año 70. Serie «Toronado». Pese a su relativa antigüedad era uno de los modelos más lujosos que circulaban por el mercado. Motor de cuatro cañones y transmisión, automática. Potentes faros delanteros, luces de cola y paneles traseros. Diferentes salidas para el aire acondicionado e infinidad de detalles en el tablero de instrumentos. Un coche de lujo. Digno de un magnate de la industria, de un play-boy de viuda rica o de un aristocrático «hijo de papá».


Bolsilibros - Servicio Secreto 1203. La muerte dentro de mí, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

—Asesinado. Eso es lo que han hecho conmigo; asesinarme. Tan clara y deliberadamente como si me hubiesen acuchillado con un agudo estilete, atravesándome el corazón. O como hincarme una bala en el cráneo. O como hacerme beber un líquido repleto de cianuro. O envenenando mis alimentos con arsénico. Sólo que esto era aún más cruel. Más perverso que una muerte vulgar. Era deliberada, sutil y maligna y lenta. Una forma perversa y malévola de matar a otro semejante. Virtualmente, yo estaba muerto. Muerto…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1205. F. B. I…, ¡jaque mate!, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

—Evidentemente, es nuestro mejor hombre. —Lo es. Pero ¿valdrá la pena sacarle de su actual misión en el Medio Oriente, para encomendarle algo tan complejo y falto de perspectivas, señor? —Evidentemente, la misión en Oriente Medio es delicada. Aquello es ahora un volcán a punto de erupción. Pero hay hombres capacitados para cubrir la vacante del actual.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1207. El espía que bajó al infierno, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Jeff Brandon se consideraba el más feliz de los mortales. Tenía motivos para ello. Recientemente, había conseguido el premio Battle de periodismo por unos reportajes sobre la vida y costumbres de distintas capitales europeas. El galardón era casi tan cotizado como el Pulitzer. Jeff Brandon, con sólo treinta años de edad, gozaba de gran renombre como escritor. Autor de varios libros y colaborador en las más importantes publicaciones de Estados Unidos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1211. La noche del dragón, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Abrió la ventana y contemplo el jardín, descuidado y sucio. Después de tantos años, era la primera vez que volvía a ver lo que en su infancia fuera todo su mundo. Ahora le pertenecía por completo. Pero había cambiado. Todo había cambiado radicalmente en esos años, incluso él mismo. Y los vecinos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1215. Vuelan cuervos sobre el dinero, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

El hombre caminaba con cierta dificultad por uno de los senderos del parque, oscuro y solitario en aquellos momentos. Se apoyaba en un bastón, debido a que renqueaba ligeramente de la pierna derecha, y en la mano llevaba un maletín de ejecutivo. Parecía bastante viejo, a juzgar por la dificultad de sus movimientos y los cabellos blancos que se veían bajo el sombrero. De cuando en cuando, dejaba escapar una tos carraspeante. Entonces necesitaba detenerse para tomar aliento. Había algunas farolas encendidas en distintos puntos del parque, pero la oscuridad, en general, era la nota dominante. El anciano rebasó una de las farolas y, cien pasos más adelante, se detuvo al pie de un frondoso tilo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1227. Trampas para cazar buitres, de Cliff Bradley

Novela, Intriga, Policial

Los señores Costa y Díaz abandonaron a las diez y media de la mañana la oficina de Negocios Generales Limitada con la misma naturalidad que habían llegado y nadie paró mientes en ellos, ni siquiera cuando tomaron un potente y magnífico helicóptero en el helipuerto de Vaduz. A diario llegaban y marchaban hombres de negocios por tal y otros medios. Para entonces, el señor Bryan estaba ya metido de lleno en otra de sus sorprendentes tareas. —Marcia, ¿ya lograste descifrar eso? —Creo que sí. —Entonces, tráelo.