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Bolsilibros - La Huella 117. Una mortaja a medida, de Burton Hare

Novela, Policial

Había sido una noche como muchas otras, ya saben: chicas, música, bebida; más chicas y más música y más bebida. Uno puede reventar por un exceso de comida o volverse loco por un exceso de alcohol, pero, que yo sepa, jamás ha perjudicado a nadie un exceso de chicas, así que la noche había sido como muchas otras, quizá un poco mejor. La única dificultad estaba en conducir el coche por la empinada y retorcida calle de la colina, hacia mi cueva.


Bolsilibros - La Huella 121. Anoche fuí ejecutado, de Curtis Garland

Novela, Policial

Fue un día especial para mí. Creo que nunca había conocido a personas tan importantes, en tan corto espacio de tiempo. Casi llegué a sentirme importante yo mismo. El doctor Marcel Giradoux, director general de la Fundación Giradoux, que creara su tío, Pierre Louis Giradoux, hacía ya algunos años, fue el encargado de hacer las presentaciones. Yo sabía ya de antemano que tendríamos huéspedes muy especiales aquella noche, pero nunca pensé que lo fueran tanto. Me presentó inicialmente al hombre de aspecto gris y vulgar, incapaz de destacar en parte alguna entre la mediocridad del ciudadano medio francés, y que, sin embargo, resultó ser quien menos imaginaba yo.


Bolsilibros - La Huella 126. Luna color de sangre, de Burton Hare

Novela, Policial

Ray Barton se abrió paso entre los policías de uniforme, atravesó la barrera de luz creada por los focos instalados en la oscura plazoleta y se encontró, al fin, en el centro del grupo. Llovía. Una lluvia mortecina y mansa que calaba a los policías, sorprendidos sin sus impermeables de reglamento. También calaba las ropas del hombre despatarrado en el suelo. La lluvia se metía en su boca abierta y en los ojos, inmensamente abiertos y fijos en las nubes.


Bolsilibros - La Huella 130. El funeral de las ratas, de Burton Hare

Novela, Policial

Paré el coche en medio de la oscuridad y di un vistazo en torno. Era un paraje que ni hecho a propósito. Negro como la tinta, las formas más próximas eran los troncos de los árboles y los macizos de los arbustos recortados, que sólo se distinguían como manchas más negras aun que el resto de tinieblas. Si yo hubiese sido un tipo impresionable habrían empezado a temblarme las piernas, teniendo en cuenta lo que me había llevado hasta ese lugar.


Bolsilibros - La Huella 134. Pasaje sin salida, de Curtis Garland

Novela, Policial

Desde las diez de la mañana a las dos de la tarde, podía ser visitado el investigador en su despacho, según añadía una nota mecanografiada sobre un papel adherido a la puerta. Pero eso no siempre era así. A veces, Boggie estaba ausente a esas horas. Y él no tenía secretaria que se ocupara de sus asuntos. Al menos, no la tuvo hasta el día en que se presentó Betty Grayson.


Bolsilibros - La conquista del espacio Ardax 1. El hombre y su robot, de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans. Su carrera se inició a mediados de los años cincuenta, en plena época de esplendor de la literatura popular. Como funcionario de prisiones, durante algún tiempo compaginó su trabajo con la creación literaria, hasta que en 1962, y en vista del gran éxito cosechado entre los lectores, solicitó y obtuvo la excedencia para dedicarse por completo a la escritura. Aunque publicó en varias editoriales, fue durante largos años el autor estrella de la barcelonesa Editorial Toray, para la que escribió novelas de guerra y, sobre todo, de ciencia ficción.


Bolsilibros - La conquista del espacio Ardax 2. Mercados de «hubots», de Clark Carrados

Ciencia ficción, Novela

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans. Su carrera se inició a mediados de los años cincuenta, en plena época de esplendor de la literatura popular. Como funcionario de prisiones, durante algún tiempo compaginó su trabajo con la creación literaria, hasta que en 1962, y en vista del gran éxito cosechado entre los lectores, solicitó y obtuvo la excedencia para dedicarse por completo a la escritura. Aunque publicó en varias editoriales, fue durante largos años el autor estrella de la barcelonesa Editorial Toray, para la que escribió novelas de guerra y, sobre todo, de ciencia ficción.


Bolsilibros - La conquista del espacio Ardax 3. Los bicéfalos, de Glenn Parrish

Ciencia ficción, Novela

Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans. Su carrera se inició a mediados de los años cincuenta, en plena época de esplendor de la literatura popular. Como funcionario de prisiones, durante algún tiempo compaginó su trabajo con la creación literaria, hasta que en 1962, y en vista del gran éxito cosechado entre los lectores, solicitó y obtuvo la excedencia para dedicarse por completo a la escritura. Aunque publicó en varias editoriales, fue durante largos años el autor estrella de la barcelonesa Editorial Toray, para la que escribió novelas de guerra y, sobre todo, de ciencia ficción.


Bolsilibros - Laramie 40. Murió un hombre bueno, de Alv Cortroa

Novela, Aventuras

Alvaro Cortés Roa, nacido el 15 de Julio de 1.919, es un escritor cuya carrera está ligada de manera casi exclusiva a la editorial Rollán, donde, como era habitual, escribió novelas de prácticamente todos los géneros que por la época publicaba la editorial (policiaco, Oeste y Aventuras) en sus diferentes colecciones, como Alv Cortroa para el género policiaco y de aventuras, y ocasionalmente como Alvin Clark o Alvin MC Kinley para las del Oeste, destacando su aportación para la colección F.B.I.


Bolsilibros - Las 100 Joyas de M. L. E 134. Nido de asesinos, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Minutos más tarde Hope sonreía complacido al comprobar que la caravana seguía en el lugar en que habían acampado el día anterior, lo que le evitaba la necesidad de cabalgar tras la caravana. John Durea, sentado alrededor de una pequeña hoguera en reunión con unos amigos, con quienes conversaba, miraron hacia el jinete que se aproximaba a su campamento, con enorme curiosidad.


Bolsilibros - Las 100 Joyas de M. L. E 147. Naciste odiando, Jimmy, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Encontraron una especie de camino, formado por las rodadas de carros y lo siguieron con decisión. Media hora más tarde, entraban en una población. En el centro de la plaza, había un saloon.


Bolsilibros - Lejano Oeste 22. En el oeste hay dragones, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Lejano Oeste 28. Después de morir Lincoln, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Lejano Oeste 34. Hombre de ninguna parte, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal. Sus primeros pasos literarios fueron colaboraciones periodísticas —críticas y entrevistas cinematográficas—, en la década de los cuarenta, en el diario Imperio, de Zamora, y en las revistas barcelonesas Junior Films y Cinema, lo que le permitió mantener correspondencia con personajes de la talla de Walt Disney, Betty Grable y Judy Garland y entrevistar a actores como Jorge Negrete, Cantinflas, Tyrone Power, George Sanders, José Iturbi o María Félix. Su entrada en el entonces pujante mundo de los bolsilibros fue a consecuencia de una sugerencia del actor George Sanders, que le animó a publicar su primera novela policíaca, titulada La muerte elige, y a partir de entonces ya no paró, hasta superar la respetable cifra de dos mil volúmenes. Como solía ser habitual, Gallardo no tardó en convertirse en un auténtico todoterreno, abarcando prácticamente todas las vertientes de los bolsilibros —terror, ciencia-ficción, policíaco y, con diferencia los más numerosos, del oeste—, llegando a escribir una media de seis o siete al mes, por lo general firmadas con un buen surtido de seudónimos: Addison Starr, Curtis Garland (y también, Garland Curtis), Dan Kirby, Don Harris, Donald Curtis, Elliot Turner, Frank Logan, Glenn Forrester, John Garland (a veces, J.; a veces, Johnny), Jason Monroe, Javier De Juan, Jean Galart, Juan Gallardo (a veces, J. Gallardo), Juan Viñas, Kent Davis, Lester Maddox, Mark Savage, Martha Cendy, Terry Asens (para el mercado latinoamericano, y en homenaje a su esposa Teresa Asensio Sánchez), Walt Sheridan.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 18. Piratas del espacio, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

El zumbador eléctrico vibró demasiado cerca del oído de Luis Arana cuya cabeza medio colgada del lecho, entre éste y la mesilla de noche, y pese al sueño que lo dominaba, incrementado por los vapores alcohólicos, despertó sobresaltado, molesto.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 19. Errantes en el infinito, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

Sarita Naranjo dejó descansar su cabeza sobre el pecho de Luis Arana, quien, inundado de suave felicidad, acarició con delicia los sedosos cabellos de la joven. Y ella levantó su mirada hasta encontrarse con la de él, resplandeciente de dicha.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 20. El misterio de los hombres de piedra, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

Al sentir pasos a sus espaldas, Luis Arana, que se hallaba encaramado en el puesto de observación, se volvió viendo avanzar hacia él al segundo teniente Luis Pradera, jefe de los laboratorios de análisis de la isla.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 21. ¡Trágico destino!, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

'Trágico destino' se publicó a principios de los 50 con el numero 21 en la emblemática serie 'Luchadores del Espacio' de Editorial Valenciana. Su autor fué el recientemente fallecido Alf Regaldie. Durante la etapa inicial de la colección sus obras se alternaban con las de la mítica saga de los Aznar de Pascual Enguídanos (George H. White). Alf Regaldie (Alfonso Arizmendi Regaldie) fué un autor muy prolífico de 'novelas de a duro' (o bolsilibros) con más de 600 obras publicadas, cubriendo prácticamente todos sus generos.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 26. Destructores de mundos, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

Un helicóptero de bruñida superficie se acercaba lentamente al horizonte marino. El aparato, además del piloto, llevaba dos viajeros. Uno de ellos, a pesar de ir sentado, se le adivinaba alto y bien constituido; pero no era esto lo que le prestaba un aspecto impresionante, sino su cabeza, que llevaba erguida y en la que destacaba la frente, amplia, despejada, poderosa, y sus ojillos, claros y penetrantes en los que brillaba la inteligencia y una singular agudeza.


Bolsilibros - Luchadores del Espacio 29. D-3, base de monstruos, de Alf Regaldie

Ciencia ficción, Novela

Las compuertas de los compartimientos estancos de la Numancia se abrieron, sin que la isla-base interplanetaria de los terrestres se detuviera en su veloz marcha en torno a la periferia de la atmósfera del planeta 'D-7', y el roto-avión pilotado por el coronel Cris, en el que éste regresaba de Bradiland, se cernió por unos momentos en el espacio descendiendo luego hasta penetrar en el compartimiento, que se cerró tras él herméticamente.