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Bolsilibros - Metralla (1ª Epoca) 58. Las llaves del infierno, de A. Rolcest

Aventuras, Novela

—¡No salga de París, Radnay! ¡Es un anzuelo! —advirtió la joven francesa, Marise Delin. El británico se quedó mirándola, sonriente, en afectuosa burla. Le chocaba que aquella muchacha, que al fin y al cabo era novata en los trabajos clandestinos, se atreviese a darle consejos a él, uno de los más experimentados agentes del Intelligence Service. La expresión de alarma que había en el rostro de la joven la embellecía. Sus ojos dorados, con luces verdes, se hincaban en los del británico. —¡Presiento que es una encerrona, Radnay! ¡Hágame caso! ¡No salga de París!… El británico le puso una mano sobre un hombro y dijo: —Siéntese… Es usted una chiquilla, con alarmas de niño. Veamos, punto por punto, qué la hace pensar así. Nos ha costado mucho seguir los pasos de Jules Diemer. ¿Es cierto?


Bolsilibros - Metralla (1ª Epoca) 62. La flota sigue su rumbo, de Ernie Parker

Aventuras, Novela

El «DE 233», buque insignia de la flotilla de destructores que iba a engrosar las fuerzas navales del almirante Walsh, en Pearl Harbour avanzaba bajo la noche en su ruta hacia el Sur, escoltando desde San Francisco el convoy que llevaba a las islas Hawái armas, municiones y avituallamientos de toda índole. Navegaban con mar de fondo, y tendido en su litera, el subteniente de la Armada, Joseph M. Sídney, soportaba estoicamente los bandazos del buque, que tenía una oscilación de quince grados a babor y otros tantos a estribor. Y a ello había que agregar aquel endiablado movimiento de columpio, como resultado de ir hundiendo en las turbulentas aguas la afilada proa.


Bolsilibros - Metralla (1ª Epoca) 65. Libertad para matar, de Glenn Parrish

Aventuras, Novela

La mano del coronel Smith señaló hacia un bulto de ropas que había en un rincón. —¿Ve usted eso, capitán Bruckner? ¿Sabe lo qué significa? William Bruckner, capitán del Servicio de Información, agregado a la O. S. S…[1] treinta años, rubio, ojos azules, dos heridas —una en Salerno y otra en Cassino—, uno setenta y ocho de estatura y ochenta kilos de peso, volvió los ojos hacia el rincón de la mísera oficina en que se hallaba frente a su jefe. —Un uniforme alemán, según parece, señor —contestó.


Bolsilibros - Metralla (1ª Epoca) 70. Paralelo 70 norte, de Glenn Parrish

Aventuras, Novela

La borrasca rugía en el exterior. Fuertes rachas de viento arrastraban por la helada planicie grandes turbonadas de nieve pulverizada y formaban grandes remolinos, que impedían la visión a corta distancia. El suelo era casi completamente llano, a excepción de un pequeño montículo blanco, que apenas si se podía divisar en aquel atardecer a unos pasos de distancia. Algo oscilaba sobre el montículo, curvándose flexiblemente al impulso de las ráfagas de viento. Era una antena de radio, por medio de la cual, los hombres que había bajo la cubierta protectora del montículo, quedaban enlazados con la base principal.


Bolsilibros - Metralla (1ª Epoca) 89. Noche de sangre, de Glenn Parrish

Aventuras, Novela

>El alarido estalló en la apacible calma del amanecer. —¡Los japoneses están desembarcando! Un hombre corrió frenéticamente a lo largo de la playa, vociferando como un demente. De pronto, una, dos, tres… hasta seis columnas de agua y arena surgieron bruscamente, alzándose con impresionante estruendo a gran altura. Una ametralladora tableteó con rapidez. El hombre que corría fue alcanzado de pronto por la explosión de un obús y desapareció tras una cortina de humo y polvo.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 1. ¡Cobarde!, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

Eric Dieter, tiene miedo de ir a la guerra, morir, perderlo todo...Intenta convencer a su novia Hilda, perteneciente a una influyente familia de militares que le ayude a eludir el frente, Hilda reacciona coléricamente tachandolo de cobarde, el destino y la suerte hacen que Eric campaña tras campaña ascienda de rango y coseche un sinfín de condecoraciones.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 7. Alimaña de uniforme, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

Coulombiers era un pueblo pequeño del noroeste de Francia en una zona montañosa de Normandía, próxima a la costa. Un pueblo con diez mil habitantes, un alcalde, los consejeros municipales y un puesto de gendarmería integrado por doce hombres y un oficial. Un pueblo al que los bombardeos de los Stukas habían llevado el luto para muchas familias. Aquel día en Coulombiers nadie pensaba en lamentarse de los dolores y desgracias pasadas. Los alemanes estaban acercándose al pueblo. El frente estaba solo a unos cuantos kilómetros.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 12. Comando suicida, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

El capítulo5 ha desertado, aunque la pena por deserción sea la muerte estamos dispuestos al perdón si aparece. El capítulo se debió de perder a quien hizo el escaneo o el OCR, pues el pdf nos ha llegado sin el mismo. Si de alguna forma nos lo puede proporcionar, incluso mediante fotos de móvil de las páginas de dicho capítulo, procederemos a arreglar el presente archivo.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 13. La misión de «Irás y no volverás», de Clark Carrados

Aventuras, Novela

La novela narra la historia de Ronald Tracy, oficial americano que mantiene cierta enemistad con un superior por un asunto de faldas. Coleman, que así se llama el superior, aborrece a Tracy aunque trata de disimularlo. Un día encuentra la excusa perfecta para intentar deshacerse de su rival por el cariño de una bella y caprichosa heredera: envía a Tracy a cumplir una oscura misión a una isla del Pacífico ocupada por los japoneses. Es casi una misión suicida, que en nada alterará el curso de la guerra, pero Tracy no puede negarse. No obstante, debido a un error del piloto del avión en que viaja, Tracy es lanzado en paracaídas en otra isla, ésta supuestamente desierta. Tracy no tardará en descubrir que allí existe una base secreta del enemigo, y a pesar de hallarse en clara desventaja, tratará de combatir a los nipones con todos los medios a su alcance, por exiguos que éstos sean. Mientras tanto, un comando japonés de tres hombres ha incursionado con éxito en la base americana de la que ha partido Tracy, llevándose gran cantidad de documentación y haciendo prisioneros al coronel Coleman y a la sargento Beryl Chase, del cuerpo auxiliar femenino del ejército, una muchacha que ha empezado a sentir algo por Tracy. Los nipones y sus rehenes se dirigen a la isla de Kalehala, que los americanos creen desierta y los japoneses consideran como su gran baza contra ellos en ese sector del Pacífico. Pero nadie cuenta con Ronald Tracy, que pese a su inferioridad se revelará como un enemigo nada desdeñable.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 14. Comando olvidado, de Alex Simmons

Novela, Bélico

El sargento Jimmy Templer dio unos pasos, abriéndose camino en la espesa vegetación que habían encontrado nada más dejar la arena amarillenta de la playa donde habían desembarcado.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 15. Condecoración de plomo, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

—Felicitaciones, señor Rigmore. Ha trabajado usted con suma eficacia. Mi gobierno está muy contento de contar con colaboradores de su talla. —Colaboradores interesados, coronel. —Desde luego, señor Rigmore. El coronel Ushiro Tsuroka sonrió mostrando sus dientes blancos. Del bolsillo interior de su chaqueta sacó una abultada cartera y colocó encima de la mesa un fajo de billetes que acercó a su interlocutor. —Eso es una muestra de nuestro agradecimiento por sus… interesados servicios.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 17. Los ojos oblícuos de la muerte, de Alex Simmons

Bélico, Novela

Se dirigieron hacia el portal, vigilado por dos agentes con uniforme. Otros policías formaban una muralla que detenía a la masa de curiosos. El calor y la curiosidad habían hecho huir de los pisos asfixiantes a la gente, que llegó a la calle como estaba, en ropa interior, los hombres en calzoncillos y camiseta, las mujeres en combinación, con la piel brillante por el calor y el sudor.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 19. Chacales de Angola, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Las calles de Nueva Lisboa tenían un aspecto deplorable. Casas semidestruidas, coches incendiados por el efecto de las bombas y los cañonazos, gente llorando por las calles y preguntando por sus seres queridos, algunos cadáveres destrozados o calcinados por el fuego que eran retirados por las brigadas de socorro. Desde su habitación en la quinta planta del Hospital General, el capitán Paulo Da Cunha observaba, consternado, el triste espectáculo que se ofrecía ante sus ojos. El constante ulular de las sirenas y el esporádico estampido de los disparos indicaban que el combate aún no había cesado. Las tropas gubernamentales acababan de ocupar la ciudad que hasta entonces estaba en manos de los rebeldes.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 20. El valor de un cobarde, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

El teniente Wallace estaba sentado en la amplia sala, sujetando su gorra y sus guantes. Se mostraba erguido como si montase un caballo, mirando a través de la habitación el mapa de Corea. La estancia olía a desinfectante y eso le hacía sentirse a disgusto. También le molestaban otras cosas, como por ejemplo el hecho de que un suboficial estuviese en mangas de camisa, trabajando ante él como si aquello no tuviera ninguna importancia. A Wallace le parecía imposible que el ejército tolerase ciertas cosas. Al menos, en un lugar como aquél donde estaban altos jefes militares. Cambió la gorra y durante unos instantes jugueteó con los guantes. Luego volvió a adoptar la misma posición erguida y siguió esperando. Una sola luz brillaba sobre la cabeza del teniente, pero era tan intensa que le hacía sentir más fuerte el calor. Su frente debía de estar empapada.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 21. El largo camino de la esperanza, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Un hospital alemán para inválidos y mutilados de guerra se encuentra en medio de la nueva ofensiva rusa hacia Prusia Oriental. Los pacientes del hospital, entre los que se encuentra el capitán de panzergrenadier Lothar que ha perdido las dos piernas, se verán ante la disyuntiva de rendirse o resistir... Interesante novela en la que se nos muestra el drama de los soldados gravemente mutilados, especialmente el del protagonista que ha perdido las dos piernas, lo cual no es obstáculo para que sea el único de los paciente en hacer frente a los rusos y tampoco de encontrar el amor en una guapa enfermera del hospital. Vamos, que por lo menos aquí tenemos la novedad de que el chico de la novela no tiene piernas… La parte final con el francotirador ruso persiguiendo a los huidos aunque flojea en credibilidad en algún momento resulta bastante intensa. Por otro lado, se nota que el autor está bien documentado sobre la Segunda Guerra Mundial con detalles de este conflicto que agradecemos los apasionados del tema. Es difícil hacer una chapuza con la portada de una novela de este género ya que casi cualquier escena bélica puede valer...pues aún así lo consiguen y nos meten un par de soldados americanos en una novela en la que no aparece ninguno.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 22. Sangre inocente, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Abdel sentía un odio visceral hacia los franceses. No era un odio gratuito. Sus dos hijos y su nuera, miembros del FLN1, habían caído en la lucha contra el invasor. Sin embargo, él no podía empuñar un fusil y dejarlo todo para largarse a los montes junto al resto de sus compatriotas. Se lo impedían sus setenta años, su salud ya resquebrajada y, sobre todo, su nieta Aicha, que habiendo quedado huérfana estaba a su cuidado. Pero Abdel no había renunciado a colaborar con la causa argelina. Lo hacía a su manera, clandestinamente, abasteciéndolos de víveres y pasándoles información sobre cuanto acontecía en el pequeño pueblo de Arzew.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 25. Sólo se muere una vez, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Harold Heacht descubre que su empleado de confianza Curley le está robando y le da la opción de denunciarlo y que lo encarcelen o alistarse en el ejército. Este, lleno de rencor, no tiene más remedio que alistarse y al llegar al grado de teniente se le presenta un día la oportunidad de vengarse: Bruce, hijo de su ex jefe participa bajo su mando en una misión de comando para destruir una base de abastecimiento de submarinos de los japoneses en una isla cerca de Nueva Guinea. Así se propone esperar el momento adecuado durante la misión para acabar con el desprevenido Bruce. ¡Lo que no tiene en cuenta el vengativo Curley es que en la isla se van a tener que enfrentar a algo más mortífero que los japoneses...una tribu de salvajes caníbales!


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 26. Brigadas especiales, de Clifford Hilton

Bélico, Novela

A bordo de su Starfighter, el capitán Patrick Bringham divisó las primeras luces del amanecer y el sol, como una enorme bola anaranjada, se elevó majestuoso en el horizonte. Debajo de la panza del avión, un verdadero tapiz de nubes blancas se asemejaban a un amplio e interminable desierto de arena. Pese a su larga experiencia como aviador de la U. S. Air Force, a Bringham siempre le había fascinado volar sobre las nubes y tener ante sí el cielo azul y despejado.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 29. El búnker de la Adolfplatz, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

El Obergefreiter Willy Vother se arrastró penosamente por el fondo de lo que había sido, hasta la víspera, una trinchera normal y corriente. Ahora ya no lo era. Obuses de todos los calibres, morteros silbantes como grandes moscones coléricos, aparte de cientos de miles de balas, habían devorado glotona y rabiosamente la estructura de la trinchera, no dejando de ella más que la poco profunda zanja por la que el hombre se arrastraba ahora. —¿Qué mosca te ha picado? —inquirió deteniéndose junto al Gefreiter Rolan Keil. —No ha sido ninguna mosca, Willy…, ¡mira!


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 35. Muerte en lo profundo, de Clark Carrados

Aventuras, Novela

Muerte en lo profundo nos narra las aventuras de Barry Blake, un teniente de la US Navy acusado de un asesinato que no cometió. Aunque las pruebas contra él parecen claras, la Marina preferiría que no se celebrase el juicio, a fin de evitar el consiguiente escándalo, por lo que proponen a Blake la retirada de todos los cargos en su contra, a cambio de que presente la dimisión y abandone la Armada. A Blake no le queda más remedio que aceptar eso o la cárcel, así que dimite. Meses más tarde, Blake, bajo la falsa identidad de Thomas Andrew Smith, malvive agarrado a una botella de licor. Un día, poco después del ataque a Pearl Harbor, una patrulla de la Policía Naval irrumpe en su cochambroso apartamento y se lo lleva detenido bajo la acusación de deserción, ya que un tal Thomas Andrew Smith, marinero de segunda, había abandonado su barco cuatro semanas antes sin permiso. La misión de los policías militares es devolverle a Pearl Harbor. El ataque japonés provocó numerosas bajas entre la marinería, por lo que la US Navy anda escasa de hombres, razón ésta por la que no se tendrá en cuenta su deserción. Pero si vuelve a hacerlo, acabará frente a un pelotón de ejecución. Nuestro protagonista se encuentra ante una terrible disyuntiva. Puede decir quién es realmente y librarse de ir a la guerra, ya que el teniente Blake dimitió presionado por el Alto Mando, pero, por alguna razón que ni él mismo acierta a entender, no lo hace. Poco después, el marinero Smith es destinado al submarino Rayfish, a las órdenes del comandante Harnigan. El submarino parte hacia una misión, mientras Blake/Smith descubre entre los tripulantes al hombre que declaró falsamente contra él en el pasado, Dickie Pollock. Otra sorpresa aguarda a nuestro héroe. El comandante Harnigan le ha reconocido, y en una tensa entrevista con él, le comunica que tan pronto como regresen de esa misión deberá abandonar su buque. Harnigan es un buen oficial, pero sabe que Blake era mucho más competente que él, y no le agrada la idea de tenerlo a bordo. De todas formas, a su manera, Harnigan es un hombre justo, y no piensa ensañarse con Blake ni mucho menos. Es más, pide a éste que le eche una mano al alférez MaCkay, un oficial recién incorporado al servicio que, en palabras de Harnigan, está demasiado verde. Mientras se encuentran combatiendo el tráfico marítimo nipón, Harnigan recibe un mensaje del Estado Mayor. Debe dejar a un lado su misión rutinaria y acercarse a determinada posición costera para recoger a un agente secreto, cuyo nombre en clave es Crisantemo Negro, un espía poseedor de importantísima información sobre los efectivos militares nipones. Una vez a bordo el agente, el Rayfish deberá dirigirse hacia unas coordenadas determinadas, donde les estará esperando un hidro, un Catalina, para trasladar al agente a Pearl Harbor. Harnigan pone a Blake en el grupo que, a bordo de una lancha neumática, deberá recoger al agente secreto. A pesar de estar a punto de caer en una emboscada japonesa, logran rescatar al espía y llevarlo al submarino. El agente resulta ser una mujer, y no una fémina cualquiera, sino Moira Edwards, la joven por culpa de la cual Barry Blake echó su carrera por la borda casi dos años atrás. Las cosas se complican para la tripulación del Rayfish. Todos los oficiales, menos el bisoño alférez MaCkay, han muerto durante el combate contra los japoneses. El novato alférez es víctima de una crisis nerviosa, y sólo Smith / Blake puede comandar la nave. Con la eficaz colaboración del contramaestre Crequod, que desde el principio le había reconocido pero que no había dicho nada por no molestarle, Blake se dispone a completar la misión del Rayfish. Pero antes, él y Moira, que también le ha reconocido a pesar del frondoso bigote que altera ligeramente sus facciones, exorcizarán sus demonios interiores, logrando que el amor renazca entre ellos. Será precisamente Moira quien obligue a Pollock a confesar por escrito que Barry Blake fue víctima de una encerrona, para hacerle aparecer como culpable de un asesinato cometido por otros. Lo mejor de la novela, aparte de las sucintas pero correctas descripciones del carácter de los personajes, son sin duda los pasajes de acción, en los que Carrados describe con mano maestra los combates del submarino contra las unidades de la Flota Imperial japonesa. Carrados consigue transmitir al lector toda la tensión, la angustia y el ambiente claustrofóbico que se respira a bordo de un sumergible en misión de guerra, especialmente en los pasajes en los que el Rayfish es acosado por los destructores enemigos y sus terribles cargas de profundidad. MUERTE EN LO PROFUNDO se revela, así, como una de las novelas de guerra más logradas de LGL, un relato en el que el interés no decae en ningún momento a lo largo de sus 96 páginas.