Este libro ofrece varias claves de orientación filosófica para aclararse en un mundo que se nos ha vuelto especialmente complejo, que ya no está territorialmente delimitado, ni polarizado ideológicamente, ni manejado por una burocracia exacta. Observar bien la realidad es una tarea interpretativa que exige desarrollar unos hábitos similares a los del espionaje, sobre todo cuando lo más inmediato es lo más engañoso y la creciente complejidad no se combate acumulando datos o informaciones, sin mediante una buena interpretación. Que la sociedad se nos haya vuelto algo invisible significa que asistimos a un proceso de virtualización general, lo que se muestra en ámbitos tan diversos como la globalización, la nueva economía, la transformación de los espacios sociales, las nuevas guerras, la escenificación política, la construcción social del miedo, la creciente importancia de anticipar el futuro o la renovación de las utopías.
En la actualidad vivimos en una sociedad que ha desarrollado una fobia al dolor, en la que ya no hay lugar para el sufrimiento. Este miedo generalizado se refleja tanto en lo personal como lo social, e incluso en la política. El imperativo neoliberal «sé feliz», que esconde una exigencia de rendimiento, intenta evitar cualquier estado doloroso y nos empuja a un estado de «anestesia permanente». Como en «La sociedad del cansancio», Byung-Chul Han parte del supuesto de que en Occidente se ha producido un cambio radical de paradigma. Las sociedades premodernas tenían una relación muy íntima con el dolor y la muerte, que enfrentaban con dignidad y resignación. Sin embargo, en la actualidad, la positividad de la felicidad desbanca a la negatividad del dolor, y se extiende al ámbito social. Al expulsar de la vida pública los conflictos y las controversias, que podrían provocar dolorosas confrontaciones, se instaura una posdemocracia, que es en el fondo una «democracia paliativa».
¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cuál debería ser su papel en la educación secundaria? Estamos acostumbrados a que la ciencia resuelva muchas de nuestras perplejidades y problemas, pero ciertas preguntas continúan abiertas porque no admiten ninguna solución definitiva. Nos acompañan durante toda nuestra existencia como seres humanos, repitiéndose de generación en generación: son las cuestiones acerca de la muerte, de la verdad, del universo, de la libertad, de la justicia, de la belleza, del tiempo... La filosofía no pretende contestarlas de una vez por todas, sino que sigue enseñando a plantearlas de forma cada vez más rica y más significativa, mientras avanza respuestas tentativas para ayudarnos a convivir racionalmente con ellas. Porque es mejor mantener abiertas las grandes preguntas que contentarse apresuradamente con las pequeñas respuestas... Este libro quisiera ser una iniciación elemental a la reflexión filosófica, tanto para uso de quienes deben acercarse por primera vez al estudio de la filosofía en el bachillerato como de aquellos otros que —a cualquier edad— aspiran a conocer los fundamentos de esta tradición intelectual.
Las drogas alucinógenas y sus efectos han dado lugar a toda una corriente de arte y literatura en la que aparecen nombres tan insignes como Charlie Parker, William Burroughs, Jimi Hendrix y tantos otros. Este volumen recoge dos ensayos pioneros escritos entre 1954 y 1956 en los que Huxley analiza los cambios objetivos provocados por la ingestión de drogas. No se trata de revelación o de un cielo o un infierno de visiones, sino del descubrimiento de una relación de tradición arcaica y que la droga hace visible: la semejanza o la identidad de la mente humana con la realidad substancial del cosmos.
El romanticismo supuso el cambio de mayor envergadura ocurrido en la conciencia de Occidente a lo largo de los siglos XIX y XX. De ahí su enorme importancia. Todos los otros movimientos que tuvieron lugar durante el periodo parecen en comparación, menos importantes y están, de todas maneras, profundamente influenciados por éste. Para Isaiah Berlin, los románticos pusieron en marcha una revolución sin precedentes en la perspectiva que la humanidad tenía de sí misma. Destruyeron las nociones tradicionales de verdad objetiva y de validez ética y causaron efectos incalculables en todos los aspectos de la vida. En su opinión: «El mundo no ha sido lo mismo desde entonces, nuestra política y nuestra moral se han visto profundamente transformadas por ellos. Sin duda, éste ha sido el cambio más radical y más dramático, por no decir el más pavoroso, en la perspectiva del hombre de los tiempos modernos». En las brillantes reflexiones que recoge este libro, Berlin, uno de los principales historiadores de las ideas del siglo XX, traza el desarrollo del romanticismo desde su despertar en el siglo XVIII hasta su desenfrenada apoteosis, mostrándonos cómo este legado aún perdura en la conciencia contemporánea.
Alberto Masferrer conocido como escritor, maestro y periodista también incursionó en el campo de las doctrinas místicas.
Las siete cuerdas de la lira nace del estudio sobre una clase especial de conceptos religiosos. «Recordemos —dice Claudia Lars en su nota de presentación— que más allá de la inteligencia razonable y de los fenómenos naturales que nuestros sentidos pueden comprobar, hay moradas sutiles que conocen y visitan seres humanos como Teresa de Ávila o Ramakrishna, y que la ciencia moderna ya empieza a descubrir».
Una invitación para que encontremos el verdadero yo que habita en nosotros. Caroline Myss nos ofrece un camino interior sumamente original para llegar a conocernos a nosotros mismos. Como esquema principal para este moderno y extraordinario viaje espiritual, Myss se sirve de los queridos y respetados textos de El castillo interior de Teresa de Ávila. Adaptando la visión que santa Teresa tenía del alma, como un bello castillo de cristal que contiene muchas moradas, Myss nos guía de un aposento a otro y nos ayuda a enfrentarnos a diferentes aspectos de nuestro yo, nuestra alma y nuestro espíritu, preparándonos para el definitivo encuentro con Dios y nuestra propia divinidad.
Las sombras de las ideas (De umbris idearum), que es el primero y más innovador de sus tratados mnemónico-lulianos, es el primer texto latino publicado por Bruno en París, en 1582, y dedicado al rey Enrique III. Cuando en 1582 se lo entregó personalmente al rey, no pudo menos de preguntarle si su memoria «era obtenida por arte mágico», y es que, ciertamente, es un tratado de carácter mágico-hermético. El autor lo presenta de la mano del dios Hermes, y en él describe un complejo mecanismo de imágenes distribuidas en cinco ruedas concéntricas móviles. Bruno eleva así en el sujeto que pone en práctica su arte de las sombras una arquitectura simbólica e imaginativa y, de ese modo, trata de complementar la lógica de los conceptos con la mnemónica de los afectos, con el fin de potenciar cognoscitiva y moralmente la personalidad del sujeto.
La tarea del héroe -Premio Nacional de Ensayo 1982- es un libro escrito para fomentar el gusto por dos rebeldías, una contra el orden y otra contra el desorden. La obra se articula sobre tres grandes ejes: en el primero, propone una ética cuyo fundamento es comprender al ser humano como ser activo; en segundo lugar, aborda la figura del héroe y su misión, analizando los principales mitos de nuestra cultura, en la creencia de que nada mejor que la imaginación para explicarnos lo que supone el actuar; y por último, sostiene que la madurez de la ética no se cumple en la legislación positiva del Estado y que la democracia es un ideal o concepto límite de la organización social, no una forma política efectivamente existente aquí y ahora. Esta edición se completa con la incorporación de tres textos vinculados con los temas del libro.
«Por cobardía sustituimos la sensación de nuestra nada por la sensación de la nada. Y es que la nada general apenas nos inquieta: vemos en ella demasiado a menudo una promesa, una ausencia fragmentaria, un callejón sin salida que se abre. Durante largo tiempo me obstiné en hallar a alguien que lo supiera todo sobre sí mismo y sobre los otros, un sabio-demonio, divinamente clarividente. Cada vez que creía haberlo encontrado, debía, tras un examen, cambiar de opinión: el nuevo elegido tenía todavía alguna mancha, algún punto negro, no sé qué recoveco de inconsciencia o de debilidad que le rebajaba al nivel de los humanos. Percibía yo en él huellas de deseo o de esperanza, o algún residuo de pesar. Su cinismo era manifiestamente incompleto. ¡Qué decepción!» (E. M. Cioran) La tentación de existir es el segundo libro de Cioran que se publicó en España en 1973, traducción del original La tentation d’exister, publicado por Gallimard en 1972 y traducido por Fernando Savater. El pensamiento de Cioran, ácido y escéptico, con su estilo incisivo, se convierte en este libro —dividido en once capítulos, el décimo con grupos de aforismos— en una experiencia intelectual imprescindible.
Fundador de la economía clásica y autor de «La riqueza de las naciones» (CS 3204), ADAM SMITH (1723-1790) suele ser tenido sólo como economista, pero el campo de sus intereses intelectuales fue mucho más amplio. Miembro destacado de la Escuela Escocesa de Filosofía Moral y amigo de David Hume, Smith fue un notab le moralista, admirador de la severidad estoica y una persona preocupada por las reglas que gobiernan la conducta humana. De hecho, la obra que en su día le deparó más fama fue LA TEORÍA DE LOS SENTIMIENTOS MORALES, publicada en 1759 y traducida íntegramente por primera vez en lengua española en esta edición. Según Adam Smith, de la mezcla ponderada de simpatía hacia los sentimientos ajenos y de amor propio, que no egoísmo, surgen valores morales que en última instancia hacen posible que individuos interesados en sí mismos puedan convivir en una sociedad justa, pacífica, próspera y libre.
Este volumen reúne seis conferencias que Isaiah Berlin dictó en un programa radiofónico de la BBC en 1952. Suponen una introducción en el entramado teórico de seis pensadores sobresalientes que, en el marco de la filosofía política y moral, articularon doctrinas adversas al concepto de la libertad individual: Helvétius, Rousseau, Fichte, Hegel, Saint-Simon y De Maistre. El eje transversal del análisis de Berlin consiste en un interrogante: ¿por qué debe un individuo obedecer a otro individuo? Las posibles respuestas serán el punto de partida de intensas disertaciones sobre el significado del Estado, la sociedad, el individuo y las leyes.
La energía de lo maldito, su violencia, es la del principio del mal. Bajo la transparencia del consenso, la opacidad del mal, su tenacidad, su obsesión, su irreductibilidad, su energía, anegan por completo la obra en el desarreglo de las cosas, en la virosidad, en la aceleración, en el desbocamiento de los efectos, en el desbordamiento de las causas, en el exceso y la paradoja. En la extrañeza radical, en los atractores extraños, en los encadenamientos inarticulados. El mal no es un principio moral, sino de desequilibrio y vértigo, un principio de complejidad y extrañeza, de seducción, de irreductibilidad. No es un principio de muerte: al contrario, es un principio vital de desenlace. Toda tentativa de redención de lo maldito, de redención del principio del mal, no puede sino instaurar nuevos paraísos artificiales: los del consenso, que sí son un auténtico principio de muerte. Analizar los sistemas contemporáneos en su aspecto catastrófico, en sus fracasos y aporías, pero también en su excesiva eficacia, que les lleva a perderse en el delirio de su propio funcionamiento, supone hacer resurgir en todas partes el teorema y la ecuación de lo maldito, supone verificar su omnipresente e indestructible poderío simbólico. «La transparencia del mal es una nueva vuelta de tuerca, todavía más provocadora si cabe, a partir de las concepciones de Baudrillard sobre la deriva actual del mundo. Lo transestético, lo transeconómico, lo transexual, el espejo del terrorismo, la pérdida de alteridad, los virus y los cracks bursátiles… la desaparición del "mal" soviético… todo un archipiélago de cuestiones que despiertan nuestro asombro a partir de los últimos cambios, se conjuga en un estilo de escritura en el que la seducción, de la que tan frecuentemente ha tratado Baudrillard, es una de sus decisivas armas de seducción y encantamiento» (Vicente Verdú. El País).
Un ensayo contundente por y para la juventud de la mano de uno de los más grandes filósofos contemporáneos. ¿Qué significa ser joven hoy? ¿En qué se diferencian los jóvenes de hoy de los de ayer? ¿A qué influencias están sujetos? ¿De qué manera los afecta la tecnología? ¿Qué opciones vitales y políticas tienen? ¿Por qué un filósofo de ochenta años debería ocuparse de estos asuntos y dirigirse directamente a los lectores más jóvenes? Estas y otras preguntas articulan este breve ensayo, escrito con una prosa transparente y pensado para un público muy amplio, incluidos los propios jóvenes de los que se ocupa. El libro está dividido en tres apartados: el primero contiene una reflexión general sobre la juventud en el mundo contemporáneo; el segundo está dirigido a los jóvenes, y el tercero, a las jóvenes. En todos ellos Badiou realiza un retrato demoledor de la sociedad capitalista contemporánea, la cual, según el autor, promete éxito material y placeres interminables y sin embargo solo abre el camino a la desilusión y la infelicidad. Hechizados por la tecnología, los jóvenes se han convertido en presas fáciles de tres alternativas que, de uno y otro modo, niegan la vida: el nihilismo (o la autonegación), el radicalismo (o el sacrificio) y el conformismo (o la abnegación). Filósofo marxista y radical, férreo adversario de la sociedad consumista, Badiou no ofrece una vuelta a viejos valores ni la reafirmación de una moral conservadora. Por el contrario: la solución pasa por crear una nueva vida. Para él, la 'vida verdadera' no está en el mercado ni en la religión ni en el seno de la familia. Los jóvenes solo podrán experimentar una 'vida verdadera' si se permiten –y se les permite– una lenta exploración y construcción de su propio ser a través de la experimentación de las relaciones amorosas y la adquisición de un desinteresado compromiso político, impulsado por la búsqueda del bien común.
La biología es hoy sin duda una ciencia que despierta un interés creciente entre los ciudadanos y ocupa, en comparación con otras ciencias, una atención destacada en los medios de comunicación. Ello se debe en buena medida tanto al impacto cultural de algunas de sus propuestas teóricas, particularmente la teoría darwinista de la evolución, como a los enormes beneficios y perjuicios potenciales que parecen seguirse de sus aplicaciones tecnológicas, muy en especial en el campo de la ingeniería genética. No es de extrañar, por ello, que desde hace unas décadas la filosofía haya sentido con especial fuerza la necesidad de reflexionar sobre las peculiaridades metodológicas, conceptuales y prácticas de la biología como ciencia. Las preguntas planteadas dentro de este ámbito emergente de la filosofía de la biología no pueden ser de mayor relevancia: ¿qué es la vida?, ¿qué son los genes?, ¿hasta dónde influyen éstos en nuestra conducta?, ¿en qué consiste exactamente la selección natural?, ¿sobre qué entidades actúa?, ¿es la única explicación válida de la evolución?, ¿es incompatible su aceptación con el mantenimiento de la creencia en Dios?, ¿cuál es su estatus científico?, ¿podrá la ciencia alguna vez explicar todo lo relevante del ser humano y de los demás seres vivos acudiendo sólo a principios fisicoquímicos?, ¿cómo encaja la mente en todo este paisaje evolutivo? Este libro pretende ofrecer una muestra significativa de las principales respuestas que se han dado recientemente a esas preguntas y de los argumentos que las sustentan.
«Vivimos en una red de relaciones, jugamos un sinnúmero de juegos, tenemos, en una misma vida, distintos roles. Juntar ese yo abierto, aunque limitado, con las muchas posibilidades a mano sería el secreto de una cultura del bienestar» (Javier Sádaba).Este libro explora los diferentes modos de vida que aportarían una accesible felicidad, un sensato bienestar. Para ello, Javier Sádaba, uno de los filósofos más brillantes y activos del panorama nacional, propone hacer las paces con la desnuda realidad humana criticando las falsas promesas de una felicidad infinita que se revisten, con frecuencia, con el ropaje de las religiones. La vida cotidiana es contemplada como el lugar en donde realizar una existencia plena, lejos del aburrimiento y de la exaltada ilusión. Por otro lado, la ciencia, en sus aplicaciones biotecnológicas, nos pueden aportar una calidad de vida hasta el momento desconocida. La crítica a una vida política vacía, el reencuentro con el humor y una actitud que se mofa de una seriedad de cortón completan el cuadro de un anhelado buen vivir. Si todos nacemos con un don, la cuestión es explotarlo. En nuestra mano está lograr la paz del alma, un cuerpo a punto y una sociedad más justa. En nuestra mano está conquistar La Vida Buena.
«Hannah Arendt falleció repentinamente el día 4 de diciembre de 1975; era un jueves al atardecer y estaba departiendo con unos amigos. El sábado precedente había acabado “La voluntad”, la segunda sección de La vida del espíritu. Al igual que su obra anterior, La condición humana, el trabajo estaba concebido en tres partes. La condición humana, cuyo subtítulo era Vita Activa, estaba dividida en “Labor”, “Trabajo” y “Acción”. La vida del espíritu, tal y como estaba planeada, se subdividía en “Pensamiento”, “Voluntad” y “Juicio”, las tres actividades básicas de la vida del espíritu, en opinión de la autora. La distinción, establecida en la Edad Media, entre la vida activa del hombre en el mundo y la solitaria vita contemplativa estaba naturalmente presente en su pensamiento, a pesar de que para ella aquel que piensa, quiere y juzga no es alguien contemplativo, apartado por una vocación de monje, sino cualquier hombre que ejerce su capacidad humana de retirarse de vez en cuando a la región invisible del espíritu. Arendt jamás se pronunció abiertamente acerca de si la vida del espíritu era superior a la vida activa (como la habían considerado la Antigüedad y la Edad Media). Sin embargo, no sería excesivo decir que dedicó los últimos años de su vida a esta obra, que ella emprendía como una tarea, la más elevada a la que había sido llamada, que se le imponía como ser vigorosamente pensante». MARY MACCARTHY
En pleno siglo XXI, época tecnológica y supuestamente materialista, las creencias religiosas vuelven a estar en el centro del debate ideológico y político. Despiertan pasiones, conmueven a multitudes, encumbran a ciertos líderes y provocan atentados terroristas. Los partidarios de la ciencia pura y dura se escandalizan, otros en cambio consideran que algún tipo de fe sobrenatural es indispensable para soportar la vida y sobre todo la certeza de la muerte. En cualquier caso, Dios se abre paso a codazos de nuevo hasta el proscenio del teatro mundial. Este libro trata de la religión o más bien de las religiones: en qué consiste creer, en qué creemos o no creemos y qué vinculación guardan estas creencias con la más importante y central de todas, el afán de inmortalidad. Pero también se habla de la verdad, de la diferencia entre credulidad y fe, de las vías no dogmáticas del espíritu, de las implicaciones políticas que tienen las ortodoxias fanáticas, del papel de la formación religiosa en la educación de las democracias laicas, etc. Y también -quizá sobre todo- de cómo puede vivirse cara a lo inevitable, sin concesiones al pánico ni excesos de esperanza. Un libro valiente sobre los espejismos y esperanzas del más allá.
Entre 1933 y 1982 Ayn Rand lanzó al mundo su filosofía objetivista con una claridad de razonamiento que la convierte en una figura gigante de la filosofía. Su precisión y sencillez son singulares. Su sistema filosófico racional, basado estrictamente en la lógica y en la realidad, carece de contradicciones y resulta coherente con la naturaleza humana. Sus ideas enfrentarán al lector con un verdadero desafío. Dijo que la libertad y la razón son corolarios: Su acción es recíproca. Cuando los hombres son libres triunfa la razón, cuando los hombres son racionales la libertad se impone. La libertad intelectual no puede existir sin libertad política y la libertad política no puede existir sin libertad económica. Una mente libre y un mercado libre son también corolarios. Dado que el egoísmo es, en palabras de Ayn Rand, la preocupación por el interés personal, todo ataque contra el egoísmo es un ataque contra la autoestima del hombre.
Este libro narra el viaje del discípulo a lo largo del sendero de la vida, cuenta los peligros que lo acechan y advierte acerca de las precauciones que hay que observar en el camino. Se trata, por supuesto, de un viaje iniciático, una singladura que lleva al viajero hasta el corazón de su templo interior, y en la cual la voz del silencio, el eco de la propia alma, es la única guía. Como San Jorge matando al dragón, el alma debe vencer al ego para entrar en contacto con vehículos superiores del ser. La voz del silencio es una joya de la literatura, un monumento de la espiritualidad humana, un frasco de esencias donde se contiene el espíritu del esoterismo oriental. Estos fragmentos de enorme fuerza poética y hondo pensamiento fueron extraídos por Madame Blavatsky del Libro de los Preceptos de Oro, aprendidos en los largos años de estancia en monasterios tibetanos. Es sobre esta base que Blavatsky desarrollaría la Sociedad Teosófica, por ello esta edición se completa con el ensayo la clave de la teosofía, su introducción al sistema de pensamiento de esta escuela.