Hugo y Olivia llevan años pidiendo un perro a sus padres y, después de muchas súplicas, lloros y promesas, ¡lo consiguen! Pero la alegría les va a durar poco. Troya, la perrita de ojos saltones que tiene loquita a la familia, desaparece como por arte de magia y todo apunta a que la ha secuestrado un vecino de la comunidad... Pero ¿quién? Carcajadas asegurada... en la calle La Pera, 24. ¡Cuidado, que engancha! ¡Conoce a los vecinos más peculiares del mundo!
Un negocio misterioso ha aparecido en la calle La Pera, 24, y están pasando cosas muy extrañas. Los abuelos del barrio ya no se quedan dormidos, están siempre atentos a lo que pasa a su alrededor y se dedican a dar vueltas por la plaza mirando al cielo. Y hay días en que el quiosquero lleva corbata, ¡qué raro! Sin duda ha llegado el momento de que Hugo y Olivia empiecen a investigar. Pisotones a montones... en la calle La Pera, 24. ¡Cuidado que engancha! ¡Conoce a los vecinos más peculiares del mundo!
¡El amor está en el aire en la calle La Pera, 24! Olivia encuentra una carta llena de corazones y malas noticias. ¿Su autor podría ser un PisaColaGatos? Hugo, por su parte, no entiende qué le pasa a su hermana. ¿Por qué en este misterio están implicados merluzos, peluches y sudores? Los dos descubrirán que esta investigación resulta especialmente complicada cuando el corazón palpita como una patata frita.
Los Raramuri han creado pequeños artefactos para exterminar pesadillas. Polo Bu sufría de sueños horribles y sus padres le han comprado una de estas útiles maquinitas. Ahora tiene sueños hermosos y tranquilos. Pero la enorme curiosidad de saber cómo funciona este aparato lo ha llevado a desarmarla. Ahora esta averiada. De pronto las pesadillas vuelven, son reales. La familia Bu no esperaba esto.
El travieso Mondragó vuelve a hacer de las suyas. Alborota a todos los dragones en las dragoneras del colegio y el director le da a Cale un ultimátum: si quiere seguir llevando a su dragón con él, debe ir todas las tardes a la dragonería para que sea adiestrado. Una vez allí, Antón, el dragonero, le pide ayuda a Cale con las incubadoras de las futuras crías de dragones. El trabajo parece fácil, hasta que alguien… o algo… los encierra en la incubadora horno de los compactiformes y unos extraños seres disfrazados de plantas roban algunos huevos de dragón. ¡URGENTE! ¡Cale y sus amigos deben recuperarlos antes de que sea demasiado tarde!
Cale y sus amigos han conseguido recuperar una cría de dragón de tierra, pero su misión no ha hecho más que empezar. Ahora deben localizar los huevos de las crías de dragón de fuego antes de que sea demasiado tarde. Pero ¿dónde los habrán escondido esos ladrones disfrazados? Si son dragones de fuego, ¿estarán en la herrería o quizás en el horno de pan? Tienen que actuar rápido, armarse de valor y salir a investigar con sus dragones… Lo que no saben es que alguien o algo los observa muy de cerca.
En esta ocasión, con la ayuda de sus amigos y sus dragones, deben encontrar una cría de dragón de agua, pero antes tendrán que enfrentarse a nuevos desafíos: árboles parlantes, libros con mensajes extraños y unos ladrones disfrazados de plantas con muy malas intenciones. ¿Conseguirán salvar a la cría antes de que sea demasiado tarde? ¡Acompaña a Cale y a Mondragó en su nueva misión!
Las cosas no pueden ir peor. Cale, Mayo y Arco están castigados en el colegio y ahora Casi debe ir solo a la dragonería para cuidad a las crías de dragón mientras Antón y unos hombres intentan sorprender a la banda de ladrones. A Casi no le gustan mucho las aventuras, pero cuando Mofeta, uno de la banda, le dice que puede ayudarlo a recuperar las otras crías, Casi tiene que tomar una decisión. ¿Debería fiarse del chico o será una trampa? Solo hay una manera de averiguarlo.
Los ladrones se han apoderado de ocho crías de dragón de la dragonería. Por suerte, Cale y sus amigos les han seguido la pista y han recuperado seis. Ahora están deseando seguir con la misión, ¡pero llevan toda la semana de exámenes! Y al terminar ¡se pone a diluviar! Lo que no imagina ninguno de ellos es a qué clase de peligros van a enfrentarse esta vez. Frío, viento, hielo y rivales muy crueles. ¿Serán lo suficientemente valientes para encontrar las crías antes de que sea demasiado tarde?
¡Esto no se lo esperaba nadie! La banda de ladrones ha decidido abandonar a sus líderes y unirse al grupo de Cale. ¿Será una trampa? ¿Deberían fiarse de ellos o es solo una estrategia para volver a engañarlos? Los dos cabecillas malhechores siguen sueltos y todavía tienen una cría de dragón en su poder, más dos dragones adultos que robaron en las Montañas Glaciares. Está claro que no van a desaparecer así sin más.
Cale cumple once años y, como es tradición en el pueblo de Samaradó, el dragonero Antón le va a asignar un dragón y le pondrá una prueba: llevarlo a su castillo antes de que la luna alcance su punto álgido. Pero Mondragó no es precisamente lo que Cale esperaba: es demasiado grande, se distrae a cada paso y, para colmo, ¡es incapaz de volar! Con un dragón así… ¿cómo conseguirá superar la prueba?
Cale descubre que Rídel, el libro que sacó Mondragó del castillo del alcalde, puede hablar. El libro le cuenta que los árboles parlantes corren un grave peligro. ¡Alguien los está talando! Rídel convence a Cale para que acuda con Mondragó y sus amigos al Bosque de la Niebla a hablar con los árboles. Allí conocen al viejo Roble que les encomienda una misión: encontrar las seis semillas que darán lugar a nuevos árboles parlantes.
Cale y sus amigos han conseguido la primera de las seis semillas que necesitan para que los árboles parlantes vuelvan a crecer. Rídel les revela que la siguiente está en el laberinto del Baobab, un entramado de raíces subterráneas que lleva agua a las cosechas. Entrar en el laberinto es muy peligroso, pero ellos están dispuestos a arriesgarse. Lo que no saben es que dentro del túnel alguien o algo les está esperando…
Cale y sus amigos tienen que buscar la tercera semilla para salvar el Bosque de la Niebla, pero cuando Cale va a las dragoneras, ¡descubre que Murda y su primo Nidea han raptado a Mondragó! Para ello, Arco se pone la armadura de Cale y se enfrenta a Nidea. ¿Conseguirá vencer a los malvados primos y recuperar a Mondragó? ¿Dónde está la tercera semilla?
Cale consigue descifrar el mensaje en clave que había encontrado en la cabaña de Curiel. El curandero le pide que vaya a verle inmediatamente a las mazmorras. Sin embargo, su misión fracasa nada más empezar. Una vez en el castillo del alcalde, ¡Wickenburg y su hijo le descubren y le encierran en la misma celda que el curandero!
¿Conseguirá escapar y encontrar la siguiente semilla?
Tras el incidente de las Cuevas Invernadero, Cale y sus amigos intentarán recuperar la quinta semilla. Rídel les indica que está en el Parque del Tule. Pero al llegar cerca del árbol del Tule, ven que hay mucha gente mirándolo. Por ello, acuerdan volver después de la cena. Pero antes, Cale contará con una ayuda inesperada… ¿Será una ayuda o tendrá peores consecuencias de las que esperaba?
Cale está castigado en su castillo y, esa misma noche, debería ir con sus amigos al Bosque de la Niebla con las seis semillas. ¿Pero cómo va a recuperar la sexta semilla si no puede salir? Para colmo, en Samaradó ha comenzado la operación de búsqueda y captura de Curiel y Cale oye disparos y dragones que se acercan peligrosamente. Ha llegado el momento de tomar la única decisión posible.
Las leyendas son cosas del pasado... ¿O no? Soberano era un hombre viejo, muy viejo. Era el hombre más viejo que hayáis visto en vuestra vida, tan viejo que conoció el mundo cuando los hombres y las mujeres vivían libres como caballos salvajes en las praderas de la montaña, más allá de la niebla. Por eso, cuando cerraron el orfanato donde había vivido desde que bajó de las montañas, sintió que era el momento de regresar a su origen legendario y, ni corto ni perezoso, se puso en marcha. Claro que no contaba con tropezarse con Clara, una chiquilla perdida que iba a poner patas arriba todos sus planes. Una conmovedora historia para todos los públicos acerca de la amistad más allá de la distancia y de la edad.
«Estas historias de miedo te llevarán en un viaje extraño y temible, donde la oscuridad o la niebla o la bruma o el grito de una persona o el aullido de un perro convierten lugares comunes en lugares de pesadilla, donde nada es lo que esperas. Las historias de miedo tienen a menudo un propósito serio. Pueden advertir a los jóvenes de los peligros que les esperan cuando se enfrenten al mundo por su cuenta. Pero generalmente, contamos historias de miedo para divertirnos. Apagamos las luces, o dejamos sólo una vela encendida. Entonces nos sentamos en círculo y contamos las historias más aterradoras que conocemos. Te recomiendo que leas las historias de este libro, mientras todavía sientas valor en ti y antes de que oscurezca». Alvin Schwartz.