Conjunto de breves ensayos llenos de humor y creatividad que parodian las artes y los oficios. 'El autor respeta la objetividad científica, prodiga igual trato al malechor como al filántropo, al diplomático como al apostador, pues todos son oficios que requieren preparación y condiciones. Cada cual tiene lo suyo. No todo el mundo, por ejemplo, puede ser cuidador de automóviles, torero o cobrador. Apegado a los usos académicos, sus asertos, aun sobre los aspectos más superficiales de cada profesión, son respaldados con notas a pie de página y citas de autores que impresionarían al mismo Jorge Luis Borges. Pura metodología humorística, consciente Aíbal Nazoa, como siempre estuvo de que la risa, sin el recurso del método -la fértil duda cartesiana- resulta almidonada y empírica. A veces nuestro enjundioso autor suelta un latinazo para explicar la buhonería o busca en la Grecia antigua los orígenes del 'servicio de adentro' o del humilde barbero. El lector, pues, va y viene. Esa 'vida real' que vemos y vivimos todos los días es lo que Aníbal coloca ante nuestros ojos. Por eso nos reímos, porque el humorista lo que hace es colocarnos frente a un espejo y descubrirnos. Los gestos del abogado, su indumentaria, su léxico, su oficina, su maletín ejecutivo, su virgen biblioteca de libros intocados son descritos con tan rigurosa minuciosidad que el texto sólo puede desembocar en la risa. Igual pasa con el dentista, el chófer, la criada o la dama caritativa. ¿Por qué Aníbal invirtió tanto tiempo en estudiar tan profundamente a cada una de estas criaturas? Kotepa Delgado lo aclara en el prólogo de este libro. Yo diría que para hacernos a los demás un poco más felices o menos lo otro'. Del autor, prácticamente desconocido en España, es posible decir que nació en Caracas en 1928, que murió en 2001 y que cultivó el humor y la sátira social. También, en palabras de Luis Britto García, que 'concilió erudición con gracia, ternura con acidez, compromiso con libertad de conciencia, densidad con levedad, altura con profundidad'.
«Una gran época pide grandes hombres. Hay héroes desconocidos y oscuros, privados de la fama y de la gloria históricas de un Napoleón. Hoy mismo podríais encontrar, por las calles de Praga, a un hombre desaliñado que no se da cuenta de la importancia que tiene para la historia de la magna época moderna. Si le preguntarais cómo se llama, os contestaría con sencillez y modestia: “Soy Svejk…”». Así empieza una de las novelas más hilarantes y subversivas de la literatura universal: «Las aventuras del buen soldado Svejk». Heredero de Cervantes, Rabelais, Fielding o Sterne, en la segunda década del siglo XX el escritor checo Jaroslav Hasek dio vida al entrañable y humilde soldado Svejk, enrolado en las filas del ejército austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial. Las desternillantes y sorprendentes andanzas de este simpático pícaro moderno, estúpido y sabio a la vez, ninguneado por los estamentos militares. «La comisión me declaró oficialmente idiota. ¡Soy un idiota oficial!», llega a declarar el propio Svejk, constituyen un manifiesto antibelicista de primer orden, una proclama satírica e irreverente contra la futilidad y el sinsentido de la guerra narrada desde la óptica de un idiota genial. La presente traducción de Monika Zgustova fue premiada con el Premio Ángel Crespo 2010. Ahora la reeditamos con las ilustraciones de Josef Lada.
Félix es un hombre de mediana edad que, tras una vida disipada junto a su amigo Ramón al que solía traspasar sus antiguos amoríos, toma la decisión de casarse con la joven Coral y dejar atrás sus tropelías nocturnas. Sin embargo, el Diablo se topa en su camino, haciéndole cinco profecías y poniendo en cuestión todos sus planes. Al ir cumpliéndose las predicciones, y tras una reveleación inesperada, se ve en la tesitura de ceder a Ramón el amor por Coral.
Las cinco vidas de Carlos, es una comedia romántica que pondrá en relieve alguna de las dificultades y debilidades de las relaciones de pareja. En esta comedia, Carlos, va a tener que lidiar no solo con sus propias meteduras de pata ( que no son pocas), sino también con las constantes burlas de su escritora (que tampoco son pocas). Es complicado hacer una reseña de una novela en la que los continuos desencuentros entre escritora y protagonista están demasiado presentes, pero digamos que esta es una novela en la que el protagonista podrá hacerte reír o enfadar dependiendo de la imagen que te vayas formando de él. Entretenida, aburrida, rápida, lenta, graciosa, sosa, comedia, drama...Eso es algo que solo tú podrás valorar.
Un estudio sobre el teatro de Pedro Muñoz Seca, con multitud de divertidas citas. Estampa biográfica - Comedias - El género astracanesco - Los personajes cómicos - La lengua humorística - La sátira - Procedimientos humorísticos.
Una novela a medias entre el esperpento y la comedia negra en la Galicia de los años ochenta. Un esquizofrénico cuenta su historia en un cuaderno para cumplir una revolucionaria terapia impuesta por los doctores que lo tratan. Explica sus experiencias como enterrador en el concejo de Vilabouta, donde debe dar tierra a don Onofre, un viajante de comercio recién fallecido. Pero a los pocos días del sepelio se descubre que don Onofre, poco antes de morir, había comprado varios décimos de la Lotería de Navidad que resultaron agraciados con el premio Gordo. ¿Dónde están esos décimos?, se pregunta su atrabiliaria viuda. ¡En el traje que le sirvió de mortaja!, ya que fue inhumado con la ropa que llevaba puesta cuando murió en un terrible accidente de tráfico. La locura que se desata para buscar los décimos, premiados con 300 millones de pesetas de las de antes, lleva a Sebastián, su único hijo, a Madrid, donde descubrirá la doble vida del padre. Un viaje que no solo será por la geografía nacional, sino también al interior de su conciencia, que se removerá a medida que va averiguado que su padre no era el que aparentaba. Pero Sebastián no es el único que va detrás de la pista del dinero: un guardia civil putero, un proxeneta violento y cabrón y un detective un tanto raro, entre otros disparatados personajes, tienen el mismo objetivo.
Cuando Leticia era una adolescente estaba enamorada de Oliver, el hermano de su mejor amiga. Para su enorme tristeza, tuvo que marcharse con su familia a otra ciudad, pero antes de despedirse prometió que cuando volviera sería una mujer guapa y segura de sí misma y que se casaría con él. Ya no sería más esa niña fea y torpe a la que en el colegio llamaban la Serpiente peluda. Siete años después, Leticia vuelve convertida en una chica preciosa, aunque sigue siendo un tanto torpe… y el primer encuentro con el chico de sus sueños no puede ser más desastroso. Oliver, es un hombre hosco, gruñón y un soltero empedernido reacio al compromiso. Sin embargo, se ve atrapado por el encanto de Leticia y su empeño en conquistarle, debatiéndose entre la obligación de sacarla de los muchos líos en los que se mete y lo que, en contra de sus deseos, poco a poco empieza a sentir por ella.
En un día lluvioso, el joven Norman Huntley organista de iglesia e hijo del librero de la imaginaria ciudad catedralicia de Cornford y su amigo Henry Beddow mecánico de coches tienen la ocurrencia, de puro aburrimiento, de inventarse un personaje: una tal señorita Hargreaves, octogenaria, sobrina del duque de Grosvenor, intérprete de arpa, poeta, dueña de una perra y una cacatúa, e intrépida viajera que siempre va acompañada con su propia bañera. Cuál no será su sorpresa cuando, días después de tal invento, la señorita Hargreaves «en persona» se presenta, con todos sus bártulos, en la estación de Cornford. Frank Baker escribió en 1939 esta hilarante novela que combina la comedia de costumbres británica con una aguda reflexión sobre los mecanismos de la creación literaria y los eternos conflictos entre realidad y ficción.
En una capital de provincia de la España de principios del siglo XX, tres amigos y compañeros de juergas, Tito, Numeriano y Pablito Picavea, comparten ocio en el Guasa-Club. Picavea decide gastar una broma de mal gusto a Numeriano y escribe con firma de éste una carta de amor a la señorita Florita Trevélez, una mujer madura, poco atractiva e ingenua que nunca captó la atención de ningún hombre. Florita se ilusiona por primera vez en su vida. Cree haber encontrado la felicidad que hasta ese momento le había sido negada y, ante la satisfacción de su hermano Don Gonzalo, llega incluso a fantasear con la boda.
No hay lectura por mala que sea que no tenga alguna cosa buena con que reformar costumbres; si de las que abomina hubiese enmienda, daré por bien empleado el trabajo que me ha costado. Pido atención en su lectura y disimulación en sus yerros, que no tendrá pocos. Mucho espero del lector; Dios se le dé bien intencionado, que no siéndolo, en lo muy consumado buscará defecto que poner.
«Una comedia romántica que te transportará a los maravillosos paisajes del suroeste de Francia». Camila Lavín lleva una vida feliz y despreocupada —quizá demasiado— incluso en su trabajo como Guest Experience en un prestigioso hotel de Santander. Sueña con el día en el que su cuenta de Instagram, en la que comparte recetas y estilo de vida, le sirva de trampolín para convertirse en una supernutricionista, profesión para la que en realidad se formó. Quién le iba a decir que la oportunidad llegaría de la mano de unos completos desconocidos a las tantas de la madrugada en torno a una hamburguesa quita-resacas. Serán los mismos que le propondrán integrar el equipo del misterioso proyecto Pirelli y que conllevará instalarse en la campiña bordelesa. Dado lo surrealista de la situación, Camila descarta la idea. Sin embargo, por su mala cabeza, se desencadenarán una serie de acontecimientos que harán que los cimientos de su estabilidad se tambaleen y termine por aceptar la alocada propuesta. Su mundo dará así un giro de tuerca que la llevará muy lejos de su antigua existencia y que traerá consigo unas condiciones de vida insólitas, un proyecto disparatado, unos compañeros un tanto peculiares y un atractivo bombero que le robará el corazón. ¿Conseguirá Camila adaptarse a su nuevo marco entre viñedos franceses? ¿Será el amor un factor determinante para lograrlo?
Aunque el proyecto Pirelli ha llegado a su fin, los problemas de Camila aún no han terminado. Hace días que no sabe nada de Julien. ¿Qué ha sido de él? Con una mezcla de incertidumbre y desesperación emprende un viaje hacía París en busca de respuestas. Tras conocer la verdad sobre la situación de Julien, sus circunstancias cambiarán y le harán replantearse su escala de valores. Camila conocerá la cara más hostil y amarga de la ciudad del amor. Pero gracias a sus pintorescos nuevos amigos, sus días más oscuros se llenarán de luz y de brillo, pero también harán que se vea envuelta en situaciones disparatadas y embarazosas para ella. Entre camilada y camilada, llegaremos al final de esta historia. ¿Logrará Camila volver a ver la luz tras las cortinas? ¿Qué pasará entre Camila y Julien? ¿Será verdad que dos corazones que laten el uno por el otro están destinados a juntarse a pesar de los obstáculos del destino? ¿Y si la única fórmula posible para que el amor de pareja funcione comenzara por quererse uno mismo?
Maestro en el difícil arte de la narración breve, Boris Vian incluyó en este volumen, publicado en 1949, once relatos escritos entre 1944 y 1947. En ellos se aglutinan todas las características que consagraron la obra de esta autor: emoción y fantasía, desenfado y ternura, saludable insolencia y ritmo trepidante. Los lectores que ya se han deleitado con la lectura de sus obras más célebres hallaran en estos cuentos la singular mezcla de surrealista humorismo y delicadeza de toque que caracterizan el inconfundible estilo de Boris Vian.
J. Rodolfo Wilcock nos presenta una singular galería de retratos: las vidas imaginarias de treinta y seis personajes, teóricos, utopistas, sabios, inventores, todos ellos abnegados héroes del absurdo. Seres que, apoyándose en las sólidas bases de la ciencia o de alguna disciplina presentada como rigurosa, o, por lo menos impulsados por una ineludible intuición, llevan sus consecuencias hasta el final y se encaminan tranquilamente —y, tal vez, con argumentos convincentes— hacia la demencia… a menudo, se dice, limítrofe con el genio. Estas vidas monstruosas, que la historia intenta en vano, por pudor, olvidar, son rescatadas por un enciclopedista que registra inexorablemente, Plutarco de lo incongruente, impasible como Buster Keaton, sus más memorables peculiaridades. Saltando a través de disciplinas, épocas y continentes, encontramos entre otros a: José Valdés y Prom, filipino, famoso por sus extraordinarias facultades telepáticas y por la crisis de glosolalia que provocó en los ilustres personajes reunidos en un congreso en la Sorbona; por lo demás, «se parecía demasiado a un santo como para no asociarle inconscientemente a la idea de burdel». Aaron Rosemblum, quien preconizaba, en 1940, el retorno a la época elisabethiana, mediante la abolición de toda novedad aparecida en el mundo desde 1580; confiaba en el apoyo de Hitler, ya que ambos perseguían el mismo objetivo: la felicidad del género humano. Yves de Lalande, primer productor de novelas a escala realmente industrial. Sócrates Scholfield, inventor de un artilugio que demostraba la existencia de Dios. Llorenç Riber, catalán, aclamado director de teatro, quien, entre otras conspicuas «performances», realizó en Oxford un montaje de las «Investigaciones filosóficas» de Wittgenstein. Etc., etc. «La sinagoga de los iconoclastas» evoca los retratos imaginarios de Marcel Schwob y los libros inventados de Borges, pero la profusión de los temas, el ingenio siempre renovado de Wilcock, y su inagotable arsenal de humor, casi siempre homicida, acaban por conducir a un resultado a menudo escalofriante. Estos «iconoclastas» —cada uno de los cuales resquebraja un tanto la imagen que nos hacemos del universo— nos proponen un contrauniverso al cual podemos oponer bien pocas certidumbres. Ya que, —y éste es uno de los méritos principales de este libro de locura maravillosa— casi todas estas teorías son «plausibles», o en todo caso poco menos que aquellas que se ponderan gravemente en las cátedras universitarias.
Un antídoto contra el mal humor que nos enseña a afrontar la adversidad armados con una sonrisa. Arthur Bloch es el gran filósofo del pesimismo contemporáneo, autor de numerosos libros en los que aplica la máxima universal de todos conocida, «Si algo puede salir mal, saldrá mal…», en sus diversas formulaciones. En esta ocasión analiza esas grandes verdades que, expresadas de forma sintética e ingeniosa, nos hacen reflexionar y nos previenen contra todo aquello que puede perturbar nuestra tranquilidad cotidiana mientras nos arranca carcajadas. «Las leyes de Murphy para días que se te hacen bola», el libro para afrontar en las mejores condiciones esta época de crisis que nos ha tocado vivir.
Las leyes de la atracción , segunda novela del veinteañero Bret Easton Ellis, después de la celebérrima Menos que cero , llegó a España precedida del revuelo polémico que levantó, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Un insólito documento, elegante, irónico y descarnado, de los universitarios de New Hampshire en los ochenta. Una pandilla de niños ricos gira frenéticamente en una ronda obsesiva de sexo, drogas y rock and roll , promiscuos y compulsivos, atrapados en un torbellino frío y vertiginoso, en el que no faltan momentos hilarantes. Es la historia burlona de A desea a B, B desea a C, C desea a A; todos ignoran los sentimientos de todos, se entregan a sus perseguidores y, cerrando los ojos, sueñan con otros. ¿Cuáles son las leyes de la atracción a las que se someten estos jóvenes? ¿Es más intenso el deseo de un cuerpo que las ganas de comprar un traje de Armani?
La caleidoscópica estructura narrativa, en forma de monólogos, es brillante y brutal, su estilo resulta sorprendentemente eficaz. La apatía, la desesperación y la angustia de vivir, la crítica a unos padres siempre divorciados y ausentes, que se limitan a enviar dinero, la incapacidad de comunicarse, excepto a través de la música que suena sin fin se camuflan apenas en el humor episódico y el frenesí del consumo.
Si eres de esas personas que no entienden las locuras que rozan lo irreal, esta no es tu novela. Gala vive en un barrio donde las cosas no son fáciles para nadie.
Eric es un inversor de éxito con una vida aparentemente cómoda.
Un encuentro, un pacto y dos mundos diferentes que estarán predestinados a entenderse.
¿Quieres reírte y disfrutar de una comedia que en ciertos momentos te sacará de quicio?
Si la respuesta es sí, enhorabuena porque entonces, ¡esta es tu novela!
Risas, pasión, secretos y una historia en la que, cuando menos lo esperes, los suspiros te asaltarán, unos detrás de otros.
En «Las mil noches de Hortensia Romero», la protagonista de la novela, por mal nombre «Legionaria», relata, de forma descarnada y sin ningún pudor, sus múltiples experiencias eróticas y anécdotas cotidianas durante los años que ejerció el oficio más antiguo del mundo en Sevilla y, sobre todo, en el prostíbulo La Plata de Cádiz, al que considera «su casa». Sus clientes van desde chiquillos vírgenes, poetas, pintores y aristócratas hasta viejos sin escrúpulos con enfermedades venéreas. El contacto con las más sórdidas miserias humanas ha ido acentuando su espíritu de tolerancia y su escepticismo frente a la condición humana y a los «valores» sociales. En la obra, finalista del Premio Planeta de 1979, Fernando Quiñones hace un agudo y malicioso retrato de la sociedad gaditana. Al atractivo de la narración contribuyen la variada galería de personajes secundarios y los diversos relatos intercalados.
La salud es algo muy serio, por eso es mejor tomársela con humor. Así lo cree esta enfermera que recorre los pasillos a toda pastilla y que en La sonda del viento analiza con detalle las muestras de sus pacientes y todo lo que le rodea. Desde lo complicado que es aparcar en los hospitales hasta las cenas de empresa, pasando por todo el catálogo de cacharritos para revisarnos la salud en casa, las contraseñas imposibles de recordar o los momentos más surrealistas vividos en la puerta de Urgencias y en el laboratorio. Porque aunque no lo creamos para el análisis de heces es suficiente una muestra del tamaño de una nuez. Un divertido viaje al corazón de un hospital que bien podría ser el nuestro. Porque el humor no cura las heridas ni acaba con las listas de espera, pero al menos lo hace todo más soportable.
Después de La vida es suero y El tiempo entre suturas, y tras recorrer media España infructuosamente haciendo turismo de oposición en busca de la plaza fija, la Enfermera Saturada, «Satu» para los amigos, vuelve a la carga más saturada y más desatada que nunca con Las uvis de la ira. COMPOSICIÓN Principio activo (75%): Humor sanitario. Excipientes (25%): Ironía, humor negro, algún tuit y mucha retranca gallega. POSOLOGÍA En adultos no sanitarios, administrar un capítulo cada 8 horas. Si se pertenece al gremio, administrar libremente. INDICACIONES Capítulos de humor sanitario para enfermeras saturadas, estudiantes, supervisoras, mujeres que llaman de la bolsa de empleo, sanitarios en general y pacientes en particular. CONTRAINDICACIONES No se recomienda su administración en ministros de Sanidad. PRECAUCIONES Aplicar con cuidado en consejeros de Sanidad y directoras de Enfermería. EFECTOS SECUNDARIOS Explosiones descontroladas de risa, pérdidas leves de orina, deseo irrefrenable de estudiar enfermería y adicción al mundo de Enfermera Saturada. INTOXICACIÓN En caso de sobredosificación, no llamar al Centro Nacional de Toxicología. PRESENTACIÓN 100% digital. Tinta electrónica no comestible. ADVERTENCIAS Mantener fuera del alcance de enfermeras tristes. Laboratorios Enfermera Saturada®. Mirando al dolor con una sonrisa desde 2012.