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Bolsilibros - Servicio Secreto 1417. Cuanto más muerta, más guapa, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

Oh, amigo, cuánto me alegra haberle encontrado. Me llamo Robert Malcolm. —Bob para los amiguetes— y cuento treinta años de edad. La imagen que el espejo da de mí es la de un tipo de un metro ochenta de estatura, setenta y cinco kilos de peso, una complexión que no está nada mal, y facciones de rasgos enérgicos. Las mujeres dicen que estoy pasable, y los hombres que soy soportable. Mi profesión es la de detective privado.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1421. Asesinato en la frontera (2ª Ed.), de Bruno Shalter

Novela, Intriga, Policial

Dos muchachas sentadas en el bar del «Salón Azteca» interrumpieron su conversación cuando entró, y le siguieron con la vista a medida que fue avanzando lentamente por detrás de los escabeles hasta la puerta de la sala. Llevaba las manos en los bolsillos. Al llegar a la puerta se detuvo y paseó por la sala una mirada circular. En el estrado, la orquesta desarrollaba, sobre el batir pegajoso del bongo, una melodía lenta y sensual. No había mucha gente: turistas norteamericanos en su mayoría y los habituales. Una docena de parejas se balanceaban en la pista. La luz se concentraba encima de los músicos, dejando el resto en una semiobscuridad que hacía destacar, por contraste, los rotulillos rojos de las salidas de emergencia y el verde de la entrada a los lavabos. A ambos lados de la sala estaban los palcos, recogidas simétricamente en todos las cortinillas de su ventana rectangular. Sobre el antepecho de uno se apoyaba un brazo desnudo de mujer, cuya propietaria quedaba en la sombra. En otro se avivaba a intervalos la brasa de un cigarrillo. Los turistas charlaban en las mesas, altos y rubios, desgarbados como peleles junto a la gracia lánguida de los camareros mejicanos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1430. El diablo en Saint-Just, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Era una pequeña estación después de Cayeux-sur Mer, antes de llegar a Boulogne-sur-Mer. El tren de París-Amiens-Calais, que tenía su origen en la Gare du Nord parisina, y enlazaba con el ferry que cruzaba el canal hasta Folkestone, en las Islas Británicas, se detenía escasos minutos en aquella estación. Escasos, pero suficientes para que los viajeros, si los había, bajaran a tierra. Habitualmente no eran muchos, e incluso a veces no había ningún viajero, pero el furgón de cola del convoy ferroviario aprovechaba el momento para depositar en la estación el correo y la prensa del día. Al solitario viajero de aquella tarde, le bastó con un solo minuto para bajar sus dos maletas y descender él mismo al andén.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1432. ¡Matad al fugitivo!, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

La voz del rifle levantó ecos en todo el bosque, haciendo que millares de pájaros emprendieran el vuelo, chillando y batiendo alas con estruendo. La bala arrancó un buen pedazo de corteza de un grueso tronco y aulló, perdiéndose más allá de John Cannon, agazapado junto al árbol, herido. «Esta vez sí —pensó—. Esta vez van a conseguirlo».


Bolsilibros - Servicio Secreto 1434. Ventana a la noche, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

La noche parecía diferente allí, al otro lado del río. Era como si la niebla se enroscase en esos parajes en torno a seres y árboles, a edificios y objetos, como algo vivo y pegajoso, que quisiera dar más hálito de misterio a lo que ya de por sí resultaba allí oscuro e inquietante. En sitio así, todo parecía posible. Incluso lo imposible. Muchas personas aprensivas dejaban de transitar por aquella zona, especialmente de noche. Hubiera sido un error pensar que lo hacían simplemente por evitar un mal encuentro con algún delincuente habitual. Era algo diferente lo que la gente temía allí, al otro lado del río. Algo que no tenía forma ni nombre, pero que ellos intuían que estaba allí, aunque lo cierto es que quizá jamás había existido.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1437. El muerto no tiene coartada, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

El rostro de James Bennett se tornó pálido. Cadavérico. Lentamente depositó el auricular en su base quedando unos instantes inmóvil. Con la mirada ausente. La boca entreabierta. Reflejando en sus facciones una mueca de estupor. Se abrió la puerta del despacho. Aquello no hizo reaccionar a James Bennett. Su mueca ya adquiría tonalidades de estupidez.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1447. Dorada sombra de muerte, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Bueno, amigos, pónganse cómodos y déjenme que les cuente algo sobre Afrodita. Ustedes saben quién fue Afrodita, naturalmente. Aquella diosa, símbolo del amor sensual, que tuvo sus más y sus menos con una lista de dioses mayores y menores más larga que su brazo. Vulcano, Mercurio y Marte anduvieron de cabeza para hacer con ella lo que ella andaba pidiendo. Ésos como pequeño ejemplo. Aunque quizá fuera más propio preguntarles si saben quién es Afrodita. O, afinando mucho, aún resultaría más apropiado preguntarles si les gustaría acostarse con Afrodita.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1449. El cianuro es muy indigesto, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

Mientras se preguntaba qué había hecho para merecer la invitación a pasar el fin de semana en la mansión del poderoso Jermyn Rainer van Clyschen, Ben Potter dio la vuelta al camino que se detenía frente a la casa y paró el coche. Casi en el acto, un estirado mayordomo salió a su encuentro. —Soy el señor Potter —dijo el recién llegado. —Mi nombre es Jenkins, señor —manifestó el mayordomo—. Si me permite su equipaje… —Por supuesto. Potter entregó un pequeño maletín a Jenkins. Para dos días, no necesitaba demasiado equipaje. Van Clyschen le había advertido que no era amigo de ceremonias y no tendría que vestirse de etiqueta para las cenas.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1459. Lamento por una rubia, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Entré al teatro por la puerta del callejón, la que daba al escenario. Había un portero metido en una garita. Estaba leyendo el periódico y cuando hice mi pregunta gruñó algo entre dientes. No le entendí una palabra.—Oiga —insistí—, quiero ver a Ellen Evans. ¿O no habla usted mi idioma?Apartó la atención del periódico y me miró con evidente disgusto. —Todo el mundo quiere ver a…Su voz se quebró.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1460. El disco rojo, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

Cuando un hombre, joven, fuerte, robusto, con una salud a prueba de bombas, y nada mal parecido, dicho sea sin falsa modestia, se encuentra en la situación en que yo me encontraba en aquellos momentos, entonces, el nombre propio suena a burla. Es, como suele decirse, una ironía del destino. Porque yo me encontraba arruinado y sin trabajo. El apellido es Kabb y el nombre Prosper. Los amigos hispanos me llamaban Próspero. Mi situación personal no concordaba en absoluto con el nombre. No había nada de prosperidad en mí aquel día, cuando la patrona me había arrojado a la calle, quedándose con mi maleta, ya que llevaba tres semanas sin pagarle el hospedaje.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1464. Cita en Miami, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Norman Weston entornó los ojos. Fijos en el individuo que permanecía frente a él. Un hombre joven. Atlético. De rostro bronceado y correctas facciones. Abundante pelo le caía rebelde sobre la frente. Sus ojos eran grises, de un sempiterno brillo marcadamente burlón. Vestía chaqueta sport, camisa de bámbula rayada en azul a juego con pantalón de sarga. ¿Un jugador de basketbol? ¿Un play-boy?


Bolsilibros - Servicio Secreto 1466. El escudo del asesino, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

El hombre caminaba por la acera, en aquella zona residencial, poblada de lujosas villas, con grandes jardines alrededor, todas ellas con su piscina y, algunas, incluso, con piscina cubierta y climatizada. Apenas se veían coches en la acera; la mayoría de los propietarios los encerraban en sus garajes. A trechos, se veía un farol que parecía envuelto en una especie de aura amarillenta, debido a la niebla que se deshilaba a ras del suelo. En la mano, el hombre llevaba un paquete que parecía una caja de cigarros. De pronto, un individuo surgió de detrás del grueso tronco de un tilo, situado equidistantemente entre dos faroles. Esta circunstancia, más la niebla, hacía que la oscuridad resultase casi absoluta en aquel lugar.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1468. El carnicero de Montmartre, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Una noche un hombre, con paso lento, firme, seguro, avanzaba por la callejuela empedrada, vieja y tortuosa, perdiéndose entre casas de vecindad y algún que otro local nocturno de escasa vida. Porque el hombre llevaba la muerte consigo, bajo la amplia y deslucida gabardina oscura. En un momento en que la luz de una farola iluminó sus manos enguatadas, una de las cuales se perdía bajo la gabardina, algo centelleó también debajo de ésta. Algo metálico, rígido y afilado, de un azul frío y reluciente. Un hacha. Una afiladísima y temida hacha, que aquella mano parecía manejar bien. No era grande, pero sí sólida y de hoja capaz de abrir en canal cualquier cuerpo, vivo o muerto, sin dificultades. El hacha de un carnicero.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1488. Un sucio asunto, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

Se acercó al tocador y se miró en el espejo. Era rubia, llenita, de ojos claros y facciones que en otro tiempo debieron ser bellas, pero que ahora, con el paso de los años, dejaban algo que desear. Se aproximaba peligrosamente al medio siglo de existencia y eso la horrorizaba. Se pasó el cepillo por el cabello, se limpió el rostro, empolvándoselo después, y se aplicó unas gotitas de colonia. Tomó el batín de seda de la percha y se lo puso.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1497. Un millón por cabeza, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

Aunque estaba atado a una silla y la fuga era imposible, el chico no parecía asustado ni mucho menos. Antes al contrario, se burlaba despiadadamente de los cuatro hombres que estaban frente a él, contemplándole con hostilidad no disimulada. —Mi padre os encontrará pronto, especie de bastardos, y hará que os corten los huevos —dijo el chico. Escupió despectivamente—. Montones de basura con patas, eso es lo que sois vosotros, incapaces de conocer lo que es un verdadero hombre como mi padre…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1499. 7 tiros para 7 asesinos, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

Las horas pasaron lentamente. Lewton había trabajado mucho aquel día y sentía la pesadez del sueño, que cerraba sus párpados, pese a los desesperados esfuerzos que hacía por mantenerse despierto. Pero al fin, el sueño terminó por derrotarlo y su cabeza se dobló sobre el pecho. De repente, despertó, terriblemente sobresaltado. Fue a echar mano de su revólver, pero no lo encontró. —No lo busques —dijo la mujer que estaba situada frente a la mesa. Lewton sintió pavor. —Dahlia… Ella vestía enteramente de negro y tenía en la mano un revólver de metal pavonado.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1500. Los tentáculos del terror mundial, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Josef Holzmayer creía saberlo. Estaba seguro de saberlo. Le había costado tiempo percatarse de ello, pero ahora casi podía jurarlo. Y la significación tremenda de esa certeza, le había provocado una excitación poco frecuente en él. Josef Holzmayer había sido siempre un hombre frío, cerebral, sereno y equilibrado hasta la exageración. Había quien decía de él que no tenía sensibilidad ni acusaba emoción alguna, ya fuese de complacencia o de contrariedad. Y muy posiblemente, quienes eso afirmaban tenían toda la razón del mundo. Esa mañana, Holzmayer se sentía particularmente inquieto y nervioso, cosa todavía más insólita en un hombre de su carácter. Pero existían razones poderosas para ello, razones que desgraciadamente no hubiera podido exponer a nadie en estos momentos. Y a su secretario o a su amiguita, menos aún que a ninguna otra persona.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1502. Hembra de fuego, de Clark Carrados

Policial, Novela, Intriga

EL atraco les ha salido perfecto a los forajidos. Doscientos mil pavos de botín y ni un fallo. La operación ha resultado óptima. Aunque, sí, han tenido un pequeño fallo. Pero no tiene demasiada importancia. A fin de cuentas, el muerto no pertenece a la banda que asaltó el Banco. Se trata de un infeliz que pasaba en aquel momento, un transeúnte de los muchos que circulaban por las inmediaciones del lugar donde se ha producido el suceso. Bah, para ellos, menos que nadie.Los atracadores salían ya con su botín, sin que se hubiese producido la menor alteración, ni una voz más alta que otra, ni un solo disparo. Entonces fue cuando pasaba aquel pobre hombre. Debió ver algún conocido, porque levantó la mano, para llamar su atención. Los atracadores han creído que se trataba de un policía que hacía señas a algún compañero apostado en las inmediaciones. Entonces, uno de ellos le ha metido cuatro balas en el cuerpo, así como suena. El pobre hombre ha caído sin decir ni pío, sin saber siquiera lo que ocurría.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1507. Nueva York-Berlín: Sin regreso, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

La prisión de Foxs Hill, en el estado de Texas, era una de las menos confortables de los EE. UU. Enclavada en la tórrida colina que le daba nombre. Totalmente aislada. Lejos de la civilización. Los funcionarios del penal podían considerarse también como prisioneros. El peor castigo era ser destinado a Foxs Hill. La mayoría de los carceleros habían llegado allí tras un expediente disciplinario. Y descargaban su mal humor sobre los reclusos. Lo normal.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1510. No siempre se gana, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

La rutina del día se vio rota por la aparición de aquel hombre joven y atlético, bien parecido, que se identificó como policía. —Mike Madox, detective de primera —mostró a la vez su placa, en un estuchito de piel. Lorena Clayton, secretaria de la Foster Company Ltd. parpadeó sorprendida. ¿Qué podía querer de ella un policía? Sus compañeros y compañeras de trabajo en aquella amplia sala cesaron en sus tareas, tanto de revisar papeles como de mecanografiar.