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Bolsilibros - Punto Rojo 1024. El muerto se divierte, de Clark Carrados

Novela, Policial

El coche rodaba velozmente por la carretera que serpenteaba entre las montañas, mientras su conductor tarareaba entre dientes, acompañando a la melodía que brotaba de la radio que tenía encendida. A veces, daba golpecitos con la mano en el volante, siguiendo así el compás de la música, en aquellos momentos, era un hombre feliz. Llevaba encima un costoso reloj de pulsera y, en la mano derecha, un par de anillos, uno de los cuales ostentaba un rubí de dimensiones más que regulares.


Bolsilibros - Punto Rojo 1026. Miedo bajo el sol, de Curtis Garland

Novela, Policial

Ella se estremeció ligeramente. Evitó mirarle. Una profunda angustia, una inseguridad tremenda, se reflejó en su bello rostro meridional, en la profundidad de sus ojos color ámbar oscuro. La vio humedecer los labios con cierto nerviosismo. Su voz apenas fue audible: —¿Crees que es cierto? —¿Cierto? ¿El qué? —Todo esto, Ralph. ¿Es cierto que ha llegado el momento?


Bolsilibros - Punto Rojo 1028. Terror en Las Vegas, de Curtis Garland

Policial, Novela

El conserje levantó la cabeza. Fijó sus ojos en el recién llegado. —Lo siento, señor —dijo escuetamente con tono mecánico—. No hay vacantes. Tenemos todos los apartamentos ocupados. El otro no dijo nada. Se inclinó sobre el mostrador de recepción. Hacía mucho calor. El conserje se enjugaba el sudor con un pañuelo. El visitante hundió la mano en un bolsillo de su chaqueta color crudo y el conserje pensó que también iba a sacar un pañuelo para secarse las gotas de sudor que corrían por su frente.


Bolsilibros - Punto Rojo 1029. La misteriosa muerte de Mr. Brennan, de Clark Carrados

Novela, Policial

La misteriosa muerte de Wilbur P. Brennan amenazó convertirse en un enigma que pareció iba a no ser solucionado jamás. Mr. Brennan apareció muerto en su gabinete de trabajo, que era salón y biblioteca al mismo tiempo, con un agujero de bala a la altura del corazón. Lo que convirtió su muerte en un enigma fueron las circunstancias en que se había producido. En el momento de morir, Mr. Brennan estaba solo. La puerta apareció cerrada con llave y ésta encima de la mesa de trabajo.


Bolsilibros - Punto Rojo 1032. Billetes firmados con sangre, de Clark Carrados

Novela, Policial

El individuo había entrado con un maletín en la mano, que dejó en el suelo, mientras se disponía a marcar un número de teléfono. Introdujo una moneda, descolgó el aparato y en aquel momento fue cuando se produjo la explosión. Lo primero que vio Kline fue un espantoso relámpago Después, contempló la cabina, que volaba por los aires, hecha pedazos. El hombre fue despedido a gran distancia. Dejaba en su camino jirones de ropa y un rastro horriblemente sangriento de miembros y vísceras destrozadas por la explosión.


Bolsilibros - Punto Rojo 1034. Vacaciones sin crimen, vacaciones perdidas, de Clark Carrados

Novela, Policial

Harmony salió de la casa, buscó la parte posterior y se adentró en la floresta, bañada por la luz de la luna. Poco después, alcanzó un camino de tierra, bien cuidado, sin embargo, caminó con paso firme, pero por el borde, buscando las zonas más oscuras en todo momento. De cuando en cuando, a través de algún claro de la vegetación, divisaba el océano, rielando bajo la luz de la luna, todavía en creciente y que, por lo tanto, se escondería ya muy pronto. Cuando eso sucediese, llegaría la embarcación con la mercancía.


Bolsilibros - Punto Rojo 1036. Lou Bell, pájaro de cuenta (2ª Ed.), de Clark Carrados

Novela, Policial

Estaba sentado cómodamente junto al fuego, con un buen libro en las manos y una copa de coñac en la mesita contigua cuando, de pronto, sonó el teléfono. La mano libre alzó el aparato. —Lou Bell —dijo. —Soy Salomón. Toma nota, Lou.


Bolsilibros - Punto Rojo 1037. El rostro tras la cortina, de Curtis Garland

Novela, Policial

El disparo restalló acremente en el callejón. Un cercano silbido reveló a Duke Slatery que la bala no había pasado precisamente lejos de su cabeza. Eso dio alas a sus pies. Echó a correr más deprisa de lo que lo hiciera hasta entonces. Un segundo estampido retumbó allá, a sus espaldas, pero esta vez el proyectil pasó mucho más distanciado. El asfalto estaba negro y brillante por la llovizna y la niebla que se espesaba como si fuese puré en las calles de San Francisco, muy especialmente en las más angostas y viejas del Barrio Chino. Sus zapatos pasaban sobre él como un repiqueteo sordo y veloz.


Bolsilibros - Punto Rojo 1040. Pesadilla en Blues, de Curtis Garland

Novela, Policial

Nunca me ha avergonzado decir que soy un hombre de pueblo. Aquí, en la gran ciudad, donde todo el mundo presume de procedencia especial, alardeando ser de acá o de allá, siempre una población grande e importante, a mí nunca me causó complejo decir que era de una pequeña aldea que no figuraba en ningún mapa, perdida en un lugar de Illinois y que mis padres habían sido granjeros hasta que un desgraciado accidente acabó con la vida de mi padre y mi madre tuvo que vender la propiedad y trabajar duro para sacarme adelante y darme unos estudios. Tan duro, que murió apenas cumplidos los cuarenta y ocho años, gastada y agotada, con su corazón, habitualmente enfermo, herido ya de muerte desde que se quedó viuda.


Bolsilibros - Punto Rojo 1041. La bola de cristal color de sangre, de Clark Carrados

Novela, Policial

Los hombres surgieron de la oscuridad y la atacaron cuando menos lo esperaba. Mary Stiller empezó a gritar en demanda de auxilio, pero una mano tapó su boca, cortándole la voz en el acto. Otras manos la agarraron por distintas partes del cuerpo, tratando de levantarla en peso. Mary se resistió con todas sus fuerzas. Movió el pie derecho. Un hombre se quejó y dio dos pasos hacia atrás con las manos en la entrepierna, quejándose como un animal herido.


Bolsilibros - Punto Rojo 1042. El sabor de la violencia, de Curtis Garland

Novela, Policial

La mujer de los cabellos rojos supo que iba a morir. Era demasiado tarde, sin embargo, para volverse atrás. Había llegado hasta allí con la idea de poner en claro, de una vez por todas, algo que la torturaba desde hacía tiempo. Su idea había sido sólo ésa: desenmascarar a alguien y terminar con un estado de cosas intolerable. Nunca pensó que tal empeño pudiera conducir a la muerte.


Bolsilibros - Punto Rojo 1044. Vendetta, de Adam Surray

Novela, Policial

Faltaban pocas millas para llegar a Chicago. Por la vía de acceso norte de Lund Hill. El Pontiac conducido por Samuel Bussey circulaba a gran velocidad. Poco le importaba la oscuridad de la noche. Conocía aquel acceso como la palma de la mano. La noche no era agradable. Demasiado calor.


Bolsilibros - Punto Rojo 1047. 13 clavos para un ataúd, de Clark Carrados

Policial, Novela

La puerta se abrió bruscamente. Leech entró en el apartamento, seguido de sus dos compinches. Avanzó unos cuantos pasos y se detuvo como herido por el rayo al ver a Hettie tumbada en un diván, atada de pies y manos y con la boca cubierta por una mordaza. Una voz irónica sonó a espaldas de los recién llegados.


Bolsilibros - Punto Rojo 1049. El criminal llama a la puerta, de Clark Carrados

Policial, Novela

Cuando sonó el timbre de la puerta, Susan Brade se levantó y fue a abrir. Previamente, había atisbado por la mirilla y vio a un hombre joven, con una caja de herramientas en la mano. El aspecto del hombre era agradable y Susan abrió a los pocos instantes. —¿Qué desea? —preguntó. —Perdón, señora. He venido a revisar la instalación de su antena de televisión. Parece ser que hay interferencias en la zona y se han producido algunas quejas al respecto.


Bolsilibros - Punto Rojo 1050. ¡Corre, Grita… y muere!, de Clark Carrados

Novela, Policial

La fiesta había sido muy divertida y se había divertido enormemente, hasta que un estúpido, que quería hacerse el gracioso y reírse a su cuenta, le dio un cigarrillo. Rod Fancey inhaló varias bocanadas de humo antes de darse cuenta de que lo que contenía aquel tubito de papel no era precisamente tabaco de Virginia. Había tomado unas cuantas copas, lo cual resultaba natural en semejantes circunstancias. Sin embargo, y aunque estaba ligeramente «achispado», no había llegado ni mucho menos al estado de embriaguez. Pero el maldito cigarrillo le puso al borde de la muerte o poco menos.


Bolsilibros - Punto Rojo 1051. Miedo en las venas, de Donald Curtis

Novela, Policial

Sólo recuerdo borrosamente lo sucedido. Y sin embargo, allí comenzó todo para mí. La pesadilla, la angustia. La muerte, el miedo… Sobre todo, el miedo. Más que la misma muerte, llegué a sentir horror, por mi propio miedo, mi increíble y casi inhumano miedo a algo que ni siquiera sabía lo que era, que no parecía existir en ninguna parte.


Bolsilibros - Punto Rojo 1052. Fiebre de navajas en sábado, de Frank Caudett

Policial, Novela

El médico de la prisión miró al muchacho con expresión de desconcierto. —¿Pretendes burlarte, Steve? Tus muelas están más sanas que las de una mula. —Cierto, doctor —sonrió el otro—. Pero tenía que apuntarme a reconocimiento para poder hablar con usted. —¿De veras? Y… ¿sobre qué tenemos que hablar tú y yo? —Voy a fugarme, doc. Con su ayuda, claro.


Bolsilibros - Punto Rojo 1055. El robo del banco de Benton Place, de Clark Carrados

Novela, Policial

Barney Hart, afectuosamente llamado Slim por sus íntimos se sentía la mar de feliz. Cuando terminase su servicio, habría concluido una etapa de su vida y, tras unas cortas vacaciones, daría principio a otra. No lo había pasado tan mal, a decir verdad, pero aspiraba a algo más que vigilar las calles vestido de azul.


Bolsilibros - Punto Rojo 1056. Sangre en mi diario, de Curtis Garland

Policial, Novela

Un fugitivo acosado por la policía, se esconde amparado por la única persona en quien confía. Mientras se recupera de sus heridas, escribe un diario donde relata los verdaderos acontecimientos que llevaron a un hombre normal, empleado en unas oficinas, a convertirse en un despiadado criminal perseguido por la justicia como un perro rabioso. Todo empezó por una hermosa mujer, sensual y provocadora. El único problema es que era la mujer de su jefe y también su inmediato superior. Pero no pudo resistir la atracción animal que sentía por ella. Lo que era una aventura incitante, peligrosa incluso, iba a convertirse en una pesadilla, del que el despertar solo podía ser uno. Ese despertar es la muerte. Estupenda narración de intriga de Garland. Plena de sordidez y traiciones. Como bien dice el autor en su dedicatoria, es un homenaje a los escritores clásicos de "novela negra". A todos los grandes maestros que admiró en su juventud. Un recuerdo para todos ellos y su obra, una pequeña muestra de algo que, tal vez, pueda ser "novela negra". Fascinante la ilustración de portada de García, representando acertadamente el espíritu sangriento y sensual de la novela.


Bolsilibros - Punto Rojo 1057. Flores para un canalla muerto, de Clark Carrados

Policial, Novela

Durante unos momentos, los dos amantes permanecieron todavía estrechamente abrazados, silenciosos, jadeantes, los cuerpos desnudos mojados por el sudor, tratando de recuperarse del esfuerzo de la pasión. Al cabo de unos momentos, el hombre se incorporó y sonrió satisfecho. —Eres muy buena —dijo. Ella rió, no menos satisfecha. —Valgo lo que peso —contestó.