Burt sólo tiene ocho años, pero su pequeño corazón ya ha conocido grandes sentimientos. Demasiado grandes. Demasiado fuertes. Ahora vive recluido en un Centro de Internamiento Infantil por lo que le hizo a Jessica. Solo, contra la estupidez de los adultos que convierten sus sueños en síntomas clínicos y su amor en un delito. Solo, en una fortaleza de silencio. ¿Quién lo sacará de allí? Pura emoción, en una prosa maravillosamente conseguida. Traducido a 16 idiomas Más de 2 millones de ejemplares vendidos en Francia Howard Buten es, además de escritor, psicólogo especializado en autismo, músico y clown profesional. Cuando yo tenía cinco años, me maté es considerado un clásico moderno en Francia, donde Buten ha sido nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
A. S. Byatt echa luz sobre los inevitables conflictos que surgen entre la ambición y la vida hogareña, las limitaciones y la realización personal. Frederica Potter, «condenada a ser inteligente», se sumerge en la vida de la Universidad de Cambridge, ávida de conocimientos, sexo y amor. En Yorkshire, su hermana Stephanie ha abandonado el mundo académico por la cómoda frustración de la vida familiar. En esta continuación de la aclamada «La virgen en el jardín» y segunda parte de una magnífica tetralogía, cuyas novelas pueden, sin embargo, disfrutarse por separado.Frederica es uno de los personajes más interesantes de la narrativa contemporánea.
Frederica, recién casada y madre de un niño de cuatro años, vive en la campiña inglesa, prisionera de un marido celoso de su pasado y de una vida que trunca todas sus ambiciones. Ante la imposibilidad de un acuerdo, huye a Londres con su hijo Leo, retoma el contacto con sus antiguos compañeros de Cambridge, consigue un puesto de lectora en una editorial y da cursos de literatura mientras emprende un proceso de divorcio. La publicación de una novela con ecos del marqués de Sade servirá para revelar los conflictos de Frederica y las luchas de toda una generación. En un ambiente de liberación sexual y trastocamiento de costumbres, pero también de censura por parte del orden establecido, «La Torre de Babel» presenta los inextricables conflictos entre ambición, vida familiar y realización personal.
Para todos aquellos que se han sentido conmovidos y deslumbrados por los films de Ingmar Bergman este libro será un motivo de regocijo. La obra de Bergman ha sido aclamada en el mundo entero y se lo reconoce como uno de los autores cinematográficos más importantes en la historia de dicho arte. Pero lo que no se sabía hasta ahora es que los libros de sus films —los cuales, salvo raras excepciones, han sido escritos por Bergman mismo— son independientemente vivaces y dramáticos. En este volumen se hallan reunidos y editados en castellano por primera vez los evocadores y hermosamente escritos libros de «Sonrisas de una noche de verano, El séptimo sello, Cuando huye el día» y «El mago», las cuatro producciones más distinguidas de Bergman hasta la fecha. Con una Introducción del propio Bergman, estos textos sugieren la amplitud diríase shakespeariana de este director, que va desde la comedia elegante hasta el apasionado drama de ideas. Revelan a un artista preocupado por los grandes problemas, el amor, la religión, la muerte, el conocimiento de uno mismo, y capaz a la vez de distraer a su auditorio. Estas cuatro obras serán leídas con placer, con el intenso placer de contemplar a un artista en su profunda tarea creadora.
Los Cuentos de Fiódor M. Dostoievski (Moscú, 1821-San Petersburgo, 1881) intentan abarcar todo el período de su actividad como escritor, desde sus comienzos literarios en 1845 hasta 1877, año en que comienza a escribir Los hermanos Karamazov. En estos cuentos, no por breves menos geniales que sus novelas, aparecen temas recurrentes en toda su obra: los estafadores estafados en la «Novela en nueve cartas», el delirio de un avaro en «El señor Projarchin», o la generosidad del pueblo ruso en «El ladrón honrado». También en estos relatos su vena satírica y humorística cobra más fuerza. «La mujer ajena y el marido debajo de la cama», «Bobok» o «El cocodrilo» son buen ejemplo de ello. Las historias que se incluyen en este volumen ofrecen al lector una visión amplia de la compleja personalidad artística de este gran escritor ruso, que siempre consideró su deber «rehabilitar al individuo destruido, aplastado por el injusto yugo de las circunstancias, del estancamiento secular y de los prejuicios sociales».
Muchos de los héroes melvilleanos temen y sufren «la deriva universal de la masa de la humanidad hacia el más completo de los olvidos» de la misma angustiosa manera que tratan de oponerse a ella. La propia deriva de Melville en su tiempo, incomprendido y escasamente valorado por el público y la sociedad literaria, no auguraba el reconocimiento que le reservaría la posteridad. Desplazados, retirados, víctimas de grandes mudanzas, sus personajes tratan de encontrar un sentido a la soledad que finalmente ha caído sobre sus vidas: a veces lo encuentran, sí, y entonces alguno de ellos, «con genio y sin fama, es más feliz que un rey»; otros se aferran obsesivamente a una obra que les identifica, como puede ser un campanario, un «Gran Aparato Hidrostático» o una chimenea, y en esa identificación hallan la muerte, un fracaso investido de dignidad o, al contrario, el valor de una insobornable resistencia; algunos, como el protagonista de «La veranda», persiguen quimeras sólo para descubrir que ellos mismos son la quimera de otros menos afortunados; y otros, en fin, como el marino Daniel Orme, se llevan a la tumba el secreto de su hosquedad y su silencio. En este volumen se recogen los «Cuentos completos» de Melville y el lector tendrá ocasión de descubrir en él no sólo las claves de una literatura inspiradísima, extemporánea y visionaria, sino también la apreciable deuda que la posteridad ha contraído, y quizá no saldado, con su autor, sin duda uno de los mayores precursores de las corrientes literarias del siglo XX.
Relato, Drama, Fantástico, Psicológico, Romántico, Terror
‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ —sin la coma que haría creer en una simple enumeración de categorías— es el libro que Horacio Quiroga publicó en 1917, reuniendo narraciones de los quince años anteriores, y que significó su consagración como uno de los cuentistas más vigorosos y creativos del ámbito latinoamericano. Escritos alrededor de los temas que obsesionaban al autor, como la fuerza invencible de la naturaleza o el misterio de las relaciones humanas, estos relatos dan testimonio de las dos modalidades que Quiroga cultivó con maestría: por un lado, los cuentos que saben construir un clima que envuelve al lector desde las primeras líneas y, por otro, los que se encaminan inexorablemente hacia un final impactante, donde los protagonistas se enfrentan a un instante que puede ser lúgubre, misterioso, macabro o insólito, pero siempre definitivo.
Relato, Drama, Fantástico, Psicológico, Romántico, Terror
Algo más de un tercio de los cuentos publicados en periódicos y revistas, durante toda la trayectoria de Horacio Quiroga como narrador, nunca fue recopilado en libro. El presente volumen, amplia selección de dicho material, intenta paliar ese vacío. El Quiroga que aquí recuperamos, el que se multiplicó en publicaciones de vasto tiraje y heterogéneo público, confirma sus dotes de extraordinario constructor de ficciones, abriendo el camino para que quienes lo sucedieron —Borges, Cortázar, Rulfo, Ribeyro— pudieran llevar el cuento hispanoamericano a la insuperable maestría que alcanzó poco después. Por todo ello, su aporte sigue vivo y actual.
Con esta obra, Clemente Palma instaura el cuento moderno como género propiamente definido en Perú; y no sólo se convierte en el fundador de este género, sino que instaura la modalidad fantástica en su tradición literaria. El crítico y también narrador Ricardo Sumalavia explica que los ‘Cuentos malévolos’ son mucho más que simples imitaciones de los relatos de Poe. Escritos con «léxico sonoro e imágenes sugerentes», estos cuentos giran en torno a la muerte («un medio de liberación, una huida del tedio y del desencanto») y sus protagonistas siempre procuran «la restitución del ideal estético de la belleza», aunque eso los conduzca hacia lo fantástico, grotesco, o a las peores manifestaciones del mal. «Los ojos de Lina» y «La granja blanca», los más conocidos cuentos del libro, son historias de pasiones amorosas que, llevadas al límite, alcanzan extremos de crueldad y horror.
Con esta nueva entrega de la serie «Cuentos para regalar», Enrique Mariscal demuestra, una vez más, que es uno de los más perspicaces narradores de cuentos del momento. Una vieja historia de peregrinos del desierto habla de un viajero que encontró a un árabe muy pensativo descansando al pie de una palmera en un oasis. Era evidente que se trataba de un comerciante opulento, que vendía objetos de valor: joyas, perfumes y tapices. -¡Buen amigo, salud! Te veo preocupado. ¿Puedo tal vez ayudarte en algo? -Es mucho dolor el que siento -respondió el hombre-. He perdido la más preciada de las joyas, y eso es irreparable. -Estimado amigo, puedes reponerla con facilidad, llevas tesoros sobre tus caballos, eres rico... -Era una alhaja que no volverá a repetirse nunca. Nadie puede construir otra igual a ella. -Comprendo, has perdido un bien muy preciado, amigo, pero a fe mía, estoyseguro de que con buen dinero podrás conseguir algo similar -replicó el viajero. -La joya que he perdido era una perla que no volveré a encontrar jamás. Se llamaba «un día». Cuando los grandes maestros no encontraban las palabras, ni las definiciones intelectuales para explicar las más importantes enseñanzas de la vida, recurrían a la parábola, a la fábula, al mito o al sueño.
En el principio fue el cuento oral, luego se hizo sueño colectivo, leyenda, regalo de boca en boca, después libro. La originalidad perceptiva de cada lector otorga frescura vital a la historia real o inventada, la ajusta a la situación actual, la copia o modifica con singularidad sorpresiva. La generosidad, el cultivo de la amistad, la delicadeza, son siempre originales. Seguramente usted sabe a quien regalar esta obra: primero a sí mismo, luego, o simultáneamente a alguien querido y respetado. Ahora, si no se conoce a nadie original... Es algo también muy interesante, conmovedor, casi especial para comenzar a escribir un nuevo cuento... Cada uno de nosotros es un cuento original, tan atractivo como el acto mismo de regalar.
En el sexto volumen de su exitosa colección, «Cuentos para regalar», Enrique Mariscal subraya la importancia del amor. James Cook, navegante y descubridor inglés, atravesó mares y descubrió territorios hasta su cita con la muerte. El trágico compromiso con la amada negra lo encontró en 1779, cuando los nativos de la isla de Hawai le dieron muerte. Muchos años más tarde, en una botella lacrada hallada en el mar, alguien encontró su mensaje póstumo a la humanidad, digno de ser leído hasta por aquellos que nunca leen: «¡Qué sabios son aquellos que sólo son tontos en el amor!» Es muy importante mantener esa grandeza que no malogra las demás relaciones con la vida. En cambio, el afán posesivo oprime de tal manera el corazón que corrompe los demás vínculos. El amor es un amo que no esclaviza ni deshonra. Cuando los grandes maestros no encontraban las palabras, ni las definiciones intelectuales para explicar las más importantes enseñanzas de la vida, recurrían a la parábola, a la fábula, al mito o al sueño.
«Los cuentos de Clarice Lispector aquí reunidos constituyen la parte más rica y variada de su obra, y revelan por completo el trazo incandescente que dejó la escritora brasileña en la literatura iberoamericana contemporánea. En todo cuanto escribió está la misma angustia existencial, similar búsqueda de la identidad femenina y, más adentro, de su condición de ser humano. En sus cuentos hay, ciertamente, el vuelo ensayístico, la fulguración poética, el golpe chato de la realidad cotidiana, la historia interrumpida que podría continuar, como la vida, más allá de la anécdota. Leer a Clarice es identificarse con ella, desnudar su palabra, compartir una sensualidad casi física, entrar en el cuerpo de una obra que vibra y chispea, traducir a nuestro propio horizonte cultural su haz de preguntas lanzadas al viento, saber que, más allá de las letras, del espacio y el tiempo, hubo alguien, una mujer, que estuvo cerca del corazón salvaje y nos dejó, en su escritura y definitivamente, su soplo de vida». MIGUEL COSSÍO WOODWARD
Al hablar de la condición humana en general se corre el riesgo de caer en la frivolidad, pero basta con leer cualquiera de los cuentos de Cynthia Ozick para olvidarse de las frases hechas y asumir lo que es ajeno como nuestro. En esta recopilación de cuentos descubrimos a hombres y mujeres que a primera vista podrían parecer seres patéticos, pero que en el fondo conservan y muestran su dignidad, a menudo gracias a la ironía, siempre tan oportuna. Si, como decía Mark Strand, vivir consiste en estar alerta y prestar atención al mundo, Cynthia Ozick es el testigo que buscábamos.
Este libro está compuesto por 30 relatos cortos independientes entre sí. Muchos de ellos tratan de amor y desamor, de encuentros y desencuentros, pero también hay relatos filosóficos, psicológicos, históricos, de ciencia ficción y de fantasía, así como realistas sobre temas mundanos. La idea es entretener al lector con historias breves de ficción y a la vez transmitirle en cada relato una idea central que le haga reflexionar sobre ella.
Cuerpos sucesivos —título procedente de un verso de Cernuda— se presenta como una novela de corte fundamentalmente psicológico, donde lo que importa es la plasmación de unas pasiones en el espíritu atormentado de sus personajes y no tanto la narración de hechos externos. David Soria, catedrático universitario de Historia de la Literatura, ha visto cómo su matrimonio entraba en crisis, y comienza una nueva relación con otra mujer que, como él, arrastra, a su vez, una historia tortuosa de amantes, a la que no son ajenos diversos componentes sadomasoquistas y vampíricos. Esta circunstancia sirve de pretexto para evocar diversos episodios de la historia de ambos; de una historia entendida exclusivamente como encadenamiento de relaciones amorosas.
Tras un largo año de silencio, Angela, una novelista entrada en años, escribe a su amiga Ingrid para darle razón de lo ocurrido. Se trata, sencillamente, de una historia de amor, una triste aventura en la que Angela lo ha apostado todo por un hombre cuya máscara confundió con un favorecedor espejo de sí misma. En un discurso vehemente y contradictorio, en el que inútilmente se intenta atrapar el complejo nudo de los elementos en juego, Angela, con una melancólica resignada y marga, descorre el telón de su amor por Miguel, amor que, quizá como todos, se resuelve, descarnadamente, en una cuestión de amor propio.
Como dijo Virginia Woolf, Emily Brontë era capaz de liberar la vida de su dependencia de los hechos; con un par de pinceladas podía retratar el espíritu de una cara de modo que no precisara cuerpo; al hablar del páramo, conseguía hacer que el viento soplara y el trueno rugiera. La magnífica traducción de Carmen Martín Gaite vierte al castellano toda la pasión y verdad poética contenidas en esta gran obra.Cumbres borrascosas, que se convertiría en una de las novelas más indiscutibles del siglo XIX, tuvo una acogida decepcionante cuando se publicó en 1847, pues los lectores victorianos se sintieron incomodados por lo que consideraron una descripción demasiado cruda de pasiones sin control. Al igual que Jane Eyre, de la hermana de Emily, Charlotte Brontë, Cumbres borrascosas se basa en la tradición de novela gótica de finales del XVIII, con apariciones sobrenaturales, noches sin luna y efectos de misterio y terror. Pero la novela trasciende ampliamente el género gracias a sus penetrantes observaciones y a su complejidad, así como, por encima de todo, a sus inolvidables caracterizaciones. La trágica historia de amor entre la apasionada Catherine y el atormentado Heathcliff es sin duda uno de los romances más inolvidables de la literatura de todos los tiempos.
Ganadora del prestigioso Premio Sapir, esta historia de gran sensibilidad cuestiona el amor materno, los errores y los lazos que unen o desunen a una madre y su hija. A cinco mil kilómetros de su hogar, sola, en una oscura carretera de los Países Bajos, una mujer se asoma a una ventana iluminada. Dentro, dos niños juegan y ríen: son sus nietas, pero Yeona nunca las ha conocido. Hace años, su hija Lea abandonó Jerusalén para construirse una vida en otro lugar, sin decir una palabra, sin dar más noticias. Sin embargo, hubo un tiempo en que madre e hija eran inseparables, en que lo eran todo la una para la otra. Con una exquisita precisión psicológica, Blum rastrea los pasos en falso insignificantes en apariencia y los engaños de la vida familiar, en la que es posible cruzar la línea entre la protección y la posesión sin que nos demos cuenta, y sin saber si podremos encontrar el camino de regreso.
Autora de la redescubierta «Suite francesa», Irène Némirovsky mostró desde muy joven un talento excepcional. Con veintiséis años publicó «David Golder», acogida por la crítica como una obra maestra y, más tarde, adaptada al cine y al teatro. Era el comienzo de una carrera literaria que situaría a Némirovsky entre los más grandes escritores franceses del siglo XX. Tomando como modelo la figura de sus padres, arquetipos del millonario hecho a sí mismo y la esposa egocéntrica y despilfarradora, Némirovsky despliega su aguda percepción psicológica en la descripción del mundo de los grandes negocios, territorio de personajes sin escrúpulos en el que la voracidad de los hombres es tan grande como la precariedad de sus fortunas.