Con el paso del tiempo, «En el camino», un libro que fue la biblia y el manifiesto de la Generación Beat, se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana. Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty —el héroe de todos los beatniks, «un demente, un ángel, un pordiosero»— y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York. Alcohol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo «establishment». Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg (Carlo Marx) y William S. Burroughs (Old Bull Lee).
En el culo del mundo nos abre la posibilidad de conocer la primera etapa narrativa de António Lobo Antunes y ofrece un retrato en sepia de la brutalidad de la guerra colonial de Portugal y sus consecuencias psicológicas. A lo largo del diálogo entre un hombre y una mujer, del que sólo escuchamos la voz masculina, la experiencia vivida por el protagonista en la guerra de Angola se va filtrando y expandiendo hasta absorber y condicionar todas las facetas de la relación que ambos intentan establecer. Como telón de fondo, entre brumas, encontramos la presencia de un Portugal del que Lisboa es síntesis y metáfora. Un extraordinario texto literario de implacable andadura discursiva.
A sus 55 años, Penélope sabe que tiene que cambiar algo en su monótona vida. Ha llegado el momento de la acción. No sabe exactamente qué es lo que tiene que hacer, pero tiene muy claro que ha de poner fin a su rutina. Paseando por el Parque del Retiro, Penélope conoce a Aitor, un atractivo extraño que, después de una breve conversación, le invita a ir al día siguiente al Centro de Arte Museo Reina Sofía para ver la exposición temporal de Dalí. La historia se convierte en un constante recorrido por la vida de ambos personajes, donde prevalecen en sus capítulos los «flashbacks» que nos retrotraen a los años 60, y en cada capítulo nos presentarán a los dos personajes y cómo evolucionan. El lector se percatará, con total exactitud, de cuál ha sido su recorrido hasta llegar a la actualidad, donde Penélope tiene que decidir si asistir o no a la cita del día siguiente.
Cuando el señor Newman fue perdiendo la visión y se compró unas gafas, sus amigos y conocidos empezaron a tratarlo con reserva y hasta con suspicacia. Y es que, de pronto, el aspecto del señor Newman pasó a ser el de un judío, aunque ni él ni la gente a su alrededor jamás hubieran reparado antes en ello. En la ciudad de Nueva York, en 1945, con el Frente Cristiano en pleno auge, tener semejante aspecto no facilitaba la existencia a nadie. A partir de ese momento, Newman se ve inmerso en una auténtica alucinación, la misma que va apoderándose de los que le rodean. En una sociedad obsesionada por el poder y el éxito, Newman, y la gente como él, los seres anodinos, aislados por el fantasma de su «diferencia», vienen a mostrarnos cómo una comunidad aparentemente civilizada y tolerante puede convertirse de pronto en una turba incontrolada y brutal. Cincuenta años después, ¿seguirán rondándonos los mismos fantasmas, las mismas alucinaciones?
Ambientada en la India contemporánea, esta novela es el retrato de dos hermanas Sona Lal y Rupa Grupta, cuyas distintas familias políticas (la de una, numerosa y tradicional y la de la otra, más humilde) acabarán condicionando sus caracteres y destinos. Paradójicamente, aunque Sona ha conseguido unirse a una próspera familia, vivirá siempre quejándose por todo, torturada por la rivalidad con sus cuñados y por una suegra arisca, mientras que su hermana, que no puede tener hijos y cuyo marido, para que llene el vacío de sus días, le permite atender una pequeña tienda, acepta con mejor espíritu la suerte que le ha tocado. La supuesta bendición de los hijos comenzará a torcerse para Sona cuando al llegar éstos a la adolescencia no respondan a las expectativas que sus padres se habían trazado para ellos.
«He querido usar la impersonalidad en esta nota, porque de egotistas, egocéntricos, engreídos y fatuos está el mundo lleno y es raro encontrar alguien que se crea artista o intelectual que no tenga metástasis de egolatría», afirma Valladares Álvarez en la nota de «En honor de la verdad». No logra ―en sus poemas― huir del yo (como quiere el budismo) porque «no se ha podido hacer otra cosa», pero también porque ―se pregunta― «¿con quién mejor vamos a estar que con nuestro yo?» Esa «cortesía gramatical», como dice Pierre Klossowski, llamada yo es, sin embargo, el punto de partida desde donde, gracias a un lenguaje colectivo, surge un mundo a la vez individual, subjetivo y universal: el mundo que el sujeto poetiza a partir de sus experiencias y de su tradición cultural (llámese Quevedo, Pessoa, Da Vinci, Ezra Pound, el mito de Jesucristo, entre muchos autores citados o evocados ―directa o indirectamente― por Valladares). Desde el primer poema, «Adivinación del poeta», se advierte un ojo involucrado en el mundo humano que rodea al yo, y no en la interioridad desgarrada del romántico. A la vez apocalíptico y jocoso, optimista y lúdico, la postura del poema que abre el libro es conocida: «El hombre [...] fragua la extinción» de su especie. Esta poesía le da prioridad al mensaje y en eso nos recuerda un poco a Enrique González Martínez, en quien yace un mundo profundo por descubrir en un lenguaje alejado de malabarismos verbales y del mero culto a la forma. Lo anterior es claro en «Asidero». Allí las imágenes se subordinan a las ideas y no al revés. Los poemas de Valladares son de ideas y conceptos. Hay hondo contenido que transita por estancias como el miedo y otras sensaciones, así como por el transcurso del tiempo, lo efímero de la banalidad, la juventud, el erotismo y la ciudad. Hay también a veces hallazgos como éste: «la prisa se diluía en el vacío/ como un Redoxon en tu sexo mojado/ y éramos magos de la noche y de la carretera,/ áfrodos guiados por los faros del coche/ hasta la sierra de Madrid». En otro poema, «Contra la (vana)gloria», las oraciones condicionales nos hacen descender hasta un decir «incontinente» de «improperios». A veces irreverente, siempre risueño ante las verdades absolutas, el verso se percibe escéptico a pesar del a menudo barroquismo lleno de adjetivación. Tal vez uno de los mejores poemas sea «La verdad absoluta», definida como «puta barata». A ella se dirige el poeta: «te vendes al ingenuo, al inseguro,/ al hambriento, al rico, al persuadido,/ al idiota, al fiel a no sé qué, a nadie,/ a aquel que necesita sopa boba». Se trata de un poema contra los esquemas, dogmas y doctrinas; arremete contra esa peste de la humanidad llamada «verdad»: «¿Dónde estás, cobarde infame?» Y concluye: «Vete a la mierda./ Maldigo tus mil huestes fluorescentes/ y me quedo con mi luz entre las sombras». JUAN ANTONIO ROSADO ZACARÍAS.
Mariana decide viajar a España desde Ecuador buscando un futuro mejor. Su destino es Zaragoza, una ciudad donde hace frío, con un río y mucha niebla. Allá deja a su marido y sus hijas, pero aquí encuentra a Dª Pilar, a Lucía, a Gloria y a Mara...En la Puerta de al Lado descubre el miedo a lo desconocido, el peso de mantener a su familia, la sombra de la muerte y la necesidad de compartir. Seis vidas que se cruzan con Mariana y moldean una nueva mirada sobre el mundo.
«En la sangre», publicado inicialmente por entregas en el periódico «Sud América» a lo largo de 1887, es la última novela de Eugenio Cambaceres (1843-1889). En la plenitud de su oficio narrativo, el escritor cristaliza en ella una de las preocupaciones de la «Generación del 80»: la estigmatización del inmigrante como portador de los vicios y miserias de los sectores más pobres de la sociedad europea. La historia de Genaro, hijo de un hojalatero italiano que intenta ascender socialmente a partir de la simulación y el engaño, resulta emblemática del modo en que las clases dirigentes entendían su papel hegemónico de control y disciplinamiento de la sociedad argentina de entonces. Curada y prologada por la investigadora Adriana Amante, esta nueva edición de uno de los textos paradigmáticos del naturalismo argentino reproduce fielmente su versión original, en más de una ocasión sometida a expurgaciones y censuras.
El “pacatás-pacatás” de los cascos imaginarios de un mundo oscuro, de fantasmas y trashumantes de las leyendas parece una metáfora del país sin rumbo, que no acaba de ensillar su destino. Es una lectura precoz de la historia de Puerto Rico, la forma loiceña y canovanense de leerla, para mí la más real. Estamos ante una verdadera obra literaria, cargada de una suerte de realismo místico. No es una descripción de ombligos y pantuflas, a lo que ahora se quiere reducir el arte de escribir. Es la verdad que nos trae la mariposa oscura de la que Eva Luz tomó prestadas sus alas para hacer volar su imaginación. Desde el cañaveral, esos “miles de soldados en fila moviendo sus espadas amarillas al aire” hasta el tiempo de aquel español preñador de negras que fue “un pico de cuervo en cualquier capullo de rosa”, Eva Luz nos construye una poética artillada, combativa, de denuncia feroz.
Hay personas que creen merecer más de lo que tienen, y Agustina es una de ellas. No es que quiera tener más hijos —con tres es suficiente— ni un marido mejor —su Andrés es un buenazo—, pero se aburre. Y como se aburre mucho, escribe sin parar y vuelca todas sus frustraciones y anhelos en Amanda Quong, exitosa empresaria y personaje principal de su primera novela. Lo que ella no se podía imaginar, y de imaginación Agustina va sobrada, es el giro que va a dar su vida cuando decida publicar las notas de su novela en su perfil de Instagram, mezclando realidad y ficción en un lío del que no sabe si podrá —o querrá— salir airosa.
¿Quién es capaz de resumir su propia vida en trescientas palabras? Marcos, el científico protagonista de esta fantástica novela de Andrés Barba, se golpea la cabeza sin descanso contra ese imposible durante unas navidades, mientras su mujer y su cuñado, un célebre cómico retirado con una delirante y compleja trayectoria política, se reúnen por primera vez en el año de la muerte de su madre. Con su habitual maestría para los espacios íntimos Barba nos presenta una novela sobre la identidad pero también la familia, el humor, el deseo y la sorpresa que siempre supone el verdadero descubrimiento del otro. Una novela indispensable de quien es ya sin discusión uno de los escritores más importantes de su generación en lengua española.
Gottfried Keller (1819-1890) es sin duda el escritor más representativo de las letras suizas del siglo XIX. «Enrique el Verde» es una obra fundamental en la literatura alemana, considerada la mejor novela del realismo alemán. No sólo porque en ella el género de la novela de formación llega a su perfección, sino porque todos sus elementos narrativos y estructurales son de una calidad única. La obra es un espejo de la sociedad y el pensamiento alemanes de la segunda mitad del siglo XIX, y, por tanto un testimonio único de ese momento histórico tan decisivo para el devenir del siglo XX. Su influencia en la literatura alemana de este siglo ha sido enorme. Por su calidad literaria y por lo que supone dentro del contexto de la literatura alemana, la traducción por primera vez al español de «Enrique el Verde» ha de entenderse como una auténtica novedad que viene a llenar una laguna incomprensible en el panorama literario de nuestra época. Reelaborada por el autor en los últimos años de su vida, la biografía de Enrique ofrece un modelo perfecto de cómo el entorno social puede volverse en contra de las inclinaciones naturales de un individuo, haciendo imposible la integración armónica de ambos.
El Distrito del Ensanche es un barrio en el corazón de Barcelona con una densidad de población de 36.000 personas por kilómetro cuadrado, hecho que lo sitúa como uno de los barrios más densamente poblados del mundo. La Sagrada Familia es quizás el punto más importante del barrio. Una iglesia que lleva en construcción cien años. La iglesia está rodeada por dos parques donde de noche hombres entran y salen de los arbustos. Cerca de allí hay un club nocturno donde empieza esta historia, y a cinco minutos andando yace un cuerpo muerto en la acera. En uno de esos pequeños apartamentos que componen el barrio, un joven pierde la tarde en las redes sociales. Hoy le han dicho que tiene cáncer. Cerca de ese apartamento, en otra pequeña vivienda familiar, otro joven toca la guitarra y decide que algún día será una estrella del rock. A varios cientos de kilómetros otro joven vive encerrado en una isla, y cerca de esta isla un niño va a la escuela cada día transportando varios kilos de cocaína. Obra coral donde varias historias y personajes se cruzan en las calles de Barcelona. No es una novela erótica, pero el libro contiene abundantes descripciones explícitas de escenas de sexo entre personas del mismo sexo. Para mayores de 18 años.
La importancia de las novelas de Proust reside no tanto en sus descripciones de la cambiante sociedad francesa como en el desarrollo psicológico de los personajes y en su preocupación filosófica por el tiempo. Cuando Proust trazó la trayectoria de su héroe desde la feliz infancia hasta el compromiso romántico de su propia conciencia como escritor, buscaba además verdades eternas, capaces de revelar la relación de los sentidos y la experiencia, la memoria enterrada que de pronto se libera ante un acontecimiento cotidiano, y la belleza de la vida, oscurecida por el hábito y la rutina, pero accesible a través del arte. Trató el tiempo como un elemento al mismo tiempo destructor y positivo, sólo aprehendible gracias a la memoria intuitiva. Proust percibe la secuencia temporal a la luz de las teorías de su admirado filósofo francés Henri Bergson: es decir, el tiempo como un fluir constante en el que los momentos del pasado y el presente poseen una realidad igual. Proust exploró con valentía los abismos de la psique humana, las motivaciones inconscientes y la conducta irracional, sobre todo en relación con el amor. Esta obra, traducida a numerosos idiomas, hizo famoso a su autor en el mundo entero, y su método de escritura, basado en un minucioso análisis del carácter de sus personajes, tuvo una importante repercusión en toda la literatura del siglo XX. Ensayos literarios contiene:
El presente volumen reune quince relatos —localizados en su mayoría en un mundo rural inclemente, cerrado y opresivo— que nos hacen recorrer, tras la mirada viviseccionadora de una niña, escenas cotidianas en la vida de una pequeña comunidad de ascendencia suaba. El núcleo familiar, la muerte, los juegos infantiles, el sexo, la iglesia y la escuela, el baile, los animales y el huerto se van plasmando con una engañosa ingenuidad que convierte la realidad en brutal pesadilla. Por encima de la anécdota la naturaleza se impone, incluso en las breves escenas de la vida urbana, en cada una de las páginas del libro, destilando una intensa calidad poética con la fuerza de sus imágenes casi oníricas.
Los ocho relatos de Entre amigos transcurren en el kibutz imaginario Yikhat y dibujan retratos maravillosos por su delicadeza de mujeres y hombres que tienen sueños íntimos y experiencias dolorosas privadas a la sombra de uno de los más grandes sueños colectivos de la historia del siglo XX. Un padre cuya hija se va a vivir con un miembro del kibutz tan mayor como él; una mujer que escribe una carta estremecedora a otra mujer por la que su marido la ha abandonado; un niño externo que va a visitar a su padre a un hospital para enfermos mentales; un jardinero que carga sobre sus espaldas con todas las tragedias del mundo: cada una de estas historias personales es una perla de humanidad literaria y juntas forman un collar que es también un retrato de un ideal y de una época.
El narrador de esta entretenida novela, un escritor que ha publicado tres obras de crecimiento personal, se encuentra en decadencia. Elisa, su ex editora y ex amante, acepta darle una oportunidad para volver a figurar entre “los más vendidos”, encargándole una novela sobre la inmigración de peruanos en Chile. ¿La condición? “Una historia verdadera, cruenta, que lleve al lector hasta el último rincón de los personajes. Seres sacados de la vida real, trabajados para que suden patetismo. Y lo que no consigas, invéntalo, pero que sea fuerte, hasta llegar al borde de lo creíble” (Parte de un diálogo, capítulo I). ¿Cómo hará el narrador para cumplir con los requerimientos de su editora y a la vez mantener su equilibrio interior...? ¿Cuánto debe ceder...? A comienzos del siglo XXI, la inmigración de peruanos en Chile es una realidad, también sus condiciones subhumanas. Salen de un país colapsado económicamente, para establecerse en un Chile “milagroso”. Dejan esposos ellas y esposas ellos, así como hijos, en muchos casos criaturas que aún no tienen conciencia.
Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos particularmente alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Pensándolo bien, eso fue su infancia en Veracruz: la antesala y las secuelas de una catástrofe continua, la construcción minuciosa de las ruinas que son ella, su hermano y su madre. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Julián, sin embargo, siempre se llevó la peor parte, por lo que encierto momento, alzó una muralla de silencio para protegerse a sí mismo. Pero el silencio tiene la capacidad de contaminarlo todo con su propia forma de violencia. Esta novela es el intento de reconstrucción del rompecabezas o el álbum fotográfico que es toda memoria. La hermana mayor sabe que no puede contar una historia feliz a partir de estas imágenes, ¿podrá contar al menos una historia verosímil? ¿Y quién es el gran ausente en este relato, Julián o ella misma? ¿Logró escapar a tiempo del naufragio? Con una prosa impecable, tan emotiva como precisa, Entre los rotos nos recuerda que somos nuestra memoria y ésta es un caleidoscopio, que tiene mucho más de roto que de colorido.
“¿Era tu madre igual que tú?”. La pregunta de su hija obliga a Vera a intentar reconstruir su vida, y la vida de su madre, a lo largo de unos años en los que Austria conoció cambios vertiginosos. Desde una pequeña aldea de la frontera checa hasta las aulas universitarias, «Entre mujeres» es una historia de amor enloquecido, de entrega y heroísmo oculto. Dos figuras con perfil de aguafuerte, Marie y Vera, nos presentan las claves de una relación donde la violencia, incluso la crueldad, encubren una generosidad y una abnegación absolutas. Vera tendrá que retroceder en el tiempo, reconstruir el perfil de su madre y el ambiente en que se crió para entender qué es ella —con su rebeldía, con su obstinación, con su exigencia apasionada de libertad— y qué será su hija, una niña que, con su pregunta, a un tiempo ingenua e inquietante, celebra el triunfo doloroso de la memoria.
Eva, impactada por la reciente elección de pareja de su hija Grace, que evoca en ella recuerdos traumáticos de su primer matrimonio se ve impulsada a escribir sus reflexiones sobre la mujer y el amor. Lo hace desde su propia experiencia como psicoterapeuta y elige “novelar” escenarios y situaciones que ilustran aspectos comunes de la psicología femenina. Desde este lugar, escribe un libro titulado: “Amanda amando” en el que intenta transmitir y validar situaciones existenciales típicamente femeninas: la mujer engañada, la mujer que engaña, la que se sumerge en una relación que resulta abusiva, la que logra liberarse de un vinculo alienante, la que lucha por lograr un equilibrio entre la maternidad y la pareja, en fin, cada una en su propia búsqueda de amor y armonía en el arte de vivir. Coincidentemente, al finalizar su obra, Grace sufre una crisis de pareja que le desestabiliza anímicamente y la retorna súbitamente al hogar materno en busca de compañía y seguridad. Eva, un tanto impulsivamente, decide pedirle a Grace, editora de profesión, que revise su manuscrito, con la esperanza de aportarle ideas que pudieran ayudarla a pensar y remontar su crisis. La lectura del texto, efectivamente hace reflexionar a Grace, pero no necesariamente en la dirección que su madre esperaba.